Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Cuando Eduardo Jara nos visitó

Por Armando Pacheco Martínez

 

Eduardo Jara resultó un buen espectáculo para los miles de aficionados que concurrieron al Hipódromo La Rinconada el domingo 25 de enero de 1970. Para esa fecha estaba anunciado como principal atracción; incluso, su exhibición se estimaba por encima de la carrera más importante del día, el Clásico Alberto Smith.

 

Jara, que con sus dos primeras montas hizo muy poco y hasta llegó a producir cierta decepción entre los que fueron al hipódromo para disfrutar de su estilo, brilló intensamente sobre el sillín de Nickel, no tanto por haber conseguido imponerlo en intenso final; ni siquiera porque con el hijo de Resuello derrotó en última instancia a Aranjuez, que era conducido por el venezolano Gustavo Ávila, el más importante de todos los jinetes nacionales; sino porque en el tramo de los 300 metros finales, cuando Aranjuez había pasado a dominarlo y luego tenía que ceder ante la reacción de Nickel, ambos jinetes, Eduardo Jara y Gustavo Ávila, por fuera con Aranjuez, se vinieron cabeza a cabeza y ambos estilos, el del venezolano y el del chileno, quedaron plenamente identificados.

 

Los dos hicieron por ganar y Jara, inmóvil sobre el sillín de Nickel, apilado como todo un maestro, logró la pequeña ventaja que le daba el triunfo a su conducido.

 

 

Desde luego que es un Jara diferente al que vimos muchas veces hace más de doce años. Su pasantía por los hipódromos de Argentina, donde tuvo la responsabilidad de conducir a campeones, consiguiendo ganar todos los clásicos del calendario hípico de Argentina y cuatro veces la estadística, lo transformó. Y así, cuando regresa de visita a Venezuela, bien puede catalogársele de un señor campeón.

 

Pero no sólo Jara se lució con el triunfo de Nickel, sino que, dos carreras más tarde, impuso a Elenco, en otra gran demostración. Por supuesto que esta vez incidió en el triunfo la forma como Matisse se abrió en el codo final. Pero, de todas maneras, Jara dictó cátedra de buen jinete y le quedó una gran satisfacción: haber conquistado una victoria en la carrera donde se disputaba el Trofeo Día del Periodista Hípico.

 

Al parecer, era una secreta esperanza y un vivo deseo de Jara el ganar ese trofeo. Luego la Unión de Jinetes de Venezuela y el Círculo de Periodistas Hípicos de Venezuela entregaron sendas placas como recuerdo de su actuación en nuestro país.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica enero 1970

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, domingo 28 de julio de 2024

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