Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

La Lombriz Roja en el purasangre

Editado por Juan Macedo

 

Uno de los problemas del caballo de carreras es el del parasitismo. De común, el parasitismo se trata con específicos medicamentos. Pero la Lombriz Roja viene a convertirse en un problema especial.

 

Sus larvas proliferan en los vasos sanguíneos. De allí pasan a los intestinos, deteriorando sus paredes que se hacen ásperas y con coágulos de sangre. Los vasos sanguíneos se estrechan y llegan a obstruirse. La condición normal del caballo disminuye considerablemente. La lombriz adulta se adhiere a las paredes del intestino. Hace un mal menor, pero interfiere la digestión. Otro daño causado por la lombriz adulta es la anemia.

 

Los preparadores de la década de los 60’ acudían al recurso de la fenotiazina y piperazina para tratar la Lombriz Roja. Ciertamente es efectivo en cuanto al tratamiento intestinal se refiere. Pero no tiene efectividad alguna en los vasos sanguíneos, que es donde la larva de la lombriz causa mayores daños.

 

El animal se infesta en sus dos años en el campo mientras se cría. Los daños del parásito pueden ser permanentes. Al análisis después de un tratamiento, saldrá negativo intestinalmente. Pero el mal perdura en los vasos sanguíneos.

 

Las muertes por parasitosis vascular de este tipo son comunes. Se producen aneurismas con su secuela de lesiones afines y con ellas sobreviene la muerte inevitable de los animales.

 

Otras obstrucciones vasculares son comunes por causa de la larva de la Lombriz Roja. La más común es la trombosis, causa de muchas muertes de caballos en plena juventud y en condición atlética.

 

Autoridades veterinarias en la materia sostienen que no hay cura alguna para los caballos con parasitosis vascular. Sólo previniendo la enfermedad es posible evitar males mayores.

 

Hay que reconocer el proceso de la Lombriz Roja. La hembra pone los huevos en el intestino grueso del caballo. De aquí pasa a los pastos en el estiércol. La larva que sale del huevo pasa a la hierba de donde la ingiere el potro que pasta. Al entrar en el intestino grueso, la larva penetra sus paredes y de allí viaja a los vasos sanguíneos como ya se ha explicado. Allí las larvas se hacen adultas y luego regresan al intestino donde la hembra comienza a poner huevos y así prosigue el ciclo.

 

Lo ideal para evitar la infestación es que los potrillos no pasten en potreros infectados. A tal efecto es urgente: a) Evitar que los huevos se depositen en los pastos. b) Mediante una buena administración de los mismos.

 

Hay dos maneras de evitar que los animales en pasturaje echen huevos en la hierba: Uno, eliminando las lombrices del intestino, en cuyo caso el tratamiento intestinal es efectivo por preventivo. Otro, evitando que la hembra ponga huevos en el intestino del caballo, cosa que se logra administrando pequeñas dosis diarias de fenotiazina y piperazina en la alimentación.

 

En los Estados Unidos se emplean posologías distintas. En termino generales, al caballo adulto le corresponde una dosis normal de dos gramos diarios, cinco hasta diez gramos semanales o 15 hasta 25 gramos mensuales. Sea cual fuere la dosis, lo importante es evitar que yeguas y caballos adultos infestados echen huevos en el pasto que comerán los potrillos.

 

Hoy reserva en cuanto al uso de la fenotiazina. Más en las dosis usadas en Estados Unido o sean las que arriba exponemos, es difícil que haya riesgo alguno. En todo caso, conviene siempre consultar al veterinario de confianza. Debe hacerse hincapié en que la fenotiazina no afecta la fertilidad de la yegua. Por lo menos no hay pruebas de que así ocurra. Lo que si se presentan son manchas blancas en la piel causadas por sensibilidad de la yegua a la droga cuando aquella se expone a rayos solares. Pero eso no tiene importancia.

 

Hay lombrices rojas más resistentes que otras. Pero hasta ahora, ninguna ha resistido el tratamiento de la fenotiazina. Quiere decir que no han creado las lombrices resistencia alguna contra la droga como suelen hacerlo as bacterias contra los antibióticos.

 

Hay organismos que pueden contribuir a proteger a las lombrices. Eso se debe al tipo de alimentación. Eso es fácil controlarlo mediante el conteo de huevos por campo. A mayor infestación, mayor psicología. Se aconseja un conteo mensual de los huevos en el organismo.

 

Cuando un animal arroja índice positivo de cien huevos por gramo, precisa de un aumento en la dosis de fenotiazina y piperazina, esta última droga es bastante efectiva contra la lombriz blanca, pero empleada con la fenotiazina, es eficaz o son eficaces ambas, contra cualquier tipo de lombriz roja. Si el conteo es mayor a cien huevos por gramo, el animal debe aislarse hasta tanto se haya curado.

 

Hay que evitar que el estiércol se infecte. Los huevos siempre caerán en el pasto, pero hay que reducir esa posibilidad en provecho del potro en crianza que es el que interesa preservas de males mayores como son los de la parasitosis vascular.

 

Como segunda línea de defensa es aconsejable recoger el estiércol en los potreros. Eso supone un gasto adicional que se traduce en economías futuras ya que se salva de males insuperables a los potros en cría.

 

El descanso y resiembra de los pastos es una tercera línea de defensa. Las larvas mueren al cabo de un tiempo sin ser ingeridas y sin encontrar cultivo para sobrevivir.

 

La rotación de potreros, poniendo ganado vacuno y lanar es una cuarta línea de defensa. Estos animales ingieran las larvas sin peligro de que a ellos los afecte. La lombriz roja sólo ataca al caballo.

 

Se llama lombriz roja por su color rojizo. Es muy pequeña y su color de debe a la constante ingestión de sangre que hacen. Es una familia completamente distinta a las lombrices blancas. Estas no afectan los vasos sanguíneos en cambio que la roja si es la responsable de las lesiones vasculares que hemos descrito.

 

Fuentes: Revista Turf marzo 1965, bimectin.com (imagen)

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, lunes 30 de junio de 2025

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