Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Vany Fair

(Uru, 1967, Eglaneko en Vanity Fair por Barnes Park)

Por Juan Macedo

 

Nacida en el Haras La Chimenea en el segundo semestre del año 1967, hija del semental uruguayo Eglaneko, la zaina Vany Fair mostró desde sus primeros pasos un potencial inigualable.

 

Su estampa elegante y su paso firme auguraban una carrera llena de éxitos. Su debut en el Hipódromo de Maroñas fue una verdadera demostración de su calidad. Con una agilidad sorprendente y una resistencia fuera de serie, Vany Fair se mantuvo invicta en sus tres primeras competencias que incluyen el Clásico Francia (Grado 3, 1300 metros) y el Clásico Constante Roque Turturiello (1400 metros). Su público la aclamaba y los expertos vaticinaban un futuro brillante.

 

Pero su destino le tenía reservada otras tareas y tras su paso breve pero triunfal por Maroñas, Vany Fair cruzó la frontera hacia Venezuela, siendo adquirida por el Sr. Giovanni Farah para su tradicional Stud Baby One.

 

En el Hipódromo La Rinconada, bajo la tutela de Manuel Azpúrua Sosa, debutó el 5 de diciembre de 1970 con la monta de “El LocoJusto Torres en distancia de 1400 metros decepcionando a sus allegados (que esperaban verla cruzar la meta en ganancia) al ocupar el séptimo lugar a 3 ¼ cuerpos de Búsqueda. Dos semanas después cerró el año con la monta de Félix Sabino Pérez sin mejorar desde el noveno puesto a 12 cuerpos de Vilmy.

 

Luego de casi dos meses de adaptación y ajuste sirvió para que el 6 de febrero de 1971 Vany Fair con “El GeneralÁngel Francisco Parra en su cabalgadura “rompiera el celofán” muy fácilmente aventajando a Elena de Troya con 4 ½ cuerpos y crono de 80” exactos para los 1300 metros. Tres semanas después saboreó nuevamente las mieles del triunfo derrotando con 4 ½ cuerpos a Fuego de Oro agenciando 72”4 para los seis furlones.

 

El 21 de marzo fue de la partida en los 1200 metros de la Copa Rafael Rugero, pero tropiezos en los metros iniciales incidieron en mejor desempeño, conformándose con el octavo lugar a 4 ½ cuerpos de Misiadura. Seis días después regresó al lote común donde cruzó el disco en ganancia con ventaja de 2 ¾ cuerpos sobre Navidad parando los relojes en 79”3 para los 1300 metros. A las dos semanas nuevamente mostró su calidad al superar con 3 ¼ cuerpos a Tararí registrando 80” flat para los 1300 metros.

 

A pesar de fracasar a 13 cuerpos de Rain, el 15 de abril participó en la Copa Henrique Otero Vizcarrondo, pero el resultado no fue diferente, séptima a 23 cuerpos de Bethia. El 6 de mayo subió a su silla Hernán Rengifo en marco de la Copa Hermán Stelling sin mostrar mejoría. Tres semanas después en el Clásico Día del Ejército con la monta de Pedro González Pinto llegó muy lejos de la ganadora Misiadura.

 

Dado los resultados de las últimas carreras, Vany Fair pasó a la cuadra de Ademar Piñañgo para reaparecer el 1 de agosto con la monta de “El RemarkableIgnacio J. Ferrer mejorando para figurar tercero a 1 ½ cuerpos de Magallanes. Dos semanas después se reencontró con el triunfo en las manos de Julio César Piñero superando a Los Samanes con 4 cuerpos de ventaja y registro de 85”1 para los 1400 metros.

 

Luego de fallar con Ricardo Ferrer en la Copa Luis A. Landaeta, el 29 de agosto regresó Julio César Piñero a su cabalgadura anotándose una bonita victoria derrotando por cabeza a Latour agenciando 78” cerrados para los 1300 metros. Regresó al lote selectivo, la Copa José Murillo, con la conducción de Carlos Pérez logrando ocupar el lugar de escolta a 2 ¾ cuerpos de Tres Suertes.

 

Tras llegar cuarto a 3 cuerpos de Niarkos, el 2 de octubre corrió en los siete furlones de la Copa Arturo Michelena persiguiendo a la peruana Pecado a la que no le dio ventajas en ningún momento, dominándola en los 300 metros finales para pasar la meta con ventaja de 2 ¾ cuerpos sobre Pecado, cubriendo la distancia en tiempo de 106” exactos. Dos semanas después participó en la Copa Rafael Barboza Montiel llegando sexta a 12 cuerpos de Bethia.

 

El 30 de octubre luchó brevemente la delantera con el inglés Escamillo y lo dominó en terrenos de los 600 metros, triunfando finalmente con holgado margen de 6 cuerpos sobre Agüero agenciando 84” clavados para los 1400 metros. Cerró el año con cuatro buenas figuraciones, incluyendo un tercero a 3 ¼ cuerpos de Bethia en la Copa Manuel Azpúrua Alcántara.

 

El 2 de enero de 1972 con la monta de Rafael Rodríguez Morales escoltó a Tres Suertes a 1 ¼ cuerpos. Pasó a la cuadra del entrenador Eduardo Azpúrua Sosa y el 30 de enero con la monta de Luis Castillo se trenzó en un duelo con Windy y Travieso II durante los primeros metros y dominó en la recta final con cierta ventaja, lo cual permitió aguantar la carga de Niarkos que clasificó en el segundo lugar a ¾ cuerpo y crono de 79”1 para los 1300 metros.

 

El 19 de febrero corrió en la Copa Ramón Rotundo Mendoza con la monta de José Luis Vargas ocupando el tercer lugar apenas a ¾ cuerpo de Tres Suertes. Ocho días después enfrentó a los machos en los seis furlones del Clásico de los Sprinters donde decorosamente figuró cuarta a 7 cuerpos de su compañero de cuadra Tocorón. Regresó al lote común con José Vicente Sánchez en su silla donde se conformó con el quinto puesto a 8 cuerpos de Niarkos. El 18 de marzo participó en la Copa Rafael Rugero nuevamente con la monta de José Luis Vargas donde escoltó a Bethia a 2 cuerpos. Dos semanas después José Vicente Sánchez regresó a su cabalgadura logrando escoltar a Sabrosito a 2 ¾ cuerpos.

 

Vany Fair fue negociada para lucir los colores del Stud Carpico del Sr. Carlos Pierotti Cocco, quien requirió los servicios de Raúl Payares, “debutando” con la nueva chaquetilla el 16 de abril con la conducción de Pedro González Pinto enfrentando al máximo lote para llegar cuarta a 4 ½ cuerpos de Tocorón. Luego de fallar desde el octavo lugar a 15 cuerpos de Tres Suertes, mejoró una enormidad al escoltar a Intimo apenas a ¾ cuerpo. El 17 de junio participó en la Copa Hermán Stelling donde ocupó el cuarto puesto a 2 cuerpos de Ghanosa. Regresó al lote máximo para ocupar el sexto puesto a 9 cuerpos de Tocorón.

 

Luego de cuatro meses de reposo, reapareció el 5 de noviembre en la Copa Manuel Vicente Lander Gallegos con la conducción de Balsamino Moreira llegando séptima a 11 cuerpos de Ann Boleyn. Luego fracasó desde el undécimo lugar a 24 cuerpos del inglés Velvet Cap. Pero el 16 de diciembre en marco de la Copa Manuel Azpúrua Alcántara lució transformada, con la conducción de Pedro González Pinto salió viciosa desde la partida y aunque fue presionada por Ann Boleyn, la uruguaya se adelantó a la argentina y a pesar de los 8 kilos que le daba de ventaja, la superó en todos los terrenos y ganó sin ningún apremio con ventaja de 1 ¾ cuerpos sobre Ann Boleyn agenciando 79”3 para los 1300 metros. Cerró el año escoltando a Velvet Cap a 4 ¼ cuerpos.

 

Vany Fair continuó su campaña pistera durante el año 1973 desmejorando en cada salida, fueron cuatro los fracasos hasta que se le detectó una fisura en el carpo de la mano izquierda justo antes de participar en el Clásico de los Sprinters por segunda vez, donde fue retirada. Pasaron cuatro meses y, a pesar de la lesión, decidieron correrla una vez más, fue el 17 de junio en la Copa Hermán Stelling, pero sin el resultado esperado ocupando el décimo lugar a 8 cuerpos de Dayflower. Fue su última salida.

 

Vany Fair sumó diez victorias en un total de 45 actuaciones además de 7 segundos, 4 terceros, 5 cuartos y un quinto acumulando Bs. 398.265 en premios, consolidándose como una de las yeguas más destacadas de su generación. Retirada al Haras Santa Rosa para fungir como yegua madre, tuvo problemas de fertilidad y no se le conoció descendencia. La carrera de Vany Fair fue un ejemplo de talento y perseverancia. Su nombre quedó grabado en la historia del turf uruguayo y venezolano.

 

Fuentes: Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Revista Gaceta Hípica, Sr. Víctor Marín Yzer, Sr. Manuel Corral

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, lunes 30 de septiembre de 2024

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