Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

La fotografía en la meta

Por Gustavo Lepage

 

Durante muchos años, se tuvo empeño en resolver los finales de carreras ajustadas mediante un procedimiento fotográfico que pudiera ratificar o ampliar la apreciación del Juez de Llegadas, de todos los procedimientos estudiados ha sido el Photo-Chart, desarrollado en Norteamérica, el aceptado en la casi totalidad de los hipódromos en el mundo, como en el Hipódromo El Paraíso desde 1956 y luego en La Rinconada.

 

En las cámaras de fotografía comunes, se hace uso del sistema mediante el cual se imprime la placa sensitiva al abrir y cerrar a velocidad variable un obturador, este sistema es inadecuado para la fotografía de carreras por cuanto tendría que disponerse el disparo del obturador en el preciso momento en que los caballos llegasen a la meta, circunstancia que implica gran dificultad aun con la operación de celular fotoeléctricas y que además acarrea el problema de lograr fotografías para empates en otros puestos que ni fuese el primer lugar en cada prueba. Igualmente, el cinematógrafo, presenta muchas dificultades por cuanto emisión de cuadros de alta velocidad promueven la necesidad de revelar una larga cinta, para luego seleccionar de ella el cuadro que realmente sea el significativo con la consiguiente demora en la apreciación del ganador, además, existe el problema en el tipo de cámara cinematográfica, que la distorsión conocida en óptica como “paralaje” no permite hacer uso de la foto cuando los ejemplares no han caído en el eje del lente.

 

Las cámaras del tipo Photo-Chart por el contrario hacen uso del siguiente sistema: el obturador de la cámara no existe como tal y en su lugar se encuentra una abertura fija en forma de ranura vertical que se desplaza a igual velocidad a la marcha de los caballos, impresionando el paso sucesivo de los ejemplares por el punto de llegada y a la vez lográndose el registro sucesivo de todas las posiciones a medida que los competidores se desplazan por la ranura final. Este sistema elimina además el problema óptico del “paralaje”, pudiéndose apreciar con igual exactitud a ejemplares que pasen separados en extremos de la cancha.

 

Tales cámaras operan con ranuras de 1/100 de pulgada, mediante lo cual, ningún caballo entra en imagen hasta que ha llegado a la meta, a partir de lo cual registra la totalidad de su paso.

 

El uso que hace la cámara de solo el eje del lente, termina con el problema del “paralaje”. La fotografía resultante no es una instantánea del momento de la llegada de la cámara, sino la impresión progresiva de todo cuanto pasa en la meta en un periodo de tiempo. En una carrera común, una longitud de cinta impresa de treinta centímetros es común, con un equipo completo de procesado, un operario puede obtener resultados ampliados de la llegada de una carrera en solo 90 segundos, proporcionando casi de inmediato al Juez de Llegadas con la evidencia que le permitirá asentar un criterio sobre el resultado de la competencia.

 

El espejo que se coloca en el interior de la valla sobre la meta, permite auxiliar la fotografía con una vista posterior adecuada que facilita la decisión del juez cuando un ejemplar a tapado a otro, circunstancia que solo ocurre cuando la cámara no se encuentra lo suficientemente alta como para observar la separación existente entre los caballos, o cuando estos se encuentran muy apareados. Así mismo, en el caso de pistas anchas, se pueden utilizar dos cámaras las cuales cubrirán dos sectores coincidentes de la pista.

 

La cámara fotográfica ha despertado en el publico la más absoluta confianza en el resultado de las decisiones, considerándose el resultado grafico de las mismas como incontestable y es por ello por cuanto la mayoría de las administraciones de hipódromos tienen sumo cuidado y atención sobre la selección e instalación de estos sistemas fotográficos en sus pistas.

 

Fuentes: extraído de la revista Hípica Zuliana

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, domingo 30 de abril de 2023

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