Anécdotas
Hípicas Venezolanas
presenta | |||
Ramón
Eduardo Ibarra | |||
Por
Gabriel N. Ramos | |||
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Jinete
de grandes recursos que destacó desde sus inicios, Ramón Eduardo Ibarra Palacios
nació en la ciudad de Caracas el 14 de agosto de
1961. |
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Cuentan
que a la edad de 9 años se vino (en
época de vacaciones estudiantiles) con su tío Rafael Armando Montoya a ver de
cerca lo que era su sueño: el hipódromo, los caballos, los jinetes, los
preparadores y todo lo que le rodeaba. Comenzó a ilusionarse y su tío le
sugirió “primero estudio y después
los caballos”. | |||
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Logró
satisfactoriamente aprobar el Bachillerato y llegó a aprobar el primer
semestre de Economía en la Universidad de Carabobo. Pero de
nuevo fue al hipódromo y buscó especialmente la escuela de jinetes, la
cual había cerrado, por lo que le sugirieron el Hipódromo Municipal de Ciudad
Bolívar y no vaciló en solicitarle permiso a sus padres, para
solamente convencerse si servía o no. | |||
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Comenzó
como todos, de caballerizo por seis meses, hasta que un entrenador de ese
hipódromo, Julián Fernando
Cruz, le brindó la oportunidad de comenzar a montar y lo llevó hasta
su cuadra, pero también para que lo ayude como caballerizo. Así fue, poco
a poco aprendiendo, hasta que el 13 de marzo de 1983 hizo su debut en
el Hipódromo Municipal de Ciudad
Bolívar figurando sexto abordo de Al Galope en carrera ganada por
Randon
con Douglas Vásquez up en la
promoción Argenis Rosillo. En la
siguiente imagen podemos ver evidencia de ese
momento. | |||
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Su
primera victoria a escasos 2 meses con Arapito
pupilo de Julián Fernando Cruz (quien a la larga se hizo su amigo y
consejero) y propiedad de los hermanos Pulcini. Su
primera victoria clásica fue con King Albert, caballo propiedad
del guayanés Noel Ginestra
Tomassi,
en el Clásico Día del Ejército
de 1984 y repitiendo en el Simón
Bolívar de ese año en recorrido de |
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A
comienzos de 1985 intentó conseguir su matrícula en el Hipódromo La Rinconada y gracias
al apoyo del veterano Carlos
Pérez y Humberto Mora
logró la ansiada permisología.
Recibió la ayuda por parte de Vicenzo Lombardi y Daniel Pérez para las
oportunidades. Ya como una figura descollante sobre los puros de carreras,
Ramón Eduardo Ibarra comenzó a
abrirse paso en Caracas, empresa que no resultó muy fácil, pero fue
recomendado por el entrenador Ramón García para ese
entonces. | |||
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Debutó
en marzo de ese año con Flying Doll de
Ramón García llegando segunda.
Su primera victoria fue el 26 de mayo de 1985 donde se ganó a Juan Vicente Tovar metiéndose por la
baranda abordo de Obras (pupila de Vicenzo Lombardi).
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Al año
siguiente, 1986, alcanzó la distinción como Aprendiz del Año en 1986 con 32
victorias en La Rinconada (estuvo
entre los 10 primeros) y 7 en Valencia, respondió a la confianza de
importantes cuadras, aventajando a Eduardo Rivas el cual lograría
solo 19 lauros y así tomaría desquite del “Mandinga”.
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A
inicios del año 1987 Carlos
Morales Salas le asignó la responsabilidad de trabajar a Mantle en
su nueva etapa de entrenamiento. Contó en una entrevista “Al principio el caballo me dominaba
por su fogosidad, terminaba con las manos cortadas. Tuve que comenzar a
levantar pesas y trotar mucho para poder controlarlo. El día de la
reaparición tuve el placer de hacerlo ganar”. A las pocas semanas ganó
de punta a punta su primer clásico con Miss Marinés
en el Congreso de la Republica
de 1987 derrotando a Kiss Me por pequeño
margen. Ya para el 24 de mayo logró su triunfo 60 con Dólar de Plata para graduarse de
profesional. En el segundo semestre se anotó el Clásico Albert H. Cipriani
con Sellador. | |||
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En 1988
logró 45 victorias y quedó quinto en la estadística de
jinetes, incluyendo los triunfos clásicos con Guillermazo
(pupilo de Guillermo Parra) con
el que ganó una sensacional carrera en el José María Vargas, el Gran Premio Nacional con McGwire y en el
Comparación en espectacular
atropellada con Azócar.
También tuvo la gran satisfacción de reaparecer al campeón Winton
ganando. | |||
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Indiscutiblemente
hizo una yunta realmente ganadora con el entrenador Carlos Morales. También ganó muchas
carreras con Julio Ayala.
Fueron varios los clásicos que ganó con ejemplares no cotizados como Singerie
(Clásico Arturo Michelena 1989), Ray Runner (Clásico Cría Nacional 1989), Spanish Flower
(Clásico Mathieu
Valery 1990) y Otro Tío
(Clásico Iraquí
1991). | |||
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Hasta
1992 ganó muchas carreras, pero luego se vino a menos por diversas
circunstancias y pasó momentos difíciles. Inició desde que se fue Carlos Morales a los Estados Unidos en
el año 1992, todo se complicó y comenzó a salir las cosas mal. A pesar de
que repuntó en 1994 con 21 triunfos y en 1995 ganó el Gran Premio Asocrinca
con Rey Araya (sorprendiendo como era común en
él), Ramón Eduardo Ibarra
fue en picada, hasta el punto que estuvo casi 3 años sin ganar una carrera
(entre los años 2001 y
2002). | |||
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Ramón
Eduardo Ibarra pasó a
formar parte (durante ese
tiempo) de la actividad gremial de los jockeys, donde consiguió muchas
ventajas y acuerdos para sus afiliados, dada su intensa lucha al frente
del gremio de los jinetes. Tuvo una fuerte rodada y sufrió una larga
rehabilitación que casi lo alejó de su actividad profesional, por lo que
comenzó a decepcionarse un poco del medio y los amigos, hasta el punto que
estuvo ligado a la actividad comunicacional, en la emisora Radio Sensación llegó a
escucharse su voz y comentarios los sábados por la noche, durante un buen
tiempo. |
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Poseedor
de una bella familia integrada junto a su esposa Laura Carolina, que han tenido la
dicha de ver crecer a las hijas Mónica, Laura, Audrey y Andreina, por lo
que Ramón Eduardo es rey entre las hermosas damas de su
hogar. | |||
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Le costó
volver al recinto de ganadores, pues por su mente pasó la idea del retiro,
pero gracias al empeño y apoyo de su esposa Laura Carolina, el jockey Ramón Eduardo Ibarra volvió a
reverdecer laureles. Fue en el año 2003 cuando llegó la yegua Ivonnejess
y todo cambió, comenzó a ganar carreras y volvieron a aparecer las
oportunidades. En el año 2004 recibió el Título Honorífico de Regreso del Año al
ganar 22 carreras. Para el 2010 nuevamente estaba defraudado con el medio
porque no recibía oportunidades, estuvo casi a las puertas del retiro.
Estuvo más de cinco años como Asistente de peso en el recinto de
jinetes cuando José
Rafael Rojas lo animó y volvió a galopar caballos en el
2016. Perseveró y aún se mantiene en actividad de manera triunfante, ha
acumulado alrededor de 360 triunfos en toda su
campaña. | |||
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Ramón
Eduardo Ibarra se
consolidó en el medio hípico nacional por ese espíritu inquebrantable de
superación que mostró, ganas de trabajar y sus reconocidas
condiciones. | |||
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Fuentes: Sr. Eliecer Odreman, Revista La Fusta, Sr. Erik Pignoloni, Sr. César A. Rivero, Sr. Trino Pulido (fotos), Sr. Jaime Casas A., Ing. Juan Macedo. | |||
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
jueves 29 de septiembre de 2011 | |||
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