Anécdotas
Hípicas Venezolanas presenta | |
Ormonde,
maravilla del siglo XIX | |
Editado
por Juan Macedo | |
| |
La grandeza de un grande va pareja con su capacidad para hacerle frente a la adversidad. Ormonde, el crack británico de 1886, ganó las dos
mejores carreras de su campaña con una fuerte afección respiratoria. En la
víspera del St. Leger, el preparador John Porter percibió la llegada del caballo por el
silbido peculiar de su respiración. Para entonces Ormonde era un caballo
invicto. |
|
| |
Cuando el mal
respiratorio se le declaró a Ormonde, ya tenía en su
carpeta las dos primeras carreras de la triple corona: las 2000 Guineas y
el Derby. Pero en su programa había ocho carreras más dignas de ser
ganadas por un caballo que se preciara de
bueno. | |
| |
Decíamos que
Ormonde tenía ganadas las
dos primeras carreras de la triple corona. Y aunque para el St. Leger, tercera carrera de esa triple corona, silbaban
sus bronquios como una sirena, logró el triunfo ciñéndose así el supercampeonato equino
británico. | |
| |
Su enfermedad
era un secreto. Se cuidó mucho de que no trascendiera a menos que un
entendido oyera el silbido y sospechara o se inquietara.
| |
| |
Después del St.
Leger, Ormonde iba a ganar cuatro
carreras más. En dos de ellas hizo walkover, es decir, salió sólo a la pista para
hacer el paseo de rigor, sin enemigos o sin rivales o, si parece mejor,
sin opositores. | |
| |
Hay la
impresión de que si los enemigos de Ormonde hubieran conocido
su mal, pierden miedo y van a la competencia. En estos casos es posible
que al caballo hubiese habido que presionarlo, y por lo tanto no habría
ganado. | |
| |
El esfuerzo
final de Ormonde a los tres años
fue un clásico privado que se programó para medirlo con Melton, propiedad de Lord Hastings, que había ganado
el Derby de 1885, y con The Bard,
que había ganado 16 carreras consecutivas a los dos años y que terminó
segundo de Ormonde en el Derby de
1886. | |
| |
Pero los
propietarios de dichos animales renunciaron a entrar en la apuesta de 1000 libras
esterlinas contra Ormonde, ignorando, sin
duda, los males del famoso animal. | |
| |
Durante el
invierno de 1886 y 1887 se hacen grandes esfuerzos por curar a Ormonde.
Ya para entonces ha trascendido su enfermedad y nadie la ignora. Hasta lo
trataron con corriente eléctrica, razón por la cual se llegó a decir que
tenía tanta en su organismo, que podía arrastrar una locomotora. Todos los
esfuerzos fueron inútiles. | |
| |
Para entonces
se tenía idea de que las afecciones respiratorias eran hereditarias. Por
supuesto, los criadores evitaban el uso de yeguas y padrillos silbadores
en la reproducción. Esta suposición, por errada, quedó sin vigencia con el
tiempo. | |
| |
En 1887, a la
edad de cuatro años, Ormonde regresa a la pista
real de Ascot. Ya desde 800 metros podía
apreciarse el terrible silbido de su respiración que hasta causaba
lástima. Ahora todos los preparadores y propietarios que le temieron en su
campaña de tres años, salían apresurados para el desquite contra aquel
enfermo. | |
| |
Minting, Bendigo,
Saraband, The Bard, Melton, Mephisto y St.
Mirin, concurrieron al desquite. Pero nadie
había calculado el increíble valor de Ormonde. | |
| |
El tercer día
de carreras de Ascot, Ormonde salió a la pista
con 62 kilos encima, dándole diez de ventaja a Kilwarlin, que más tarde ganaría el St. Leger de 1887. Ormonde le ganó por seis
cuerpos esa carrera que se llama el Rous Memorial Stakes. Antes de la competencia, el propietario de
Kilwarlin había dicho jactanciosamente: “No ha nacido todavía el caballo capaz
de concederle 25 libras a mi caballo y todavía salir ganando”. Después
de la carrera, el mismo propietario, un tanto afligido por su fracaso y
admirado por lo de Ormonde, dijo: “Ese no es un caballo, es un locomotora
maldita”. | |
| |
El día
siguiente de ganar el Rous Memorial Stakes, Ormonde salió a la pista
con 63 kilos para disputar el Hardwick Stakes
en 2400 metros. Su rival fue Minting y salió
batido por un pescuezo. Era la segunda vez consecutiva que Ormonde
ganaba esa carrera. | |
| |
Antes de la
carrera se entabló un breve diálogo entre John, preparador de Minting, y
Porter, preparador de Ormonde. John dijo: “El año pasado me batiste. Pero un
caballo con la enfermedad de Ormonde no puede
soñar con batir a uno tan bueno como Minting”. Porter,
pesimista, replico: “Tienes razón.
No creo en Ormonde porque es natural que con su
mal se pueda hacer un esfuerzo como el que pide esta carrera. Tú debes
ganar”. | |
| |
Pero Ormonde
ganó la carrera. El Duque de
Westminster fue a buscarlo para meterlo en el recinto de ganadores,
recibiendo la más grande ovación que se le haya tributado a caballo alguno
en toda la historia del turf británico. Era como si el público se sintiera
delante de algo sobrenatural, algo más que un buen caballo de carrera.
| |
| |
Ormonde corrió dos
veces más después de aquel día. Fue la Imperial Gold Cup, que ganó por
dos cuerpos. Posteriormente disputó una carrera de 1200 metros y derrotó a
Whitefriar, un velocista de primera clase al que
concedía cuatro kilos. | |
| |
Ormonde terminó su
campaña como invicto en 15 salidas. Fue llevado a Newmarket y luego a Kingsclere. Finalmente lo llevaron al Eaton Stud donde tuvo poca
producción (por problemas de
fertilidad) destacando por intermedio de Orme, Goldfinch, Llanthony y Glenwood.
| |
| |
Pocos caballos
en la historia han sido tan buenos como Ormonde. Desde Inglaterra
viajó a la Argentina y nuevamente fue devuelto a Inglaterra, para viajar,
posteriormente, a California donde produjo a Ormondale. Ormonde
murió en el año 1904 en el Rancho Wikiup en
California. Tiempo después de muerto, los ingleses pidieron sus restos,
los desenterraron y los
trasladaron a Inglaterra, en donde su esqueleto bien conservado reposa en
el Museo de Historia Natural en South Kensington,
Londres. | |
| |
Fuentes:
Extraído de la Revista Turf. | |
| |
Anécdotas
Hípicas Venezolanas, viernes 26 de
agosto de 2016 | |
Copyright 2000,
Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los
derechos reservados |