Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Pedro Monterrey

Por Gabriel N. Ramos

 

Pedro Manolo Monterrey Santeliz nació en la “Ciudad de los techos rojos” Caracas, Venezuela, el 27 de octubre de 1961. Siendo un adolescente noble de sentimientos e ideas, entre los encuentros algo frecuentes de pensamientos en las materias básicas del liceo y las imágenes de los caballos en el Hipódromo La Rinconada, un buen día vio con claridad y decidió su futuro: seria jinete y conductor de caballos purasangre de carreras.

 

Sin embargo, lograr ese cometido no era tan fácil como soñarlo. La Escuela de Jinetes de Caracas no estaba en funcionamiento, pensó en los diferentes hipódromos de provincia y en las posibles trabas. Finalmente se decidió por una aventura: partió Pedro Manolo hacia la República Dominicana para conocer la esencia de ser jinete de un caballo purasangre de carreras.

 

Su inicio en la profesión se remontó en el año de 1981, bajo la tutela de Richard Pimentel. Debutó en octubre y ganó la primera carrera de su vida en el Hipódromo Perla Antillana, en la ardiente y merengosa quisqueya guiando a Katty Curazao. Tenía condiciones para triunfar: buen tamaño, peso, decisión, empeño e inteligencia. Durante el año 82 probó suerte en Curazao donde ganó 3 carreras. Permaneció algún tiempo en Santo Domingo, logrando significativos éxitos en su corta campaña que lo animaron a probar suerte en su tierra. Un detalle interesante, la pista de Curazao es de 600 metros, una carrera de 1200 metros eran dos vueltas a la pista y observen que la "baranda" eran cauchos.

 

 

Al regresar lo obligaron a cumplir "pasantías" en hipódromos de provincia. Fue al Hipódromo Municipal de Ciudad Bolívar, comenzó en febrero de 1983 y pronto ganó muchas carreras. La más resonante en esta etapa, el Clásico Simón Bolívar con Rancho Lindo y su última victoria fue el 1 de mayo de 1984 con La Quebradita en el Clásico Día del Trabajador.

 

En su estadía fue protagonista de un acto heroico: en plena carrera, el jinete Carlos Echenique que conducía a El Toro se le salió un brazo acarreándole un fuerte dolor que le impedía controlar su ejemplar, no obstante ganó la carrera pero después comenzó a gritar para que lo ayudaran a parar el caballo y fue cuando Pedro Manolo se dio cuenta que estaba en problemas, fue a ayudarlo montado sobre Rancho Lindo, logró tomarlo por una brida y paró los dos caballos, luego se bajó para ayudarlo a bajarse de su cabalgadura. Fue objeto de reconocimiento por la parte de la afición que lo vitoreó largamente.

 

Al fin recibió la matrícula para correr en el Hipódromo La Rinconada a mediados del año 1984, llamando la atención entre otras cosas por su peculiar y arriesgada posición sobre el caballo a la hora de partir. El 24 de junio triunfó por primera vez con Iron Head. Los apostadores comenzaron a identificarlo por su estilo de pegar repetidamente con la zurda, alcanzando 15 victorias en menos de 4 meses.

 

Vicenzo Lombardi le confió a Kabakán para correrlo 15 días antes del evento de octubre. Pedro respondió, llevándolo al triunfo tan convincentemente, que motivo a Lombardi a darle el chance de participar en el Simón Bolívar. Corrió tranquilo, por fuera; nadie lo buscó, porque el favorito de la cuadra era Regaleali, el caballo a ganarse Indudable y del resto Giovanotto por respeto a Juan Vicente Tovar; en los 800 lucia muy cómodo y en los 600, Tovar movió a Giovanotto, Regaleali avanzaba por inercia e Indudable no progresaba. Pedro Manolo soltó a Kabakán y este respondió de tal forma que pasó como una exhalación en la curva buscando violentamente la baranda. Pedro arreó y fustigó como nunca en la recta, animando a Kabakán, para que soportara la reacción de Giovanotto; en los 20 finales se lo trajo a puro brazo, manteniéndole la cabeza en alto. La emoción fue indescriptible, agitó el foete jubilosamente parado sobre los estribos. Era el segundo aprendiz de 4 kilos que ganaba el Simón Bolívar.

 

 

Con el propio Kabakán, ganó el Clásico Cría Nacional. El Dr. Alfredo Toledo Guerrero lo premió llevándolo a Panamá constituyéndose en el primer aprendiz que ha montado en el Derby Caribeño. Ese año 1984 destacó con una Mención Especial al Aprendiz del Año ya que José Martín Toro fue el Aprendiz del año por carreras ganadas.

 

En los años 1985 y 1986 continuó trabajando, aunque sin tenerlas todas consigo. Tuvo el honor de ser el jinete oficial de Bouquet, veloz yegua que entrenó Juan Arias, y que le brindó a Pedro Manolo su primera selectiva en el Hipódromo Nacional de Valencia, la Copa Trinycarol de 1985. Con la misma yegua, pero en 1986 y en La Rinconada, ganó las Copas José María Márquez Irragorri y Roque Yoris. Además el 16 de marzo de 1986 logró su victoria 60 para obtener el título de jinete profesional al cruzar la meta con Certeza.

 

Pedro Monterrey siempre ha manifestado su preferencia por correr "de atrás", es mas emocionante, aunque reconoce que correr "adelante" es un arte. En una entrevista refirió una anécdota ocurrida en plena carrera: “Conducía al potro Agustinazo, el cual estaba sobrado para esa carrera; Balsamino Moreira llevaba un caballo muy veloz de Manuel Medina, ejemplar que conocía y sabía que siempre se paraba al final. En los 800 pude haber pasado de viaje con Agustinazo, pero quise jugar con Moreira. Al emparejarlo le dije ¡Échale pichón, viejito! Don Balsamino, se volteó y me replicó: ¡Chamito, échele pichón! Al llegar a la recta, el viejito arreó, hizo 2 cruces, se cambió el látigo, pegó 2 palos por la izquierda y se escapó. Yo hasta perdí el segundo lugar. En el repeso muy apenado le dije “Don Balsamino, maestro, discúlpeme” a lo que respondió “ay chamito, te falta mucho por aprender”. Desde ese día, me fijé en la forma como El Maestro administraba a los caballos, aplicando desde ese momento, lo que pude asimilar de su estilo y sapiencia”.

 

Se asesoró con el Sr. Elias Duvén, quien lo orientó y le programó la temporada de 1987, convirtiéndose en consecuente ganador, ubicándose así entre los mejores 10 de la estadística y regresando a la onda clásica al alcanzar la victoria con Alta Loma en el Gustavo J. Sanabria y la Copa Francisco Urbina Romero; e incluso en el Hipódromo de La Limpia, donde ganó el Clásico General en Jefe Rafael Urdaneta con High Bet.

 

 

Pedro Manolo Monterrey siempre acarició la idea de incursionar en el medio norteamericano y fue en el año 1992 cuando se decidió. Los dos primeros años fueron difíciles, pero en 1994 conoció la victoria el 19 de abril con el brasileño Zec Boy y terminó el año un total de 16 triunfos, mientras que en 1995 lo hace en 24 oportunidades. Con el caballo The Frog Man logró el Criterium Stakes y el Turnberry Isle Stakes en Calder. Regresó a Venezuela durante el año 1996, extrañando a sus hijos y se mantuvo activo ganando carreras con cierta regularidad en La Rinconada y Valencia.

 

El mayor de sus hijos, Richard, dio sus primeros pasos como jinete en Ciudad Bolívar, aprovechó que abrieron la Escuela de Jinetes en La Rinconada y perteneció a la Promoción Douglas Valiente, ganando cinco carreras en Caracas. Ya para el año 2001 Pedro Manolo estaba de regreso a Miami, se trajo a Richard y Pedro Jr, que aprendió a montar en Norteamérica y comenzó su carrera de aprendiz en el año 2003. Ese año Richard ganó más de 170 carreras y estuvo cerca del Eclipse Award. Como anécdota, el 21 de marzo de 2003 en Gulfstream Park, Pedro Manolo y su hijo Richard coincidieron por primera vez en una prueba pública como jinetes, Pedro a bordo de Maria's Sunshine que arribó 5ta y Richard sobre Fin Lady que ocupó el segundo lugar. También Pedro Manolo fue propietario de purasangres en Estados Unidos (Monterrey Racing Stable Corp.) y su primer pupilo, Condestable, le brindo su primera victoria en ese rol el 26 de enero de 2014, conducido por su hijo Pedro Jr. Su última monta fue el 1 de julio de 2017 sobre Kiya ocupando el séptimo lugar. Fueron 62 triunfos que logró en suelo norteamericano, mientras que entre La Rinconada y Valencia logró 221 triunfos.

 

 

Los dos hijos siguen en actividad montando en los hipódromos de Estados Unidos, Pedro Manolo está orgulloso con el desempeño de sus muchachos.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Revista La Fusta, Revista Hipódromo, Sr. Erick Pignoloni, Sr. Eliécer Odreman, Sr. Pedro Monterrey (fotos), Sr. Trino Pulido (fotos en HMCB y Curazao), Ing. Juan Macedo.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 27 de octubre de 2011

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