Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Francisco Urbina Romero

Por Juan Macedo

 

El Dr. Francisco Urbina Romero fue sin lugar a dudas uno de los elementos más conocidos dentro del ambiente hípico en su época, al reconocerle los méritos a que se hizo acreedor como aficionado, veterinario, empleado y funcionario público que, a través del tiempo, ha trabajado con tesón y eficiencia, dedicando su profesión con el mayor entusiasmo al progreso de las actividades hípicas de nuestro país.

 

El Dr. Francisco Urbina Romero nació en la ciudad de Coro, estado Falcón, el 27 de abril de 1914. Comenzó su vida hípica cuando inició estudios de medicina veterinaria en la Universidad Central de Venezuela a finales del año 1938. El 22 de febrero de 1939, visto su interés y progreso, fue becado por el Ministerio de Agricultura y Cría y continuó sus estudios en la Universidad Nacional de La Plata, provincia de Buenos Aires, República Argentina, graduándose en el año de 1943.

 

Poco tiempo después retornó a Caracas e ingresó al Hipódromo Nacional de El Paraíso el 18 de julio de 1944 como Veterinario Adjunto donde logró iniciarse con singular acierto. También desempeño el cargo de Veterinario Oficial del Hipódromo Nacional y fue él mismo quien organizó los Servicios de Inspección Veterinaria (hoy por hoy este servicio -un poco más modernizado- ha prestado ayuda para quienes lleva el control de sus ejemplares).

 

 

Fue veterinario particular y al efecto tuvo bajo su cuido muchas caballerizas. En 1956, a raíz de la epizootia que brotó azotando la caballada de El Paraíso, el 16 de septiembre creó el Servicio de la Unidad Veterinaria y a los 3 meses, el 1 de diciembre, fue designado jefe de esa dependencia, cargo que desempeñó con lujo de ciertos hasta diciembre de 1963, cuando fue inaugurado el Hospital Veterinario de La Rinconada, pasando a ocupar el cargo de Director. Ocupó el cargo de Veterinario del Haras La Rinconada; así tenemos que el mejor ejemplar que ha atendido fue a la yegua Red Peak.

 

Al efecto, tenemos que decir que fue profesor de las Cátedras de Anatomía Descriptiva del Caballo y Anatomía Comparada de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Central de Venezuela. “Pancho”, como popularmente se le llamó, ocupó asimismo el Decanato de dicha facultad por el año de 1951 y a la postre realizó estupenda labor debido a su intensa preocupación por formar a los futuros profesionales con los conocimientos debidos.

 

Por el año 1948 trajo un lote de ejemplares procedentes del Sur, entre ellos cuentan excelentes corredores como Cotejo, Dillinger, Coraje, Flicka, Sabaneta, etc. Haciendo méritos debemos de decir que este ha sido uno de los lotes de ejemplares que más ha rendido en nuestra pista por la consabida razón de que los mismos fueron caballos rematados por las cantidades que oscilan entre los once y doce mil bolívares cada uno, a la postre fueron excelentes en la pista. En 1951 ocupó el cargo de Vocal Principal de la Junta Directiva del Hipódromo Nacional El Paraíso en la junta que presidió el Dr. Julio De Armas

 

También desempeño el de Secretario de la Asociación Hípica de Propietarios y fue Veterinario del Fondo de dicha entidad, o sea del seguro que tienen los dueños de ejemplares de la citada organización. Además, fue el Veterinario Oficial de todas las compañías de seguro.

 

El 29 de julio de 1964, por disposición del Ciudadano Presidente de la República, fue designado Presidente del Instituto Nacional de Hipódromos, funciones que desempeñó en forma digna de los mayores elogios. Entre las cosas positivas realizadas estuvo la recuperación administrativa del Instituto, reflejada en la bonanza de su estado financiero: La construcción de obras como tres nuevas caballerizas, ampliación del Hospital Veterinario, la piscina equina, la planta de tratamiento de agua, la tribuna de los 1200 metros, pavimentación de amplias áreas de estacionamientos y vías de acceso, colocación de pista de tartán en los paddocks cubierto y descubierto, el Polideportivo La Rinconada y el Puesto de Monta La Rinconada.

 

El 23 de octubre de 1965 inauguró el alumbrado que hizo posible el espectáculo de las carreras nocturnas en La Rinconada, con un programa de 12 carreras comenzando a las seis y media de la tarde, la primera prueba fue para Devon's Gold con Balsamino Moreira y presentada por Ladislao Petrash. Además de la creación de la Escuela de Jardinería y el fomento del Centro Forestal La Rinconada.

 

No solo el Dr. Francisco Urbina dedicó su esfuerzo para el Hipódromo La Rinconada. Nos cuenta el Dr. Gustavo Lepage que puede recordar que los visitó en dos oportunidades: "Por vez primera recién encargado de su Presidencia en 1964. En un primer día conoció las instalaciones y recibió información de todo cuanto acontecía por parte de los gremios y administración de Edmundo Rincón, luego, el día de su regreso, resolvió pagar -por parte del INH- lo que se debía al fisco por lo acumulado del impuesto sobre la renta, significativa cantidad que era reclamada insistentemente y no se podía cubrir por lo limitado del presupuesto. En ese entonces el Hipódromo de La Limpia se manejaba con presupuesto autónomo y solo recibía del INH -a cuya entidad fue adscrito en 1962 – un aporte semanal para estímulo de premios, situación que se mantuvo hasta después de 1970. Por otra parte, el INH había acordado el envío de ejemplares retirados para ser subastados por la administración de La Limpia, cuyo provento ingresaba al presupuesto; se asistía en los exámenes toxicológicos de las carreras clásicas; y, se permitía la participación en La Rinconada de entrenadores y jinetes con satisfactoria campaña en Maracaibo. Estos programas de asistencia fueron ratificados y mejorados en la visita. Urbina se llevó una buena impresión del hipismo, de la dedicación de sus personalidades y el desempeño de la administración, decidiendo el nombramiento de una nueva Junta Directiva -ad honorem- bajo la Presidencia y representación del INH por parte de Edmundo Rincón. En una segunda visita no anunciada, me solicitó cuando ejercía como Presidente de la Junta Promotora para el Nuevo Hipódromo, debido a su interés en conocer las ofertas de tierras para dicha obra. Al efecto y disponiendo de la avioneta de su amigo y piloto Eduardo Larrazábal, nos embarcamos en un recorrido por las áreas de ambas costas del Lago de Maracaibo. Al finalizar la visita me expresó comentarios favorables en relación a disponerse de varias y buenas alternativas de localización. Luego regresó a Caracas en la misma aeronave. Años después nos encontramos en una de las calles de Caracas y conversamos brevemente sobre La Limpia y el nuevo hipódromo, como tema que había siempre sido de su atención". De igual manera, el Dr. Urbina estuvo presente en la inauguración del Hipódromo de Paraguaná, en Sabino, en el mes de enero de 1965, junto al Monseñor Iturriza y otras personalidades cortó la cinta tricolor que dejaba inaugurado el cuarto hipismo de Venezuela.

 

 

Pero no podemos dejar por alto que el Dr. Urbina fue un gran aficionado y animador de la fiesta, un propietario  exitoso de ejemplares de carreras, así con los colores de los Studs Alto Claro y Car-Glo nos encontramos que fue copropietario de los excelentes corredores Anónimo, Bedbian, Fallen Star, Trigémino, Toscanini, Ina-Uiki, Un Gaita, Buscapié, Tombrill, Oligarca, Victoria Regia, Derroche, Demócrata, Jocosa, Petróleo, Saleroso, Vic Regio, Ventisca, entre otros.

 

De la faceta de criador del Dr. Urbina, rescató el nombre del Haras San Pablo (antiguo establecimiento de cría de la familia Ganteaume) con nexos a Gradisco y decidió instalar el haras en Camatagua, comprándole unas hectáreas al Sr. Carlos Pérez Espejo, manteniendo en propiedad las hectáreas inicialmente adquiridas, mantuvo el haras operativo hasta el momento en que decidió su retiro y le vende las instalaciones (más no el nombre) al Dr. David Brillembourg quien la rebautizó con el nombre del Haras Tamarú. Las hectáreas iniciales fueron vendidas (incluyendo el nombre de Haras San Pablo) al Sr. Luis Araujo, que continuó por algunos años el nombre del haras.

 

Fueron años de constante e innegable labor de colaboración, trabajo y administración dentro de las actividades hípicas. El Dr. Francisco Urbina Romero falleció el 9 de febrero de 1993, dejando un vacío importante en el mundo hípico venezolano. Un hombre honesto que tuvo como recompensa la satisfacción por la labor cumplida.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Sr. Roger Pérez, Sr. Gustavo Flamerich, Dr. Gustavo Lepage, Sr. Fernando Carabano-Mele, Sr. Roque Yoris Soules, Lic. Roger Cotis Guadarrama.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 16 de diciembre de 2010

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