Anécdotas
Hípicas Venezolanas presenta | |||
El
Manejo de los Sementales | |||
Editado
por Juan Macedo | |||
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El trato de los
sementales en los Estados
Unidos ha cambiado mucho desde que se instituyó la sindicalización de los
padrillos y éstos se convirtieron en empresas costosas que representan
acciones de muchos inversionistas. | |||
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Tener un
caballo de propiedad particular y única no comporta ningún riesgo. Pero
tener uno en condición de empresa, es distinto por el riesgo monetario.
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Regularmente
los caballos son sindicalizados como padrillos cuando están en plena
actividad pistera. De ahí que hay que reducir a un mínimo los riesgos que
se corren cuando el caballo cambia su vida atlética por la vida de
reproductor. Estos riesgos son más biológicos que
físicos. | |||
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La mayor parte
de los padrillos se inician a los cinco y seis años. Son pocos los que se
inician a los tres. Sólo cuando sufren accidentes y quedan imposibilitados
para correr, se los lleva a la cría en tan temprana edad.
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El caballo que
sale de la pista extraña la libertad campestre. Hay que reeducarlo porque
en su organismo se operan una serie de cambios parejos al cambio de
ambiente y actividad. La prueba del semen es indispensable. Casi siempre,
esta prueba es desalentadora en cuanto a calidad. Un caballo recién salido
de la pista casi nunca está en condiciones normales de reproducirse
intensamente. A veces la prueba es de esterilidad. Pero eso no merece
importancia. Al cabo de un tiempo en libertad, perdiendo su condición
atlética, la muestra del semen mejora notablemente. A veces es necesario
esperar semanas, A veces meses. En todo caso, aunque sea lenta, la mejoría
de la prueba sobreviene. |
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Aún queda la
educación del caballo para el salto. Hay algunos que son precoces. Otros
no lo son. Cuesta para que cumplan con su función, Incluso se encuentran
casos de caballos que, por timidez o miedo a una oposición de la yegua, se
niegan a saltarla. En estos casos conviene emplear una yegua estéril, que
siempre está en celo, para enseñar al padrillo. Él se acostumbrará, con
mucha paciencia del mozo de caballeriza, a perderle el miedo a la yegua y
a saltar normalmente. | |||
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Cuando se
presenta un caso de timidez equina, es conveniente tener paciencia. Es una
situación desesperante. Pero en casos de padrillos muy costosos y de los
cuales se espera lo mejor, es preferible esperar mucho tiempo y tener
suficiente paciencia | |||
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Un caballo de
cuatro o cinco años, muy clasificado, debe recibir de 25 a 30 yeguas.
Quizá sea preferible no gastarlo dándole más de 25 yeguas. Si las
circunstancias lo imponen, se le pueden dar
más. | |||
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La diferencia
entre el padrillo purasangre y el corriente es que el primero tiene un
período de cuatro o cinco meses para llenar las yeguas en tanto que el
otro puede servir en cualquier época del año ya que sus hijos no están
obligados a nacer como el purasangre en plena primavera.
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EI índice de
fertilidad del padrillo depende de las yeguas y del personal que maneja al
caballo y a las yeguas. A veces no depende solamente del
padrillo. | |||
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Teniendo la
certeza de que el caballo no es estéril, se deben reducir a un mínimo las
fallas de las yeguas. Un caballo debe ser analizado antes de cada estación
de monta para estar seguro de su prolifidad.
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El índice de
fertilidad del padrillo vería mucho según sea el uso y el abuso que se
haga de él. Igualmente influye sobre la duración de los espermas, el clima
donde se encuentra el padrillo. |
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Insisto en que
un control médico antes de cada estación de monta, es indispensable. Sólo
así se sabe si el caballo está fértil y si su semen no contiene bacterias,
pus, sangre y otras anormalidades. Si no se cuidan estos factores, se
corren grandes riesgos y se sufren pérdidas irreparables.
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Las condiciones
físicas del semental deben ser óptimas durante la temporada de monta. No
deben estar gordos ni flacos. No deben engordar mucho ni a las yeguas ni
el semental. | |||
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Hay que vigilar
el temperamento del padrillo. Cuando está nervioso e irascible, la calidad
de su semen se reduce grandemente. Lo mismo ocurre cuando se muestra
aletargado y sin espíritu. Hay que hacerse ducho en el conocimiento de
enfermedades comunes en los órganos genitales del semental.
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Una de las
lesiones más comunes, que por cierto no aprecian ni los criadores ni los
mozos de caballerizas, es la aparición de glóbulos rojos, pus y bacterias
en el semen. Esto deriva en esterilidad transitoria del semental. Ella
desaparece con un descanso de varios días y la terapia que indique el
veterinario. | |||
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Los sementales
adquieren muchos vicios. Los más comunes son morder los establos, morderse
patas y flancos, alcanzarse la cola, patear, volar las cercas de los
potreros y correr pegado a las cercas. | |||
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Hay métodos
empíricos para evitar estos vicios. Pero casi ninguno da buen resultado.
La manera más efectiva de aminorar esos vicios es poniendo al semental en
compañía de otros caballos. | |||
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El peor vicio
es el de la masturbación en plena estación de monta. No es fácil advertir
cuándo el caballo se masturba. De ahí que su fertilidad desciende mucho
por una causa desapercibida como es este vicio. Conviene usar un anillo
durante la estación de monta para que el caballo reduzca el vicio de
masturbarse mientras no esté montando a las
yeguas. | |||
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Esto es
preferible incluso como cuestión preventiva. No se sabe por qué pero el
caballo suele masturbarse de noche o cuando se siente completamente
solo. | |||
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Es conveniente,
cuando el semental está saltando a la yegua, que no haya gente en su
presencia, como no sea la necesaria, Hay caballos que reaccionan
negativamente ante la presencia de curiosos. Es un fenómeno inexplicable
pero hay que evitar curiosos en el acto de la monta.
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La capacidad
reproductora de un caballo es tan relativa como todo en la vida del
individuo. Es una cuestión muy individual. Unos son más fértiles y
poderosos que otros. Pero en el caso de los que no lo son, no debe
apelarse al uso de hormonas ni estimulantes de ningún tipo. El caballo
debe reaccionar ante la presencia de la yegua y nada más. El mismo cuidado
debe observarse con la yegua. Vitaminarla o
estimularla para que entre en celo, es
contraproducente. | |||
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Demás está
decir que tanto el caballo como las yeguas se mantienen en su plenitud con
una alimentación y control orgánico adecuado. No es muy difícil establecer
un régimen en este sentido, Un hípico experto, con sentido común sabe lo
que debe hacer. Además, las experiencias personales pueden ser aplicadas
al semental para mantenerlo en plenas
condiciones. | |||
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Debe moderarse
mucho el empleo de vitaminas y minerales suplementarios. En el mercado hay
muchos productos que son ofrecidos como virtuosos y capaces de hacer
milagros. Los criadores son sensibles a la publicidad caen en las redes de
los minerales y vitaminas ofrecidos. Claro que hay que usar las dosis
necesarias. Pero nunca indiscriminadamente porque pueden sobrevenir
trastornos muy serios. | |||
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Fuentes:
extraído
de la Revista Turf de mayo 1965. | |||
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas, jueves 25 de
mayo de 2017 | |||
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