Anécdotas
Hípicas Venezolanas presenta | |
Ignacio
Pérez Velásquez | |
Por
Juan Macedo | |
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Ignacio
Pérez Velásquez
nació en la ciudad de Caracas el 31 de julio de 1906. Desde niño se
interesó por la fiesta hípica. Se inició como propietario en el año 1921
cuando en unión de su primo Luis
Enrique Pérez Alfonzo fundaron el Sindicato Nacional. Con el tiempo
compraron a Verdun, donde los Sres. Nicolás de las Casas y Miguel Otero Silva eran socios
principales. El ejemplar, pese a haber venido precedido de enorme fama, no
pudo conseguir triunfar. Pero ello no fue objeto para que se desanimara,
sino que, por lo contrario, fundó posteriormente el Stud Los Criollos en el año 1932
junto al Dr. Juan Pablo Pérez
Alfonzo y Don Gustavo
Sanabria, donde el principal ejemplar lo fue nada menos que Grillón
que finalizó segundo en el Clásico
Presidente de la República disputado en la temporada 1932-33 detrás de
Carache. Grillón actuó con bastante éxito, pero hubo de ser
retirado de la pista cuando sufrió seria dolencia en el
tendón. |
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Al
mismo Stud perteneció Chilenito, un buen corredor.
Estos purasangres eran entrenados por el Sr. Albert H. Cipriani. En cierta oportunidad el entrenador
boricua Marcos Andino compró
en su país al crack Chesterfield, el cual había
rendido excelente campaña en las pistas de San Juan de Puerto Rico; pues
bien, el caballo no logró destacarse en nada en Caracas, ya que siempre se
rezagaba en el momento de la partida. Cansado el propietario de tales
fracasos, optó por vendérselo a Don Ignacio por la suma de Bs. 4.000. “Chingo” Juan fue el encargado de
cuidarlo; lo adiestró lo conveniente y a la semana siguiente fue inscrito
en 1400 metros, pues el purasangre en el mismo momento de la largada se
colocó al frente realizando reverendo galopón
abonando por concepto de ganador más de Bs. 500. Ante tal actuación Marcos Andino hizo gestiones a
fin de que se lo devolviera, lo que consiguió, pero con la lamentable
consecuencia de que el ejemplar no pudo ganar
más. | |
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El
mejor día experimentado en el deporte de los reyes por el Sr. Ignacio Pérez Velásquez fue
cuando la yegua criolla Malagueña, conducida por Luis Bolívar, logró adjudicarse
el Clásico Ministerio de
Agricultura y Cría de 1954 en forma realmente sensacional sobre
animales clasificados entre ellos el gran favorito Cedrón. Otros buenos
corredores que corrieron para sus colores fueron Miss Prompt (record
horse), Promesa, Yajaira, Castora, Giralda, entre
otros. | |
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Sin
tener un haras propio, Don Ignacio (utilizando los servicios de los Haras
Cocotío y Macapo) ha producido como criador
un reducido número de ejemplares que en todos los aspectos (actuaciones, sumas ganadas, etc.)
mantuvo el más alto promedio en nuestro medio. Ejemplares de la talla de
Prófugo, Crillón, Protón, Doble Cinco, Pródigo,
entre otros. Ignacio Pérez
Velásquez tomó muy en serio esa difícil tarea y consideraba que la
cría necesitaba, antes que los créditos, el asesoramiento y ayuda
permanente de técnicos enteramente a la disposición de los
criadores. | |
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Nunca
desempeñó cargos directivos ni de funcionario en las actividades hípicas.
Prefirió mantenerse como aficionado, propietario y criador. Perteneció a
la Asociación Hípica de Propietarios desde 1948, a la Asociación de
Criadores desde 1958 y fue Fundador del Jockey Club de Venezuela y de la
Cámara Venezolana de Propietarios (CAVEPRO). | |
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Hablando
de épocas y profesionales, consideró que de 1920 a 1928 Ángel Cordero fue extraordinario
y desde 1940 hasta 1959 Raúl
Bustamante no tuvo competidores por su magnífico control de las
fuerzas de cada ejemplar; de los venezolanos Pedro Emilio Yumar sin lugar a dudas. Nombres gloriosos como Albert H. Cipriani, Herman Stelling, Fernando Talavera y Celestino Martínez los consideró
entre los más destacados como entrenadores. | |
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Don
Ignacio Pérez Velásquez
siempre consideró que la importación de ejemplares para correr era
necesaria y que podía limitarse durante los meses que no se dedicaban a
las subastas de productos nacionales. También consideraba necesario buscar
la manera de renovar las nóminas de jinetes y preparadores en una forma
bien dirigida, incluso estudiar la idea de un intercambio de profesionales
con otros países, siempre que se trate de personas honestas y capacitadas.
En agosto de 1976 se disputó un trofeo a su nombre, un merecido homenaje
para un gran hípico, premiando así una tesonera labor en pro del hipismo
venezolano. | |
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Fuentes:
Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Revista Gaceta
Hípica. | |
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
martes
30 de abril de 2024 | |
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