Anécdotas Hípicas
Venezolanas presenta | |
Miguel
Morales | |
Por
Jaime Casas A. | |
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Dentro de una gran
familia, una
industria enorme, como la hípica, hay grandes profesionales, esforzados
trabajadores, que hacen posible la actividad semana a semana, desde
diferentes espacios. Unos, muestran su cara visible a la afición (jinetes, entrenadores, quizás
propietarios). Otros, aportan desde una posición de anonimato, pero
ese aporte es fundamental para que el espectáculo crezca y se consolide.
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Miguel Orlando
Morales, “Nano”, un
gran amigo, un hermano, fue uno de esos personajes. Dentro del medio todos
lo conocieron, lo respetaron, y estimaron. En sus casi 40 años de trabajo
en la industria, en diferentes facetas, solo cultivó afectos en la familia
hípica. Su nombre no aparecía en los medios, pero su trabajo era conocido
por criadores, propietarios y entrenadores. | |
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Asesoró a diferentes establecimientos de
cría, el último fue el Haras Erre
Ene donde se le adjudica los éxitos del mismo por sus conocimientos;
contribuyó con numerosas
publicaciones; y en el Stud Book de
Venezuela, el de aquellos tiempos de oro, fue una figura destacada,
por su correcta forma de actuar y eficiente atención a quien lo
requiriera. | |
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“Nano” se nos fue este
sábado pasado 23 de octubre 2010. En el día de ayer, familiares y amigos
esparcieron sus cenizas en la pista del Hipódromo La Rinconada. Al
hipismo entregó su vida con su trabajo diario, convirtiéndose en uno de
esos héroes anónimos. | |
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Descansa, “Nano”. Fuiste un gran amigo
y tu recuerdo quedará entre todos quienes te
conocimos. | |
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
jueves 28 de octubre de 2010 | |
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