Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Alfredo Abilahoud

Por Juan Macedo

 

Don Alfredo Abilahoud Bunima fue una de las más resaltantes figuras del deporte de los reyes, del cual se mantuvo por más de treinta años, además de su carácter afable y cordial con el cual se ganó el aprecio de todas las personas que lo conocieron en vida. Su indiscutible bondad fue vacuna contra riesgos mayores y por el respeto que merecía se mantuvo incólume. Nació en Caracas el 7 de enero de 1911, hijo de Don Baduy Abilahoud y Doña Zaida Bunima de Abilahoud, era el mayor de nueve hermanos. Desde muy joven sintió gran afición por el espectáculo de las carreras de caballos y así se incorporó a la nómina de propietarios a los veinte años de edad.

 

Fue el propietario de uno de los colores más populares de todos los tiempos del hipismo venezolano, la famosa e impecable chaquetilla blanca con bandas cruzadas negras (que curiosamente son iguales a los del Príncipe Aly Khan), que llegó a ser la más ganadora de clásicos en nuestro país y que defendiera el inmortal argentino Caimán, que como ejemplar importado también impuso récord de nueve clásicos ganados, además de grandes corredores como Son Of The Sea, Banco, Campeón, Refijo, Salambo, Callejero, Le Trayás, Cartero, Arc En Ciel, Camaleón, Cocodrilo, Genium, Porvenir, Coloso, Clásico, Nevazón y muchos más. Estos colores eran símbolo de la carrera clásica, era una divisa inconfundible, que no era común en las carreras del montón y no hacia falta binóculos para distinguirla con las demás. En su totalidad dichos colores obtuvieron 16 triunfos clásicos, para de esta manera quedar como el stud más ganador de clásicos durante mucho tiempo, liderato que mantuvo varios años aún después de su fallecimiento.

 

 

El 16 de diciembre de 1944 fundó junto con un grupo de propietarios la Asociación Hípica de Propietarios, donde fue Presidente durante varios años. Para esos años inició una modalidad desconocida en nuestro medio en lo referente a la importación y venta de purasangres: Las Pollas. Así, durante muchos años se disputó la "Polla Alfredo Abilahoud" con premios muy atractivos ya que Don Alfredo le agregaba al porcentaje asignado por el hipódromo parte de los beneficios obtenidos en la venta de los productos. También fue miembro de la Junta Directiva del Hipódromo Nacional El Paraíso en los años 1956, 57 y 58.

 

Cuenta la historia que fue el primer propietario que se atrevió a utilizar un avión para traer sus ejemplares importados, junto a Miguel Angel Sucre trajo los dos primeros caballos, gracias también a las diligencias de Luis Plácido Pissarello. Esos ejemplares fueron Camaleón e Ídolo. esta experiencia dio como resultado que desde ese momento se incrementara el transporte aéreo de purasangres desde diversos países, ya que Camaleón fue inscrito para correr apenas llegó a nuestro país y resultó ganador en su debut.

 

 Alfredo Abilahoud recibiendo el trofeo obtenido por su pupilo Genium

 

Ganó 5 estadísticas como propietario y contrató los servicios de los mejores profesionales del momento como los jinetes Juan Eduardo y Carlos Cruz y los entrenadores Ángel Penna, Ambrosio Elnen, Emilio Cáceres y Rafael Quiroga.

 

Nacido y críado en el mundo de los negocios, Don Alfredo se dio a ellos con afán y devoción, alcanzando total realización como comerciante e industrial, además de los éxitos logrados como propietario hípico y empresario taurino.

 

Alfredo Abilahoud compartiendo con su padre y familiares una tarde de carreras

 

Razones políticas pusieron a Don Alfredo fuera de las carreras. Cuando regresó fue con cierto miedo al que dirán y cambió colores. Falleció el 26 de diciembre de 1974, a los 63 años de edad. Sus colores que fueron los de Caimán perviven en el recuerdo de los hípicos. Su familia es hípica, siendo su hermano Alberto (uno de los propietarios de Torrejón) quien intentó volver a poner en acción los colores blanquinegros, famosos de su hermano.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Revista Hipódromo, Revista Turf.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, lunes 16 de enero de 2006
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