Anécdotas
Hípicas Venezolanas presenta | ||
Socopo:
Orígenes | ||
Por
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Caballo ganador del Clásico Simón Bolívar del año
1966, Propietario Stud Cachemira, jinete Luís Bolívar, 2º Chantmarle, 3º Rivulet.
Distancia 2.000 mts, tiempo 2’04”4/5. Premio
200.000 Bs. |
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El 23 de Febrero de
1.963 nace en el Haras Shangri-La, Los Teques, Estado Miranda, el zaino
descendiente de los argentinos: Riojano y Ya Se Ríe, por Yatasto, hijo de Selim Hassan en Yucca por Congreve. Riojano hijo de Full Sail en Riki por
Apelle. | ||
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Transcurría el tiempo en
que no fallaba un sábado o domingo a las carreras de | ||
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Al llegar recordé en mi
infancia correr desde la casa a las caballerizas. El haras está situado en San Pedro, cerca de Los Teques,
en las inmediaciones del nacimiento del río del mismo nombre y un
riachuelito atraviesa la finca. Era una época en que pocas construcciones
se erigían cerca de los terrenos del haras y el
clima bastante fresco, pudiéndose decir que en la mañana y tarde hacía un
friíto muy agradable que invitaba a abrigarse. Ahí conocí a la famosa
Tapatapa, la cual era el
orgullo de la familia, aunque en la reproducción no había cumplido ya que
su mejor hija fue Tapatapa II, yegua muy loca que en
carrera raboteaba de lo lindo y corría con gríngolas, lengua amarrada, orejas taponadas y cuanto
aditamento se le pudiera poner a un díscolo caballo, para mejorar sus
actuaciones. Otros de sus hijos fueron Arrebol y Tempestad que no fueron mayor
cosa. | ||
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Ahora había muchas
viviendas y construcciones cercanas que le quitan el sabor campestre y los
grandes terrenos se mostraban más divididos y cercados. A pesar de esto el
haras continuaba en funcionamiento y había sido
cuna de Maraquero, El Griego, Elegido, Boliche y otros tantos que
corrieron con la chaquetilla de Carlota Sosa de Azpúrua o de Haras Shangri-la, cuerpo y mangas azules con brazaletes
blancos y gorra azul colores con mucha tradición hípica. Me había quedado
asombrado del cambio, pero a pesar de todo era muy agradable el clima y la
naturaleza de los alrededores. | ||
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Este día
especial estuve recorriendo los
terrenos y Pérez hacía de magnífico anfitrión, como conocía todos los
chismes, contaba las últimas situaciones que se habían presentado en el
haras, los potros que habían nacido, la salud de
cada uno y señalaba las yeguas preñadas, que estaban pastando en los
potreros. Los potros corrían en grupo y había uno muy rápido que
entusiasmaba por su velocidad. | ||
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Pasado el
mediodía, cuando se acercaba la
hora de la monta, padrillos y yeguas, al parecer, con el presentimiento de
lo que iba a suceder, comenzaron a relinchar, pero de una forma muy
peculiar, aquello era un contrapunteo que se escuchaba en toda la comarca
acompañado de los ecos que se producían por la conformación de los
terrenos adyacentes. | ||
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Los
padrillos que recibían los olores
de las yeguas en celo relinchaban estruendosamente del lado de las
caballerizas y enseguida encontraban una respuesta de las hembras que
estaban en los potreros. | ||
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Serían las tres de la
tarde y aumentaron los relinchos que se escuchaban por todo el haras, los caballos y yeguas conocían el ritual que se
cumplía a esta hora. Muy intranquilos, se levantaban de manos en sus
establos y cada vez relinchaban con más fuerza y mas seguido. Este día le
tocaba a Riojano que le
presentarían a Ya se ríe, dos sangres con mucho linaje dentro del mundo de
los purasangre. Se unirían Riojano por Full Sail, por Fairway, con una
hija de Yatasto el mejor purasangre de su
tiempo, hijo de Selim Hassan, a su vez hijo de Hyperion. A pesar de la dificultad para la preñez de
Ya Se Ríe se continuaba
insistiendo ya que esas corrientes sanguíneas son muy apreciadas en el
mundo hípico.
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De los potreros, los
peones trajeron a Ya Se Ríe,
la cepillaron y la llevaron al sitio de la monta el cual por ser Riojano de menor alzada que los
otros padrillos le habían hecho una especie de montículo para que llegara
fácilmente. Agarrada por dos
peones esperaba Ya Se Ríe en
el sitio de monta. Atadas las patas y con un bocado en el hocico esperaba
Ya Se Ríe trémula de deseo que
se manifestaba con múltiples contracciones musculares que se le notaban en
la piel acompañadas de fuertes y contenidos relinchos debido al bocado. A
Riojano lo trajeron de las
caballerizas y la yegua con su ojo izquierdo trataba de localizar a Riojano que venía con
estruendosos relinchos y constantemente aceleraba el paso hasta el punto
de que el peón que lo traía tenía que casi trotar para poder acompañarlo y
para que obedeciera lo aguantaba con fuertes jalones de la rienda. Su
pelambre había cambiado de tonalidad, ahora era un poco más color
arcilloso rojizo en comparación a la última vez que lo había visto correr
en el Hipódromo de El Paraíso.
El padrillo se mostraba ansioso, fuerte y voluntarioso, de esa manera
demostraba sus deseos de ir lo más rápido posible adonde Ya Se Ríe lo esperaba. |
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En la espera, a la yegua
se le manifestaban más fuertes las contracciones musculares, relinchaba,
los belfos se hinchaban y contraían expulsando el aire violentamente. Riojano ya muy cerca mostraba su
virilidad y mayor ansiedad. Al fin llegó el momento del encuentro, como Riojano era más bajo los peones
lo ayudaron para que pudiera llegarle a la yegua en el sitio preciso.
Todos los presentes con mucha curiosidad veían el comportamiento de la
pareja: los relinchos de Riojano que le daba con los
cascos de las manos en el lomo de la yegua y las contracciones y bufidos
de la yegua complementaban el acto ejecutado con una gran energía y hasta
violencia. Los peones le protegieron el lomo a la yegua y después de
cerciorarse del cumplimiento de la misión de Riojano cuando lo consideraron
conveniente los separaron a pesar de la contrariedad de la pareja que
querían continuar, pero no faltaron expresiones jocosas sobre la
terminación de la copulación. Por un lado se llevaron a Riojano para bañarlo y por el
otro soltaron a Ya Se Ríe, que
quedó sola en un potrero grande. Los peones informaron que había que
dejarla tranquila para proteger ese servicio. | ||
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Al soltarla
pudimos
ver lo que fueron sus grandes manifestaciones de satisfacción que rayaban
en el paroxismo. La yegua, corría de un extremo a otro del potrero,
lanzaba coces levantando las patas a gran
altura, relinchaba fuertemente, los belfos se estremecían. Luego de correr
hasta un extremo del potrero se tiraba al suelo en medio de la hierba
recién retoñada rascándose el
lomo con los pequeños brotes recién salidos. Acostada con el lomo pegado
al suelo, después de subir las 4 patas, las doblaba, las sacudía al mismo
tiempo que todo su cuerpo vibraba con fuertes contracciones musculares.
Aquello era una manifestación inequívoca de la mucha satisfacción que
había experimentado en aquel acto. | ||
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Se levantaba, volvía a
correr de un extremo a otro del potrero resoplando y relinchando
extremadamente fuerte al mismo tiempo que batía la cabeza a uno y a otro
lado. Al mismo tiempo que corría de un extremo a otro del potrero lanzaba
coces en las cuales las patas llegaban a gran
altura, tal cual animal salvaje que acaban de encerrar. Después de muchas
carreras Ya se ríe se fue cansando y disminuyendo esas exteriorizaciones
violentas y poco a poco fue retornando a su normalidad. Varias veces
caminó de un lado a otro siguiendo el límite de la cerca como si buscara a
Riojano y finalmente bebió
agua y se quedó tranquila. | ||
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Bueno, tocó regresar a
Caracas, con ese cuadro inolvidable de demostración de satisfacción de un
animal que no había podido ser preñada en varias oportunidades. Así
transcurrió el tiempo, que pudo ser aproximadamente la preñez de la yegua
más dos años, cuando un día de octubre de 1966 hojeando el programa de una
revista hípica, ¡que sorpresa! un animal hijo de Riojano en Ya Se Ríe llamado Socopo,
debuta el domingo 3 de octubre, carrera que al disputarla la ganó Victoreado en 1100 mts y Socopo quedó en el 5º
lugar. Su próxima carrera es el Clásico José Antonio Páez el 8 de
mayo de 1966 en 1600 mts en el cual llega 5º. El
23 de octubre vuelve a correr y queda en el 3er lugar. Es presentado en el
Clásico Antonio José Sucre,
corrido el 6 de noviembre y queda en el 6º lugar, carrera que ganó Marrey.
Luego participa en | ||
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Se puede decir que esas
carreras de Socopo no fueron
brillantes, pero fueron contra potros que mostraron que iban a ser buenos
y hasta uno un clásico internacional iba a ganar. El 19 de febrero de 1966
gana su primera carrera en 1200 mts. Y a la
semana siguiente vuelve a ganar esta vez a Gradir en 1300 mts. Cuando
comienza a correr en distancias de más aliento gana con mayor facilidad y
más seguido, el 30 de abril gana en 1600 mts, el
28 de mayo en 1700, el 21 de agosto en 2000 mts,
el 23 de julio en 1800 gana por 11 cuerpos y el 25 de septiembre gana el
Clásico República de Venezuela
en 2400 por 8 cuerpos. El 15 de octubre Manuel Azpúrua lo hace correr en
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Llega el domingo 30 de
octubre de 1966, se correrá el Gran Premio Clásico Simón Bolívar, donde se presentan 14
competidores los cuales están en magnífica forma, con las mejores galas
hacen el paseo inicial. Entre ellos está Socopo, luce muy bien pero
no es de los favoritos para ganar, se piensa que es otro arriesgado
experimento de Manuel Azpúrua
en estos clásicos. Los caballos hacen su calentamiento inicial. El
hipódromo esta repleto de fanáticos, y al darse la partida le ponen mucha
atención a la carrera. Al pasar los competidores por primera vez frente a
las tribunas los aficionados aplauden hasta rabiar. Socopo va con el lote que
sigue a los punteros, pero al llegar a los | ||
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De la maravillosa
carrera realizada por Socopo regresa al paddock y por primera vez en | ||
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Entonces allá estaba en
medio de la alegría desbordada en el Hipódromo | ||
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Manuel
Azpúrua
me había dicho que a esa yegua no le había podido sacar cría, pero ahí
está Socopo, premio a la
constancia. Entonces viene a mi mente aquel espectáculo que ofreció Ya Se Ríe al ser montada por Riojano, hay que ver como corrió
el producto concebido en aquel acto que había visto en el Haras Shangri-la.
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Al regresar del
hipódromo con mucha alegría por el espectáculo vivido y en la tranquilidad
volví a rememorar las imágenes que viví en el Haras Shangri-la, la satisfacción de Ya Se Ríe después de ser montada
por Riojano llevada al
paroxismo. Entonces me vino a la mente las consideraciones del caballero
Ginestrelli, expuestas por
el genio de Federico Tesio en su libro sobre el purasangre de
carreras: | ||
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En la fecundación
artificial falta la atmósfera del deseo, el cual es el máximo acumulador
de fuerza nerviosa. Mientras que en el acto de fecundación artificial se
consume rápidamente toda la fuerza nerviosa
acumulada. | ||
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Esta atmósfera cargada
de ondas electromagnéticas vitales, es lo que puede, en ciertos casos
especiales, crear el animal más rico en potencialidad voluntariosa, y por
ende el ganador de todas las batallas y gran puntal de raza. Y entonces
Tesio cuenta una historia que para él fue algo
romántica, si bien auténtica. | ||
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Alrededor del año 1880,
un señor napolitano, el caballero Ginestrelli,
mudó su cría purasangre de Pórtici a Newmarket,
en Inglaterra, con el fin de derrotar a los ingleses en su mismo
patio. | ||
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El caballero Ginestrelli era un tipo original con nuevas ideas. El
obtuvo un éxito estrepitoso al criar una bellísima yegua a la cual le fue
puesto el nombre de Signorina, la cual realizó una campaña extraordinaria
y a los cinco años fue destinada a la cría, en el año
1892. | ||
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Al mismo tiempo, el
apasionado vesuviano había construido una casa,
donde la habitación principal era continua al box de su predilecta, y
además tenía una ventanilla por donde vigilaba a su amada durante la
noche. | ||
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No obstante todas estas
atenciones, la bella Signorina empezaba a
envejecer y aún no había logrado dar un hijo sobresaliente, a pesar de
haber sido servida por excelentes
sementales. | ||
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En la primavera de 1904
el caballero Ginistrelli contrató los servicios
del padrillo Isinglass, cuya monta costaba 300
guineas. Ambos novios vivían en Newmarket, en cuadras separadas por una
larga avenida. | ||
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En una mañana de abril,
la bella Signorina recorría la avenida para
asistir a la cita con el célebre Isinglass. | ||
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Ella era conducida a
mano por uno de los peones de la cuadra y seguida a pie por su patrón, el
cual no la abandonaba nunca en estas ocasiones. A mitad de recorrido, se
cruzó con uno de los modestos sementales purasangre con su nombre bordado
sobre la manta. Se llamaba Chaleureux, el cual
dio muestras de la más grande admiración por Signorina. Se detuvo para respirar el perfume de la
yegua y rehusó seguir adelante. | ||
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Tampoco Signorina quiso seguir adelante. Las solicitudes no
tenían efecto y los transeúntes se paraban a observar la cómica
escena. | ||
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Pero el caballero Ginistrelli, que era sicólogo y biólogo, tomó una
rápida decisión y dijo: Se aman. Que se cumpla el
rito. | ||
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Y así el célebre Isinglass cobró las 300 esterlinas, pero esperó en
vano la cita con Signorina. | ||
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Once meses después,
nació una hembra a la que le dio el nombre de Signorietta. Los competentes consideraban a Ginistrelli un loco y a Signorietta inmerecedora de
ninguna consideración. | ||
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Pero a los tres años se
convirtió en una de las más célebres heroínas de todos los tiempos,
venciendo en el Derby y en las Oaks, prodigio que durante 162 años solo
cuatro yeguas lograron cumplir. | ||
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La flecha del Cupido
equino llevó el deseo sensual a la tensión máxima. Y en la distensión del
amplexo, la fecundación natural produjo un individuo de energía
excepcional. | ||
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Así también podemos
pensar que Socopo pudo ser el
producto de una fecundación natural realizada bajo las máximas tensiones
provocadas por la acumulación
de energías, inducidas por la inmensa satisfacción sensual que sintió la
pareja en el momento del aparejamiento. | ||
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De la campaña posterior
de Socopo podríamos decir que
influyó su ida a Washington donde corrió a una muy baja temperatura e hizo
una carrera muy mala pero regresó para ganar. Pero estuvo en el tope de su
forma en el Simón Bolívar y lo
ganó. | ||
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Algunos datos curiosos
en la vida pistera de Socopo una vez corrió en llave con su
medio hermana, que puede considerarse la mejor hija de Riojano: Blackie hija de Wynette y
en otra oportunidad corrió en llave con Coso un hijo de su abuela
Algarabía, madre de Ya Se Ríe.
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Para terminar se hizo
las investigaciones sobre la toponimia de la palabra Socopo. Es el nombre de un
poblado y de un río situados en el estado Barinas en plena selva del Ticoporo. En los mapas y planos de Cartografía
Nacional y levantamientos topográficos aparece la palabra sin acento es
decir Socopo. Igualmente se
investigó a nivel de la alcaldía del lugar y se confirmó que el sitio es
Socopo.
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Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 25 de agosto de 2011 | ||
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