Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Temporada Clásica 1989

El Año de Gran Edward

Por Ricardo Maldonado

 

Año nuevo, vida nueva, nuevo gobierno, nuevas expectativas, el hipismo abría sus puertas para dar inicio a otra temporada clásica en donde se venían tardes emocionantes y llenas de grandes cosas, buena caballada, jinetes y entrenadores que iban en pos de la gloria de ganar una estadística que en el lado de los jockeys no se avizoraba alguien que pusiera en peligro la hegemonía que llevaba el gran Juan Vicente Tovar León quien iba por su 13º casquillo de oro en fila. De esta manera empezaba un 1989 que daría satisfacciones y decepciones por igual en la cual nos adentramos a continuación.

 

Ejemplares de la talla de Rayo Láser, Sátira, Gallardete, Aragonero, Winton, Llamarada, Luna Pier y Volantín ya no estaban en acción, tomarían la senda del retiro con rumbo a la cría, otros como Gran Edward harían mutis temporal debido a las lesiones, pero se venía una generación tresañera muy interesante y ella misma es la que abriría fuegos con la disputa del Clásico Inauguración Francisco de Miranda con una reducida nómina de apenas 4 potros en la tarde del sábado 7 de enero de 1989.

 

Cuando todo parecía indica que Yorsilk ganaba de manera fácil el primer clásico del año, Troquel, un caballo que hizo campaña en el Hipódromo de Valencia, vino con una bala por la parte interior de la pista y como una exhalación le arrebataría el triunfo de manera increíble, aunque de manera parcial, ya que la fotografía determinó empate (el primero y hasta ahora único en la historia) aun cuando daba la impresión que el “invasor carabobeño” pasaba de un viaje. Muy cerca, a ¼ de cuerpo de ellos quedó Randy y Trojano cerró el compacto lote.

 

Por el lado del valenciano Troquel, su jinete fue Cruz Garrido y fue entrenado por Luis Monsalve para los colores del Stud María Blanca y por la parte de Yorsilk, el “Negrito de San José” fue su conductor y Víctor Urbina su preparador para las sedas del Stud Las Colinas. El tiempo empleado por ambos fue un discreto 88” para 1400 metros.

 

El sábado 14 de enero, el flamante ganador del Simón Bolívar 1988, Bolinge, daba inicio a la campaña de los maduros al ganar de manera terminante el Clásico Andrés Bello con la monta del “Multicampeón” Juan Vicente Tovar y la preparación de Daniel Pérez García (como cosa rara, yunta multi-ganadora) con un muy buen 98” para la milla. En el lado de las hembras, la yegua Epic Dancer le daba al “Negrito de San José” su tercer clásico corrido al imponerse en el Andrés Eloy Blanco; la hija de Epic Junior daba al traste con sus rivales y fue entrenada por Giovanni Contini con un aceptable 86”2 para 1400 metros.

 

Comenzaba el mes de febrero, exactamente el día sábado 4, con la disputa del Clásico Arturo Michelena en donde una atrevida Singerie sorprendía a propios y extraños, así como a los asistentes al coso capitalino al imponerse en la prueba con la monta de Ramón Eduardo Ibarra y el cuido de Julio Ayala Coronil para la casaquilla roja y verde del Stud Sin. La ganadora, agenciaría regular crono de 99”1 para la milla. Ese mismo día se realizó la Especial Alfredo Abilahould , con un triunfo del caballo Otro Rayo, entrenado por Antonio Bellardi.

 

A la semana siguiente, el 11 de febrero se escenificó el Clásico Gradisco, homenaje al primer Triple Coronado, con un triunfo del caballo Voyardo con la yunta Torrealba-Carlos Morales, agenciando un excelente tiempo de 84”2 para los 1400 metros. Luego el 18 de febrero, se realizaría la Especial Revista Hipódromo, con la victoria de Épic Barre, luego de un breve descanso al correr el Clásico del Caribe en diciembre,  con la yunta Tovar-Contini agenciando 114”2 para los 1800 metros.

 

Por parte de los tresañeros, se venía el añejo Clásico Gobernador del Distrito Federal el 25 de febrero y en donde Turrón (con una atropellada voraz) pulverizaba a sus contrincantes con la monta de Luis Martín y el entrenamiento del “Rey de la Larga” Julio Ayala para el Stud El Montón y aceptable crono de 114”3 para 1800 metros; y en las tresañeras, Candy Amor, una importada en vientre hija del recordado Sweet Candy en Ferazza, la que se llevaba los honores en el Clásico John Boulton, esta rendidora potranca surgía como una potencial candidata a las carreras de la triple corona de yeguas. La consentida del Stud Eureka (los mismos de Sweet Candy) fue guíada por "El Diablo” Ángel Francisco Parra y el entrenamiento de Armando López García y paraba los relojes en un discreto 87”3 para 1400 metros.

 

Los sucesos acaecidos con los sacudones de los días 27 y 28 de febrero (tristemente recordado “Caracazo") solo hubo temporalmente la actividad hípica el domingo 5 de marzo, con un adicional, que le hicieron un trabajo en la pista, agenciando tiempos extraordinarios. El sábado 11 de marzo con la disputa de la especial Roque Yoris, fue un triunfo logrado por la yegua Épic Dancer con el binomio Tovar-Contini agenciando un buen tiempo de 112” para los 1800 metros y en ese mismo día se estableció un récord de pista para los 1500 metros en 89”3 agenciado por el caballo Tomba, pero con un kilo menos, que aún lo ostenta Beremiz.

 

Volvían las tresañeras, esta vez tocaba primero el lado de las yeguas con la disputa del Clásico Congreso de la República. Allí se impondría una rendidora y muy buena potranca llamada Star War, quien con un muy excelente tiempo de 112”2 para 1800 metros acabaría con las pretensiones de sus rivales de turno. Otra vez la dupla Torrealba-Bezara (muchos clásicos ganados a finales de los 80) tocaría las puertas del triunfo para la yegua propiedad del Stud My War. Habría que contar con este buen ejemplar para las pruebas venideras.

 

Al día siguiente, 12 de marzo,  se daría un José María Vargas histórico y apoteósico. La antesala al Presidencial se programaría en distancia de 2200 metros (11 furlongs) y en donde se congregaría lo mejor de la caballada madura cuya nómina ascendería a 10 participantes que eran: Hot Pens, El Beduino, Escalafón, McGwire, Lord Intenso, Bolinge, The Other, Vino Veritas y la llave de Contini conformada por Monte Rojo y Epic Barre. Al pupilo del Stud Parchín se le daba cierto favoritismo por la monta (Juan V. Tovar) y porque defendía su condición de Campeón Tresañero 1988.

 

Al darse la partida, salía Monte Rojo a la delantera con una buena sprintada, segundo se acomodaba McGwire,  Bolinge se acomodaba en el tercer puesto con Epic Barre en el cuarto lugar, la quinta colocación era para Lord Intenso y más atrás se quedaban: Escalafón, The Other, El Beduino, Hot Pens y Vino Veritas. Al cruzar por primera vez la meta, Monte Rojo dejaba un violento 22”3 para los primeros 400 metros y así giraban la primera curva con destino a la recta de enfrente, Monte Rojo había sacado una impresionante ventaja de 8 cuerpos sobre McGwire, Epic Barre y Bolinge quienes peleaban por el segundo, con Lord Intenso y Escalafón peleando el quinto y muy atrás quedaban El Beduino, The Other, Hot Pens y Vino Veritas.

 

Monte Rojo con una velocidad endemoniada dejaba un impresionante 70”1 para 1200 metros cuando se disponían a girar el último codo. Su compañero Epic Barre, a la distancia, pasaba al segundo y McGwire quedaba tercero, Escalafón venía al cuarto, mientras que Bolinge perdía posiciones y El Beduino comenzaba una arremetida pero muy retirado del pelotón secundario, ya que Monte Rojo pasaba la milla en un suicida 96”1 y lejos de verse agotado, el caballo iba muy fresco en la delantera cuando entraban en la recta final.

 

El caballo Monte Rojo, sin exagerar, había sacado unos ¡50 metros!, un paseo era lo que estaba dando el hijo de Mount Denali, Epic Barre sin arrestos estaba en el segundo junto a El Beduino, pero no había nada que hacer, Monte Rojo le ponía nombre el José María Vargas de 1989 y parando cruzaba la raya sacando una grosera diferencia de 18 cuerpos sobre El Beduino, Lord Intenso en pasada final lograba el tercero, mientras que Epic Barre (muy cansado) llegaría cuarto, McGwire completaba la pizarra y mas atrás llegaban Escalafón, The Other, Vino Veritas, Bolinge y un Hot Pens que apenas pudo llegar caminando.

 

La pizarra marcaba como tiempo final 134”3 para 2200 metros con remate de 19” en los últimos 300 metros, bajó en ¡4 segundos!, así como se lee, ¡4 segundos!, el récord de nativos impuesto por El Isiro, aquél recordado sprinter que entrenaba el “Number One” Manuel Medina 11 años atrás. Hay qué verle la cara, si es difícil bajar 1 segundo no cuesta imaginar lo que es bajar 4 segundos y, como no, los artífices fueron “El Diablo” Ángel Francisco Parra como jinete y Giovanni Contini su entrenador para los colores fucsia y blanco del Stud Yosolo. Cabe destacar que Monte Rojo quedó a tan sólo 2/5 del récord que poseía el legendario Man O’War considerado por muchos como el mejor caballo americano del siglo 20 ¡Casi nada!

 

Monte Rojo había tumbado el viejo récord de El Isiro, pero también cayeron las marcas de las distancias de 1400 metros (de Gelinotte paró a las manos de Teleférico) y el de 1300 metros (un vetusto record que por años estuvo en las manos de Shazam y lo pulverizó Jagüey), así como el de 1500 metros (de Beremíz a Candy Amor). En fin 4 récords habían caído y todo en menos de un mes. El de Monte Rojo fue el 12 de marzo y los otros 3 entre los días 25 y 26 de ese mismo mes.

 

El sábado 18 de marzo, se realizó el Clásico  Mathieu Valery en donde Epic Dancer mantenía la supremacía entre las maduras al imponerse en un fantástico 123”2 (a tan sólo 1/5 del récord impuesto por Jaimiquí en 1981) siempre con la dupla Tovar-Contini y las sedas del Stud La Chinita. También se realizó la Copa Blondy, en honor a la tercera yegua que lograra la triple corona, con un triunfo de Ferd D´Ferh con la conducción de Juan Vicente Tovar y la preparación de Carlos Morales.

 

La siguiente semana el 25 de marzo, se escenificaron 2 especiales y a la vez, se produjeron 2 nuevos récord de pista. La primera especial fue la Copa Klick, recordado al gran crack de los años 60, con un triunfo de Santón conducido por Ángel Francisco Parra y la preparación de Miguel Carrillo, agenciando 77”3 para los 1300 metros. Dos carreras antes, se estableció el record de pista agenciado por Teléférico, conducido por "El Pumita” José Luis Rodríguez agenciando 81”2 para los 1400 metros, dejando atrás el de la gran Gellinotte que había agenciado 83”. Luego llegaría la Especial Dr. José Luis Andrade con un triunfo de Jagüey conducido por "El Zancudo” Argenis Rosillo y entrenado por Antonio Bellardi, agenciando un excelente crono de 75”3 para los 1300 metros y tumbando el récord agenciado por Shazam que lo agenció en 76”2 en 19 de octubre de 1969. El domingo 26 de marzo, en la sexta prueba, se produce otro nuevo récord de pista en los 1500 metros con un triunfo de Candy Amor, conducido por Ángel Francisco Parra, agenciando 89”2, bajando en un 1/5, en poder de Beremíz en 1979.

 

Llegamos al mes de abril y antes del Clásico Presidente de la República, se escenificaron unas Copas.

 

Comenzamos el sábado primero de abril con la Especial Hypocrite, con un triunfo de Monte Rojo, demostrando que lo que hizo en el José María Vargas, no fue casualidad, con la yunta Parra-Contini, agenciando un excelente 123”2 para los 2000 metros, quedando a un 1/5 del récord que ostenta Jaimiquí (123”1). A la semana siguiente, el sábado 8 de abril se corrió la Copa Hylander con un triunfo de Randy, con la conducción de Juan Vicente Tovar  y la preparación de Manuel Azpúrua Aranda, dejando un crono de 83”1 para los 1400 metros. El domingo 9 de abril, se escenificó la Copa Cañonero, homenaje al gran caballo que logró las 2 gemas de la Triple Corona Norteamericana, con un triunfo de Épic Dancer, con la yunta Tovar-Contini, reconfirmando su liderato de yegua madura, agenciando un tiempo de 83” para los 1400 metros.

 

Una nueva edición del Clásico Presidente de la República se venía en la soleada tarde del miércoles 19 de abril y en donde había un claro favorito: el Record-Horse Monte Rojo luego de sus pulverizantes victorias en el Clásico José María Vargas y en la Copa Hypocrite (en esta última a tan sólo 1/5 la marca de Jaimiquí). El lote era prácticamente el mismo al que había vencido un mes atrás por lo que muy pocos ponían en tela de juicio un triunfo que a las claras parecía más que seguro, habida cuenta la superioridad mostrada por el consentido del Stud Yosolo.

 

Pero las carreras hay que correrlas primero, si bien Monte Rojo había salido a marcar violentos parciales, tal cual como en el Vargas de marzo, sacar una ventaja considerable y entrar sólo en la recta final, también es cierto que esos 200 metros de más le pasarían factura ya que ese tramo se le hizo largo, muy largo, pese a los esfuerzos del “Diablo” Parra por mantenerlo adelante, más se paró en seco y sería pasado en plena sentencia por un The Other que no creyó en cuentos de camino y le quitaba a Monte Rojo el manjar de la boca.

 

Así, caía el gran favorito de la prueba y a partir de allí, Monte Rojo no sería el mismo. Epic Barre nunca fue enemigo en carrera. Richard Bracho e Iván Calixto se anexaban su primer Presidencial en un buen 151”4 para la milla y media con los clásicos colores del Stud The Queen. Y a partir de ese momento, se acabaría la fiebre de la “pista voladora” y empezaría a registrarse tiempos discretos.

 

El sábado 29 de abril, se correría la Especial Carlos Eduardo Frías con un triunfo del caballo Background, con la conducción de Argénis Rosillo y la preparación de Antonio Bellardi, agenciando un tiempo de 115” para los 1800 metros y quedó en condiciones para el Clásico José Antonio Páez.

 

El domingo 30 de abril, las yeguas maduras volvían a la acción con el Clásico Día del Trabajador en su segunda edición. La primera fue en 1988 con triunfo para una rendidora Great Neige del Tamarú y con la dupla de los hermanos Vargas con un mediocre 118”3 para 1800 metros. En esta oportunidad, ya en 1989, Red Love  reverdecería laureles al imponerse en este evento y conquistar buen triunfo con la monta de Rafael Torrealba y el cuido de Don Vittorio Catanese para los colores del Stud San Remo y aceptable tiempo de 114”1 (4 segundos y 2 quintos mejor que Great Neige).

 

Llega el mes de mayo y comienza las Triples Coronas. Pero antes, el sábado 06 se corrió la Especial Estudio Hípico con un triunfo para Monte Rojo con la conducción de Ángel Francisco Parra y la preparación de Giovanni Contini, desquitándose del caballo The Other que fracasó. El tiempo empleado fue de 97”4 para la milla. La triple corona de yeguas abría fuegos con el Clásico Hipódromo La Rinconada pautada para el domingo 7 de mayo en donde Ferd D’Ferh respondía al favoritismo de los entendidos al ganar de punta a punta la carrera y con sobrada autoridad. La hija de Heron Bay en Ferdeleh fue guiada por el “Negrito de San José” y el cuido de Carlos Morales Salas, el tiempo del evento fue un llamativo 97”2 para la milla, Monte Stella quedaba segunda y Star War completaba la trifecta. La ganadora corrió con los colores del Stud Selva Negra de Ramón Strubinger.

 

A la semana siguiente, el sábado 13 de mayo, se corrió la Copa Francisco Urbína Romero con un triunfo de Épic Dancer con el binomio Tovar-Contini, encontrando su senda triunfadora, dejando un discreto tiempo de 129”1 para los 2000 metros.

 

El 14 de mayo, la Triple Corona Nacional comenzó su andar con el Clásico José Antonio Páez y en donde   Randy marcaría diferencias al ganar cómodamente y ser el único con posibilidad de ser el cuarto Triple Coronado de la historia. El pupilo del Stud La Fontonera contó con la monta del “Supercampeón” Juan Vicente Tovar y la preparación de Manuel Azpúrua Aranda al agenciar un excelente 96”3 para la milla.

 

El domingo 21 de mayo fue el día pautado para el Clásico Prensa Nacional y Ferd D’Ferh  volvería imponerse de punta a punta y más fácil que en la primera gema de las yeguas. 126”2 fue el registro para los 2000 metros con la llave Tovar-Morales para las sedas del Stud Selva Negra. Un triunfo mas y Ferd D´Ferh emularía a Lavandera, Segula C, Blondy y Gelinotte como triple coronada entre las yeguas, sólo faltaría la milla y media del General Joaquín Crespo.

 

El sábado 27 de mayo, Gran Edward volvía a la senda victoriosa en pruebas clásicas al llevarse el Clásico Iraquí y hacer añicos la marca de Val Fleurie impuesta en 1982 al agenciar tiempo de 110”4 para 1800 metros, con la monta de Jorge Martiniano Palma y el cuido de Jesús Tortoza para los colores del Stud Mar-Mar. Así, el hijo de Sir Picture comenzaba su andadura hacia el título de mejor maduro y sumar puntos para el Caballo del Año 1989.

 

Como paréntesis, ese mismo día, el potro Star Light no sólo se convertía en el primer potro en ganar una prueba pública de dosañeros en 1989, sino que con la monta de Juan Vicente Tovar batía el récord mundial para 800 metros que estaba en poder de otro criollo: Sonido, una marca que tenía 19 años, ya que la misma había sido impuesta en 1970. Sexta marca que se batía en ese “veloz” 1989. Fueron 44” los empleados por el potro para derribar dicha marca.

 

Al día siguiente, el 28 de mayo, Turrón hacía gala de su atropellada voraz y doblegaría a Randy en el Clásico Ministerio de Agricultura y Cría con la monta de Rafael Torrealba y la preparación de Julio Ayala Coronil para la casaquilla del Stud El Montón y dejó buen crono de 126” para 2000 metros, de este modo se esfumaba por cuarto año corrido la posibilidad de un nuevo Triple Coronado, habría que esperar entonces para la campaña de 1990. Así finalizaría el mes de mayo.

 

Comenzaba el mes de junio y específicamente el sábado 3 de junio, se corrió la Especial Jesús Lander Guzmán y resultó una sorpresa, porque los entendidos daban como ganadora a Epic Dancer con Tovar y no contó con una yegua llamada As Cirensica, con la preparación de Agustín Bezara, dejando un crono de 97”4 para los 1600  metros.

 

Al día siguiente, el domingo 4, se corría el Clásico General Joaquín Crespo con Ferd D’Ferh en plan de gran favorita y en donde muy pocos se atrevían a apostar su fracaso, máxime cuando llevaba la monta del “Negrito de San José”, Juan Vicente Tovar y la superioridad demostrada en las carreras anteriores. Así tenía como sus principales enemigas a Song And Dance y Spanish Flower, sería esta última quien le arrebataría a Ferd D’Ferh la posibilidad de convertirse en una nueva triple coronada al ganar en una voraz atropellada y dejar a la consentida de Ramón Strubinger para un magro cuarto lugar luego de puntear la carrera un largo trecho y ser pasada en los últimos 200 metros. Spanish Flower sería guiada por Rafael Torrealba y presentada por Carlos Regalado para las sedas del Stud Benimer. La hija de Spanish Dagger en la recordada Florange y oriunda del Haras El Bosque paraba el teletimer en un mediocre 156”3 para 2400 metros.

 

La siguiente semana, el sábado 10 de junio se corre el Clásico Gustavo J. Sanabria en 2400 metros y en donde Epic Dancer se catalogaba como la gran ganadora, pero no contó con la astucia de José Leonardo Verenzuela con la yegua Maryll con la preparación de Daniel Pérez y se los ganó casi de punta a punta, dejando un discreto 155”4 para los 2400 metros.

 

Posteriormente, el sábado 17 de junio, se corrió la Especial Gaceta Hípica, una de las revistas más emblemática para el aficionado y resultó ganador el caballo Rojo con la conducción de José Leonardo Verenzuela y la preparación de Millard Ziadie, dejando un buen tiempo de 85” para los 1400 metros.

 

El domingo 18 de junio, se dio una de las carreras más emocionantes del calendario 1989 como lo fue el Clásico República de Venezuela, en donde por cuarto año seguido se daba la oportunidad de ver un doble coronado si Randy o Turrón ganaban el Derby Nacional, para ello debían enfrentar a rivales como: Chito, Aletón, Tío Catire, Angelmó, Yorsilk y la yegua Ferd D’Ferh quien sorpresivamente aparecía inscrita luego de su fracaso en el General Joaquín Crespo dos semana atrás.

 

Al darse la partida y como era de esperarse, Ferd D’Ferh saltaba a la delantera perseguido por Randy, para el tercero atacaba Aletón junto a Tío Catire con Turrón en el quinto y más atrás se quedaban en posiciones postreras Angelmo, Yorsilk y Chito. Ferd D’Ferh dominaba la carrera al pasar por primera vez frente a las tribunas en 23”4 para los primeros 400 metros e iban a girar la primera curva. Randy la perseguía muy de cerca y Aletón seguía tercero en pelea con Tío Catire y el resto atrás.

 

En mitad de la recta de enfrente, Ferd D’Ferh seguía comandando las acciones en un cómodo 74”2 para 1200 metros, Randy la acosaba, cuando empezaban a doblar la última curva. Aún Ferd D’Ferh se mantenía dura en punta al entrar en la recta final, pero Randy quebrantaba la resistencia de la yegua y pasaba a dominar, pero sería acosado por Turrón quien venía por dentro y Chito que lo hacía por fuera en uno de esos finales no apto para cardíacos, Randy resistía la carga de ambos ejemplares, pero el perseguir a Ferd D’Ferh le pasaría factura, ya que sería pasado en plena sentencia por Turrón y Chito en final de foto.

 

El foto-finish revelaría como ganador a Turrón por escasa diferencia ante Chito con Randy en el tercero, cuarto llegaría Yorsilk y Aletón quinto, sexto quedaba Angelmo, penúltima Ferd D’Ferh (extenuada luego de hacer el gasto) y Tío Catire en el último lugar. La yunta Torrealba-Ayala daba la doble corona al pupilo del Stud El Montón quien dejaba un modesto 154”2 para la milla y media y se erigía como el mejor potro de la generación tresañera de 1989.

 

El domingo 25 de junio se corrió el Clásico Día del Ejército,  presentaba una nómina interesante en la que se destacaba Monte Rojo, Gran Edward, Rojo, Escalafón, Bolinge, Bandal, Muley, Vino Veritas y Stage Door Ed. Una nómina muy pareja en donde no se vislumbraba un claro favorito para ganar. La carrera se desarrollaría con Bolinge en la delantera y Rojo en el segundo, Monte Rojo a la expectativa en el tercero y Gran Edward en el cuarto y Bandal en el quinto quedando el resto muy atrás con Escalafón y Stage Door Ed en los últimos puestos.

 

Ya en la recta de enfrente y con parciales de 23”4 para los 400 y 48”4 para los 800 metros, Monte Rojo de una vez se iba a la delantera, dejaba a Rojo en el segundo y Bolinge en el tercero con Gran Edward en el cuarto lugar y Escalafón venía descontando terreno cuando giraban el último codo y se disponían a entrar en la recta final con un 73”2 para 1200 metros, lo que evidenciaba a los jinetes exigiendo sus respectivas cabalgaduras en busca de la victoria.

 

Ya en los últimos tramos Monte Rojo parecía venirse a la delantera, Gran Edward hacía esfuerzos por alcanzarlo y por fuera venía una locomotora llamada Escalafón quien de un viaje pasaba a dominar la carrera y acabar con la misma al trasponer la meta en ganancia. Gran Edward quedaba segundo en pasada final sobre Monte Rojo, lejos quedaba Vino Veritas en el cuarto y Stage Door Ed completaba la pizarra dejando atrás a Bandal, Muley, Bolinge y Rojo.

 

Escalafón dejaba un tiempo mediocre de 129”1 para los 2000 metros del recorrido con la monta del “Orgullo de Tácata” Miguel Blanco y la preparación de Julio Ayala para los colores violeta y blanco del Stud Madrugada. Así concluye el primer semestre de 1989.

 

La 62ª versión del Clásico Fuerzas Armadas daba inicio al tercer trimestre de la Temporada 1989 en la soleada tarde del miércoles 5 de julio y en donde había un claro favorito como Vino Veritas quien había llegado segundo en la edición pasada ganada por Volantín y dada la nómina inscrita para esta prueba surgían como sus principales y únicos enemigos El Beduino y Gran Edward. Tan favorito era Vino Veritas que jugó como línea nacional para un 5 y 6 especial programado para la ocasión ya que la carrera fue incluida entre las seis válidas de ese día.

 

La carrera no tuvo mayor historia, ya que al entrar en la recta final se tranzaron en una dura lucha Vino Veritas y El Beduino quienes decidían la carrera puesto que los demás quedaban sin ninguna opción de triunfo. Vino Veritas por dentro dominaba la prueba, El Beduino hacía los últimos esfuerzos y en un cabeza a cabeza se vendrían a la meta y así la traspondrían con una ligera, pero clara ventaja para el consentido del Stud VVV quien fue llevado por Henry Lotito y presentado por José Didier Fernández con pésimo tiempo de 213”3 para los 3200 metros.

 

El Beduino, quien se tendría que conformar con el segundo puesto, sería posteriormente descalificado por los comisarios residentes ya que su jinete, Rafael Torrealba, agarraría la cabalgadura de Henry Lotito (Vino Veritas) en una acción por demás peligrosa y pudo haber deparado en tragedia. Esta vez hubo acierto de los jueces. Batuque sería el beneficiado al asumir la posición de escolta, Stage Door Ed sería tercero (fue quinto el año anterior fuera de carrera, esta vez llegó a 19 cuerpos), Sapristi sería cuarto y Gran Edward  completaría la pizarra oficial. Luego llegarían: Afante, Hot Pens, Epic Dancer (la única yegua de la carrera con Tovar up), Bandal, Caigüire (quien hacía campaña en La Limpia luego de sus inicios en Caracas), Billetón que dio la revuelta y descalificado El Beduino.

 

Luego de esta carrera, vendría lo mejor de este semestre, los tresañeros enfrentándose a los maduros del cual se definirá cual será el caballo del año y las condicionales especiales para los potros. El sábado 15 de julio, se corrió la Especial Grano De Oro, con un triunfo del potro Don Fabián con la conducción de Jorge Martiniano Palma y el entrenamiento de César Cachazo, dejando un tiempo discreto de 75”1 para los 1200 metros.  En las potrancas, se corrió la Especial Tapatapa con un triunfo de Stillwater dejando a Special Dancer en el segundo, dejando un tiempo de 74”1 para los 1200 metros.

 

El sábado 22 de julio, Epic Dancer seguía haciendo pininos en pos de ser la mejor madura de ese año 1989 al triunfar en el Clásico Día de la Armada con la monta de "El Negro” Jesús Márquez y el entrenamiento de Giovanni Contini para los colores del Stud La Chinita. La hija de Epic Junior paraba el teletimer en un excelente crono de 96”3 para la clásica milla. Tambien se corrió la Especial Revista La Fusta, logrando la victoria el veloz caballo Rojo bajo la conducción del "Multicampeón" Juan Vicente Tovar y el entrenamiento de "El Musiú" Millard Ziadie agenciando un buen tiempo de 78” para los 1300 metros.

 

Y el domingo 30 de julio, Sellador hacía suyo el Clásico Fuerzas Armadas de Cooperación con la monta del guayanés Argenis Rosillo y la preparación de Manuel Azpúrua Aranda con tiempo de 96”4 para 1600 metros. Así los maduros tomaban el comando en sus primeros enfrentamientos con los tresañeros.

 

Comienza agosto y el sábado 5, se corrió la Especial Henríque Toledo Trujillo y vuelve a correr los potros, resultando ganador Don Fabián sobre Sun Ligthing, dejando un aceptable 73”2 para los 1200 metros. En cuanto a las potras, se corrió la Copa Agustin Hernández, con un triunfo de Special Dancer ante Stillwater, bajo la conducción de Juan Vicente Tovar y la preparación de Antonio Bellardi, dejando un buen crono de 72”1 para los 1200 metros.

 

En el marco del Clásico CoprocaMiss Nancy mantuvo la hegemonía de las maduras al imponerse en la carrera y dejar un mediocre 128”3 para los 2000 metros del recorridos siempre para las sedas del Stud Benimer con la monta de José Padrón y el entrenamiento de Armando López García. El domingo 13 de agosto, esta vez los maduros, veían caer su imbatibilidad, ya que Ray Runner sorprendería a propios y extraños al derrotar a Gran Edward en el Clásico Cría Nacional, efectivamente el hijo de Lassington en Dolly’s Dee Dee (por ende hermano completo de Rayo Láser) acabaría con todos los pronósticos con la monta de Ramón Eduardo Ibarra (sus triunfos clásicos deparaban en sorpresa) y el cuido de Agustín Bezara para los colores del Stud Quita y Pon en tiempo muy modesto de 127”3 para 2000 metros.

 

La tercera semana de agosto, específicamente el sábado 19, los dosañeros saltaban a la pista, primero las potrancas lo hicieron con la 10ª edición del Clásico  Lanzarina, allí Special Dancer daba sus primeros pasos en su camino hacia el título como mejor dosañera al imponerse con la guía del “Supercampeón” Juan Vicente Tovar y el entrenamiento de Antonio Bellardi para los colores del Stud Palmeral y dejar un regular 74”3 para 1200 metros.

 

Y en cuanto a los potros,  se daba el segundo empate del año en lo que a pruebas clásicas programadas para aquél entonces se refiere, ya que en el Clásico Victoreado. Newyork Dancer y Sun Lighting cruzaban en igualdad la meta, así lo determinaría el foto-finish y compartir honores en el primer clásico para los potros. Por el lado de Newyork Dancer, éste sería conducido por “El Diablo” Ángel Francisco Parra y la preparación de “El Pavo” Domingo Noguera Mora una yunta muy ganadora en la década de los 70 y que reverdecían esas viejas glorias en el ocaso de la década de los 80 para las sedas del Stud Big Apple. En lo que respecta Sun Lighting, el sprinter sería guiado de “El Pumita” José Luis Rodríguez y el cuido de “El Cochino” José Armando Contreras. El tiempo global fue un regular 75”4 para 1200 metros.

 

El último fin de semana de agosto, sábado 26, se desarrolló la Especial Julia Abdala con un triunfo de Gran Edward, ya recuperado de sus lesiones, ahora bajo la conducción de “El Negro” Jesús Márquez y el entrenamiento de Jesús Tortoza, dejando un discreto tiempo de 128”4 para los 2000 metros.

 

Para el 27 de agosto, se desarrolló la Especial Francisco Andrade Alvarez, con un triunfo de Dulce Dama ante Epic Dancer. Los artífices del triunfo fueron el binomio Parra-Catanese.

 

Comienza el mes de septiembre y para el sábado 2 se correría la Especial Juan Carmona con un triunfo para Sun Lighting con la conducción de “El Pumita” Rodríguez, dejando un tiempo pésimo de 82” para 1300 metros.

 

Y la tarde del domingo 03, sería el marco de la 10ª edición del Copa de Oro de Venezuela y sus 2400 metros. La nómina la conformarían: Vino Veritas, Randy, Ray Runner, Escalafón, Chito, Pérsan y Gran Edward. Allí, oriundo del Haras Monumental pulverizó literalmente a sus rivales al ganar prácticamente de tiro a tiro y sacar la bicoca de ¡20 cuerpos! a Escalafón, Vino Veritas tendría que conformarse con el tercero y más lejos todavía llegarían Randy y Ray Runner, mientras que Chito y Persan a duras penas completarían la carrera en una perfomance única por parte de Gran Edward. Esta vez el hijo de Sir Picture en La Pyramide fue conducido por Jesús Márquez para los colores del Stud Mar-Mar y el cuido de Jesús Tortoza. El linajudo del Haras Monumental dejaba 153”4 para la milla y media diciéndole a todos los presentes que había que contar de nuevo con él ya que se convertía en el enemigo a vencer para los eventos venideros.

 

El sábado 9 de septiembre, se corrió la Especial Agustín Avellaneda, con un triunfo de Rojo con el binomio Tovar-Ziadie, dejando crono de 73” para los 1200 metros. Al día siguiente, 10 de septiembre, se realizó el Clásico Cavepro para yeguas, con un triunfo de Admiración con la conducción de Rafael Bravo Gómez y el entrenamiento de Marcelo Oirdobro, ante Bethania, dejando un tiempo de 116” para los 1800 metros.

 

La tercera semana de esta campaña hípica, abría fuegos con la vuelta a la cancha de los dosañeros, El sábado 16, se realizó el Clásico Edgar Ganteaume, en donde Special Dancer empezaba su andadura hacia el título como mejor dosañera al imponerse al lote que le salió al paso y con la monta del “Supercampeón” Juan Vicente Tovar y el entrenamiento de Antonio Bellardi, la pupila del Stud Palmeral dejaba 87”1 para 1400 metros.

 

Y en cuanto a los potros, el caballo Don Fabián comenzaba su aventura hacia la gloria al ganar de manera contundente el Clásico Albert H. Cipriani con la monta de Jorge Martiniano Palma y el entrenamiento de César Cachazo, para los colores del Stud Doña Félida de Domingo Lara García y Fabián Burbano quien dejaría 86”2 para 1400 metros.

 

Y para el domingo, era el marco para el Gran Premio Nacional en sus versiones de machos y hembras para la tarde del 17 de septiembre. Los machos serían los primeros en saltar a la pista y se dio lo que sería la sorpresa mayúscula de 1989 ya que un modesto Another Chance dejaría boquiabiertos a los presentes al ganar la bolsa de Bs. 3.250.000,00 para el ganador con la conducción de Jesús Armando Bracho (el ganador del “Eclipse”, despojado luego del mismo) y la preparación de Carlos Muñoz Candia para la casaquilla del Stud Garotinho con un tiempo de 127”4 para 2000 metros. Favoritos como Ray Runner, Chito, Iron Parts, Turrón, River Minster y Azócar no pudieron ante el empuje del hijo de Iseo en Snow Top. Turrón, el doblecoronado y uno de los favoritos ni siquiera pudo completar la prueba, visiblemente sentido.

 

Por el lado de las hembras, no hubo sorpresa, ya que una rendidora hija de York Minster en Serrate (la misma madre del ganador clásico Real Madrid) ganaba el Gran Premio Nacional para hembras. Se trataba de Lady Gusta quien con la dupla de los hermanos Vargas (José Luis y Nerio) y la casaca del Stud Gurosova daba al traste con las aspiraciones de sus contrincantes al imponerse con un mediocre tiempo de 130” para 2000 metros.

 

El último fin de semana, domingo 24 de septiembre, Prestigio, un rendidor caballo hijo de My Liphard en Dancer’s Pet se convertiría en el noble más rápido de La Rinconada al llevarse el Clásico de los Sprinters, doblegando a una dura Star Moon (de la cuadra de Carlos Morales) quien amenazaba con ganar la carrera de tiro a tiro, cediendo solamente en los últimos metros ante el arrollador avance del consentido del Stud Atelo quien fuera llevado por “El Pumita” José Luis Rodríguez y el entrenamiento de Iván Calixto con un excelente crono de 70”3 para 1200 metros, a 2/5 del récord de Sparrow.

 

Comienza octubre y el sábado 7, un transformado Gran Edward daba al traste con todos sus rivales en el Clásico Asociación Hípica de Propietarios al doblegar por 4 cuerpos a Azócar y quedar listo para el Simón Bolívar. El hijo de Sir Picture contó con la monta de “El Negro” Jesús Márquez y el cuidado de Jesús Tortoza parando el teletimer en un buen 126”1 para 2000 metros. Ese mismo día, se corrió la Especial Nicolás De Las Casas y resultó ganador el potro Sun Lighting derrotando nuevamente a Don Fabián en la disputa de quien va a ser el potro del año, lo condujo magistralmente “El Pumita” Rodríguez y entrenado por José Armando Contreras, agenciando un tiempo de 86”3 para  los 1400 metros

 

En cuanto a las hembras, el domingo 15, se corrió el Clásico El Corsario y allí una hija del campeón Sweet Candy en la también criolla Chichén (paradójicamente una importada en vientre) daba al traste con sus rivales de turno, se trata de Dulce Dama, quien con las sedas del Stud Eureka y la monta de “El Diablo” Ángel Francisco Parra dejaba un ya modesto 86”1 para 1400 metros siempre con el cuidado de Vittorio Catanese.

 

El sábado 22 de octubre, los dosañeros volvían a la acción dando inicio con el Clásico Ciudad de Caracas en donde Special Dancer amarraba el título de campeona dosañera 1989 al imponerse de manera categórica en el evento con la monta del Juan Vicente Tovar y la preparación de Antonio Bellardi para el Stud Palmeral, la potranca detenía el cronómetro en 84”2 para 1400 metros.

 

Don Fabián prácticamente aseguraba el título como el mejor dosañero al llevarse la victoria en el Clásico Antonio José de Sucre, con la llave Palma-Cachazo y los colores del Doña Félida al agenciar un buen 86”2 para los 1400 metros del evento.

 

Adicionalmente, la madura Bethania, como nota curiosa, venía de una temporada de monta, sus propietarios habían decido llevarla a la cría, pero esa reproducción resultó fallida y se decidió regresarla a las pistas en vista de la buena condición exhibida. La yegua se lanzó a correr y con una serie de buenas carreras, con victorias incluyendo la Especial Miguel Otero Silva empleando 114”4 para los 1800 metros, sus dueños deciden jugarse el difícil lance de correrla en una prueba tan exigente como el Simón Bolívar dada su perfomance.

 

Llegaba el gran día: domingo, 29 de octubre de 1989, la soleada tarde esperaba paciente la 44ª edición del Gran Premio Simón Bolívar que por primera vez en 2 años daba un claro favorito: Gran Edward, dado los rivales que tenía que enfrentar, Ray Runner, Iron Parts, Mimón, Azócar, Another Chance, Escalafón, Gorky Park, Sacedón (propietarios de Aragonero) y las yeguas Admiración, Blaugrana y Bethania quienes venían a animar el evento. ¿Ausencias notables?, varias: Turrón, Ferd D´Ferh, Monte Rojo, The Other, Epic Barre, quienes por lesiones desertaron del gran evento y de Prestigio que venía en franco ascenso, pero que sus propietarios decidieron pasar por alto el magno evento, al igual que Randy, con miras al Clásico Internacional del Caribe.

 

Al darse la partida el favorito Gran Edward saltaba de una vez a la delantera, quizá no deseaba en ningún momento dejar para nadie y resolver desde ya la carrera a su favor, pero Sacedón le daba pelea y lo pasaba de un viaje, Mimón, Iron Parts y Ray Runner los controlaban de cerca peleando el tercero, luego Gorky Park y Blaugrana dejando a Escalafón, Bethania y Another Chance entre los últimos, ya que, al pasar frente a la meta, la yegua Admiración tumba a su jinete.

 

Seguía Sacedón adelante al pasar por primera vez frente a las tribunas dejando un violento 23”3 en los primeros 400 metros, Gran Edward estaba al costado con Iron Parts en el tercero y Ray Runner en el cuarto, el resto se quedaba un poco atrás, con Azócar encabezando el pelotón. En la recta de enfrente, Gran Edward pasaba de una vez a la delantera, Sacedón (quien quiso “arruinar” la fiesta al favorito) quedaba segundo y empezaba a perder posiciones, Iron Parts controlaba desde el tercero y Azócar se venía al cuarto lugar cuando el hijo de Sir Picture dejaba 73”1 para 1200 metros, lo que daba a las claras que su jinete intentaba refrescarlo para así tener fuelle al final.

 

Se disponían a girar la última curva, Gran Edward tomaba ventaja de unos 4 cuerpos, pero Iron Parts empezaba a ser exigido y desde atrás venían como una tromba los caballos Escalafón y Another Chance junto a Azócar cuando el nieto de Le Fabuleux había dejado un llamativo 98”2 para la milla (su conductor lo llamaba a correr para evitar sorpresas).

 

Entraban ya en la recta final, Gran Edward, como era su característica se iba hacia la parte de afuera y se colocaba por centro de cancha, Escalafón le caía por la parte externa y por el otro lado, pegado a la baranda, venía Another Chance por otra sorpresa. Gran Edward dejaba 123”4 en los 2000 metros, los dos mencionados le caían encima, entre ellos estaba el desenlace del Clásico, pero Gran Edward comenzaba a ser fustigado por su jinete y con un segundo aire resguardaba la diferencia a pesar de los esfuerzos de Another Chance y Escalafón y así los sorprendía la meta: Gran Edward tocaba la gloria, el Simón Bolívar se iba a las vitrinas del Stud Mar-Mar.

 

Another Chance, en una gran carrera, se tenía que conformar con el segundo lugar, Escalafón se quedaba corto en su remate para quedar tercero, Azócar llegaba cuarto y Gorky Park completaba la pizarra dejando atrás a Iron Parts, Ray Runner, Mimón, Blaugrana, Bethania y un cansado Sacedón que pagó caro el atrevimiento de perseguir y “molestar” a Gran Edward.

 

Jesús Márquez lograba su tercer Simón Bolívar, segundo consecutivo luego de ganarlo con Bolinge el año anterior, el Haras Monumental lo ganaba luego de 4 años (Princess Run, 1985) mientras que para Tortoza y el Stud Mar-Mar era su primer triunfo en el magno evento. Gran Edward dejaba un buen 152”4 para 2400 metros, eso sí, con un muy discreto remate de 29” en los últimos 400 metros, pero suficiente para llevarse el Gran Premio.

 

Con esta victoria en el Simón Bolívar, Gran Edward aseguraba de una buena vez los títulos de Campeón Maduro y Caballo del Año 1989, ya que no había ejemplar que igualara o siquiera acercarse a la perfomance hecha por el noble del Monumental en aquella campaña.

 

Llegamos a noviembre y en el marco del Clásico Simón Rodríguez,  corrido el sábado 4, una tordilla hija de otra mora muy recordada como lo fue Toledana por Auraria, de nombre Star Moon ganaba de tiro a tiro la prueba. La sprinter dejaba un excelente 71”2 para 1200 metros con la yunta Bravo Gómez-Morales para la casquilla del Stud Star Moon. Así, la rauda se resarcía de su derrota en el Clásico de los Sprinters a manos de Prestigio. Ese mismo día se corrió la Especial Fetrahípica y se anexó el triunfo el caballo Prestigio con la dupla Rodríguez-Calixto, ganando cómodamente ante Sellador, dejando un excelente tiempo de 97”3 para los 1600 metros.

 

A la siguente semana, el sábado 11 se corrieron 2 pruebas. La primera fue la Especial Peggy de Azqueta y el triunfo fue para la yegua Viliay luego, por segundo año corrido, un sprinter ganaba el Clásico BurlescoPiratexplosive (El “Pirata Explosivo”, como le decía Gustavo Ríos) dormía a sus rivales de turno al ganar en buena lid el evento ante la atropellada de Gorky Park. Este importado en vientre del Stud Lusitana, fue guiado magistralmente por Amable Arámbulo y el cuido de Marcos Pérez Jiménez y agenciaría buena marca de 83”4 para 1400 metros. "Recojan su gallo muerto" decía MPJ.

 

La milla del Clásico Periodistas Hípicos realizado el domingo 26 de noviembre, fue sumamente emocionante, ya que Special Dancer, la nieta de Northern Dancer volvió a demostrar su supremacía, esta vez superando a Princess Along por un cuerpo y dejando marca de 99” exactos para el recorrido. Vaya que esta memorable campaña le valió para obtener el Título de Campeona Dosañera.

 

Y llegando el mes de diciembre, mes de las hallacas, el pan de jamón y las gaitas, se adelantó la programación, ya que para el domingo 3 se iba a efectuar las elecciones de Gobernadores y Alcaldes. Comenzamos el viernes 1, con la disputa de la Especial Federico De La Madriz para potros de 2 años y siendo el ganador Maranho con la yunta Torrealba-Ayala parando los relojes en 98”3 para la milla. El sábado 2, se corre el Clásico Fuerza Aérea Venezolana con triunfo para la importada en vientre, hija del criollo Sweet Candy, la yegua Candy Amor quien con la monta de “El Diablo” Ángel Francisco Parra y el cuido de Armando López García dejaba un discreto 115”2 para 1800 metros para las sedas morado obispo y amarillo oro del Stud Eureka.

 

La tarde del domingo 3 de diciembre de 1989 el 22º Clásico Internacional del Caribe en el Hipódromo El Nuevo Comandante, Canóvanas, Puerto Rico, las esperanzas estaban depositadas en los criollos Prestigio y Randy de quienes se esperaban un triunfo dada su campaña pistera en La Rinconada.

 

Pero el infortunio llegó a nuestra delegación, ya que en vísperas de la carrera se lesiona Prestigio (nuestra carta máxima) dejando a Venezuela con la solitaria representación de Randy quien en una encarnizada lucha con Super Bee de México caería con todos los honores ante el caballo Pan de los Pobres de Panamá, quien en una voraz atropellada y aprovechando la pelea férrea entre el criollo y el manito pulverizó a todos sus rivales y le daba una nueva victoria a la tierra del istmo quien fue montado por Al Smith Jr.

 

Randy, en demostración de pundonor y coraje, se quedaba con el segundo lugar y un cansado Super Bee apenas pudo mantener el tercer puesto. Así, los canaletos obtenían su 7º triunfo en el Clásico del Caribe, el 1º desde 1985 cuando Patilargo galopó a su antojo la edición corrida esa vez en Caracas.

 

Como ya era costumbre, el Clásico Jockey Club de Venezuela corrido el sábado 9, era la carrera que bajaba el telón en la temporada hípica venezolana en donde Escalafón volvía a sorprender con la monta de Miguel Blanco y el cuido de Julio Ayala Coronil para los colores del Stud Madrugada. El hijo de Negresco superó a Iron Parts con un tiempo excelente de 112”2 para 1800 metros. Allí corrió Gran Edward en plan de gran de favorito, pero se resentiría de su vieja lesión y quedaría fuera de la pizarra despidiéndose así de las pistas de manera definitiva.

 

El domingo 10 de diciembre, el rendidor Nevers cerraba la campaña de los dosañeros al ganar el  Clásico Comparación en gran atropellada, sorprendiendo con la monta de José Leonardo Verenzuela y el entrenamiento de Fernández Alfaro para los colores del Stud Tol-Liw y parando el teletimer en un llamativo 98”3 para la milla.

 

El domingo 17, cierra la temporada clásica por el lado de las yeguas, otra sorpresa, ya que si bien Kinski era una yegua rendidora, la misma no se cotizaba entre las favoritas, aún así, la importada en vientre hija de Mamaison en Wall Street Luck se llevaba el triunfo en el Clásico Instituto Nacional de Hipódromos con la monta de José Leonardo Verenzuela y la preparación de Jesús Eduardo Benedetti para la casaquilla del Stud El Sueño cronometrando un pésimo 129” para 2000 metros.

 

Y el sábado 23 de diciembre, termina la programación con la Especial Viviani, con un triunfo para Dulce Dama, con la yunta ganadora Parra-Catanese, dejando un tiempo de 85”4 para los 1400 metros.

 

De esta manera se cerraba no sólo una temporada como la de 1989 en la que se batieron hasta ¡6 récords! de pista con los de 800, 1300, 1400, 1500, 1800 y 2200 metros, sino que terminaba una de las décadas mas esplendorosas que el hipismo venezolano haya tenido en su historia como la de los ochenta en donde vimos grandes ídolos en la pista como Gelinotte, Negresco, Trinycarol, Winton, Salt Lake, Indudable y Gran Edward, un triple coronado como Iraquí, un Juan Vicente Tovar que lo ganó todo en los 80, entrenadores como Bezara, Ayala, Pérez, Ziadie que le daban colorido al escenario, el adiós de Manuel Medina y la llegada de nuevos preparadores como Carlos Morales.

 

También se vivió consolidación de jinetes como Valiente y Verenzuela (quienes probarían suerte en los EEUU) así como un Torrealba, que se abría paso, Rubén Huerta (fallecido en plena pista), el consagrado Parra, en fin, todos ellos llenarían de emociones las tribunas plenadas cada fin de semana. ¿Cómo olvidar a Marjorie Clayton? Esa linda amazona que nos enamoró con su belleza, espontaneidad y gracia personal así como su conducción segura, ello abrió las puertas a chicas como Sonia Mariano, Maritza Trujillo, Miriam Blanco, Fabiana González Oxford, Claudia Amaranto y Odalys Zapata entre otras a un mundo dominado ampliamente por los hombres.

 

La cancha en ese último año de la década sin duda estaba más rápida y ello se reflejó en los tiempos empleados por los ejemplares en los clásicos,especiales y carreras comunes, mejoraban del cielo a la tierra. Tovar ganaba su estadística número 13 al hilo, Gran Edward se llevaba los máximos honores en 1989, su gran año y la nueva camada de caballos como Don Fabián, Special Dancer y Nevers darían de qué hablar en la temporada siguiente.

 

A modo particular quiero decirles a todos ustedes, a los de la vieja guardia, a los que como yo crecieron en esta década, a los que se formaron en la siguiente, y a los que se forman en esta, que sin duda los ochenta quedarán marcados para siempre en el recuerdo particular. Nunca olvidaré esos domingos en los que veía Monitor Hípico, sus comentarios, reseñas, oír la voz de Ali KhanHéctor Alonzo por un lado y por otro un Gustavo Ríos que vino a animar la segunda mitad de esos ochenta; comentarios de José Luis D’Angelo, Fernando González (Kerry) y FranciscoPanchoSilvino que nos refrescaron de sobremanera.

 

Finalizo esta parte nostálgica, diciendo que espero les haya transportado a la época que marcó el fin de los ochenta y daba paso a la década de los noventa en donde viviríamos etapas de cambios constantes y en donde, como no, jamás faltarían esos momentos emocionantes, llenos de alegría, tristezas, rabias y frustraciones.

 

Nota: trabajo reeditado por el Sr. José Luis Hernández C.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 21 de junio de 2007

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