Anécdotas Hípicas
Venezolanas presenta | |
Carlos
Agostini | |
Por
Juan Macedo | |
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Consideramos muy justo hacerles conocer a ustedes la trayectoria de Don Carlos Agostini, este gran personaje de nuestro turf, que por más de veinte años se dio por entero a toda actividad hípica. Aficionado apasionado del deporte de los reyes, siempre se le vio en el Hipódromo, alegre y dinámico, con ese humorismo sano y contagioso, propio de las almas nobles. Nació en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, el 4 de mayo de 1902. Desde su juventud se encontró ligado a las actividades hípicas. En el año 1934 fue propietario de ejemplares. El primero que tuvo fue la yegua Consuelo en sociedad con el Coronel Gonzalo Gómez y Luis Enrique Werner. En efecto, esta purasangre le proporcionó días gratos por sus brillantes triunfos sobre otros clasificados ejemplares, incluso ante los importados. También los hípicos de la época recordaban cuando en sus tiempos mozos corría en carreras de Gentleman Rider’s junto con Henrique Lander, Oswaldo Stelling y otros mozos de aquella época. |
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Cuando los hermanos Gómez
viajaron al exterior, estos decidieron vender todos los caballos que
poseían y así dejaron la negociación a cargo del Sr. Carlos Agostini, que tan solo
exigió que le regalaran a Burlesco que había nacido en el Haras Mamoncito, propiedad de los
hermanos Gómez. Para ese entonces el potro Burlesco sólo tenía seis meses de
edad y el Sr. Agostini terminó de criarlo en el Hipódromo Nacional. Más tarde
actuó en carreras públicas donde logró batir muchos récords entre
ejemplares clasificados. Ya cuando andaba mal y demostraba decadencia,
acordó concedérselo al Haras La
Rinconada donde prestó servicios como padrote y podemos apreciar en
las estadísticas de la época sus descendientes ocupan el sitio de honor.
Por lo menos El Brujo logró
ganar más de Bs. 400.000 durante su campaña. Incluso, su mejor día hípico
fue cuando debutó Burlesco, el
noble descendiente de Knockando en Mary
Pickford, ganando en forma fácil. | |
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Don Carlos
Agostini
ocupó un solo cargo en la Directiva del Hipódromo Nacional y eso fue de
Vocal entre los años 1947 y 1948. Pero en el año 1935 fue
parte de una asociación denominada “Empresa Hípica”, junto a los
señores Fernando Talavera, Rafael Rugero,
Bernardo Borges Uztáriz, Albert H. Cipriani, Aulio Urdaneta
Ch., Alberto Winckelmann, Nicolás A. González, Andrés Carballo, Carlos
Agostini, Johnny Phelps, Rafael Briceño,
Celestino Martínez, Francisco Larrazábal, Felipe
Casanova y Rafael Isava Núñez; para hacerse
cargo de la administración del Hipódromo Nacional, en tiempos
difíciles. | |
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Una anécdota desagradable fue
cuando al ejemplar Tenterhooks lo
descalificaron, después de haber ganado el Clásico Presidente de la
República, en su lugar pusieron a Sadi, que defendía la divisa del
gran hípico Dr. Hermán Stelling. Para
ese entonces Don Carlos
Agostini se encontraba en los Estados Unidos del Norte y al recibir la
noticia, verdad que no le cayó bien que digamos, pese a que los premios
para aquel entonces eran sumamente poco. | |
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Tuvo así mismo otros
ejemplares de la categoría de Tetramella (ganador de la copa de los
Sprinters), Silk Cloak, El Musiú,
Consuelo y otros que le dieron satisfacciones
complementando su gran espíritu como propietario, siempre optimista y
caballeroso. El último ejemplar que tuvo fue El Huerfanito, hijo del gran
Burlesco. | |
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Para el año 1950 Don Carlos se
retiró de la hípica como propietario, pues estuvo cerca de tres años
prestando servicios en la ciudad de Maracaibo. Pero el domingo 18 de
octubre de 1953 para el Sr. Carlos
Agostini fue un día de satisfacción, porque en la reunión celebrada en
la tarde se corrió el premio que llevaba por nombre Copa Carlos Agostini,
la que ganó en forma sensacional el potro Palmoteo que contó con la hábil
conducción del jinete chileno Raúl Bustamante. Esta vez
el clarín sonó en su honor y su gran caballo Burlesco al
frente del desfile de competidores luciendo su gloriosa camiseta. Así, la
Junta Directiva del Hipódromo Nacional, reconoció a Don Carlos
Agostini, el verdadero hípico de corazón.
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Como buen hípico,
asistió regularmente todas las tardes de carreras. Don Carlos
Agostini falleció en septiembre de 1964 en la ciudad de Caracas,
pero tiene un lugar preponderante en la historia de nuestro
turf. | |
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Fuentes:
Revista Gaceta
Hípica. | |
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
viernes 24 de abril de 2015 | |
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