Anécdotas Hípicas
Venezolanas
presenta |
Angostura: |
La primera carrera de caballos en 1820 |
Editado por Juan
Macedo |
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En
la época de la independencia era
costumbre en los campamentos patriotas, durante los intervalos se procedían a
las batallas, celebrar concursos de ejercicios y destreza física también
concertar carreras de caballos. |
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Un “programa”, por demás interesante y
curioso, se encuentra entre los valiosos documentos que conserva el Museo Bolivariano, acerca de una competencia celebrada en
Angostura en abril de 1820. |
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Vale
la pena transcribir ese programa, pues tal vez es un ejemplar único para
nuestra historia hípica. Dice así: |
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DESAFÍO DE CABALLOS |
“Se correrán el sábado 29 del
corriente, cerca de La Mesa, a las 4 de la tarde, los dos caballos abajo
mencionados, con sus respectivos cabalgadores: |
El de Mr.
Monsanto, BARGAS, corrido por el Mayor Manby, del
Batallón de Albión; CONTRA |
El de Mr.
Brown, DEVEREUX, corrido por el general Power,
de la Legión Irlandesa. |
Angostura, a
27 de abril de 1820''. |
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A
pesar de que ese desafío ha debido despertar bastante interés, pues fue
objeto de distribución de programas especiales, no existe ningún comentario
sobre su resultado en el “Correo del
Orinoco”. |
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Pero,
sí se observa en la denominación de los caballos el haberse seguido la
costumbre muy británica y que aún se conserva en nuestros días de mencionar a
los purasangres de carrera con los nombres de sus propietarios o de amigos,
pues Devereux
se llamaba, precisamente, el Jefe de
la Legión de Irlanda, que tan eficazmente contribuyó a la causa patriota. |
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Esa
costumbre aún se conserva en nuestros días, como en el caso de Alex B o de Armando F, de propietarios venezolanos, o de Arturo A, en Argentina. |
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El
General John Devereux
fue del grupo de irlandeses que ofreció sus servicios para nuestra
independencia, y el Libertador, al aceptar su colaboración, le decía, en
carta fechada en Angostura el 17 de septiembre de 1818: “Confiando
absolutamente en la sinceridad de su consejo, convencido de la gran ventaja
que significa para mi patria el poder contarlo a Vd. entre sus hijos
adoptivos, deseo testificarle, por todos los medios posibles, la gratitud de
Venezuela, mi particular consideración hacia Vd. y la alta estima con que
mira la América aquellos virtuosos y magnánimos extranjeros que prefieren la
libertad a la esclavitud, y, abandonando su propio país, vienen a América
trayendo ciencias, artes, industrias, talentos y virtudes” |
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Hasta
1823 continuó el General John Devereux
sirviendo a la República, ya independiente, y para octubre de ese año,
ostentando la Orden de Libertadores
y el alto rango de General de División,
conceptúa que ya su colaboración debe terminar, y en el Mensaje de Despedida,
que desde Cartagena dirige a sus compatriotas, concluye: “Yo me retiro a la tranquilidad de la vida
privada, porque considero que la República ya no tiene necesidad de mis
servicios; y porque, habiendo dejado de ser útil, no quiero ser gravoso;
porque la gloria, la grandeza y la prosperidad de Colombia, jamás dejarán de
ser queridas a mi corazón; y ni el tiempo, ni la distancia, disminuirán mis
deseos de promover su felicidad. Si la desgracia y el infortunio vuelven
alguna vez a perseguirla, ella me encontrará de nuevo entre las filas de sus
hijos, preparado a morir en su defensa”. |
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Los
últimos años de su vida los pasó Devereux en los
Estados Unidos de América, padeciendo de graves males y la pérdida casi total
de la vista. El Gobierno de Venezuela,
consecuente con quien consideraba uno de sus hijos más preclaros, le concedió
una pensión acorde con la elevada posición militar que había ocupado. Años
posteriores a su muerte, nuestro Gobierno también decretó los honores del Panteón Nacional para los restos del
patriota irlandés, considerado como Ilustre Prócer de la independencia. |
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Fuentes: extraído de la Revista Turf (julio 1963) |
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Anécdotas Hípicas
Venezolanas, viernes 29 de abril de 2016 |
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