Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Ronán

(Ven, 1980, Sir Jason en No New Key por Personality)

Por Juan Macedo

 

Los purasangres con pelajes exóticos son siempre centro de atención y a pesar que el porcentaje de población de los mismos es bajo comparados con los castaños, zainos o alazanes, su índice de efectividad es alto. El tordillo Ronán es un notable ejemplo. Nacido en el año 1980 en el Haras Varsego, lució los clásicos colores lacre con el símbolo de la paz en pecho y espalda del Stud Valecito propiedad de su criador, el Dr. Federico Tovar Segovia. Poseedor de un fuerte carácter, el nieto de Grey Dawn II fue enviado a la cuadra de Julio Ayala Coronil quien se encargó de su cuido y entrenamiento.

 

Lo llevó con mucha calma y fue el 19 de febrero de 1983 cuando hizo su debut en el Hipódromo La Rinconada en recorrido de 1500 metros con la monta de “El DiabloÁngel Francisco Parra, dando una pequeña muestra de calidad al cruzar la raya en ganancia con ventaja de dos cuerpos sobre Muhktar, agenciando 94”4. Comentó Don Julio Ayala "No fue una casualidad que Ronán se disgustara con el recinto de ganadores. El día que debutó lo hizo ganando y era o la ultima o de las últimas carreras y había poca luz, ese día el entró al recinto pero en las fotografías de rigor, por el mal estado del tiempo, utilizaron flashes y eso molestó al caballo y nunca mas entró al recinto. Recuerdo que cuando ganaba, en el segundo piso de la tribuna B los eternos jugadores de oficio, hacían sus apuestas, hoy si entra por que lo va a meter fulano y así sucesivamente".

 

Ronán tuvo una breve pasantía en el lote de ganadores de una carrera: segundo a 3 cuerpos de Bucólico y segundo a 5 cuerpos de Dirigente, ambas en 1300 metros. En su cuarta actuación, en recorrido de 1500 metros, se esperaba la victoria pero fracasó a 15 cuerpos de Montgomery, llegando a la cuadra con una lesión en el tendón de la mano anterior izquierda, que motivó su retiro temporal del ruedo capitalino.

 

Fue el 19 de junio cuando reapareció el alocado tordillo en recorrido de 1300 metros y lo hizo de manera impresionante, ganando contundentemente y con ventaja de 8 ½ cuerpos sobre Passarinho, agenciando 79” exactos. Tres semanas después, por primera vez en distancias de aliento, Ronán volvió a asombrar al cruzar la meta en ganancia con ventaja de 5 ½ cuerpos sobre Guacharaco, dejando crono de 129”4 para los dos kilómetros.

 

El 24 de julio mantuvo la racha ganadora, esta vez la víctima fue Pikolary, superado por 5 cuerpos, dejando buen crono de 112”1 para los 1800 metros. Subió al siguiente lote de ganadores y no hubo cambios: Ronán volvió a ganar, esta vez superó a Murciano con ventaja de 9 ½ cuerpos y tiempo de 113”1 para los nueve furlones. Vista la solvencia de sus triunfos en distancias de aliento, se presentó su primera prueba de fuego: la milla y media de la Copa de Oro de Venezuela. Pero el resultado fue catastrófico, ya que apenas pudo quedar noveno a 18 cuerpos de Premio de Oro.

 

Sus dueños no se amilanaron y probaron nuevamente, esta vez fue el Clásico Asociación Hípica de Propietarios y el tordillo destacó figurando segundo a 2 ½ cuerpos de Premio de Oro. Pasaron por alto el Gran Premio Simón Bolívar y reapareció el 6 de noviembre ante el lote común con la monta del entonces aprendiz José Padrón donde realizó una exhibición impresionante al literalmente aplastar a Laussenden con ¡16 cuerpos! de ventaja, dejando crono de 127”2 para los dos kilómetros.

 

Fue el 20 de noviembre su día de gloria, el día del Clásico Cría Nacional. Muchos esperaban el triunfo del flamante ganador del Gran Premio Clásico Simón Bolívar, “el pequeño giganteSalt Lake, pero José Padrón y Ronán le tendieron una emboscada. Salió el galopador tordillo a perseguir al veloz Vivoli marcando su paso, mientras que Salt Lake hacía una inesperada performance, correr colocado. Ya para la última curva, a la entrada de la recta final cuando Ronán pasó a dominar, Miguel Blanco “prendió los motores” de Salt Lake y éste trató de acercarse, pero Ronán no cedía ventaja, mas bien se desprendía, y pasó la meta con 10 ½ de ventaja humillando al campeón, agenciando 154”1 para la milla y media. Por supuesto sus allegados, felices, se conformaron con tomarse la foto en la pista con el fabuloso tordillo.

 

 

Todo indicaba un cierre de año de ensueño para el inquieto tordillo entrenado por Julio Ayala, y para el último clásico de la temporada 1983, el Clásico Jockey Club de Venezuela en recorrido de 2000 metros, era el amplio favorito. Se dio la partida y los veloces North Music y Rabanal fueron en punta mientras Regaleali y Ronán corrían cómodos a la expectativa, quinto y último, como acostumbraba, muy lejos Salt Lake. En la entrada de la recta final, José Padrón buscó la carrera y pasó a dominar a pesar de la insistencia de Regaleali que no daba tregua, pero en los 150 finales (cuando todo parecía a favor del tordillo) apareció Salt Lake en una impresionante atropellada y justo en el rayado le quitó el manjar de la boca, sacándole ¾ cuerpo de ventaja. Esa es una de las “venganzas” más recordadas de los hípicos contemporáneos.

 

A todas estas, comenzó el año 1984 y Ronán fue esperado por la afición para continuar “alegrando el espectáculo”. El 22 de enero se esperó su reaparecida, pero fue retirado por presentar inflamación en el miembro anterior izquierdo. Pasó el tiempo y Ronán se perdió el primer semestre de la programación sin recuperarse totalmente de su lesión en el tendón. Luego de aparecer en cancha trabajando llamativamente, reapareció el 21 de julio ante el máximo lote común con la monta de Ángel Francisco Parra y en recorrido de 1900 metros. La afición pendiente de esa actuación, pero el hijo de Sir Jason apenas pudo figurar tercero a 10 ½ cuerpos de Vivoli, viéndose muy apagado. El caballo no se recuperó de su lesión y simplemente no pudo continuar su vida pistera.

 

Fue una campaña efímera, relampagueante, pero de igual forma brillante. Fueron 14 actuaciones de los cuales en 7 logró saborear las mieles del triunfo, además de completar 4 segundos y un tercer lugar, acumulando en premios la cantidad de Bs. 1.683.400. El Dr. Federico Tovar decidió darle la oportunidad en el Haras Varsego y fue a engrosar el staff de sementales del mismo. En ese haras con pocas oportunidades destacó por intermedio de los ganadores Sunny Day, Grey Jak, Fersen, Roferd, Verbena, Violoncello y Renaldo. El Haras Varsego fue vendido y la familia Paparoni decide adquirir al tordillo para el Haras La Primavera. En este establecimiento de cría destacó por intermedio de los selectivos Halifax y Azángaro, además de los ganadores Hamilton, Tedesca, Father’s Dream, Faraday, Conandoyle, Elmendorf, Carrara, Romanza, Lastarria, Dappled Grey, Miss Dayana, entre otros.

 

Fuentes: www.anecdotashipicas.com, Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Revista Gaceta Hípica, Revista La Fusta, Sr. Jaime Casas A., Sr. Fernando Gil L., Sr. Julio Ayala C.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 27 de septiembre de 2012

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