Anécdotas Hípicas
Venezolanas presenta | |
Nathán
Catalán | |
Por
Jaime Casas A. | |
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Nathán
Catalán Franco fue muchas
cosas en este mundo. Sus más de siete décadas de existencia las aprovechó al máximo en esta vida, hasta su último
suspiro. | |
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Fue hípico, fue empresario. Fue gremialista y
orador. Fue luchador y forjador. Fue político y diplomático. Fue rico y
pobre. Altivo y humilde a |
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Esto que escribimos no lo hacemos, aunque justo
sería, para rendir homenaje al hombre de hipismo que participó en el medio
desde la época de El Paraíso y
dedicó buena parte de su vida a esta actividad, en todas las facetas
imaginables. Es un relato personal, una deuda desde muy adentro en nuestro
ser para con una persona especial en nuestra vida. Dolió en el alma no
haber estado allí en ese momento final. No habían sido, los últimos meses,
los más cercanos. Su muerte acaeció el día domingo 24 de julio de 2005.
Apenas el lunes 25 nos enteramos, en plena jornada de cierre de la
revista, con el ajetreo a millón. Ni siquiera pudimos despedirnos, y con
el alma herida nos tocó concluir nuestra labor. En silencio lloramos la
partida de un amigo inolvidable, a quien tuvimos la dicha de conocer
prácticamente desde que entramos al hipismo, y al que pudimos llamar
verdaderamente amigo durante los últimos 10 o 12 años. Cada día para Nathán era toda una experiencia nueva, un reto
distinto. Una buena lectura, una comida, o un aprendizaje. Su inquieta
mente siempre estaba trabajando, inventando cualquier proyecto –en
cualquier área- o planificando simplemente un momento
agradable. | |
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Era alguien que no pasaba por debajo de
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Nathán hizo de todo en el medio hípico. Desde
caballerizo hasta flamante criador y propietario en diferentes partes del
mundo. En ¡Hipódromo! escribió algunas cosas, muchas veces honrando a
aquellas personas que, como él hoy, abandonaron este mundo. Jamás se alejó
del medio, aún cuando la fortuna económica llegó a no estar de su lado; o
aún después de padecer y llorar casi como a un hijo la muerte de su Nataniel, su gran héroe equino,
ganador de tres para sus colores en Nueva York y luego un semental
productor clásico en Venezuela. Siempre estuvo presente en los grandes
momentos de la hípica, y de cualquier tema se podía conversar con él. La
pasión fue el motor de su vida. Le vimos llorar por igual de tristeza y de
alegría, pero siempre con la mirada puesta en el futuro, con la cabeza en
alto y el alma dispuesta. | |
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Su familia fue su tesoro. Las carreras de
caballos su primera pasión, entre tantas facetas que vivió. Imposible
reconocer con justicia su legado, pero al menos quisimos dejar un pequeño
testimonio para un gran hombre, al que quisimos y admiramos con
sinceridad. | |
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Au
Revoir, Nathán. Te
digo adiós con el consuelo de saber que fuiste un hombre feliz, y que
viviste, de principio a fin, con intensidad. | |
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
jueves 13 de abril de 2006 | |
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