Anécdotas
Hípicas Venezolanas presenta | |
La
tradición del American Derby | |
Editado
por Juan Macedo | |
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Esta carrera
nada tiene que ver con el Kentucky
Derby. Mucho antes de que las tres carreras de la triple
corona alcanzaran el
ámbito de la actualidad, la carrera más importante de
los Estados Unidos era
el American Derby. Instituida en 1884, se corrió
en el antiguo Washington Park, magnífica pista de Chicago bajo la presidencia del general Phil Sheridan, héroe de la guerra
civil. El primer ganador
fue Modesty. El premio de US$10.700, que hoy es una suma insignificante, para aquella época era más de lo que suman hoy el Kentucky Derby, Preakness Stakes
y Belmont Stakes. |
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El
American Derby
de
1893 resultó ser la
carrera mejor rentada de
su tiempo cuando, por
coincidir con la
Exposición Mundial
Colombina que se celebró en Washington Park, se la dotó
de un premio de
US$60.000. | |
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Por
ese premio
todas las grandes cuadras se volcaron sobre Chicago. Hasta un potro inglés fue enviado en tal
ocasión, en un barco,
procedimiento rarísimo
en ésa época, con los
naturales y nulos
resultados que eran de esperarse. | |
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Entre los
grandes caballos que
acudieron al American Derby de
ese año 1893 estaba Dominó, a
la sazón con 2 años de
edad. Desde luego no fue
admitido debido a su corta edad. Se le permitió competir en el Hyde Park Stakes en la misma reunión. También estaban St. Leonards y Choristes.
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Los invasores
iban a vérselas con los campeones locales Lookout y Boundless. Estos dos
caballos habían entrado primero y tercero en el Kentucky Derby de ese año. Boundless
además había ganado el Arkansas
Derby. | |
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La carrera fue
fijada para las 3 y 30 de
la tarde. Pero hubo dificultades de última hora, se presentó un
pleito por compromisos de jinetes. A las 3 y 40 minutos se ordenó el cambio
de jinetes y se filó la
partida para las 4 y 17
minutos. | |
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Pero comenzaron
las arrancadas nerviosas de los caballos. Hubo hasta 25 escapadas desde el
poste en las cuales St. Leonard punteó en 15 de ellas. Esas arrancadas
sin orden del juez eran
de cien y hasta
doscientos metros. Por supuesto, antes de darse la partida oficial, los
caballos habían corrido
hasta seis millas. | |
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Cuando la
partida se dio, eran ya
las 5 y 50 minutos de la
tarde, es decir, había un
retardo de dos horas con veinte minutos. Los caballos casi se
habían agotado, no
obstante lo cual
St. Leonards, tomó la delantera y la mantuvo a pesar de su
voluminoso tamaño y los desgastes sufridos en las
arrancadas. Tras
de St. Leonards iban Don Alonzo, lngomar, Chorister, Clifford, Lookout, Oporto, Aldebarán, St. Croix, Ramapo, Boundless, Plutus, Tyro y Strathrose. | |
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Pero en fa
recta final ocurrió el cambio
único que registraron las posiciones de la carrera. Boundless comenzó a descontar terreno y pasó
fácilmente a la delantera, ganando por seis cuerpos. St. Leonards quedó segundo,
seguido por Clifford y Aldebarán.
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Para esa década
del 1890, el Kentucky Derby carecía de importancia.
Kentucky surgía entonces como novel centro de cría de
caballos de carrera. De
suerte que el triunfo de
Boundless, nativo de la región, fue motivo de orgullo y de celebración. Ganar el American Derby era como ganar hoy el Kentucky Derby.
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Kentucky
comenzó a defender el mérito del triunfo de Boundless.
Los críticos atribuyeron el fracaso de St. Leonards y el triunfo de Boundless al hecho de las
numerosas y agotadoras
arrancadas que
consumieron casi tres horas. | |
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Kentucky
sostenía que las arrancadas y la espera de tres horas valían para todos y que si
perjudicó a St. Leonards también perjudicaba a Boundless.
Boundless, según los kentuckyanos, ganó en buena ley, corriendo tanto como los otros y resultando el mejor.
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El
resultado no
habría cambiado de haberse dado una partida normal. Fue una cuestión que
valió para todos y Boundless ganó
porque fue el mejor.
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Garrison el jockey
recibió el reconocimiento general, ya que a su pericia se atribuyó la
mejor parte del éxito. | |
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El
American
Derby de 1893 fue el
premio más alto que se disputara en ese tiempo en los Estados Unidos. El premio total era de US$60.000 de los cuales US$50.000
fueron para el ganador. Fue
la atracción máxima de la Feria Mundial de 1893 y la auspició el Washington Park
Club. | |
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Fuentes: extraído de la
Revista Turf | |
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas, viernes 29 de
abril de 2016 | |
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