Anécdotas
Hípicas Venezolanas presenta | |
Los
protagonistas y anécdotas detrás de Kincsem | |
Por
Gustavo Lepage | |
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Muchas
han sido grandes campeonas (como
por ejemplo Pretty Polly, ganadora de 24 carreras en 24 presentaciones;
Sceptre con 13 triunfos en 25 eventos; La
Fleche, con 16-24; La Camargo, 24-32; Bee’s
Wing con 51 de 64; Caller Ou, 48 de 60),
pero de todas ellas, ninguna con Kincsem, la mejor yegua
del mundo en toda la historia del hipismo, invicta campeona en 54 salidas.
Pero en esta ocasión destacaremos a los protagonistas detrás de esta
notable corredora y algunas anécdotas que rodearon su
grandeza. |
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Su
padre, Cambuscan, caballo inglés
que tuviera notable figuración en los más importantes clásicos británicos,
fue exportado como reproductor a Hungría, donde sirvió en 8 temporadas
produciendo 98 ejemplares. | |
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Su
madre, Waternymph, cuyos padres
fueron igualmente importados de Inglaterra, intervino con éxito en
carreras en Hungría, llegando a ganar el Clásico de las 2000 Guineas
Húngaras. Kincsem fue su segundo
producto, el primero fue Harmat (por Ostreger, ganó las Oaks
Húngaras de 1875). | |
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El
Sr. Ernest Blaskovich,
propietario de Waternymph, era un notable
criador y juez de caballos, quien tenía como rematar privadamente y a una
sola persona la totalidad de su producción en cada temporada. En 1875
tenía a la venta dos potros y cinco potrancas; recibiendo una oferta de
700 libras por cada uno de parte del Barón Alex de Orczy, la venta se llevó a efecto, pero Orczy no quiso recibir dos de las potrancas, entre
ellas a Kincsem por juzgarlas de
pobre conformación física, este grave error de Orczy le costó el perder la gran oportunidad de su
vida, la posesión de uno de los inmortales del turf en el mundo. Blaskovich mantuvo en su establo a las dos potrancas
rechazadas, las cuales crecieron normalmente y desarrollaron su campaña
bajo sus colores. Una noche, antes de iniciar su vida pistera, Kincsem
fue robada por una tribu de gitanos. El propietario logró establecer que
el ladrón era un anciano gitano. En vez de violentarse, tuvo la ocurrencia
de preguntar por qué había preferido a aquel monstruo equino en vez de
robarse a una o varias de tantas bellezas equinas que había en las
caballerizas. El gitano dijo que el destino de aquella yegua se leía en
las estrellas. EI propietario se burló discretamente y se llevó a Kincsem.
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Su
entrenador Robert Hesp perteneció a una familia ligada íntimamente
con el turf y desde pequeño fue mozo de cuadras, durante la guerra de
liberación de Hungría del Imperio Austriaco sirvió en el ejército y luego
fue Jefe del Servicio Militar de Investigaciones. Una vez terminado el
conflicto se reintegró al hipismo como entrenador, logrando las
caballerizas del Conde Barryany y de los Sres.
Karolyi, Kinsky, Wenckeim y el Barón Wesselanyi. Curiosamente Hesp falleció el 25 de abril de 1887, 39 días después
que muriera Kincsem. | |
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El
irlandés Elijah Madden
condujo a Kincsem en las primeras
cuarenta y dos victorias. Madden fue siempre
considerado como un jinete mediocre, pero honesto a carta cabal,
circunstancia que favoreció la campaña de la yegua; las otras victorias de
Kincsem fueron logradas
bajo la conducción de Harry Wainwright, Tom Busby y Tom Osborne, jinetes todavía inferiores a Madden, lo cual habla muy a claras de la capacidad de
la yegua y de la rectitud de sus conductores. | |
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Casi
todas las pistas estaban conectadas por vías férreas y todo caballo
internacional tenía mucho que viajar, Kincsem fue siempre una
notable viajera, entraba dócilmente y con alegría al furgón en el cual de
inmediato se acostaba a reposar en compañía de sus inseparables
compañeros: un gato sin nombre
y su caballericero de nombre Frankie.
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Algunas
anécdotas que hablan a claras de la sensibilidad de la yegua se narran, en
especial el día en que fue desembarcada en Francia, en Deauville, después de su gran victoria en la Copa Goodwood en Inglaterra, por alguna circunstancia
el gato que la acompañaba se perdió en los muelles, hecho que hizo
inmovilizar a la yegua, la cual permaneció a la intemperie negándose a
caminar y relinchando lastimeramente, hasta que su compañero oyéndola
salió de un deposito cercano donde se había escapado y saltando se montó
sobre la espalda de la yegua, la cual de inmediato se dispuso a continuar
su camino. | |
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Otra
anécdota narra como en un viaje y en una fría noche, y por imprevisión
Frankie olvidó su manta de
lana, la yegua lo notó titiritando de frio y tomando con sus dientes la
manta que la cubría, la echó sobre el aterido Frankie, de allí en
adelante siempre se negó a dormir con manta, la cual repetidas veces
lanzaba sobre Frankie aun cuando este no
dejara de tener la suya. Estos dos ejemplos de lealtad y compañerismo son
verídicos y notables exponentes del carácter de la gran
campeona. | |
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Con
cada uno de sus triunfos, Blaskovich le llevaba
un ramo de flores para colocárselo en su cabeza, en una oportunidad Blaskovich se atrasó en llegar a tiempo al paddock después de la carrera, por lo cual Kincsem se
negó a ser desmontada y desensillada hasta que jadeante su propietario se
presentó con el maravilloso ramo acostumbrado. | |
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Los
viejos hípicos de Hungría siempre relataron pro muchos años como Kincsem
era de vanidosa y de cómo se esforzaba en ganar sus carreras y en
presentarse a la cancha. Generalmente largaba retrasada, no obstante, de
inmediato se entregaba a la carrera pasando en el momento oportuno para
ganar completamente fácil en un verdadero galope, como lo fueron todas sus
carreras menos una, fue cuando se presentó por segunda vez en el Premio Baden-Baden, Alemania, en
el año 1878, donde pasó la única dificultad de su vida, cuando empató con
Prince Giles, la carrera fue
desempatada entre los dos purasangres, siendo Kincsem la ganadora por
más de 5 cuerpos. | |
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No
se puede olvidar la peculiaridad de la yegua en no probar alimento que no
fuese el de su nativo haras de Hungría, por lo cual siempre tenía que ser
transportada con su avena y agua provenientes de esa región, en una
oportunidad el agua escaseó y le fueron presentando aguas de diversos
sitios, rechazándolas todas, hasta que en una muestra de un pozo con sabor
terroso se asemejó al agua de su lar nativo, desde ese entonces se
denominó a ese pozo el “pozo de
Kincsem”. | |
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Fuentes:
extraído de la revista Hípica Zuliana | |
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
miércoles
31 de mayo de 2023 | |
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