Anécdotas
Hípicas Venezolanas presenta | ||
Rafael
Mejías | ||
Por
Juan Macedo | ||
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Rafael
“Llanerito” Mejías, nació en Zaraza, estado
Guárico, el 2 de marzo de 1928. Decidió venirse a la capital cuando a
cumplió los 16 años. Estuvo un tiempo como ayudante de oficina en un
transporte de mercancías hasta que le picó el gusanito de la
hípica. |
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Ingresó
al Hipódromo Nacional El
Paraíso muy joven en el año 1946 por el mes de marzo. Inspirado en una
joven mujer (como muchacho al fin,
travieso, inquieto), a quien algunas veces todavía admiraba al
coincidir en actos sociales ligado a la hípica. Para ese entonces esa
muchacha tenía compromiso con un jinete. “Si tengo buen peso, tamaño adecuado y
soy llanero con buenos bríos ¿Por qué no puedo ser jinete?” Eso le
inspiró para que se inscribiera en la Escuela de Jinetes que dirigía Don Amador Varela para competir con
el novio de esa muchacha que tanto le gustaba. | ||
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Para
ese entonces estaban en la escuela Pedro Nolasco, los hermanos Ferrer (Ignacio Jesús y Ricardo), “Parapeto” José Antonio Sayago (muerto en accidente de pista cuando
trabajaba al caballo Mikado), Teófilo Tosta,
Enrique Humberto Bouley, entre otros. Poco
después entró Gustavo Ávila. A la postre no tuvo suerte en esa profesión,
nunca pudo correr fundamentalmente por problemas con el peso. Se quedó en
el aprendizaje con la matricula número 043. Pero se fue quedando en el
hipódromo. Siguió como Traqueador hasta 1951,
actividad que realizaba en paralelo con la de Caballericero. | ||
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Cuido
una yegua llamada Mi Negra, la
quiso mucho. En varias ocasiones cuando tenía compromiso de carrera se
quedaba durmiendo en su box. Con Escuálida le ganó a Integro, el famoso “Ferrocarril”, partiendo por el
puesto uno. También cuidó a Muchacha, que le dio muchas
satisfacciones. Aguacero, Furtiva, Exhalación, Charm y el clásico Reintegro fueron otros buenos
caballos que pasaron por sus manos. | ||
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En
ese ínterin ingresó a la Escuela
de Preparadores. Perteneció al primer curso. Para aquel entonces era
Director el Dr. David Itriago. De esa promoción salieron buenos
entrenadores como Ademar Piñango Meléndez, Manuel Vallés y Néstor Alí
Angulo. No pudo seguir como aspirante a preparador por carecer de recursos
para mantenerme. El horario de trabajo era de 6 de la mañana hasta las 12
del día y en ese momento era padre de 3 hijos, le resultaba imposible
cumplir el horario de clases y atender las obligaciones económicas de su
hogar. Por lo que se vio obligado a retirarse y definitivamente ingresó
como caballericero profesional. | ||
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Trabajó
en la cuadra de Juan Franco
“Vejuco”, Leopoldo Márquez Gutiérrez y Alejo Lancien. Era excelente trabajador. Tenía la
particularidad de pasear el caballo montado. En esos días ganó varios
concursos de canto que se realizaban en el Teatro Capitol. Cada primer lugar le representaba Bs. 40 que
exhibía orgulloso luego en la caballeriza. Pocos conocían esa cualidad del
“Llanerito” y su afición por el
canto. | ||
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En
esa época no existía ninguna organización que los protegiera, únicamente
una ligera presión que “Llanerito” encabezaba. Eso fue a
partir de 1952 que bajo presión de “no carrera”, boletines anónimos y
paredes pintadas llegar a un acuerdo con el hipódromo para hacer unas
carreras a beneficio del Caballericero. No tenían uniformes, zapatos,
vacaciones, aguinaldo nada, estaban caóticos. Al ceder el Hipódromo
significó la creación de las famosas carreras de “Gentlemen Riders”. Los jinetes eran entre otros Renny Ottolina, Eduardo
Azpúrua Sosa, Juan Gimón Lander, Jesús Núñez Mier y Terán, Claudio Tarbes y “El
Pibe” Pereira, entre otros. En ese momento nacía en Rafael Mejías ese dirigente
respetado y querido por todos en la hípica. | ||
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A
raíz de una tormentosa asamblea a finales del año 1957, antes de caer la
dictadura, donde salieron varios presos incluyendo a Rafael, el Sindicato de Caballericeros se
fundó en 1958 y el primer contrato colectivo fue el 1 de julio de ese año.
El 19 de marzo de 1959 Rafael
Mejías recibió el Sindicato en calidad de Secretario de Organización.
Presentó una plancha a media hora antes de cerrarse el período de
inscripciones y obtuvo el segundo lugar perdiendo por 17 votos. La plancha
ganadora, la de Juan Bautista
Delgado, llevó más de 15 días haciendo
propaganda. |
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Ha
tenido en la hípica grandes satisfacciones, también sus amarguras como
todo ser humano. Pero ha recogido la cosecha. De todos modos, ha recibido
respeto. Tuvo una buena amistad con la gente de la hípica a todos los
niveles. Fue pieza fundamental en la lucha sindical dentro del Hipódromo La Rinconada, donde se
ha ganado el respeto de todos por sus claras posiciones en beneficio de la
clase obrera. | ||
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Como
Secretario General del Sindicato
de Caballericeros y Obreros del Instituto Nacional de Hipódromos ha
sabido conquistar una sólida posición de prestigio y honradez que se le
reconoce en todos los ámbitos. Trabajó en pro de que el movimiento
sindical, donde estuvo integrado, luchara por instaurar la escala móvil de
salario para que los trabajadores cuenten con una herramienta efectiva en
el campo social. La creación de la escuela de caballericeros y cursos de
especialización además del seguro colectivo de vida, ayuda de vivienda y
plan de jubilación. Otro logro importante del Sindicato es el ascenso de
Capataz a entrenador, de los cuales han salido favorecidos José Armando
Contreras, Simón Cornelio Antoni, Carmelo Donzella, Pedro Materán y
Rafael “Talúa” Rodríguez, entre
otros. | ||
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Rafael
Mejías
se mantuvo siempre dentro de su lucha sindical. Ha sido fiel a su clase.
Hombre con mucha facilidad de palabra. Honores a este auténtico
representante de la clase hípica trabajadora. | ||
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Fuentes:
Revista
Jockey Club, Revista Gaceta Hípica, Sr. Mario
Cardozo. | ||
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Anécdotas Hípicas
Venezolanas,
miércoles
30 de septiembre de 2020 | ||
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