Anécdotas
Hípicas Venezolanas presenta | |
¡Vamos
al sellado! | |
Por
David García | |
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El
domingo, día sagrado, los hípicos del país por muchos años acudían a unos
locales para encomendarse al señor, pero al señor del sellado que, con ese
particular sonido que tenían esas máquinas alemanas, colocaban en juego
las esperanzas de millones de aficionados. Ese era la tradición del
5y6. |
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Las
colas eran mucho más largas. El 5y6, más que una oportunidad de ganar
dinero fácil, representaba el desahogo de buena parte de la población
después de una extenuante semana laboral. Quienes eran hípicos o no,
sellaban su cuadrito de 4 bolívares. Cuando se implantó el Pool (nombre con el que se conserva en la
actualidad en Puerto Rico, país de origen de este juego) y hasta más o
menos la década de 1970, se tenía que escribir el nombre del ejemplar en
la “papeleta” o “boleta”. Después vino el sistema
automatizado, que en principio no gustó mucho pero como todo, después se
acostumbraron a ello. | |
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El
sellado tradicional pudo sobrevivir al denominado 5y6 Electrónico,
implantado en 1996 y que se podía jugar faltando un minuto para la primera
válida. Recuerdo que aquello resultó el primer paso a la modernidad. Así
se hacía en muchos hipódromos del mundo pero aquí estábamos atrasados. El
Electrónico, empezaba dos válidas antes que el 5y6 tradicional. Es decir,
cuando corrían las Superfecta
Combinada A y B, esas eran la primera y segunda válida del 5y6
Electrónico. El hipódromo tenía entonces, dos
ingresos. | |
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La
tradición del sellado en la mañana es añorada por muchos. Esas sanas
tertulias con análisis pausados de las válidas y la opinión de los
especialistas en los diarios y emisoras, eran lo máximo. Hoy en día, el
5y6 se apuesta con el mismo sistema desde el 2003, pero las condiciones
han cambiado. Por ejemplo, no se pueden dar pronósticos por radio en señal
abierta sino por internet en distintas emisoras on-line, pero la
información llega más al aficionado gracias a las Redes Sociales. Por eso,
no sería nada atrevido que el hipódromo permita que las máquinas punto
azul, reciban apuestas del 5y6 desde tempranas horas del domingo. Quizás
esto que digo es una locura, pero significaría un ingreso adicional. Eso
de hacer el cuadro a última hora y corriendo, no es lo ideal para poder
pegar los seis. | |
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Existe
otra parte de nuestra población, personas no hípicas que recuerdan
igualmente el sellado, porque cuando eran niños, eran llevados por un
abuelo, su papá o un amigo, y entonces la inocencia al fin, se ponían a
rayar la hoja con el programa de carreras que repartían antes, porque eso
sí, los niños solos no podían entrar al sellado. El periódico del domingo,
un buen café y la revista en el bolsillo, era el “kit del hípico” en la mesa de los
sellados, amén del radio portátil con pilas, si es que en el local no
tenían puesto algún programa de su
preferencia. | |
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Cuando
se mencionan a los selladores, los nombres de Ramón Strubinger, Rigoberto Picón, Sonia de Sarría, Mariela Janeth y muchos más que
fueron acérrimos defensores de los integrantes de su gremio, además de
tener una clientela inmensa, eran hípicos de corazón en toda la extensión
de la palabra. Ellos recibían cada domingo, las ilusiones de muchos,
incluyendo a veces las de ellos mismos, porque de vez en cuando, también
trataban de darle el palo a la piñata | |
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Fuentes:
Columna Ensalada Hípica. | |
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Anécdotas Hípicas
Venezolanas,
miércoles
30 de septiembre de 2020 | |
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