Anécdotas Hípicas
Venezolanas presenta |
Santorín |
El
caballo que tiene un monumento en el Perú |
Por
Lic. Vicente López |
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A
propósito de los logros internacionales que elevan a la hípica peruana,
con sus grandes jinetes triunfando por el mundo como Rafael Bejarano en USA y los
premios que no deja de recibir el notable jockey sureño Edwin Talaverano: el Carlos Pellegrini en Buenos Aires, y cuando se corre el
Festival hípico de Monterrico, llamado antes
Internacionales porque participaban verdaderos representantes de hípicas
sudamericanas, hay un suceso que en los setenta causó conmoción
continental, cuando los hípicos peruanos bailaron el tango en la culta
Argentina. |
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En
efecto, un 4 de noviembre del año 1973, el mítico Santorín desaparecía a sus
rivales ganando por 13 cuerpos en el Pellegrini,
el quinto clásico más importante en el mundo. |
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MEMORIAS DE
YOUNG BAZO |
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La
historia la escuchamos del Dr.
Jorge Young Bazo, grato amigo, por muchos
años Secretario ele la Confederación Panamericana de Periodistas y
Locutores Hípicos, periodista de larga data en el Perú, bueno pues el Dr. Young Bazo era asiduo enamorado de Guayaquil. y un día
contó la anécdota, para que nosotros la narráramos muchos años después,
luego de que observáramos con admiración allá por fines de los setenta en
Monterrico, un monumento dedicado al gran Santorín,
el caballo que salvó a la hípica peruana. |
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Eran
tiempos tumultuosos, cuando el fascismo de las dictaduras militares
gobernaba América, con la triple A en la Argentina, y Juan Velasco
Alvarado gobernando con mano férrea el Perú y que fue el punto de inicio a
la debacle que vivió el país. Era tal, el abuso que afirman entendidos,
que Velasco Alvarado tenía todo listo para convertir Monterrico en una calamidad, y rompió el papel luego
de aquel Pellegrini, por eso la estatua de Santorín
va dedicada al caballo salvador de la hípica
peruana. Increíble. |
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UN
ÍDOLO |
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Después de Chabuca Granda, Santorín es un ídolo en el
Perú, muy recordado por las nuevas generaciones de hípicos. Este equino
cuya historia puede ser similar a la Seabiscuit e inspirar otra
película, nació en el Perú el 4 de agosto de 1970 en el Haras La Cabaña de Claudia Fernández Concha con el
nombre de Blue Prince, hijo del extranjero Biomydrin en Missíng Moon, dueño de una estampa fenomenal. Lo adquirió en
1972 el turfman Augusto Maggiolo para el famoso Stud Barlovento y le puso el nombre
de Santorín con el ganó las
mejores carreras de esa época. |
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Santorín si
perdió alguna vez fue por algún problema, pues además del Pellegrini se impuso en la primera cuádruple corona
del Perú, corrió con gran suceso en Estados Unidos donde lució en varios
hipódromos de la unión, y a su retorno al descanso también dejó grata
herencia, su descendiente Galeno ganador de la Doble Corona
y el Latinoamericano. |
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Según
su jinete Arturo “el Tulo”
Morales, quien ganó fama por
ser el compañero de Santorín en la gesta del
Pellegrini, el ejemplar fue el más
extraordinario que corrió en su vida, y muchos años después recuerda la
tarde mítica cuando enfiló en los últimos 600 metros de los 3.000 de la
carrera para llevarse los lauros, en medio de miles de argentinos que en
lugar de barruntar contra sus equinos, se sumaron a la fiesta de los
peruanos el día que Santorín paralizó el
Perú. |
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Algo
que “el Tulo” quien estuvo en Guayaquil y corrió por los
años 80 en el entonces llamado Hipódromo Buijo, califica como el honor más grande de su
carrera profesional. |
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EL
GRITO DE FERRANDO |
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El
gran día llegó para Santorín, el 4 de
noviembre del 73, eran pocas las esperanzas para figurar en el clásico que
tantas veces consagró a lrineo Leguisamo, el Pellegrini, dedicado al fundador de la hípica en
Argentina. |
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Lima
amaneció, casi como siempre, fría y lúgubre, pera a la tarde nació el sol.
Hay una grabación magnetofónica de esos tiempos no había los adelantos tecnológicos de
hoy en día- pero se escucha gratamente la voz de Augusto Ferrando en
Palermo. |
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"Ya no hay más, SANTORIN para todo el
mundo" La frase se hizo célebre ante la voz enronquecida del mejor
locutor hípico de América, cuando Santorín después de partir
en 9° lugar en medio de numerosos rivales, atravesó como un fantasma buena
parte de los 3.000
metros del hipódromo argentino, y ya quedó en medio
de dos rivales, “el Tulo” hizo el quite, pasó como una tromba al
faltar sólo 350
metros para alcanzar la meta, y en ese breve lapso
sacó 13 largos a su inmediata rival, en medio del griterío de Palermo.
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Ferrando y
muchos hípicos peruanos enjugaron algunas lágrimas, algo parecido sucedió
aquí a lo lejos cuando los ecuatorianos observamos en los pequeños
televisores que inspiró Carlos San
Andrés en la tribuna especial, la tarde en que la yegua ecuatoriana Señorita calló a muchos y selló
su triunfo en Panamá, en el Confraternidad del Caribe de
1999. |
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Ferrando decía
soy de carne y hueso, soy de carne y hueso. Todos comprendieron que la
hípica es un deporte que hermana los pueblos y que sólo un triunfo como el
de Santorín podía ser el
acontecimiento que salvaría a un deporte con millones de adeptos en todo
el mundo. |
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Pocos
pueden tener un purasangre como Santorín, pero muchos
criadores y propietarios cada vez que alzan un caballo en cualquier parte
del mundo, van con la propuesta de lograrlo. |
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Santorín
falleció el 19 de diciembre de 1993 reposando sus restos en las
instalaciones del stud y haras Barlovento ubicado al sur de Lima. Allí se
construyó un museo dedicado al equino, en lo que fuera el box donde se
ubicaba Santorín con la
inscripción: “Di todo por mi dueño
y juntos compartimos la gloria”. |
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Santorín fue
para muchos el mejor caballo peruano de todos los tiempos. El turf y elevage peruanos busca otro Santorín, será difícil.
Los caballos de antes no son como los de ahora diría un caballista de la
época, pero en Monterrico está la placa con el
busto de Santorín, al Salvador de
la Hípica Peruana. En su honor, actualmente en el Hipódromo de Monterrico se disputa en agosto de cada año el Clásico Santorín (Grupo III) sobre una distancia de
3.000
metros en el césped. |
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Fuentes:
Publicado en la Revista La Fija año
2010. |
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Anécdotas Hípicas
Venezolanas, viernes 29 de octubre de
2010 |
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