Anécdotas Hípicas
Venezolanas presenta | |
Celestino
Martínez | |
Por Juan
Macedo | |
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Don Celestino Martínez fue un verdadero apasionado por el
hipismo, que en su tiempo fue un auténtico pionero de múltiples
actividades dentro del deporte de los reyes. Nació en Caracas el 23 de
enero de 1881 y desde muy joven se convirtió en asiduo espectador de las
actividades que se desarrollaban en el Hipódromo de Sabana Grande.
Cuando se produjo el cambio al óvalo de El Paraíso comenzó a evidenciar de
forma decidida esa pasión por las carreras de caballos. De sus primeros
pasos como propietario con varios ejemplares criollos, nacidos en el
Litoral, específicamente en |
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Fue pionero de los entrenadores nativos, ye que
por muchos años tuvo a su cargo los ejemplares propiedad del
General Juan Vicente Gómez, con los que ganó muchas
carreras, incluyendo clásicos. | |
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Igualmente se adelantó a su tiempo como
comprador de ejemplares en el exterior, dejando sentada su buena pupila al
realizar productivas adquisiciones en Europa y
Estados Unidos. El notable ejemplar San
Gabriel, venido a Venezuela considerado "desecho", tanto
que lo apodaban "pata de palo", fue vendido por Don Celestino en
Bs. 4.000. En Kentucky lo apodaron “Chicken
and Rice”, pues según él mismo contaba, era
la única comida que sabía pedir en inglés. | |
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También defendieron su divisa geranio y blanco
los ejemplares Fiel, Alcázar,
Canaima, Trémolo, Caracas (el primer purasangre que representó el
tricolor nacional en el exterior, un caballo francés con el que
ganó en Puerto Rico el “Quintana Derby” el 21 de noviembre
de 1926), Charlatana, Rac,
asimismo el Caracas
criollo, nacido y criado en su pequeña cuadra particular, el
francés Junín, el último
ejemplar en depararle satisfacciones, con el que obtuvo | |
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Por si fuera poco, Don Celestino ocupó diversos
cargos de responsabilidad dentro de nuestro hipismo. Miembro Director de los años
1935, 1936 y 1937. Durante un largo período, tuvo a su cargo la delicada
misión de Administrador del
Hipódromo, dejando sentado el sentido de honradez que siempre fue su
norte. | |
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El 10 de agosto de 1946, después de una tarde
sabatina de carreras, en la que vio ganar a su pupilo
Caracas, sufrió un infarto del cual no pudo recuperarse y
falleció. De esa manera se fue un hombre futurista, que siempre llevó la
batuta y labró el camino de lo que es actualmente el espectáculo de las
carreras en Venezuela. | |
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Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Sr.
Carlos A. Arteaga, | |
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
lunes 16 de enero de 2006 |