Anécdotas
Hípicas Venezolanas presenta | ||
Hay
que darle un descanso a la yegua | ||
Editado
por Juan Macedo | ||
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J.
A.
Estés,
uno de los norteamericanos más preocupados por
el
estudio de los problemas de
la
cría
de caballos de carreras,
ha dicho
que,
en hipismo, cualquiera cosa que suceda dos veces
adquiere
carácter de norma. |
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Si
de un
padrillo cualquiera salen dos grandes corredores,
ya
hay
una razón para
que se lo considere infalible.
Si de dos o más yeguas no corridas nacen animales excepcionales, ya está
la razón para que las mejores yeguas de cría sean precisamente las que no
han corrido. | ||
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Ocurre
que los
criadores
de
caballos
de carreras darían tanto como cuanto invierten criando, porque
les dicten normas que les
mas
fácil su labor.
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Desde
los remotos comienzos de la cría del purasangre se están inventando
teorías. Una simple sugerencia, una observación más o menos coincidente
con el éxito y algunos conceptos
son sonoridad de cosa cierta,
bastan para que, yendo de boca en boca, se conviertan en
teoría.
Y más grande y más geniales serán mientras la práctica no haya demostrado
que no tienen base alguna. | ||
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Algunas
de esas teorías han sido inofensivas. Otras no. Unas se han olvidado.
Otras perduran bíblicamente aunque no tienen base científica alguna. Una
de esas teorías es la de “Hay que
darle un descanso a lo yegua”. | ||
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Parece
probado que si los yeguas fueron servidas con un año de intervalo, darían
siempre animales maravillosos. Los mejores animales de 1963
en
Europa nacieron de yeguas que en su año anterior resultaron estériles.
Relko, el ganador del
Derby, es hijo de uno yegua con receso en su año anterior. Only For Life, nació de uno yegua con receso el año
anterior debido a un porto de morochos. Ninguno de esas yeguas estuvo
amamantando potrillos mientras tuvieron a tales cracks en sus vientres. | ||
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Parece
probable que una yegua en esas condiciones da todo cuanto de sí tiene y
produce mejores caballos de carreras. Lo malo es que si se criara así, la
población equina se reduciría la mitad y costaría el doble de lo que
cuesta hoy. Pero parece probable también que se obtendrían mejores
caballos. | ||
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Aunque
sea una coincidencia, lo cierto es que ciertos hechos prueban que sí salen
mejores caballos en yeguas con un año previo de reposo, no amamantando
mientras tienen producto en vientre. |
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En
Inglaterra se han hecho largos estudios sobre el asunto. Uno de ellos
llevó o tomar a los 166
ganadores
clásicos de un período de 40
años
como es el de 1923
a
1963.
Se
probó que 64
ganadores
clásicos de ese período fueron obtenidos en yeguas de receso y
42
ganadores
lo fueron en yeguas que estuvieron estériles el año anterior, Es decir que
106
ganadores
clásicos nacieron de yeguas que por una razón o por otra no estaban
amamantando mientras tenían a su producto en el vientre.
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Entre
los productos obtenidos en esas circunstancias tenemos a Hyperion,
Bahram, Fairway,
Solario, Colorado, Dante, Pinza, Bois Roussel, Ballymoss, Alcide, Book Law, Quashed, Coronach,
Windsor Lad y
Djebel.
Agreguemos que de yeguas primerizas nacieron doce ganadores clásicos entre
los cuales destacamos a Mahmoud, Tulyar, Bella Paola y Never Too
Late. Es una coincidencia digna de atención. | ||
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Lo
importante no está en si la yegua estéril en su año anterior o la yegua
primeriza, pueden producir un buen ganador o un crack, sino en establecer
si el método del receso ofrece seguras y mejores perspectivas que la yegua
servida con un potrillo al pie. | ||
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A
tal efecto se han hecho nuevos y exhaustivos estudios, muy estadísticos,
muy matemáticos, que obligan a mantener abierta la discusión sobre el
problema. | ||
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Se
obtuvo, sin embargo, este resultado: El record de los caballos nacidos de
yeguas en receso es de 68
por
ciento de efectividad mientras el de los nacidos sin esa condición, es de
69 por ciento. No se ha probado que el nacido de la yegua en receso sea
estadísticamente superior. | ||
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Los
hechos estadísticos no prueban, pues, que haya razón para acoger la teoría
de “Hay que darle un descanso a la
yegua”. Una gran procreadora, en materia de caballos de carrera, es la
excepción y no la regla. | ||
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Fijémonos
en esto. De 198
yeguas
examinadas, sólo cuatro
de ellas estuvieron pariendo ininterrumpidamente sin perder un solo año.
El record lo tiene Gadabout, que tuvo
17
hijos
consecutivos en otros tantos años en el haras.
De ellos sólo nueve resultaron productos vivos.
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El
mejor porcentaje lo tiene esa gran yegua llamada Trustful, que dio
14
hijos
vivos en sucesión. | ||
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Si
un criador, aunque los casos anteriores son la excepción, redujera por
teorizar, a la mitad la capacidad procreadora de
esa
yegua, estaría cometiendo uno barbaridad. | ||
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En
su condición selvática, la yegua no tiene reposo. Normalmente, caballo y
yegua se buscan en su debido tiempo. Se dirá que en el purasangre es
distinto porque se trata de un sujeto artificial. Pero no es menos cierto
que con toda su artificialidad, está regido por la naturaleza y no podemos
alterar las leyes de esto. | ||
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Es
posible que el descanso beneficie a las yeguas o a determinadas yeguas.
Pero no está científicamente probado que esa teoría sea tan eficaz que
pueda aceptarse como un principio de la cría del caballo de carrera.
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Fuentes:
extraído de la Revista Turf (Agosto 1964) | ||
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas, sábado 29 de
abril de 2017 | ||
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