Anécdotas Hípicas
Venezolanas presenta | |||
Víctor
Díaz Muñoz | |||
Por
Víctor Sánchez Díaz | |||
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Los profesionales hípicos
tienen buenos y malos momentos. A veces se gana en forma consecutiva y en
ocasiones los triunfos no aparecen por ninguna parte. Mi abuelo Víctor Manuel Díaz Muñoz no
estuvo exento a ese paradigma, pero por ello nunca perdió su amabilidad y
su Don de Gente. Nació en la parroquia Candelaria, Caracas, el 23 de
diciembre de 1896. |
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La cercanía geográfica con
respecto al Hipódromo Nacional El
Paraíso fue la razón por la cual el entonces joven Víctor enfocara su
futuro en él mundo hípico. Como sucede con todo el que comienza a laborar
en una disciplina, se le hizo difícil al principio. Hay obstáculos,
ciertos intereses creados y profesionales consagrados. Se prefiere a estos
últimos que al novato. | |||
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Fue por el año 1929, que
ingresó a la cuadra del Sr.
Roberto Santana Llamozas, preparada por el
“Chingo” Juan Rodríguez. En esa
caballeriza hizo el aprendizaje y luego estuvo con el preparador peruano
Rafael Quiroga, con él
completó sus conocimientos y tuvo la ocasión de conocer al famoso caballo
Camaleón que estaba al cuidado
del señor Quiroga. De esa cuadra pasó a la de Don Rafael Ruggero. | |||
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En el año 1945 le dieron la
matricula y comenzó a preparar los caballos del Sr. Alfredo Fernández. Tuvo
suerte y buenos caballos con este señor. Con Cascabel ganó el Clásico de los Sprinters, y en el
año 1947 salió triunfador en la Estadística con 27 carreras
ganadas. Además de Cascabel
tenía otros ejemplares muy buenos como Carnaval y Golondrina. Era una época en que
todavía no comenzaba el monopolio en la preparación, cada preparador tenía
sus caballos y no andaba quitándole caballos a nadie. Tampoco existían las
“mamparas”. | |||
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Para el año 1949 todos querían
tener más caballos bajo su cuidado y la cosa se puso más difícil para mi
abuelo, hasta que se fue quedando sin purasangres. Mi abuelo no era de
aquellos que se la pasan “jalando
mecate” y fue así como vine a dar a la cuadra del Sr. Esteban Ramiro (los mejores de esa cuadra fueron los
ejemplares Luis XV y Babalú. Ese último fue el
que ocasionó uno de los primeros líos por Doping, pero mi abuelo ya nada
tenía que ver con esa cuadra) y luego a la cuadra del Sr. Laureano Padilla, donde
estuvo sirviendo con gusto y sin amarguras, ya que Don Laureano Padilla se portó muy
bien con él y estaban bien correspondidos. Su actitud y puntualidad en el
trabajo eran su punta de lanza. | |||
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Mi abuelo no tenía secretos con
respecto a su trabajo, siempre decía que los animales se comportan de
acuerdo al trato que se les da. Un caballo bien cuidado; cama buena; aseo
constante y no descuidando la alimentación, tiene que rendir. También
comentaba que el entrenamiento debe hacerse a base de la observación
diaria del estado del animal. Algunas veces el ejercicio exagerado les
hace mal. En cambio hay otros que necesitan de traqueos constantes para
mantener las formas. Por eso, mientras más se observa un animal,
mejor. | |||
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Nunca tuvo accidentes mientras
estuvo en sus labores, como bien decía mi abuelo “los caballos parece que supieran que
cuando me acerco a ellos es para ayudarlos y no me han pateado nunca”.
Mientras estuvo con el Sr. Padilla, cuidó a grandes corredores como Noche del Sur, My King y el tordillo Pippin.
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Su entusiasmo y pasión por el
hipismo contagió a su hijo mayor (mi tío), que fue jinete, José del Carmen “El Mono"
Mendoza, que luego se desempeñó como traqueador, el peso y los años lo hicieron retirarse
de la profesión. Pero tuvo buena actuación. Gano varias carreras y estuvo
a punto de ganar en el Clásico
Presidente de la República donde entró segundo muy cerca con Guitarril. | |||
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Mi abuelo siempre tuvo un aspecto
sereno que lo encuadraba en el ambiente para el cual dio casi toda su vida
y siempre decía “creo que al lado
de estos bichos me pondré anciano”. Era de los que creía que mientras
la salud lo acompañara, el acompañará a los caballos de
carrera. | |||
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Fue un mundo de conocimientos hípicos, además de sus condiciones humanas, por lo que era muy querido en el ambiente hípico. Mi abuelo Víctor Díaz Muñoz falleció víctima de un infarto el 14 de febrero de 1982, en la ciudad de Guarenas. | |||
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Haciendo un merecido homenaje
a nuestra gran figura en el mundo hípico, Víctor Manuel Díaz Muñoz, abuelo
de nosotros: Manuel, José (quien
cariñosamente le decimos Cucho), Víctor (que no ha perdido la pisada de nuestro
abuelo) y Elin (quien hizo la entrevista a Doña
Yolanda). Cuatro hermanos nietos de Víctor Díaz Muñoz, quien en vida
supo dar ejemplo de humildad y serenidad en todos los campos vividos. A
continuación está la entrevista realizada a mi señora madre, quien aun
compartiendo con nosotros en vida, nos compartirá muchas vivencias acerca
de quien es homenajeado por parte de la familia, ella es Yolanda Margarita Díaz de Sánchez, hija
de Víctor Manuel Díaz
Muñoz. | |||
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Fuentes:
Entrevista realizada por el
Diario La República en el año 1962. | |||
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
jueves 27 de octubre de 2011 | |||
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