Anécdotas Hípicas
Venezolanas presenta | ||
Jesús Armando
Bracho | ||
Por
Gabriel N. Ramos | ||
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La hazaña de Jesús Armando Bracho sigue viva
en los rincones del hipismo venezolano, tras llevarse el Premio Eclipse de 1992 como el Mejor Jinete Aprendiz de Estados
Unidos. Jesús nació en la ciudad de Los Teques, estado Miranda, el 24
de diciembre de 1967, pertenece a una dinastía de jinetes. Es hijo del
jinete |
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Con 16 años y las condiciones físicas para la
profesión, se interesó por seguir los pasos de su padre y fue a hacer el
aprendizaje en el Hipódromo
Municipal de Punto Fijo, óvalo de provincia. Ahí estuvo 6 meses de
aprendiz de cuadra, cuidando caballos del entrenador Orlando Lugo y montándolos en los
picaderos cuando tenía la oportunidad, hasta que le llegó el día que todo
aspirante a jinete sueña, el de su
debut. | ||
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Montó a Gran Nube, en su corazón había
alegría y en su pecho ansias, nerviosismo. El tiempo se salió de control a
su entender, pasó demasiado rápido en los primeros metros de la carrera y
demasiado lento en los últimos, en esos segundos eternos donde saboreaba
la gloria obteniendo su primer triunfo y soñando, soñando en grande, con
la certeza de que era el primero de muchos
logros. | ||
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En los años siguiente montó en el Hipódromo de La Limpia, estado
Zulia, después de esperar 6 meses por la matrícula oficial, allí ganó
varias carreras, pero su sueño era el de montar en los Estados Unidos, esa
aspiración se le había vuelto casi una obsesión, veía carreras “gringas”, recortaba fotos que
salían en la prensa, pegaba en su cuarto afiches de jinetes foráneos y se
esforzaba cada día por lograr su meta. | ||
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Con la ayuda de un tío que vive en Miami fue a
Estados Unidos, pero no logró montar, en su estadía de 3 meses visitaba a
diario el Hipódromo de Calder
y se enamoraba más de la idea de quedarse, pero por falta de permisos se
tuvo que regresar y comenzó a montar en el Hipódromo La Rinconada,
consiguiendo 17 triunfos entre ellos la Gran Premio Nacional de 1989 y
posteriormente el Clásico Fuerzas
Armadas de 1990 abordo de Another Chance, también consiguió un
segundo en el Clásico Simón
Bolívar de 1989, posteriormente regresó a Miami y a los 2 meses
regresó, de nuevo con el sueño frustrado, pero como dice el refrán: “a la tercera va la
vencida”. | ||
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Después de su segundo intento en Florida,
volvió, esta vez al Hipódromo de
Santa Rita, ganó 3 carreras y por fin consiguió el permiso que
necesitaba para montar en Calder
Race Course en el
año 1991. El principio no fue como él pensaba, no tenía agente, y montaba
muy poco, hasta que recibió el apoyo del entrenador venezolano Manuel
Medina. | ||
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Después de casi un año sin triunfar y casi
decepcionado, consiguió ganar por primera vez en Gulfstream Park con el caballo argentino
Upper Most,
que había ganado el Clásico
Fuerzas Armadas en Venezuela. Ese triunfo le abrió las puertas en
Florida, pues derrotó en un final electrizante a la “hall de la fama” Julie Krone, jocketta estelar
para ese momento. | ||
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Desde entonces comenzó a destacar, y fue en el
año 1992 cuando ganó 15 carreras más en Gulfstream Park para luego llevarse las
estadísticas de Calder Race Course y del mitin
de Tropical Park en Calder, lo
que le hizo merecedor del premio “Eclipse Award”, el galardón más reconocido en el deporte
hípico a escala mundial. Y no es para menos, se alzó con el galardón al
ganar en ese año 236 carreras, 159 segundos y 132 terceros para una
producción que desbordó los 2 millones de dólares para los propietarios de
los equinos. |
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El “Eclipse” no premia en dinero, sólo
una estatuilla simbólica, muy apreciada y que representa una gran
publicidad para cualquiera que la gane, Sin embargo, ese premio que
recibió en febrero de 1993 en Los Ángeles, trajeado con smoking y luego de
su llamativa campaña, se esfumó cuando las autoridades del Hipódromo de Calder descubrieron
una diferencia en sus triunfos en
Venezuela. | ||
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En 1993, con el éxodo de otros jinetes
venezolanos al norte, comenzó a correrse el rumor de que Jesús Armando Bracho, el mejor
aprendiz de los Estados Unidos, no era aprendiz y que siendo profesional
estaba montando en Miami con el beneficio del descargo. En esa oportunidad
Walter Blum, representante de
las autoridades hípicas en Calder, reveló que Bracho había ganado 20
pruebas en su país y no 3 como había jurado. Blum tuvo en sus manos un fax
envíado desde Venezuela, mientras tanto a Bracho
como a sus paisanos Eibar Coa,
Olaf Hernández y Douglas Portillo los suspendieron
por 2 meses y les prohibieron luego de manera temporal la admisión a los
hipódromos. | ||
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Esta
omisión de información le salió muy cara, perjudicó su
reputación en el Norte, lo inhabilitó durante 14 meses y además le implicó
un gasto de US$30.000 en honorarios de abogados, después de varios
sesiones legales, el Estado le propuso levantar el veto que tenía en los
hipódromos siempre y cuando devolviera el “Eclipse Award” o ir a un juicio final donde podría salir
airoso o perder la matrícula. | ||
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Jesús Armando Bracho prefirió no correr el
riesgo de acabar con su profesión y devolvió el premio, que entonces fue
otorgado a | ||
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A partir de entonces, se ha mantenido en plan
ganador en diversos hipódromos de Estados Unidos, Canadá, Arabia Saudita,
Jamaica y |
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Fuentes: Lic. Carlos Giardinella, Lic. Hernán Viloria Daboín, Lic. Antonio José Medina, Diario El Universal,
Revista La Fusta, www.hipicomputo2000.com, Ing.
Juan Macedo | ||
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
jueves 29 de noviembre de 2012 | ||
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