Anécdotas Hípicas
Venezolanas presenta: | ||
Carlos
Eduardo Frías | ||
Por José M.
Gil | ||
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Carlos
Eduardo Frías Pacheco fue uno de los más importantes publicistas
de nuestro país, además de escritor, diplomático, periodista e hípico.
Nació en la ciudad de Caracas el 14 de octubre del año 1903, hijo del
Dr. Eduardo Frías Rivas y Doña Josefina Pacheco Rodríguez, fue el tercero
de 7 hermanos, levantados todos por los oficios de su padre como sastre.
Desde 1915 conoció a un compañero que ejercería en él influjo
importante y con quien habría de compartir el crecimiento intelectual: Arturo Uslar Prieti. |
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Al graduarse de
abogado en la Universidad Central de Venezuela, ejerció por seis años su
carrera en un bufete junto a Juan
Pablo Pérez Alfonzo e Inocente Palacios. Cuentista por
excelencia, obtuvo un premio en la revista Fantoches por su cuento La
Quema, en 1924. Como escritor publicó su libro de cuentos titulado
Canícula cuando contaba con solo 24 años, donde dejó asentado su talento.
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Frías fue animador
fundamental de la Revista
Élite y su director en el año 1936. Se dedicó a orientar, a través de
sendas notas críticas, a toda una generación de escritores nacientes. Fue
secretario de la delegación venezolana ante la Liga de las Naciones entre
1936 y 37. | ||
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Fue representante
diplomático de Venezuela en Europa, en Ginebra, donde palpó de
cerca la magia de los anuncios publicitarios y aprendió cómo funcionaba
una gran agencia, Publicis, y trasladó a
Caracas todo ese bagaje de conocimientos para ponerlos en práctica.
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Su brillantez
literaria motiva a sus amigos del círculo literario a protestar por su
idea de fundar una agencia de publicidad. Pero él, con toda su poesía, que
luego iba a usar en publicidad, les dijo: “Permítanme conquistar mi derecho a
soñar”. La Caracas de 1938 escasamente reunía 300 mil habitantes; eran
tiempos de tranvías y casitas de techos rojos. El país tenía una de las
economías más atrasadas del continente, consecuencia de la larga dictadura
gomecista. En ese contexto histórico de
Venezuela el verbo se hizo publicidad, cuando dos hombres caraqueños (Carlos Eduardo Frías y Edgar Anzola) fundaron la agencia, que inicialmente se
llamó Anzola & Frías, dándole forma a una
actividad que todavía no era vista como profesión. Luego se llamaría ARS
Publicidad. | ||
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A juicio de Carlos Eduardo Frías, la
publicidad era “arte aplicado”,
por ello escogió la palabra ARS, sinónimo latino de arte. “Ser publicista es una manera de ser
escritor y periodista”, refería en su particular visión de la
publicidad. Será quizá por esa conjunción cultural que por ARS hayan
pasado figuras intelectuales y artistas como Arturo Uslar Pietri, Mariano Picón Salas,
Alejo Carpentier, Pedro Berroeta, Alejandro
Otero y otras figuras del hacer cultural. Su hijo y sucesor al mando de
ARS, Fernán Frías, refierió en su libro Páginas de Tiempo: “Carlos Eduardo Frías nunca se sintió
cómodo en el mundo y el momento que le tocó vivir, pero siempre se sintió
comprometido con él. Su vida estuvo ligada a circunstancias únicas y
especiales y a una generación de hombres, mujeres, ideas y pensamientos
que sentían que la Venezuela que tenían no era la que deseaban. Allí
irrumpía la Venezuela que heredaríamos las generaciones actuales, la
Venezuela de la libertad y de expresión clara, en un país que debíamos
construir a partir de una utopía posible y no solo
sentimental”. | ||
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ARS funcionó según
los criterios de la época: produciendo programas radiales (novelas o shows) para los cuales
conseguía patrocinadores. La saturación de productos importados y los
modelos publicitarios con clichés norteamericanos, ponían cierta
limitación que Carlos Eduardo
Frías superaba con creatividad en medios y búsqueda de la originalidad
criolla. Esto último selló el destino de ARS. Don Carlos tuvo la
oportunidad de ver a ARS no sólo como su hija, sino como una universidad
de las agencias que nacieron, posteriormente, e iniciadas por "arsianos"
formaron la primera generación de publicistas y comunicadores de nuestro
país. |
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Como hípico, fue
propietario en sociedad con Miguel
Otero Silva, Pedro Juliac y Francisco Andrade Álvarez de
buenos corredores como Degas, Temuco, Montmartre, Retrechero, entre otros,
disfrutando de las tardes sabatinas y dominicales en la tribuna del Jockey Club de Venezuela, entidad
a la que perteneció e incluso fue presidente entre los años 1972 y 1974.
Además ARS publicidad colaboró con la publicidad del hipismo, tanto así
que, post-mortem, se le dedicó una Copa en su honor desde 1988 hasta 1995.
También concibió en 1968 la idea de formalizar un premio que recompensara
el esfuerzo de los profesionales y sus logros, esa idea fue el
Casquillo de Oro. | ||
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Carlos Eduardo
Frías falleció el 12 de
febrero de 1986, en su casa de Caracas, a la edad de 79 años. Pero hoy
sigue vigente, sigue siendo el faro que nos alumbra y nos marca el norte,
ese norte formado por los principios éticos y los valores fundamentales
del comportamiento de los hombres que hacen historia. Ese es el legado de
Carlos Eduardo para las nuevas generaciones, es enseñanza y ejemplo,
innovación y humanismo, pero sobre todo era amigo, y siempre hacía honor a
su célebre frase: "Siempre hay que
sembrar amigos". | ||
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Fuentes: Ing. Juan Macedo, Sr. Fernán Frías, Correo del Caroní, Revista Producto, Revista Élite, Revista Gaceta Hípica, Sr. David García. | ||
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
viernes 19 de diciembre de 2014 | ||
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