Anécdotas Hípicas
Venezolanas presenta | |
Rayo
Láser | |
(Ven,
1984, Lassington en Dolly’s Dee Dee por Cap Size) | |
Por
Ricardo Maldonado | |
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Caballos van y caballos vienen, y generaciones
pasan dejando gratas huellas y buenos recuerdos, lo mismo que ejemplares
batalladores cuya garra pusieron de manifiesto una y otra vez a pesar de
las adversidades. Tal es el caso de un potro zaino propiedad de Gustavo Mirabal Bustillos, Antonio Quiles, Roberto Padilla
y "Cacho" Rafael
Mancera Arroyal para el Stud
Tamborazo (casaca blanca con cuadros
azules), el cual fue bautizado con el nombre de Rayo
Láser, nacido el 24 de febrero de 1984 en el Haras La Giralda del recordado
“Cocina” Edmundo Ruiz. |
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A pesar de su aspecto cansón y apariencia
desganada durante los ejercicios matinales ya que era inapetente y de mal
carácter, fue un caballo capaz de dar más allá de sus posibilidades. Su
aventura en la arena de Caracas comienza de manera promisoria, ya que gana
en su estreno y de manera contundente sobre Vino Veritas con la monta del
“Supercampeón” Juan Vicente Tovar. Ante tal
perfomance, el potro deciden inscribirlo en la
Copa Agustín Hernández, por
cierto aquí se presenta la polémica puesto que el “Negrito de San
José” declina montar al entrenado por Agustín Bezara Castro para montar
a Amadeus, ante el cual cae
por la mínima diferencia, sin atenuantes. Esta sería la causa de la
ruptura de una de las duplas más exitosas y más efectivas a principios de
los ‘80, produciéndose un distanciamiento que duraría entre 3 y 4
años, | |
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Pero se toma su propia revancha en el marco del
Clásico Albert H. Cipriani, carrera en donde gana con
total autoridad con la monta de “El Diablo” Angel Francisco Parra, agenciando un
discreto 87”3 para |
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Su andar como tresañero empieza con un
contundente triunfo en el Clásico
Inauguración Francisco de Miranda, derrotando por dos cuerpos a Clochard,
quien lo escoltó y a un agotado Sultánico quien pagó caro el
esfuerzo de una mala partida y de hacer el gasto. Un modesto 88”1 fue la
marca agenciada por el pupilo de Bezara quien contó con la conducción de
“El Jet” Douglas Valiente. Así, el noble del Stud
Tamborazo se erigía como el mejor y un firme
candidato desde ya, a los eventos de la Triple
Corona. | |
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Pero la suerte no lo acompañaría, ya que una
severa lesión lo apearía de las pistas por un largo tiempo. Se especulaba
sobre su reaparición, pero el tiempo pasaba y no había noticia alguna de
su regreso perdiéndose las carreras de la Triplecorona de ese año, hasta que por
fin se conoce de su regreso al ser inscrito en los | |
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Es inscrito en el Clásico Asociación Hípica de
Propietarios, en donde volvió a hacer gala de su velocidad y se impone
de tiro a tiro conteniendo por medio cuerpo la arremetida de Gallardete y Volantín. El conducido por Rafael Bravo Gómez paró el reloj en
129”1 para | |
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Y es así como lo llevan a la 42ª Edición del Gran Premio Simón Bolívar, en
donde la milla y media fue demasiada para él, ya que apenas logra un
deslucido sexto lugar luego de perseguir por todo el trayecto a Sindecir,
en el polémico e histórico resultado favorable a Aragonero.
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A pesar de esa gris presentación, es
seleccionado junto a Gallardete como los
representantes venezolanos en Puerto Rico en el marco del 20º Clásico Internacional del Caribe.
Rayo Láser fue ofrecido al astro boricua
Ángel Tomás Cordero Junior, pero apareció lo económico: 3 mil dólares
por la monta y sus propietarios desistieron de la idea. Rafael Bravo Gómez también
desistió, así fue que “El Ferrocarril” Rafael Simón Torrealba como obtuvo la
monta. | |
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Resultó ser Rayo Láser un ejemplar muy
nervioso y de temperamento, y no viajó cómodamente. A tal punto, que en
pleno vuelo el piloto estuvo a punto de sacrificarle (en esos viajes
con animales dan carta blanca, generalmente, a los pilotos para tomar este
tipo de decisiones, si consideran un peligro la actitud del animal)
por el escándalo que armó. Llegado a Puerto Rico, el caballo se había
desgastado muchísimo. Sumamente deshidratado... ¡y le tocaba hacer la
exigente cuarentena!.
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Desde el primer momento, Agustín Bezara consideraba
retirar al ejemplar. El jefe de la cuarentena allá en Puerto Rico resultó
ser un conocido del Dr. Luis Medina, y tras muchas explicaciones y muchos
argumentos, este le permitió entrar un par de días a administrarle suero
al caballo. ¡Y eran unas cuantas cajas las que había que ponerle!
para poder recuperarlo. Ingeniosamente, y sabiendo que la excepción de
entrar a la cuarentena no se mantendría, se dedicaron a enseñar a Rayo Láser a beber el suero
directamente desde un envase (generalmente se aplica intravenoso, para
absorción rápida) y fue así como el caballo pudo medio recuperarse
¿quién dice que no son inteligentes los caballos?. En pocos días, un Rayo Láser cabizbajo y con mirada
perdida, fue dando el cambio. Recuperó el vigor y el temperamento, aunque
ya para el momento de salir de la cuarentena, era poco el entrenamiento
que podía recibir, pues tenía apenas una semana para la carrera. Mientras
los locales y los panameños se devoraban la cancha, Rayo
Láser trotaba y galopaba. Lo más que pudo brisear, en la semana misma de la carrera, fue algo
así como 1000 en 70" (por decir una cifra) y la prensa casi se
burlaba del criollo. | |
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En
esa oportunidad, Rafael Simón Torrealba
midió perfectamente la carrera y en una magistral demostración a punta
de brazo y arreo gana dramáticamente por nariz al otro nacional Gallardete, el cual parecía ganador en
los últimos |
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El 13 de diciembre el Instituto Nacional de Hipódromos, presidido por el Ing. Gilberto Cárdenas Colmenter, en nombre de la afición hípica le rindió un merecido homenaje a Rayo Láser y Gallardete. A las 3:10 pm el hijo de Lassington dio una vuelta a la pista y luego se hizo entrega de las placas de reconocimiento a Propietarios, Criadores, Entrenadores, Jinetes, Veterinarios, Capataces y Caballerizos. | |
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Ya con cuatro años, el nieto de Cap Size logró
reaparecer triunfante en el lote máximo y antes de su inscripción en el
presidencial, el viernes 8 de abril de 1988, salió sentido de un trabajo,
detectándose problemas en las entrecuerdas. Fue probado como semental
resultanto infértil, por lo que fue enviado al Hipódromo de Santa
Rita a la cuadra de Don Enrique Amado pero nunca
se recuperó. Después de ello no se supo más de ese noble corredor
(aunque hay una versión dantesca que indica que fue secuestrado por
cuatreros y luego sacrificado por los delincuentes), de esa manera
completando una campaña de 16 actuaciones para 7 triunfos, 4 segundos, un
cuarto y 2 quintos lugares, acumulando en premios Bs. 3.199.500 y
US$115.000. Sin embargo, Rayo Láser estará siempre en la
historia del hipismo reciente venezolano, un ejemplar que a nuestro
modo de ver nunca pudo hacer mejor campaña por las constantes
interrupciones a la que fue expuesto. | |
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Anécdotas
Hípicas Venezolanas,
jueves 10 de agosto de 2006 | |
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