Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Aquiles Paolillo

Por Juan Macedo

 

Don Aquiles Paolillo nació en marzo de 1904 en la ciudad de Nápoles, Italia. Fue un hombre afable, que se supo granjear el aprecio y consideración de todos cuanto lo conocieron por su cordial manera en el trato y su afectuosidad en cada una de sus respuestas.

 

 

Se inició en el viejo Hipódromo Nacional El Paraíso como Jefe del Stud Book. Fue su fundador y prestaba sus servicios como colaborador. Es decir, devengaba un sueldo cuando “había plata”; si no, no había sueldo. Eso fue por el año 1932.

 

En el año 1939 pasó como empleado fijo a las Oficinas del Hipódromo y luego fue designado para desempeñar el delicado cargo de Jefe de Registro y Programaciones, desempeñando también las funciones de Secretario de la Comisión de Matrículas.

 

Aquiles Paolillo representó a tres agencias de purasangres: Newmarket Bloodatckol Agency, la London Bloodatckol Agency y la Agencia de Puros (la italiana que se especializaba en yeguas servidas).

 

Por su conducto vinieron a Venezuela ejemplares que militaron los más altos lotes como Siete Bravo (record de los 2000 metros), Charm (record de los 1400 metros), Saeta (record de los 1100 metros), Haedo, Intruso, Incauto, El Hornero, Aguafiestas, Reinafé, Cédula, Antifaz, Cotejo, Zanzibar, Seriote (ganador del primer clásico Simón Bolívar), Robby, entre otros; además de Gradara (la madre de Gradisco, nuestro primer triple coronado).

 

Se encargó del Anuario del Hipódromo Nacional, obra ésta que ha valido elogiosos comentarios por los importantes datos que aporta para la recopilación de todo interesado en nuestra hípica. Fuera del hipismo, Don Aquiles utilizaba los momentos libres en las criollas partidas de dominó, considerándosele como el maestro en el deporte de los puntos.

 

Durante sus años de servicio al Hipódromo, Don Aquiles había desempeñado también los cargos de Adjunto al Juez de Llegada e Inspector de Paddock. En todos los cargos que había desempeñado este popular personaje de nuestra hípica, se ganó el aprecio, la consideración y el respeto de todos, por su trato amable y caballeroso. Como anécdota está la visita del Príncipe Aly Khan a Venezuela y Don Aquiles tuvo que atenderlo, ya que representaba en Venezuela la agencia que tiene en venta los caballos del príncipe, en esa visita Aquiles perdió siete kilos, pero no se debió a la serie de diligencias, invitaciones y otras cosas de esa índole donde tenía que atender al potentado hindú y las que tenía que ir, los siete kilos los perdió debido a que el príncipe tuvo que hacer ayuno (costumbre en su país) y sin querer tuvo que hacerle compañía. 

 

Aquiles Paolillo fue jubilado el 19 de febrero de 1960 en reconocimiento a su larga y destacada actuación en las diferentes actividades de nuestra hípica que desempeñó. Fue un honor que muy pocos han logrado ganar, pues se necesita dedicación, conocimiento y constancia, para perseverar durante 20 años sin interrupción prestando servicios a una misma institución, incluso sin recibir salario. El Dr. Francisco Flamerich le manifestó su respeto y reconocimiento, entregándole los honores de una Medalla de Oro en reconocimiento a la labor cumplida y,  a la vez, nombrándolo Asesor Honorífico del Directorio del Instituto Nacional de Hipódromos.

 

 

Casado con Doña María Venus Omaña, fue padre de cuatro hijos: Mario Alberto, Carlos Augusto, Manuel Enrique y Alfredo Eduardo. De acuerdo al pedigree de seguro siguieron la ruta señalada por su padre, desenvolviéndose en la vida por el camino de la rectitud, honradez, competencia y buena conducta. Víctima de viejas dolencias, Don Aquiles falleció en la ciudad de Caracas el 16 de agosto de 1975, pero su legado como pionero de nuestro hipismo lo inmortaliza.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Dr. Mario Paolillo.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, martes 30 de septiembre de 2014

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