Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

El problema de la lengua amarrada en los caballos de carrera

Editado por Juan Macedo

 

La medicina veterinaria está interesada en el problema de la lengua amarrada en el caballo de carreras. El primer Congreso Anual de la Asociación de Veterinarios equinos celebrado en Cambridge, Inglaterra, el año 1962, discutió el asunto.

 

Allí se acordó que los preparadores y jinetes podrían ayudar enormemente en el estudio y solución del problema.

 

La cuestión nace del ahogo que sufren los caballos en plena carrera. Unos se ahogan por simple cansancio, en cuyo caso basta una mejor preparación para superar el problema. Otros se ahogan por causas temperamentales. Un foetazo a tiempo ha bastado para corregir el defecto. Pero la mayor parte de los ahogos, ronquidos o silbidos del caballo, se corrigen con lo que llaman lengua amarrada, de uso común en todos los hipódromos.

 

No es muy humanitario el amarrarle la lengua a un caballo. Pero se la amarran con una cinta, cuerda de nylon, venda o cualquiera cosa. Al caballo no le preocupa mucho esa tortura, porque de lo contrario se negaría a correr. El mismo procedimiento se usa para evitar que los caballos saquen la lengua en plena carrera, hábito que puede producirles el ahogo, silbido o ronquido.

 

El jinete puede colaborar con el veterinario observando bien al caballo roncador o ahogado, así:

 

1° ¿Coincide el ahogo con el aflojamiento del paso en carrera?

2° ¿Coincide el cese del ronquido con el movimiento de retracción de la lengua?

3° ¿Cuál es la posición de la cabeza del caballo cuando comienza el ronquido y el ahogo?

¿Cuántos caballos sufren de ese mal entre todos los que monta en carreras?

 

Por su parte, los preparadores pueden colaborar igualmente informando así:

 

1° ¿Qué caballos, según su experiencia, son proclives al ronquido y el ahogo, los velocistas o los stayers?

2° ¿Son los caballos de un mismo origen o de orígenes distintos los que padecen ese mal?

3° ¿Cuántos roncadores, silbadores o ahogados se benefician con la lengua amarrada?

4° ¿Cuántos de ellos corren con la boca abierta y sacan la lengua fuera del bozal?

 

Parece, según se ha reportado, que en el momento del ahogo, el caballo exhibe la lengua amoratada. Los roncadores habituales echan la lengua fuera del bozal. En Australia se ha superado el problema cerrando el hocico del caballo con una correa bien ajustada.

 

Se han hecho exámenes post­morten de caballos roncadores. La atrofia muscular de la garganta parece la causa principal de esta dolencia, pero aún no está definitivamente establecido.

 

La cuestión está en que los caballos sufren de obstrucción respiratoria en plena carrera. Esa obstrucción provoca ahogo, ronquido, silbido y, por ende, desarmamiento total del animal en la carrera. Este problema no se presenta en la primera mitad ni en los dos primeros tercios de la competencia. Pero cuando se le exige al caballo el esfuerzo vital, definitivo, parece perder Interés en la pelea y se entrega.

 

Los jinetes dirán esto: "Por momentos creí que ganaría fácil, y de pronto sentí que se acababa el caballo, que no podía más, que cambiaba de manos y que casi se desplomaba''.

                                                                                            

Mientras tales cambios van ocurriendo en el caballo, el jinete oye un ruido, un gorgoteo, un silbido, como si el animal hiciera un esfuerzo desesperado por respirar, o como si se estuviese ahogando. Al terminar el esfuerzo, el caballo vuelve a su estado normal.

 

A veces, cuando tienen mucha calidad, se emplean hasta el final y ganan la carrera. Pero por regla general conceden mucha ventaja, y lo más que pueden es seguir decentemente la pelea hasta el final. Cuando regresa al paddock luce su estado normal, y nadie que no sea el jinete, sabrá por qué fracasó o qué le pasó al animal en la carrera. Si el jinete es descuidado, nunca sabrá por qué perdió su caballo.

 

Se ha llamado Lengua Amarrada a esta sintomatología que en veterinaria podría llamarse Obstrucción funcional de la laringe o Paresia del Paladar, aunque este último no se ciñe muy estrictamente a la naturaleza de la lesión.

 

Lo primero que debemos decir es que no se trata de una nueva ni vieja enfermedad. El gorgoteo, ronquido, silbido o ahogo, es una manifestación conocida desde tiempo inmemorial como una lesión del velo del paladar del caballo. Mediante operaciones, la lesión se ha hecho desaparecer o se ha disminuido. Pero la verdad es que la situación se agrava cuando el caballo respira fuertemente en plena carrera.

 

En los últimos años se ha intensificado el gorgoteo o ronquido. Sin embargo, el porcentaje de caballos padecedores de tal lesión es mínimo. Sólo cuando la padece un campeón es cuando se vuelve preocupante y adquiere notoriedad.

 

Por regla general, ningún sprinter sufre de ahogo. Lo padecen los galopadores y los caballos de salto. El aficionado no entenderá lo que ocurre en la garganta de un caballo cuando le sobreviene el ahogo, los veterinarios, mediante exámenes elementales, si sabrán comprenderlo. Pero es probable, para una explicación sencilla, que lo que ocurra es que la raíz de la lengua, al recogerse, obstruya la garganta, razón por la cual, al amarrarse la lengua, se suprima el gorgoteo y el ahogo.

 

Debe saberse que el caballo está imposibilitado de respirar por la boca, razón por la cual nada gana al abrirla durante el galope o la carrera. Incluso al abrir la boca puede producirse un desplazamiento del velo del paladar y, como consecuencia, sobrevenir el ahogo.

 

Al estirar el pescuezo, el caballo respira mejor. El tratamiento de la lesión es complejo. Hay muchos que dan buenos resultados. Pero cuando la lesión es causada por atrofia nerviosa, el tratamiento es inútil e imposible. Casi estaríamos en presencia de una parálisis de la laringe, cuestión incurable, como se sabrá.

 

La medicina veterinaria trabaja intensamente sobre esta lesión del caballo de carreras, esperándose que de un momento a otro se logren adelantos para su tratamiento.

 

Mientras tanto, el amarrarle la lengua a los caballos, aunque es una medida empírica, suele dar buenos resultados.

 

Fuentes: extraído de la Revista Turf

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, domingo 27 de noviembre de 2016

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados