Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta:

Raúl Payares

Por Juan Macedo

 

Multifacético, polémico, exitoso, carismático; quizá sean los calificativos adecuados para describir a Raúl Antonio Payares Aguilar, uno de los mejores entrenadores de cualquier tiempo, que copó la escena en la preparación de purasangres de carreras durante gran parte de la década de los '70, todo gracias al esfuerzo propio, dedicación, responsabilidad y gran disciplina.

 

 

Raúl Payares nació en la población costera de Boca de Uchire, estado Anzoátegui el 12 de enero de 1942, proveniente de una familia humilde, hijo de Carlos Payares y Gisela de Payares. Siendo Raúl un niño, su padre (que era Telegrafista) fue trasladado a la ciudad de Caracas por razones laborales. Estudió la secundaria en el Liceo Fermín Toro, donde se recibió de Bachiller en Ciencias, decidiendo seguir sus estudios en la facultad de Veterinaria de la Universidad Central de Venezuela.. 

 

Se dio cuenta que la veterinaria no es lo suyo, pero el amor que sentía por los animales, en especial al caballo, le permitió tomar un gusto al hipismo. Durante los comienzos de la década de los '60 conoció al entrenador José Antonio Toro, quien lo tomó de aprendiz. Llegó a presentar el examen para la matrícula junto a un grupo en 1963, donde reprobaron todos, incluso César Cachazo, Santiago González, José "Yeyo" Núñez y Ariosto Martín Medina. Luego les dieron otra oportunidad, cuatro meses más tarde (enero 1964) y recibieron la matrícula.

 

Tras debutar en la profesión en 1964, obtuvo su primer triunfo el 9 de febrero de ese año con la yegua Lady Brown y después de muchos sinsabores durante sus primeras cuatro temporadas -incluyendo la de 1966, en la que no ganó y apenas pudo inscribir a cinco ejemplares- y en la absoluta indigencia, Payares comenzó un ascenso constante hasta llegar a ser el Campeón de los Entrenadores en Venezuela.

 

Raúl Payares implantó un récord increíble, cuando tres de sus pupilos agenciaron cada uno récords en un mismo mes para una misma distancia (1500 metros). En mayo de 1974, Krulio logró el récord en 92"3; una semana después el récord fue para Rom-Vit con 92"2 y al siguiente día Director lo bajó a 92".

 

 

Raúl hablaba hasta por los codos, sus amigos le recomendaban prudencia y él aceptaba, pero por unos días hasta que cualquier “mamador de gallos” le buscaba la lengua y en pocos segundos estaba metido en una polémica con quien sea, discutiendo entre gritos y carcajadas, muchas veces con burlas.

 

Muchas fueron las situaciones en la que estuvo envuelto Raúl Payares, entre las cuales podemos destacar la de julio de 1974 cuando le fue encontrado en el techo de su establo varios muñecos atados y otras cosas, por lo que llegó a decirse que había sido "embrujada"; después en 1975 se le acusó de apropiación indebida de algunos purasangres, a lo cual respondió satisfactoriamente con una cuenta que se le adeudaba por cobro de pensiones superior a los Bs. 35.000. Raúl implementó, tanto para los días de carrera como de traqueos, uniformes distintos a los demás, tales como las bragas rojas y los conjuntos azules, que el público observó a lo largo de su actuación como entrenador, al igual que la inconfundible capucha gris con iniciales rojas RP. 

 

Cuentan los hipicos de esa época que Raúl Payares estaba entrenando tres "aviones" cuyos nombres recordarán muchos de ustedes: Turi Junior, Radiodifusor y Motatán. Estos ejemplares estaban inscritos en el Selección de Fedeharas y sus propietarios (Mario Domanti, Alí Rachid y Alfredo Toledo respectivamente) estaban recelosos entre sí y aguardaban sumamente desconfiados por las instrucciones del entrenador estrella hacia los jinetes. Una vez ensillados los potros, Payares reunió a estas tres leyendas del mundo del turf en un rincón y les dijo: “todos ustedes son unos vivitos, tan avispados que me buscaron para que yo fuera el preparador de cada uno de sus caballos. Pues, allí tienen a esos caballos bien entrenados, ensillados y listos para ganar. Como ustedes son buenos handicapers y se las saben todas, den las instrucciones a sus jinetes y matense ustedes mismos”. Y Payares se retiró a las tribunas. El resto de la historia la conocemos y el triunfo le correspondió al hijo de White Face de Alí Rachid. La historia se repitió en el José Antonio Paéz pero esta vez le salió un fantasma llamado Guachafitoso. El Sr. Jorge Escobar comentó al respecto "En esos momentos yo estaba bastante ligado a los personajes mencionados allí (Raúl Payares y Mario Domanti), y en esa nota (obviamente Oscar Armao, igualmente vinculado a todo ese movimiento), no podía argumentar las verdaderas razones del problema; Parra era jinete de extrema confianza de los Catanese, y por ende, antagónico a los interes manejados tanto por Raúl como por el entorno de "Il Padrino" Mario Domanti. De hecho, la salida de Etna de casa de Julio Ayala fue debido precisamente a que Julio no entraba ni entrará en ese tipo de artimañas. El Llanerito Rodríguez Morales, un buen hombre sin lugar a dudas (amigo mío), encajaba más en el perfil, porque obedecería ciegamente cualquier instrucción recibida, además de que jamás voltería a Payares en una apuesta, o en un caballo que llevara encima sus buenos reales, o sea, los de él y los del Padrino. Ese team se fué desgastando con la aparición de otros personajes, en ese día jovencísimos (Vincenzo Lombardi, Gino Pioppo, el "Vino Veritas" y loco Paolo Girotto, Vicente Ciulla, etc.), todos chicos italianos de 2a generación, muy adinerados y con padres idem, que aceleraron la caída del Stud Il Padrino y ocuparon brevemente su lugar, para igualmente caer hacia finales de 1982, conjuntamente con la megacrisis económica que llevó a devaluar el inolvidable dólar de 4,30 a 7,50 en el viernes negro de 1983".

 

Pocos como Payares aprenden a conocer el caballo, a tratarlo como un atleta, que el animal se acostumbre a un régimen de vida tal que lo lleve cíclicamente al destino final: correr a la máxima velocidad si la carrera es corta, a la velocidad sin pausa en una carrera intermedia o al galope en los tiros largos. Payares conocía el arte del entrenamiento y sabía esperar. Un momento estelar de su vida profesional fue durante el año 1974, cuando perdió momentáneamente el liderato de la estadística con Manuel Azpúrua y luego recuperó la vanguardia en forma espectacular para motivar al público en una cosa que raras veces hace: aplaudir a un preparador. Y Payares oyó aplausos, tal vez por primera vez en su vida.

 

En plena cúspide comenzó a confrontar problemas de todo tipo, la salud de Raúl empezo a caer en franco deterioro, producto de la adicción a las drogas que vino de la feroz patada propinada por la linajuda Kalivia que lo llevó hasta la mortal morfina, luego perdió el Stud Saltrón, donde se fueron además de Kalivia, las potras dosañeras ¡Ciboulette y Gelinotte! El, sabedor de la clase de Gelinotte y adicional a una suspensión a finales de 1979 (por una presunta estimulación en los ejemplares Donnavita y Surera), entró en una gran depresión no pudo sortear y poco a poco lo fue cercando hasta llevarlo practicamente a la destrucción que puso fin a su vida el domingo 27 de diciembre de 1981, un día de carreras. Su última victoria la obtuvo el 28 de noviembre por intermedio de Germany con la monta de Rubén A. Peche.

 

 

Al fallecer dejó un gran récord de 916 victorias, 3 estadísticas (1974, 1975 y 1978 y llegó segundo en 1973, 1976 y 1977) y ocho clásicos: Antonio José de Sucre de 1972 con Nurejev, Alberto Smith de 1973 con Malaya, Fuerzas Aéreas de 1974 con Arpa Viajera, Congreso de la República de 1975 con Baklava, Congreso de la República de 1976 con Chiquindola, y con Motatán obtuvo el Comparación, Francisco de Miranda y Gobernador del Distrito Federal, además de los Grandes Premios Selección de Fedeharas  que obtuvo por intermedio de Baklava, Ataca, Tesalia, Baracaldo y el mencionado Radiodifusor, además de otras 17 carreras de orden selectivo.

 

 

 

Otros notables purasangres que pasaron por la cuadra 29 fueron Un Barbudo, Col O'Turf, Granados, Etna, Turi Junior, Gata Roja, Del Mónaco, Valladares, etc. Han pasado mas de treinta años de su deceso y al extinto preparador no le han reconocido los méritos que conquistó con los éxitos, que le merecieron ser calificado como un fuera de serie en su profesión. Desconocidos para el mundillo hípico han sido homenajeados por las autoridades y, sin embargo, este hombre, quien hizo historia, se mantiene aún marginado.

 

 

Para culminar, voy a reproducir una frase de este polémico entrenador: “Ahora soy el Campeón nacional, Tendré que irme de Venezuela a preparar en otros países, contra los norteamericanos, los europeos… o esperaré aquí en La Rinconada, que traigan preparadores importados, para demostrarles que soy el Campeón y el mejor del mundo”.

 

Campaña de Raúl Payares

Temporada

NP

Total

Efec.

Pos.

1964

3

2

6

4

33

48

16

54

1965

1

1

0

2

29

33

33

72

1966

0

0

0

0

5

5

0

0

1967

1

1

4

1

41

48

48

68

1968

19

23

24

25

232

323

17

20

1969

36

30

49

37

334

486

13.5

9

1970

51

47

70

61

446

673

13.73

6

1971

55

65

56

57

422

654

12.11

7

1972

66

49

59

73

481

728

11.03

5

1973

93

86

65

86

565

895

9.62

2

1974

116

101

98

88

513

916

7.90

1

1975

89

85

77

71

504

826

9.28

1

1976

76

70

77

68

404

695

9.14

2

1977

95

102

95

78

375

745

7.84

2

1978

112

117

85

75

402

791

7.06

1

1979

70

65

72

50

321

578

8.26

5

1980

21

25

35

25

165

271

12.9

19

1981

12

6

3

14

118

153

12.75

33

TOTAL

916

875

875

815

5390

8868

9.13

 

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Revista La Fusta, Revista Hipódromo, Revista Hipodatos, Sr. Trino Pulido, Sr. Jorge Escobar Zabala.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, lunes 16 de enero de 2006
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