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Anécdotas Hípicas
Venezolanas presenta | ||
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El Amor por un
Verdadero Campeón | ||
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Por Hugo Alfonso
Roca Martínez | ||
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Tengo un amigo que
vive en New York, ciudad donde él nació y donde
yo viví hace muchos años. Nos hicimos grandes amigos a través de Internet.
El conoció de mi profundo amor por un ejemplar de carreras llamado
Cañonero II, de mi fanatismo por los Yankees de New York, y Willie Mays, y Mickey Mantle, y Jackie Robinson, peloteros que vi jugar en persona gracias a mi querido y
recordado padre (QEPD). El seudónimo de mi amigo en internet es PedroZorro. | ||
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Pues bien, un día
ya un poco lejano, me contó una anécdota que quiero escribir, para que
quede archivada en la historia de mi vida. PedroZorro aún vive muy cerca del Hipódromo de
Belmont Park en el cual se corre la tercera joya de la triple corona
norteamericana: el Belmont Stakes.
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Me contaba que su
padre tenía una zapatería en la cual vendía zapatos de reconocidas marcas
entre ellos Florsheim. Como era un niño,
se levantaba muy temprano antes de ir a la escuela, y se acercaba
hasta el hipódromo para ver los traqueos de un ejemplar que en muy poco
tiempo haría historia: Affirmed. | ||
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Llamó la atención
del entrenador del ejemplar, el cubano Lazaro Barrera (QEPD), quien se hizo muy
amigo del niño Pedro. |
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Pedro, por razones
que no me supo explicar, parece que tomó de la zapatería de su padre, un
par de zapatos Florsheim y en una mañana de
traqueos, fue y a escondidas de su padre, se los regaló a su gran amigo
Don Lázaro Barrera. | ||
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Resultó que en una
de las mañanas siguientes, cayó un fuerte aguacero sobre el hipódromo y lo
convirtió en un lodazal. Aun así Pedrito, no dejaba de ir ningún día a las
mañanas de traqueos. | ||
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Cual no seria su
sorpresa cuando vio a Lázaro Barrera caminando al "pequeño" campeón
Affirmed, sobre un lodazal y utilizando
los zapatos Florsheim que con tanto
cariño él le había regalado a Don Lázaro. Por supuesto los zapatos Florsheim apenas se distinguían del barro que
tenían encima. | ||
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Pedrito, extrañado
y confundido, le preguntó a su amigo casi llorando, que por qué hacia eso,
si él le hubiera podido regalar unos zapatos de inferior calidad. Don
Lázaro, enternecido por el sufrimiento del niño al ver su regalo "tan especial", lleno de barro y lodo,
se le acercó, lo abrazó y le dijo: | ||
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Hijo, es que el
Mejor Caballo del Mundo se merece que lo paseen con los mejores zapatos
del Mundo ¡Affirmed no se merece
menos! | ||
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Pedrito comenzó a
entender desde ese día, que el amor por un Verdadero Campeón no tiene
precio. | ||
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Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 24 de febrero de 2011 | ||
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