Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Las carreras más antiguas de la Gran Bretaña

Editado por Juan Macedo

 

La primera noticia que se tiene de una carrera de caballos la encontramos en Electra, de Sófocles. Se trata de la llegada del mensajero anunciando la muerte de Orestes. Entre este tipo de carrera y las actuales hay una diferencia enorme. Pero esa es la primera noticia que se tiene de una carrera de caballo.

 

Charles James Apperly, bajo el seudónimo de Nimrod, ha descubierto que los griegos tenían pistas para disputar separadamente con caballos maduros, con potros y con yeguas. Nimrod dijo: “Las carreras de caballos de entonces no eran magníficas ni costosas como las de hoy. Eran cosas de la realeza y la aristocracia, como las carreras con carros de dos ruedas. Pero ya tenían jinetes especializados, algunos sobresalientes como Filipo, Rey de Macedonia, y Hero, Rey de Siracusa. El primer código olímpico de Píndaro es atribuido a ese Rey de Siracusa. En él se menciona al caballo Phrenicus, con cuya monta ganó la Corona Olímpica. Se ha mencionado también a un hermano del caballo Bucéfalo montado por Filipo”.

 

Strut cita en su obra “Sobre deportes y pasatiempos” que Hugo Capeto envió como regalo, en el siglo IX a Arhelstane, varios caballos de carrera al pedirle también la mano de su hermana Ethelswithta.

 

William Fitz Stephen, que vivió en el siglo XII, dijo que para ser vendidos en Smithfield, los caballos eran sometidos a pruebas de carreras entre sí, montados por sus peones. Este monje, buen observador, reseña incluso la emoción general que producía la competencia entre los caballos.

 

Entre los gastos reales del reinado de John en 1199 a 1214, figuran los caballos de deportes. Este monarca no utilizaba a los caballos sino para deportes y competencias entre sí mismos.

 

De acuerdo con el calendario de carreras, la Lanark Silver Bell fue instituida en el reinado de Guillermo el León, de Escocia, de 1165 a 1214. La carrera no mantiene continuidad.

 

Pero la Carlisle Bell, que data del reinado isabelino, tiene una gran tradición. En el trofeo se lee una inscripción en inglés medieval con dedicatoria de Lady Dacre, esposa de Lord Dacre de Gilsland, Gobernador de Carlisle en 1558. Este trofeo se guarda en el Tullie House en la propia Carlisle.

 

Otro antiguo trofeo es el Burgh Barony Cup. A mitad del siglo XX fue resucitada esa carrera. Antiguamente se disputaba con ocasión de la toma del poder de los Condes de Lonsdale. El trofeo data de 1767 y lo conservó siempre el Albert Museum en Kensington.

 

Cheshire fue uno de los más antiguos centros hípicos británicos. Bajo el reinado de Enrique VIII tuvieron lugar grandes eventos hípicos que no subsisten. De todos quedaba apenas la Chester Cup y ésta data de 1824, cuando se convierte en el Tradesmen's Handicap.

 

El Newmarket Town Plate se tiene como la carrera más antigua del mundo, pero es incierto que lo sea. El Town Plate data de 1666, cuando Carlos III, como evento para gentlemen riders y mozos de cuadra, aunque todos los jinetes de ahora son mujeres.

 

Entre las cosas antiguas debemos citar a Burford, Gloucestershire y Black Hambleton en Yorkshire. Ya ni existen ni subsisten sus trofeos tradicionales.

 

La carrera más antigua se llama la Kipling Cotes Stakes instituida en 1519. Hoy se conoce con el nombre de Kipling Cotes Derby. Se disputa en el mes de marzo en East York, cerca de Market Wighton. La primera vez que se disputó fue en distancia 6400 metros. En 1614 no se corrió ya en carretera sino en una pista que circunvalaba toda la zona. En la actualidad es la carrera más difícil de Gran Bretaña. Comienza en la estación de Kipling Cotes y termina en un poste de señal en la carretera cerca de Middleton on the Woods, después de atravesar cuatro parroquias distintas.

 

Esta carrera tiene condiciones curiosas. La inscripción por caballo se le paga al Comisario de la pista en el poste de llegada, a las once de la mañana del día de la carrera. El premio varía mucho porque se forma con las inscripciones previas que se hacen en Consols y las cuales se destinan para el jinete que a la vez es propietario virtual del caballo. En esta carrera lo importante es llegar segundo porque ese es el ganador. Tal paradoja se explica. Ganar es fácil o difícil como lo es llegar segundo y tercero. Pero perder cuando es fácil y ganar y llegar segundo cuando se tiene a un tercero que está haciéndolo todo por arrebatarle ese puesto, es algo muy difícil. Por supuesto, lo dramáticamente cómico de esta carrera está en que el ganador es el segundo. Cuando se acercan a la meta, que los jinetes no ven, porque está oculta atrás del público, la situación es terrible. El puntero no haya qué hacer para que le ganen así como el segundo tampoco haya que hacer para no ganar. Mientras esa desesperación se observa, los demás están por llegar segundos, sin quedarse de terceros ni pasarse a primero porque de todas maneras pierden. La cuestión es llegar segundo. Y a eso lo llaman los ingleses un Derby. El Derby de Kipling Cotes. Jinetes famosos han ganado esta carrera. Mr. Bowes, propietario de cuatro ganadores del Epsom Derby, fue uno de ellos. Se disputa el cuarto jueves de cada mes de marzo. Una de las condiciones de la carrera establece que cualquier jinete que impida la libre acción de otro o tropiece con su caballo, no recibe premio alguno y queda descalificado.

 

Fuentes: extraído de la Revista Turf.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, viernes 24 de junio de 2016

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