Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta: | |||||||
Juan Vicente Tovar | |||||||
Por Juan Macedo | |||||||
Actualizado
por Juan Luis Orta | |||||||
El Supercampeón Juan Vicente Tovar León, nació el
24 de mayo de 1950 en la 3° calle de Los Cujicitos, casa N° 37, DDT-425, de la caraqueñísima
parroquia San José. De la unión de Pedro Tovar y María León de Tovar
nacieron dos hembras, Sergia Rosa y Ana
Cristina, además de tres varones: Justo, Julio y Juan Vicente. Este último
curso la primaria en la Escuela Antonio Ernest. Los apuros económicos de la familia,
lanzaron a Juan al mercado de trabajo a corta edad y se convirtió en plisador de ropa femenina en el Almacén
Maden, de la esquina de Salvador de León.
Lejos estaba el pequeño negrito, de atrapar tantos títulos, el exceso de
récords, la idolatría de un país entero, la condición de campeón
indiscutible y, sobre todo, el de ciudadano ejemplar. |
| ||||||
|
| ||||||
De la
promoción a la cual perteneció Tovar León hay varias anécdotas.
Ocurrió que los alumnos de la Escuela de Jinetes, dirigida a la
sazón por el desaparecido Luis Monasterios, al graduarse hizo una
colecta de cinco bolívares cada uno con la finalidad de entregar
placas y de esta manera brindar reconocimiento a dos jóvenes
periodistas que les prestaron apoyo durante el aprendizaje. Ese honor
correspondió a Ángel Gutiérrez Agüero y Mario Cardozo. La
promoción llevó el nombre de Jesús Marino Escobar Peña.
|
| ||||||
Juan
compartió sus obligaciones como alumno de la escuela de jinetes con
labores que comúnmente se llama en nuestros hipódromos "cagajonero", es
decir, limpiar las camas de los ejemplares y cambiarle la viruta. Labor
que cumplió en las caballerizas de Neptalí Sánchez y José Rosendo
"Che" Fernández. Una
labor de menos delicadeza que el de las finas sedas del Almacén Maden. | |||||||
De esa
época nació la amistad de Tovarcito con Camejito, ambos cumplían similares funciones en
los establos. Con la diferencia que Camejito no
aspiraba ser jinete. Era tanta la camaradería, que compartían lo
poco que ganaban. Si el dinero no alcanzaba más allá de un sandwich, o una empanada, o un refresco, esa era la
comida del par de amigos. Si "levantaban" un fuerte,
cada uno se llevaba cinco reales. Así funcionó todo hasta que un día
Guido Argentino, herrero de profesión, buscaba un aprendiz y vio en
Camejito el aspirante idóneo. Le ofreció salario
de Bs. 600 mensual, que comparados con los 20 que ganaban ellos
semanalmente, era una fortuna. Es así como se produjo la ruptura de los
"inseparables". La
hermandad llegaba a su fin. Ceremoniosamente Camejito se dirigió a Juan Vicente y le dijo:
"Negrito, a partir de
este momento vamos a probar suerte en forma separada. Cada quien por su
lado". Y se convirtió en mano derecha de Argentino, llegando a ser con el tiempo un afamado
herrador. |
| ||||||
|
| ||||||
Un buen
día, Tovar se presentó a La Rinconada con un lujoso automóvil.
Solicitó la presencia de Camejito, quien atendió
de inmediato el llamado. Tovar le recordó los viejos tiempos. Le hizo un
recuento hasta llegar al tema del auto. Le manifestó que ese carro recién
lo había comprado con la intención de regalárselo y así pensaba hacerlo.
En el trayecto, de la agencia al hipódromo, repasó mentalmente esos días y
cuando lo llamó estaba dispuesto a entregarle el presente; pero,
repentinamente recordó que, al recibir la oferta de Guido, Camejito no lo había pensado dos veces y, tal vez, en
forma egoísta prefirió quedarse con la ganancia total y no seguir
compartiendo con su amigo. Es así como Tovar se lo recordó, encendió
"la nave" y
salió del lugar "picando
cauchos", no sin antes manifestarle que se había
arrepentido de materializar el obsequio por la actitud de quien hasta el
momento era como su hermano. |
| ||||||
Pero no
fue Camejito el único escéptico sobre el futuro
de Juan Vicente. También el popular Guillermo González, "Chatarra", que dirigió
la campaña de jinete aprendiz de Tovarcito. | |||||||
Seria a
comienzos de 1974 cuando entra en actividad como jockey, ganando su
primera carrera con Soroa el 2 de marzo
de 1974, al día siguiente obtuvo su segunda victoria en el Trofeo Día del
Jinete con Dominguero marcando tiempo record de 92"4 para los 1500 metros.
Termina esa temporada con 41 triunfos, no obstante, perdió el título de
aprendiz del año en la última semana, cuando su colega Argenis
Rosillo lo terminó superando por una victoria, sin embargo, recibe
Mención Honorífica como jinete aprendiz. Con ese cartel arrancó el
año 1975 la cual le dio su primera victoria clásica, acontecido en la
segunda semana de septiembre cuando pasó la meta en ganancia con el
ejemplar Arañazo (que fue tremendo
batacazo) en el marco del Clásico Cavepro, un pupilo de Heberto Castro
Pimentel entrenado por Domingo Noguera Mora, derrotó a los
grandes favoritos Gran Tiro y Guache. |
| ||||||
|
| ||||||
Según lo
mencionó una de las fuentes (Revista Gaceta
Hípica), el triunfo N°60 para obtener el grado de jinete
profesional lo obtuvo sobre los lomos del norteamericano Léxico. El
Sr. Víctor
Marín nos informó que realmente el triunfo 60 fue con
el caballo Calverking,
mientras Léxico representó el primero como profesional
(N°61). | |||||||
| |||||||
Luego de
que ya había sido observado como uno de los novatos más prometedores de la
hípica y tenía algunos triunfos en su haber, el destino le jugó una mala
pasada. En una mañana de traqueos Tovar cayó del ejemplar Sapuare a la pista de La Rinconada, su pierna
derecha quedó en tan malas condiciones que se pensó que
nunca volvería a montar otro purasangre de carrera. Tovar había
demostrado tener la capacidad para ser un ganador, sin embargo, los
jinetes construyen su futuro compitiendo y ganando carreras, mientras él
estaba postrado en una cama y con la deuda de una casa que había recién
adquirido para su madre. |
| ||||||
| |||||||
Así el
pequeño caraqueño se encargó de sorprender a todos con su regreso a las
pistas en tan solo cuatro meses. Juan Vicente Tovar
estaba dotado de un increíble instinto para tomar decisiones
rápidas en la pista y de un tacto preciso para conocer el estado
físico de sus montas. Por lo que pronto estuvo de nuevo en los primeros
planos, algo que no logro ver "Chatarra" que al Juan
obtener este el grado profesional lo abandonó, señalando que le sería
difícil seguir ganando. Entonces buscó la asesoría de otro agente y
recibió como respuesta que el individuo le diera la espalda "porque tenía al mejor jinete de La
Rinconada y sus alrededores". Luego, cuando diligenciaba la
obtención de la licencia para conducir automóviles, conoció a José
Ángel Torres Velázquez, "Edificio". Terminó
Tovar ese año 1976 como subcampeón de los jinetes, escoltando a la
figura del momento, Ángel Francisco Parra.
|
| ||||||
Ya para
1977 dominó la situación de principio a fin, para apoderarse del
campeonato de los jinetes con 114 triunfos y de esta manera no dejarlo
sino hasta 1992, después de 16 estadísticas, todo un récord a
escala mundial. El tiempo, curtidor de la constancia, del deseo, de la
dedicación y responsabilidad lo convirtió en el jinete, en el astro que
todos conocimos por más de dos décadas, poseedor de casi todos los récords
de nuestro país. |
| ||||||
En el
año 78 ganó la Triple Corona de yeguas con Blondy hecho este que repitió en el 80 con
Gelinotte y con otra triple coronada ganó
uno de los tres pasos, se trató de Lady and Me; además estuvo cerca
con Inolympia, Trinycarol, The Queen, Luna Pier y Ferd
D'Ferh. Con Gelinotte, la valiente zaina nacida en el año
1977, copó la escena cuando se metió en las páginas doradas de nuestro
hipismo al conquistar la Triple Corona de yeguas y dos pasos de la
Triple Corona Nacional, cayó vencida en un duelo cabeza a cabeza de
casi 500 metros con Sweet Candy en
el Derby de Venezuela, ultimó paso de las gemas. A finales de enero
de ese año 1980 Tovar estuvo unos días en Norteamérica, específicamente
en Hialeah
Park, donde participó en algunas carreras logrando un
triunfo con Double Accord y dos segundos lugares
(uno de ellos con Sceptic, propiedad de Domingo Noguera
Mora), bregando con jockeys de la talla de Ángel Cordero
Jr. |
| ||||||
|
| ||||||
Los
aficionados zulianos pudieron disfrutar del espectáculo que fue Juan
Vicente Tovar a bordo de un caballo de carreras cuando en 1981 llevo a
Veseli a convertirse en el primer Triple
Coronado del Hipismo Zuliano, cuatro años más tarde regresó para
repetir la hazaña, esta vez en la silla del gran campeón Tío Cheo
con el cual también obtuvo el Clásico José María Vargas de 1986 en
La Rinconada Ganando el Clásico Día de
la Armada de 1982 con la yegua Val Fleurie, Juan Vicente Tovar pasó a liderar el
renglón de clásicos ganados superando a Balsamino Moreira, llegando a 71
clásicos ganados por 70 del recordado látigo chileno. |
| ||||||
| |||||||
En
Valencia ganó su primera con Murciano en
la jornada inaugural el 25 de marzo de 1983, de esa hípica de Cabriales se recuerda su triunfo en el Hipódromo de La
Rinconada con la primera gran Campeona Valenciana Miss Leydy en el Clásico General Joaquín
Crespo de 1984. | |||||||
|
| ||||||
La
influencia de Tovar en las pruebas correspondientes a la Triple
Corona es inagotable. En 1984 condujo a The Iron en el
Páez (1600
metros) y cayó vencido por Indudable, el crack del
momento. Posteriormente, con el mismo animal, repitió su segundo lugar en
el MAC (2000
metros), Indudable mantenía sus aspiraciones a la ansiada
Triple Corona nacional. Le restaba, apenas, el República de
Venezuela en milla y media. Todo señalaba como una autentica fija al
caballo que conducía José Padrón y entrenaba Julio Ayala.
Juan Vicente envió un mensaje a Manuel Medina (entrenador de The Iron):
"Díganle que me prepare
al caballo para los 2400 metros, pues no podemos perder".
Medina, sorprendido, atinó a decir: "Pero si no hemos podido con ese
caballo en la milla ni en los 2000 metros, ¿cómo le ganamos en
2400?" Sin embargo, obedeció y alargo al ejemplar. Resultado:
The Iron venció de
tiro a tiro, dejando en el segundo y sin la Triple Corona a Indudable.
"Ese negro es un fuera
de serie", afirmó Medina inmediatamente a la inobjetable y
dibujada conquista. |
| ||||||
|
| ||||||
Comenzaba
la temporada de 1985. Tres semanas sin ganar Tovar. Eran demasiadas para
el ritmo triunfador que el campeón tenia acostumbrada a la afición.
¿Qué le ocurría al
Negro?, era la pregunta que giraba alrededor de la fanaticada.
La situación preocupaba un poco al líder de los jockeys. ¡De pronto! Repicó el
teléfono de la quinta Mis Anhelos, de la urbanización Los Naranjos.
"Es Luis Aparicio, sé
que estáis metido en un slump. Yo pase por eso
en las grandes ligas. Mentalízate e imagínate que no está pasando nada,
que estáis ganando seguido, y veréis que pronto vuelves a tu estado
natural: a ganar como vos sabéis". El saludo amistoso, el
agradecimiento y un "nos
vemos en cualquier rato". Ese mismo año se programó en La
Rinconada el Trofeo Luis Aparicio: venezolano en el Hall de la
Fama. José Ángel "Edificio" Torres
acompañó al hipódromo al primer campocorto
latinoamericano insertado en Cooperstown. En el trayecto, Luis recibió un
mensaje de Tovar: "Dile
a Luis que le dedico la carrera de su trofeo". Ya en plena
recta final, al narrador interno no tuvo otra alternativa que afirmar:
"Y Sindavad tiene el triunfo asegurado". Juan
había cumplido su promesa. |
|||||||
|
| ||||||
El 23 de
junio de 1985, el moreno de San José se adjudicó la Triple
Corona nacional cuando el ejemplar Iraquí se coronó al obtener la victoria
en el Clásico República de Venezuela. Así la jornada fue toda
festiva cuando Tovar y el defensor del Stud Chivacoa jugaron como favoritos ya que ganaron
las pruebas anteriores: el José Antonio Páez y el Ministerio de
Agricultura y Cría. El Páez fue un clásico en el cual a Iraquí se
le señalaba como una segunda opción asomándose como favorito al invicto
Candy Man. Sin embargo, Tovar lo colocó a la
expectativa y en el codo final se lanzó en búsqueda del triunfo, objetivo
que alcanzó con cuatro cuerpos y medio sobre su archirrival. Luego llegó
el domingo dos de junio cuando en el Clásico del Ministerio de
Agricultura y Cría, segundo evento de la triple corona
venezolana, Iraquí
traspuso la línea final de la competencia con más de cinco cuerpos de
distancias sobre su más cercano rival. Así avanzamos al 23 de junio de
1985 cuando el noble potrillo junto a la leyenda Juan Vicente Tovar
obtuvo una convincente victoria que lo catapultó a la historia del hipismo
nacional. El pequeño jinete estaba en su momento de gloria, la algarabía
fue inmensa y en La Rinconada no se recuerdan mayor alegría, Iraquí se
consagró como el tercer animal en alcanzar la Triple Corona venezolana,
emulaba las hazañas logradas por Gradisco en 1960 y por El
Corsario en 1972. |
| ||||||
|
| ||||||
En el
año 1986 ganó 17
clásicos de grado, en este orden el Alberto
Smith (con Napaz), José María Vargas
(Tío Cheo),
Andrés Bello (Tío
Cheo), Día de la Armada (Miss Vereda),
Fuerzas Armadas de Cooperación (Winton), El
Corsario (Miss
Vereda), Cavepro
(Winton),
Asociación Hípica de Propietarios (Winton),
Periodistas Hípicos (Sátira), Simón
Bolívar (Winton),
Burlesco (Sparrow),
Cría Nacional (Winton),
Ciudad de Caracas (Imbay),
Fuerza Aérea Venezolana (Capaz), Jockey Club
de Venezuela (Winton),
Comparación (Batiente) e
Instituto Nacional de Hipódromos (Capaz). Además ese año
triunfo en el Selección de Fedeharas (Napaz), Derby
de Sovecría (Miss Vereda) y Polla
de Acrica (Refino). |
| ||||||
|
| ||||||
Un gesto
como aquel en la Copa Klick de 1986, que
era un match entre Adeje
(favorito con su
gran rival del momento, Ángel Francisco Parra) y Sparrow, que para el momento era un buen
prospecto. Al momento de la partida, Adeje se
quedó en el aparato y Tovar, que había partido sin problemas, al
percatarse detuvo a su cabalgadura y se regresó al aparato,
para una nueva partida, en igualdad de condiciones. Al final, pasó
adelante la raya Parra con Adeje y Sparrow quedo segundo, pero la mayoría coincidió en
señalar a Tovar como el gran ganador del evento, en un gesto que
definitivamente lo enalteció. |
| ||||||
| |||||||
Se hizo
tan famosa la pericia y habilidad de Juan Vicente sobre un puro de
carreras, que en cualquier orden de la vida servía de ejemplo e
identificación total. En nuestra época de estudiantes, los compañeros de
la facultad de ingeniería en la Universidad, ante la proximidad de un
examen, se preguntaban ¿qué tema será el de esta
prueba? A lo que inmediatamente se respondía. "Estudia, afíncate en las
integrales dobles, que son una fija: la lleva Juan Vicente
Tovar". | |||||||
|
| ||||||
Otra
vez, a finales de
octubre de 1987 y en el Restaurant Ponte Vecchio de Las Mercedes, un día (lunes) después del
distanciamiento de Gallardete en el Clásico Simón Bolívar,
Francisco Morales hacia cálculos de si podía o no ganar la
estadística, con tamaña suspensión sobre su cabeza, al fenomenal Ángel
Francisco Parra. Servilletas rayadas por todos lados, números de
distinta dimensión, en fin, cualquier cantidad de dígitos dignos de
Pitágoras. Apartando la gran cantidad de cifras, Francisco le formuló par
de preguntas. "¿Juan,
como haces para ganar tantas carreras? ¿Existe algún
secreto?", a ello responde Tovar "Las victorias vienen por la
constancia, la dedicación, la disciplina, las metas que uno se traza y
ciertas habilidades. El secreto, si es que existe, es el oído"
"¿Que tiene que ver el
oído con mandar, pegar, apilarse, estribar corto, arrear y toda esa serie
de vainas que hacen ustedes los jinetes?", le pregunto
Francisco Morales de nuevo con bastante incredulidad, a la que Tovar
respondió con rapidez y seguridad: "El jinete que no tenga el oído
educado, que no sepa escuchar los pasos de los caballos, tanto del que va
adelante como los que vienen atrás esta liquidado, no puede medir el
alcance de una carrera de caballos". Y le dijo: "Te dedico esta
estadística". Parecía increíble. Regresó. Ganó 19 carreras de
38 compromisos, terminando primero con cuatro de ventaja sobre Parra. El
1° de enero, al compás del Feliz Año, le recordó: "Te la dediqué y
cumplí". |
| ||||||
|
| ||||||
El 2 de
diciembre de 1990 fuimos testigos de otra de las grandes hazañas logradas
por Juan Vicente
Tovar en la pista cuando se creció ante el mundo para
ganar en finales por demás inolvidables las tres pruebas
Internacionales como lo fueron las dos ediciones del Clásico
Confraternidad del Caribe a bordo del caballo Randy en tiempo
récord sobre Súper Sergio y la edición para yeguas en la que impuso a
Mon Coquette sobre
Stillwater. | |||||||
|
| ||||||
Finalmente la
gloria llegó cuando en una verdadera demostración de calidad e
inteligencia logró imponer al campeón Don Fabián en la edición 23
del Clásico del Caribe en bonito duelo con el panameño
Espaviento marcando además tiempo récord. | |||||||
|
| ||||||
En otra
oportunidad, Francisco Morales, almorzando en su casa de Los
Naranjos, observó que el Casquillo de Oro de 1977, el primero que
ganó con un total de 114 primeros, colgaba de un clavo bastante
raro y circundado por un marco muy especial. Esa situación le llamó
poderosamente la atención, pidió una explicación. Vino de inmediato.
"Hace años, en 1976,
siendo un aprendiz tuve una rodada que por poco me saca de la película, me
deja sin trabajo. Me operaron e incrustaron un clavo en el fémur. Después,
ya sin molestias, me lo retiro el Dr. José Lara Díaz. Cargué con mi clavo
a casa; y ese que ves ahí es, justamente, el clavo que sostiene a mi
primer Casquillo de Oro". |
| ||||||
|
| ||||||
De las
16 estadísticas consecutivas que obtuvo Juan Vicente Tovar
(desde el año 1977 hasta
1992), fue el de la temporada 1982 donde consiguió la mayor
cantidad de triunfos con 151 laureles. Cuando Tovar asumió la idea
del retiro en 1992, lo hizo por la puerta grande, al ganar su última
estadística (igualando con José Luis Rodríguez), luego de
triunfar con Auriga y cumplir otra monta. Fue tal su firmeza en la
decisión, que nadie pensó en la posibilidad del regreso. Se dedicó al
descanso, asuntos familiares y algunos negocios. Para la temporada de 1993
se instauró un clásico en honor a quien logró infinidad de récords en
nuestro hipismo y uno a nivel mundial, el de 16 estadísticas consecutivas.
Ese año lo ganó La Pastoreña y en 1994 lo
ganó Prime Tip (después este evento se degradó a
Copa). |
| ||||||
|
| ||||||
Sin
embargo, la nostalgia del quehacer diario, la camaradería y competencia
del medio, se apoderaron de él y sorpresivamente se reincorporó a
actividades con una gran diferencia sobre el resto de los atletas que han
intentado una segunda etapa: conseguir el éxito en esa misma temporada,
1995, su primer triunfo el 9 de abril con Mariawaleska en una recordada ovación que duró
varios minutos desde que entró en la recta final hasta que hizo el repeso,
ganar una semana después el Clásico Presidente de la República con
el ejemplar Colonial y cumplir una memorable campaña para culminar
entre los primeros de la estadística. |
| ||||||
|
| ||||||
El astro
de los jinetes, Juan
Vicente Tovar, al ganar la cuarta carrera del programa del
12 de julio de 1997 en La Rinconada por intermedio del caballo As de
Copas, completo 2300 triunfos en el ovalo de Coche, según
minuciosa estadística que manejó su agente José Ángel Torres Velázquez,
"Edificio".
| |||||||
|
| ||||||
El 30 de
octubre de 1997, en horas del mediodía, se cumplió el homenaje pautado por
la Comisión Permanente de Juventud, Recreación y Deportes de la Cámara de
Diputados en honor al astro de los jinetes, Juan Vicente Tovar
León. Una concurrida asistencia pleno los jardines del
Palacio Federal Legislativo, donde Juan Vicente recibió la
Medalla Congreso Nacional de manos del doctor Cristóbal
Fernández Dalo, presidente del Congreso de la República.
Intervenciones de los diputados Nelson Carrasquero, Jesús Elorza, Apolinar Martínez, Miguel
Ángel Paz, y del senador Fernández Dalo, enaltecieron las virtudes del
homenajeado, enfatizando en la labor profesional del jinete dentro y fuera
del hipismo venezolano, agregándose su don de buen ciudadano. Tovar, quien
estuvo acompañado por sus familiares y la gran legión de amigos,
agradeció, en breve pero concreto discurso, el acto que se le rendía,
considerado como el primero que se le otorgó a un jinete nativo. Brilló la
presencia de otro campeón, de Gustavo Ávila, quien fue ovacionado
en diferentes oportunidades, un distinguido asistente que realzó la
belleza del acto, haciéndole compañía a su amigo Tovar León. El presidente
del INH, Dr. Luis
Felipe Carbonell, estuvo presente en representación de las
autoridades hípicas, así como también un numeroso grupo de propietarios,
donde destacó el Dr.
Federico Carmona Perera, entre
otros. |
| ||||||
|
| ||||||
Muchas
veces Juan Vicente
Tovar León ganó con ejemplares en tiempo récord:
Star Light, Abisinia, Gelinotte, Landrea, El Isiro, Ristre, Guadamil,
Murciano, Mon Coquette, Don Fabián. Finalmente, en 1998, decidió
abandonar la profesión, esta vez en forma permanente, su última victoria
con Express y el ejemplar que cerró las paginas doradas de la vida
pistera de quien en vida fuera considerado "El Mejor" fue
Locura de Amor, para probar suerte en otras facetas, incluyendo en
el campo de la edición de revistas y en la radiodifusión, donde mantuvo su
sintonizado espacio Tovar en Línea. Al escucharlo hablar, fue
fluido en el conversar. Ante un micrófono emitía la opinión que creía
valedera, utilizando un lenguaje sencillo con dicción loable, teniendo
buen dominio de las expresiones del rico lenguaje castellano. |
| ||||||
|
| ||||||
Juan
Vicente Tovar León falleció
el 12 de abril de 2000 de manera absurda. Pero su luz cual estrella
brillara por siempre sobre los cielos de los hipódromos venezolanos y al
contemplarla servirá de inspiración y ejemplo a todos aquellos jóvenes que
deseen surgir como jinetes para que entiendan que la grandeza de un hombre
no se mide por su estatura, ni por las riquezas materiales que acumule,
sino por las hazañas a base de constancia, dedicación, esfuerzo y
honradez, las mismas que quedaran escritas con hilos de oro en los libros
de gloria de la memoria imperecedera de las generaciones venideras.
| |||||||
| |||||||
Siempre
habíamos considerado a Juan Vicente Tovar
como un hombre de extraordinaria inteligencia cuando estaba arriba de
un pura sangre de carreras. Desde pequeño había
observado que éste gran fusta venezolano le agradaba correr en puestos
intermedios, es decir, entre los 5 o 6 primeros. Siempre aprovechaba la
pelea de dos o más punteros para no desgastar a su conducido, cuando uno
de los dos se entregaba, exigía a su ejemplar y lo colocaba en pos del
líder. Otras de las grandes virtudes de Juan Vicente Tovar fué que casi siempre buscaba la carrera en el poste de
los 600 metros, en donde siempre hacia correr en firme para de esta forma
desprenderse en la recta final. |
| ||||||
|
| ||||||
Como
último homenaje y bajo enorme emoción, el pequeño Juan Pablo Tovar
Celis recibió y alzo la placa que tradujo la Exaltación al Salón de la
Fama de su padre: Juan Vicente Tovar
León, quien en vida fue el jinete más grande de todos los
tiempos, no por el hecho de ganar 16 estadísticas consecutivas en La
Rinconada sino por su don de gente y venezolano ejemplar. Fue el 26 de
junio de 2000, a las 7:30 de la noche, en acto que tuvo lugar en el Hotel
Tamanaco, que se hizo realidad: el jurado calificador integrado por
miembros del Circulo de Periodistas Deportivos seleccionó, por vía de
excepción, la exaltación al Salón de la Fama del "multicampeón"
de los jinetes y rey de la fusta: Juan Vicente Tovar
León, así como a otros destacados atletas del deporte
nacional. |
| ||||||
Y le
correspondió a su pequeño hijo, Juan Pablo, en representación de la
familia Tovar Celis recibir lo que en vida le fue negado a su papa, pero
más allá de todo queda la huella, la hazaña, la gloria, la alegría de un
venezolano que se entregó en cuerpo y alma a su profesión, a
la afición, al hipismo que es lo que cuenta. | |||||||
|
| ||||||
Como
ultima anécdota de Juan, Alfredo Iglesias se encontraba en un
restaurante de la capital en compañía de su familia y se acercó un
mesonero con acento sureño. "Usted es Iglesias, el de los
caballos" le dijo, en tono que se debatía entre la duda y la
afirmación. Entendió que algún compañero le había pasado el dato y lo
enviaba a preguntar por algún "fijo" para el domingo.
Cuando le indico el ejemplar que más le gustaba para esa jornada, hizo la
salvedad de que lo guiaba el campeón (refiriéndose entonces a Emisael Jaramillo). El hombre,
visiblemente emocionado, me respondió: "¡Ah! Si lo lleva Tovar no
pierde" Por supuesto, se pasó un buen rato explicándole que
había fallecido, pero este hecho demuestra que, fuera del hipismo, existía
un solo campeón para el pueblo: Juan Vicente Tovar!!!.
|
| ||||||
| |||||||
Información y fotografías obtenida de las siguientes fuentes: Diario El Nacional, Sr. Mario Cardozo, Sr. Francisco Morales, Diario El Universal, Diario Meridiano, La Biblia del Hipismo Venezolano, Folleto Hechos y Hazañas (Diario Meridiano), Sr. Leonardo Castelo, Sr. José Guerrero, Sr. Juan Carlos Rodríguez O., Revista La Fusta, Revista Gaceta Hípica, Sr. Víctor Marín Y. e-mail: [email protected] | |||||||
|
Actualizaciones
(fotos y videos): Prof. Juan
Luis Orta | ||||||
e-mail:
[email protected] | |||||||
twitter:
@juanluisorta1 | |||||||
Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
jueves 30 de noviembre de 2000 | |||||||