Anécdotas
Hípicas Venezolanas
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José Luis Rodríguez Silva | |
Por David García | |
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“Hay que respetar la arepa de los demas”. La frase con la cual abro este trabajo,
fue más que una expresión, una enseñanza que dejó José Luis Rodríguez Silva, que
nació el 21 de enero de 1929. La misma está recogida textualmente en el
libro “Mi Vida en el medio, la
emoción de comunicar” autoría de su hijo, el periodista Eduardo Rodríguez Giolitti. En el escrito, señala que como padre de
tres varones, José Luis les decía a ellos que debían tener respeto por el
trabajo de los demás, en cualquier ámbito de la
vida. |
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Y es que esta
frase, debe ser hecha campaña institucional, así como la que siempre ha
identificado a nuestro querido y recordado Herman “Chiquitín” Ettedgui: “Gracias por no fumar”. En un medio
tan competitivo como es el hipismo, en la actualidad algunos no le
respetan la arepa a los demás. Y eso era algo que sí sabía hacer José
Luis, a pesar de todas las vicisitudes que encontró en el mundo de los
caballos. | |
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Conocí
escuchando a José Luis a través de la radio en la década de los ‘90,
cuando era comentarista de Jesús
Rafael Sulbarán en los programas de “Favoritos de Receptor Hípico” por
Radio Nacional 630 AM. Los martes y jueves en la tarde y los domingos en
la mañana se dejaban oír sus pronósticos. Sin embargo, mi encuentro con su
persona fue en el Palco de Transmisiones y posteriormente, como un hábito,
los días de elaboración de la revista hípica El Hachazo. Era algo religioso
verlo sentado en el lugar de siempre, esperando la
revista. | |
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¡Hola David, cómo te va! Era el
saludo todos los días de cierre. Sabía de mi trabajo en los medios
impresos y en la etapa que estuve como narrador en Valencia. Conocía al
pelo cómo narraba, me hacía observaciones pero a la vez tenía esa palabra
de estímulo para seguir adelante, cosa que pocas personas dan en el
hipismo. | |
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José Luis no
solo fue agente de jinetes, sino además corrector de la revista Gaceta Hípica no se le fuera una
coma o un punto malo. Vivió a plenitud todas las etapas que sufrió dicha
revista: Su elaboración en Los Ruices, la compra
al Bloque Dearmas, el traslado a La Candelaria y
después a la rotativa en Guarenas. Supo lo que era trabajar arduamente
junto a Sábato D’Angelo y en
las reuniones con Armando De
Armas. De este último, se refería a él como un hombre muy preocupado
por su empresa y por la Gaceta especialmente. | |
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A pesar de que
en su vida personal hubo dos episodios que quizás lo marcaron como lo fue:
un divorcio con tres hijos pequeños y en los años 80 la muerte de uno de
ellos (igualmente de nombre José
Luis) en un accidente de tránsito. Él siguió adelante, guapeando, como
él mismo decía. | |
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Los últimos
años, José Luis no era el mismo que se movía como peso pluma por las
Tribunas y caballerizas para conseguirle montas a sus representados, pero
era un libro abierto sobre la hípica y se le podía preguntar de cualquier
tema: handicap, narración, comentarios,
traqueos, selección de favoritos, entre otros. | |
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Hace dos
martes, no vino a la sede de El
Hachazo a buscar su revista de cortesía. Su ausencia me pareció rara.
El martes anterior, tampoco estaba presente. El miércoles 17 de agosto de
2016 en horas de la tarde nos enteramos que se había ido físicamente, a
ese plano todavía desconocido por nosotros. Como exclamó Confucio: “Sí todavía no conocemos la vida, ¿cómo
vamos a conocer la muerte?”. | |
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Buen viaje José
Luis. Ya estás en el reencuentro con tu hijo “Chili” y con tus representados en
el hipódromo: “El Negro” Juan Eduardo Cruz y Douglas
Valiente. | |
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Fuentes:
extraído
de la Revista Purohipismo | |
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
jueves 27 de octubre de 2016 | |
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