Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Luis Monasterios

Por Juan Macedo

 

Hablar de Don Luis Monasterios, el "Samán de Güere" del hipismo venezolano es como vivir una latente cronología de nuestro hipismo, es vivir retrospectivamente un mundo reciente en que la vertiginosidad de un medio lo han hecho algo distante. Nació el 29 de marzo de 1907 en La Victoria, estado Aragua. Hijo de Rafael y Juana Vicenta.

 

 

Su actividad hípica se inicia como jockey en el año 1921, entonces tenía 14 años y estudiaba en la Escuela de Artes y Oficios, junto con Víctor Lara Díaz, y el profesor Álvarez de Lugo orientaba a la juventud en las acciones deportivas. Don Luis asistía al hipódromo a espaldas de sus padres, el deseo de éstos se concretaba a orientarlo hacia una educación artesanal que se lograba entonces en la mencionada escuela.

 

En el día de su debut como jinete, cuando iba a montar a Scout, sintió un tremendo sombrillazo en sus espaldas, propinado por su madre, que enterada de sus propósitos se fue para el Hipódromo a impedirlo. Ese fue el bautizo maternal a la profesión que absorbió toda su vida. Figuró cuarto en su debut. Los primeros ejemplares que montó fueron de la propiedad del Sindicato Brown de Don Nicolás de las Casas como el mencionado Scout, Campana, Brown Prince y Baby Smile, pero su primera carrera la ganó con Rayito de Sol, un caballo del General Félix Galavís.

 

La temporada de carreras solo duraba tres meses y al concluir los jockeys se trasladaban a las Antillas y Centroamérica (Trinidad, Panamá, Puerto Rico, etc.) y en ese ambiente Don Luis fue uno de los fustas más cotizados. Con Copetón ganó la Copa Cruz Roja en el Hipódromo Quintana, Puerto Rico, y también cuando ese ejemplar debutó ganando en Venezuela, eso fue durante la temporada 1926-27. Actuó como jinete hasta 1935, aunque en 1939 corrió en dos oportunidades.

 

 

Don Luis comenzó su larga jornada de preparador en 1935 con la caballada del Coronel Murillo, que antes perteneciera a José Rosario Gómez. Durante años estuvo entre los mejores preparadores, su cuadra marcaba un promedio de 4 triunfos semanales. En su trayectoria ha enseñado a muchos sin mezquindades ni reservas, tratando de dar al prójimo el cúmulo de sus conocimientos. Desde entonces unas 500 carreras como Preparador de Purasangres.

 

Entres las grandes satisfacciones de Luis Monasterios se cuenta la de haber sido el preparador del mejor caballo que ha pisado Venezuela, según los cronistas de la época, el irlandés Grano de Oro, corría todas las distancias e impuso records inimaginables. Otra satisfacción fue haber logrado iniciar en sus profesiones a los jinetes Rómulo F. Méndez y Félix García, además de los preparadores Braulio Carmona y Marcial Iriza, entre otros.

 

Y nos vamos de anécdotas: Don Fernando Talavera le "correspondió la suerte" de cuidar a purasangre llamado Tenga Confianza, pero la verdad era que los remos del noble purasangre estaban en deplorables condiciones, Don Fernando agotó sus conocimiento -que no eran pocos- y así, resolvió dejarlo por cuenta de la Asociación. Cuando surgió "El Remendador", que un cronista había rebautizado a Luis Monasterios, que convenció al Sr. Pedro Castillo para que lo comprara, la operación se hizo por Bs. 1.500 de contado y volvió a presentarse aquello de que en el turf nadie sabe nada. Tenga Confianza en manos de Monasterios hizo una gran campaña y no solo monetaria, sino también deportiva, pues ganó muchas carreras en grandes tiempos y así, en una de ellas cargando 55 kilos, recorrió los 1200 metros en 76" que en aquella pista era una auténtica hazaña.

 

 

 

Fue director de la Escuela de Jinetes del Hipódromo La Rinconada durante 1954 y 1955, de donde salieron notables figuras de la conducción de purasangres de carreras en el país, fruto de su loable trabajo. Además ha formado parte del jurado examinador de aspirante a preparador. Fue gremialista, ya que fungió como directivo del Fondo de Previsión de los Profesionales Hípicos. La vida de Don Luis tuvo matices singulares, fue un deportista notable ya que se desempeñó como boxeador y llegó a Campeón Mosca, e inició a Chávez y Rodil que brillaron en los cuadrilateros. También gustaba de tantear suerte entre los grandes beisbolistas de la época (finales de los años 20).

 

 

Como propietario, tuvo a los ganadores Rafucho y Naranjita. Trabajó como mecánico, ebanista y otros oficios, pero siempre tuvo el sueño de dedicarse a la cría, algo que nunca logró.

 

 

 

Falleció el domingo 19 de marzo de 1995 a causa de una penosa enfermedad. Don Luis Monasterios fue un hípico en toda la extensión de la palabra y todos en el medio lo apreciaban mucho por su forma de ser y por lo que significaba.

 

Fuentes: Revista Turf, Revista Gaceta Hípica, Libro "Enciclopedia del hipismo Puertorriqueño".

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 14 de junio de 2007

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