Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Gustavo Ávila

Por Darwin Dumont

Actualizado por Juan Luis Orta

"El Monstruo" Gustavo Armando Ávila Carmona nació en la ciudad de Caracas el 14 de junio de 1938 en el Instituto Simón Rodríguez, una pequeña clínica que funcionó en El Conde, hoy borrada por un coloso de concreto llamado el Parque Central de Caracas. Estudió en las Escuelas Primarias Franklin Roosevelt y Pedro Mendoza. Pasó los primeros dos años del bachillerato en el Liceo de Aplicación, ubicado en El Paraíso, donde observó la preferencia que le daban sus jóvenes amistades al joven jinete Enrique H. Bouley, eso le animó a probar ser jockey y reconocido como él. Fue a la escuela de jinetes del extinto Hipódromo Nacional El Paraíso, siendo Ricardo Ramírez el Director, allí aprendió a montar en un pony argentino, pero no le daban caballos purasangres porque era muy novato (confesó Don Gustavo que le tenía mucho miedo).

Al fin debutó como profesional de la fusta en el desaparecido Hipódromo Nacional de El Paraíso el sábado 14 de agosto de 1954 en la reunión número 39, en una especial exclusiva para jinetes no ganadores de más de tres carreras, donde guio a La Venus, entrenada por Luis Gallegos, arribando en la quinta posición. Esa competencia la ganó Sonia con la conducción de G. I. Blanco, el tiempo agenciado fue de 77"1 para distancia de 1200 metros. Don Gustavo contó esta anécdota: "Era una carrera de novatos. Jamás podré olvidar ese día, primero no encontraba los estribos y luego se me cayó el fuete en la partida. Estaba nervioso y tembloroso terminé en el quinto puesto. El recorrido me pareció muy largo. No sólo resultó un calvario para mí, sino para Justo Torres, quien también se estrenaba en ese momento".

Su primer éxito se registró el martes 5 de julio de 1955, sorprendiendo en el 5 y 6 con el ejemplar Solís, preparado por el chileno Héctor Samuel Hernández. De ese momento Gustavo recordó: "Estaba tranquilo en el aparato y cuando la puerta se abrió, salí disparado, me coloqué en el tercer puesto, luego en el segundo, y cuando ya estábamos en la recta final, tomé la punta para no perderla jamás. Era mi ocasión y si triunfaba, como había dicho a mamá, las cosas cambiarían". El año siguiente (1956) también resultó inolvidable para "El Monstruo", quien terminó siendo el Mejor Aprendiz y porque, además, el 15 de septiembre logró graduarse como profesional al obtener su triunfo número 60, montado sobre el dosañero Despreciado (casualmente con este ejemplar se anotó su primer clásico, el Clásico José Antonio Páez y derrotando a los mejores del momento).

Su excelente silla, gran inteligencia y recursos sobre un purasangre lo llevarían rápidamente al estrellato. Ganó las estadísticas de los años 1957 (84 primeros), 1958 (90), 1959 (73), 1967 (105) y 1973 (94). En la semana del sábado 8 y domingo 9 de agosto de 1959 alcanzó 8 victorias (récord para la época) por intermedio de Catacumbo, Brete, Tristán, Banal, Onagro, Caretón, Anguille y Mi Carlo. El porqué del apodo de "El Monstruo", recordó Don Gustavo: "Una vez se me acercó Alberto "Tapatapa" Hidalgo y me dijo que parecía un monstruo porque casi siempre pasaba la raya primero y con ese remoquete me quedé para siempre"

La victoria de Banal del 8 de agosto de 1959 tuvo la particularidad de que dicha prueba Millard Ziadie presentó cuatro ejemplares y los cuatros ocuparon las primeras posiciones del marcador. En ella corrieron diez en total. La hoja de servicios de Gustavo Ávila fue extraordinaria y en ella puede leerse que se paseó por países tan disímiles como Checoslovaquia, Inglaterra, Italia y otros lares del viejo continente, además de toda la América hípica, es decir, Canadá, Estados Unidos, México, Panamá, Puerto Rico, Jamaica, Colombia, Perú, Chile, Uruguay y Argentina.

En 1966, sobre Victoreado, conquistó el primer Clásico Internacional del Caribe en Puerto Rico (Ávila recordó que ganó en Venezuela con el caballo Viviani e igual con la yegua Yeyela, de esa pareja nació Victoreado). Sobre ese triunfo contó emocionado: "Se dio la partida con el favorito El Rebelde adelante y Vélika muy cerca. Eran 1800 metros. Yo andaba en el cuarto o quinto lugar y ya en la recta final, con El Rebelde montado por Cordero junior, siempre al frente y Vélika en el segundo, me lancé con fuerza. Grité a Rogelio que era yo y él me dio paso. El Rebelde no pudo con Victoreado y por primera vez un criollo ganaba en el extranjero".

Ese mismo año 1966, Gustavo Ávila implantó un record singular, posiblemente inédito a nivel mundial, según contó Don Manuel Corral. El 2 de enero, Gustavo ganó la primera carrera del año con Yapajú y luego el primer clásico del año, el Inauguración con Vélika. Al cierre del año, el 31 de diciembre, ganó el último clásico del año, el Jockey Club de Venezuela con Chateaubriand y la última carrera con Sembrador. Adicionalmente con Sembrador ganó la primera carrera de 1967.

Otros triunfos internacionales los obtuvo con Cañonero en los dos primeros pasos de la triplecorona norteamericana en 1971 (Kentucky Derby y Preakness Stakes). Recordó Don Gustavo: "Me correspondió el puesto 15. Pensé que si Cañonero respondía ganaba la carrera. Seguía reflexionando y mientras lo hacía, acariciaba su cabeza. Meditaba sobre mi esposa y Venezuela, hasta que se abrieron las puertas del aparato. Me trancaron y tuve que levantar al caballo. Estaba en el último puesto de un total de 23, pero no perdí la paciencia. Faltaba mucho trecho y dejé que el caballo hiciera lo que quisiera. Lo hizo muy bien, sólo lo exigí en la recta final y ganó por cinco cuerpos y medio, ante 170 mil personas. La mayoría no lo creía y mi compadre, Luis Aparicio, quien estaba en Boston, sí tenía confianza en mí, por eso se ganó una polla hecha por jugadores de Grandes Ligas".

En la "Carrera de los Ases" celebrada en La Rinconada en marzo del año 1970 con los mejores jinetes latinos, Ávila ganó con Fox, preparado por José Rosendo Fernández, derrotando a los consagrados Braulio Baeza, Eddie Belmonte y Ángel Cordero, y a los del patio Juan Eduardo Cruz y Balsamino Moreira.

Gustavo Ávila conquistó tres veces el Gran Premio Clásico Simón Bolívar con Senegal (1957), Pensilvania (1958) y Prenupcial (1961). Fuerzas Armadas con Banal (1958), Senegal (1957) y Guapo (1974). República de Venezuela con Fair Kill (1963), Tenorio (1964), Conoto (1965) y Sendero (1976). Se adjudicó seis Clásico Presidente de la República con Cantor (1959), Porvenir (1960), Tom Thumb (1967), Four Clubs (1968), Chateaubriand (1969) y Ejemplo (1971). Tres Clásicos Cría Nacional con Perry Mason (1962), El Corsario (1974) y Guasipati (1975). El Francisco de Miranda con Vélika (1966) y Cencerro (1972) y el José Antonio Páez con Guaranera (1957) y Gradisco (1960).

Este era el concepto que tenía el difunto Juan Vicente Tovar de Gustavo: "Una luminaria, un fuera de serie en su época y uno de los jockeys más inteligentes que he conocido. Siempre he sido un admirador de Gustavo, creo que el primero. Se pierde de vista las cualidades de ese señor y es que es eso, un señor en toda la extensión de la palabra".

Gustavo Avila hasta la temporada de 1985 ganó 1472 carreras. Su último triunfo fue con Rahab, una pupila de Pedro Armando Quintana. Colgó el foete en el año 1990. Fungió como Comisario en el Hipódromo La Rinconada y en 1994 fue exaltado al Salón de la Fama del Deporte Venezolano.

El Lic. Luis González Hernández comentó: "¡Qué casualidad o coincidencia que merece ser comentada como anécdota! Don Gustavo Ávila, jinete ganador del primer Clásico Internacional del Caribe en 1966 entregándole el Trofeo a Argenis Ramón Rosíllo Fernández, segundo jinete venezolano ganador del Clásico Internacional del Caribe en 1977 precisamente con los mismos colores de Huracán Sí, Rosíllo condujo al ejemplar Aly Chico del Stud Huracán Sí, propiedad de Alberto Lezama y Nohemí de Lezama. Carrera celebrada en el Hipódromo Municipal de Ciudad Bolívar en Homenaje a Gustavo Ávila, 12 de octubre 1995".

A finales de junio de 2008 fue exaltado al Salón de la Fama del Caribe por ser el jinete que conquistó el primer Clásico del Caribe en 1966 con el caballo Victoreado, bajo el entrenamiento de Domingo Noguera: “Me siento muy contento. Sin duda, es un orgullo ingresar al Salón de la Fama del Caribe. Los miembros de los países me eligieron de una manera abrumadora. El triunfo de Victoreado fue de los más importantes de mi carrera”, fueron sus palabras. Por otra parte, destacó el recordado “Monstruo”, que es un honor compartir esa vitrina con los fustas Juan Vicente Tovar y Douglas Valiente “Es formidable. Ellos fueron grandes profesionales y ganaron en el Caribe. Me siento feliz”, refirió.

A finales de mayo de 2009 Gustavo Ávila fue homenajeado en Louisville, Kentucky; en el Galt House Hotel en la ceremonia titulada “Galope a la Gloria”, a paso de cumplirse 38 años de la gran proeza en el Derby con Cañonero. "Voy a colocar mis manos en una placa de cemento y también la firma. Seré el número treinta y uno en recibir este homenaje como ganador del Kentucky Derby. Voy a revivir ese gran momento junto a mi familia y amigos”, declaró Gustavo Ávila notablemente emocionado antes de tomar el avión hacia Norteamérica. También fue designado como el Buen Deportista YMCA 2014 en el rango profesional. Toda una leyenda.

En estos últimos 5 años, Gustavo Ávila ha vivido con su familia en Los Estados Unidos. En el país del norte por ejemplo, felicitó y abrazó a Sonny León, ganador del Kentucky Derby 2022 con el ejemplar Rich Strike, por cierto de mucha similitud con Cañonero en cuanto a lo fortuita que fue su victoria y emulando a Gustavo, primer ganador del Derby de las rosas.

Los homenajes no se han hecho esperar para “el Monstruo de Venezuela”, llamado así por su excelsa manera de conducir a los purasangres, quien fue condecorado por diversas organizaciones gubernamentales  en Los Estados Unidos, además de la reconocida Cámara de Comercio con sede en Miami en este año 2022.

Gustavo Ávila no pierde el contacto con sus amigos en Venezuela y por las redes sociales siempre está presente y con los amigos venezolanos en los Estados Unidos se reúne en sus diferentes espacios e hipódromos siendo entrevistado constantemente por una juventud ávida en aprender sobre este gran jockey venezolano que como dice su biógrafo Manuel Corral ha sido predestinado por la historia a ocupar el sitial de honor como el primer jockey venezolano en lograr grandes hazañas en Venezuela y el mundo.

 

 

 

Actualización:  Prof. Juan Luis Orta

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Fuentes: Diario Líder en Deportes, Ing. Juan Macedo (actualizaciones), Sr. Agustín Pérez, Lic. Luis González Hernández, Sr. Juan C. Rodríguez, Sr. Juan Godoy, Sr. Manuel Corral, Sr. Juan Luis Orta (actualización)

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 4 de enero de 2001
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