Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Ocean Bay

(Ven, 2013, Golden Spikes en Stellar Babe por With Approval)

Por Juan M. Arredondo Q.

 

Cuando un purasangre logra conquistar el primer paso de una triple corona de inmediato comienzan a surgir opiniones y comentarios sobre si podrá o no completar la hazaña. Ganar en USA el Kentucky Derby o en nuestro país el José Antonio Páez sirve de trampolín para ser reconocido entre la afición por más que el ejemplar haya tenido un bajo perfil antes de dicho triunfo, máxime si logra repetir en el segundo peldaño. La historia del hipismo venezolano presenta sólo dos casos de caballos que habiendo logrado doble coronarse no pudieron terminar con la gesta por haberse lesionado: el inolvidable “invasor zuliano” Caletero y nuestro homenajeado, el valiente Ocean Bay.

 

De pelaje alazán nació el 5 de marzo de 2013 en el incipiente Haras Alegría, siendo un hijo de Golden Spikes en Stellar Babe por With Approval. Su padre Golden Spikes (USA 2005, Seeking The Gold en A. P. Interest por A. P. Indy) fue un destacado corredor ganador de dos stakes en Calder con campaña de 21-4 que produjo más de 390 mil dólares, dotado de un excelente pedigrí que le hacía un buen prospecto de semental, naciendo su primera producción en Venezuela en 2012 (de la que salió My Trainning Mate). De manera que Ocean Bay formó parte de su segunda camada, habiendo dado este padrillo a ganadores clásicos en sus tres primeras producciones, porque de la tercera salieron Ilustrado y Linda Anarita.

 

Su madre Stellar Babe (USA 2003, With Approval en Stellar Revolution por Candi’s Gold) fue ganadora de una en trece salidas y produjo apenas US$21.488 pero como descendía de un triple coronado canadiense cuyas ganancias estuvieron sobre los US$2.860.000 se convirtió en un atractivo vientre para ser traída a Venezuela. Dejó dos hijos nacidos en Canadá destacando Strawberry Scarlet que ganó diez carreras y llegó a nuestro país con aquella yegua que se llamó Reggina Eva en su vientre, siendo Ocean Bay su cuarto hijo venezolano y el sexto en general.

 

Fue adquirido por el Sr. Enrique Guédez quien decidió que defendiera sus colores con un stud de su propio nombre (Stud Ocean Bay) y a la vez encargó de su cuido y entrenamiento a Ramón García Mosquera, excelente profesional en ese campo que en los últimos años se ha consolidado como uno de los mejores en nuestro país con excelente rendimiento en eventos de corte selectivo. Su pupilo gozaba de un llamativo físico con muy buen tamaño que le causó algunos problemitas de peso, cuyo promedio rondaba los 480 kilogramos, aunque con marcadas oscilaciones en varias ocasiones. Exactamente ese sería el peso de su debut, pero a medida que fue corriendo se iba ajustando hasta registrar 454 kilos el día de su triunfo en el segundo de la triple corona.

 

Su estreno se produjo el 19 de diciembre de 2015 en prueba para potros debutantes y no ganadores en 1200 metros con la monta de Jean Carlos Rodríguez, cotizado como un favorito frío (4/5) realiza allí una buena actuación al arribar segundo a 2 ½ del ganador The Great Man que sorprendió de punta a punta mientras que el pupilo de Ramón García se vio algo incómodo en el tiro, parecía “estar pidiendo distancia” como se dice en el hipismo. Su entrenador no se caracteriza por forzar o adelantar sus ejemplares para desarrollar su campaña, pero como él mismo comentaría meses después se vio en la necesidad de correrlo un poco antes de lo previsto para comenzar a “atletizarlo”, esa fue su única actuación en la temporada.

 

Luego de recibir todo el tiempo necesario para ajustarle algunos detallitos y permitirle “hacerse más caballo”, se pautó su reaparición el 19 de marzo de 2016 con la monta de Alfredo García Paduani (quien sería su jinete oficial) en lo que fue la última prueba dominical, allí jugó como principal favorito (2/5) y respondió con un fácil triunfo por 7 ¾ cuerpos sobre Tekken agenciando 87” para 1400 metros. Un mes después subió a G-1 enfrentando a varios potros en ascenso en un lote reducido por retiros (corrieron solo cinco) y tras pelear la punta desde la salida cayó desde el cuarto puesto a 3 ¼ cuerpos del tordillo Presumido, un buen potro hermano materno de los campeones My Running Mate y Supremo que lamentablemente murió luego de obtener un placé en una selectiva (Copa My Own Business) pero antes de poder disputar la triple corona de ese año.

 

El 5 de junio era la fecha programada para la disputa del Clásico José Antonio Páez que es el primer peldaño de la triple corona nacional, pese al poco fogueo de Ocean Bay sus allegados se animaron a inscribirlo porque lo tenían en muy alto concepto aunado a que ese año no había ningún líder generacional que destacara por encima del resto, al punto que ese evento tuvo a trece inscritos incluido el campeón valenciano King Angelus retando a los de la capital. En taquilla los principales favoritos eran Rey Bárbaro y Ruffius, los cuales medianamente cumplieron porque arribaron tercero y segundo respectivamente, solo que no contaban con la evolución del hijo de Golden Spikes que sorprendió a medio mundo (incluido el narrador oficial, además pagaba 22 a 1) superando con solvencia a Ruffius hasta por 4 ¼ cuerpos en tiempo de 95” para la milla, dándole a la yunta jinete-entrenador su primer y único triunfo en esta prueba.

 

 

En las entrevistas concedidas a los diferentes medios de comunicación luego de la competencia su entrenador Ramón García dio a conocer que en la cuadra esperaban una muy buena carrera pero incluso a ellos les sorprendió su triunfo pues pensaban que su intervención en el Páez lo dejaría listo para los otros dos pasos en los tiros de aliento, allí si consideraban que sería muy difícil derrotarlo porque su forma de accionar parecía indicar que sus mejores actuaciones vendrían en la larga por ser un ejemplar con estilo de galopador.

 

Cuando se produce un ganador sorpresivo en el primer paso de una triple corona es casi normal que para la siguiente haya mucha gente que no crea en la repetida de aquel ejemplar y se podría afirmar que en la mayoría de los casos llegan a tener la razón, por lo que no es de extrañar que para el Clásico Cría Nacional disputado el 26 de junio de nuevo se viera un gran número de inscritos (doce esta vez) buscando destronar al que venía de vencerlos en el Páez. Gozando de un favoritismo frío (6/5) y teniendo que sortear algunos tropiezos en carrera el valiente Ocen Bay en gran forma consiguió un nuevo triunfo al superar por un 1 ¼ cuerpos a Don Polidor que atropelló fuerte y luego arribaría Rey Bárbaro (repitiendo su 3ro del JAP) dejando tiempo de 125”3 para los dos kilómetros.

 

 

Con su excelente victoria en el segundo peldaño logró unirse a una larga lista de ejemplares doble coronados y contaba con una real aspiración de convertirse en el noveno triple coronado de la historia hípica en la Rinconada, ya que se vio sólido en su primera incursión en tiro de aliento ratificando el concepto expresado por su trainer Ramón García quien había anunciado públicamente lo que esperaba de su pupilo. Sin embargo, la expectativa duraría poco ya que por esos imponderables que ocurren en el hipismo sería el tema salud lo que se atravesó en su camino, pues tres días después su propio entrenador anunciaba vía twitter que Ocean Bay quedaba fuera del Clásico República Bolivariana de Venezuela por “presentar un sobrehueso en su mano derecha” perdiéndose la oportunidad única de concretar la difícil hazaña, dicha lesión en principio se dijo que lo mantendría unas seis semanas fuera de acción para su recuperación.

 

No obstante, a su problema de salud se le unió un paro de caballerizos que estalló en La Rinconada luego de la segunda semana de octubre ocasionando una suspensión de la actividad hípica que se extendió hasta finales de diciembre (incluido el magno evento nacional) por lo que el nacido en el Haras Alegría no volvió a participar en pruebas públicas durante esa temporada, aunque su doble corona le concedió los méritos suficientes para ser declarado el Campeón Tresañero en La Rinconada 2016.

 

Tratándose de un ejemplar tan valioso su entrenador le dio todo el tiempo para completar su recuperación total antes de comenzar a ponerlo en forma, lo cual no fue fácil debido a lo que ya comentamos sobre su peso. Tras avanzar la temporada 2017 lo fueron preparando para afrontar las mejores competencias de corte selectivo que se disputan desde agosto a diciembre, reapareciendo el 11 de junio (prácticamente un año después) en un parejo lote de G-2ó3 en tiro de 1200 metros estrenando la monta de Roberth Capriles. Registrando en balanza 498 kilogramos (44 más que en su última) y en un tiro tan corto fuimos muchos los que dudamos de su chance real (eso me incluye, lamentablemente), pero teniendo todo eso en contra brindaría una exhibición de lo que significa tener clase corredora pues logró vencer por 4 ¼ cuerpos a Junior Fitz agenciando 71”1 para la distancia, luciendo como una aplanadora en la recta final al demostrar neta superioridad y pareciendo venir a reclamar el trono que había dejado vacante por su lesión.

 

 

Sorprendentemente, esa sería su única actuación de la temporada pues nuevamente las lesiones se hicieron presente acabando con la esperanza de sus allegados de disputar el atractivo calendario clásico del segundo semestre y sin tener la oportunidad de correr el Simón Bolívar por segundo año corrido, hecho muy triste pero que revela lo difícil que puede llegar a ser consolidar a un ejemplar como un campeón, por más calidad que dicho purasangre pueda tener. Hasta el final de 2017 poseía campaña de cuatro triunfos en seis salidas, pero la última palabra en su actividad como pistero no estaba dicha todavía.

 

Cuando por fin pudo desarrollar una campaña medianamente larga (correría nueve veces) fue en 2018, volviendo a la acción el 26 de febrero para disputar el Clásico Hylander en 1200 metros enfrentando a varios velocistas de calidad incluido el favorito Chaguaramal con la monta de Ángel Alciro Castillo, sin embargo, sería otro sprinter llamado Mr. Espectacular el que lograría vencer prácticamente de punta a punta pese a la resistencia de Castillo con Chaguaramal que lo persiguió y cayó vencido en final de foto, mientras Ocean Bay arribaba en el cuarto a 10 cuerpos sin ser enemigo en ningún momento. Cabe acotar que esta fue la única ocasión en que su peso no fue registrado, pero creemos que estuvo por encima de los 500 kilos porque se vio lento y sin poder seguir el ritmo de la carrera. Un mes después regresó a manos de Jean Carlos Rodríguez (quien lo debutó) en el lote de G-3,4ó5 y lo hizo de manera triunfal superando por 5 ¾ cuerpos a Sebastián Zeta dejando 77”2 para 1300 metros, aunque se vio algo pesado todavía ya que dejó en balanza 497 kilogramos.

 

Estando saludable era hasta cierto punto lógica su inscripción en el evento principal para ejemplares maduros del primer semestre como es el Clásico Presidente de la República donde le tocó enfrentar a lo más granado de La Rinconada. En una competencia cuyo final ha sido uno de los más emocionantes de este siglo en pruebas selectivas, el caballo Le Capannelle logró derrotar en la raya a Gran Will, El Cubita y Supremo que lo escoltaron a menos de un cuerpo. Inesperadamente los últimos dos puestos (en lote de siete competidores) fueron ocupados por Jorge Zeta y Ocean Bay, ambos campeones con grandes pergaminos en el pasado pero que ese día lucieron impotentes en el exigente tiro de 2400 metros arribando fuera de carrera, siendo la única vez que el hijo de Golden Spikes pudo actuar en esa distancia.

 

Su siguiente actuación vendría un mes después estrenando la monta de Carlos Rojas al disputar la Copa Remarkable News, pero nuevamente fracasó al arribar septimo a 21 cuerpos de El Cubita que logró ganar de punta a punta con mucha solvencia sobre Le Capannelle. A pesar de ajustar su peso a 480 kilogramos, inexplicablemente sumó un par de fracasos en los cuatro codos cuando se creía desde un principio que en estas distancias lo haría mejor, esto demuestra que en el mundo del hipismo no hay nada escrito. Esta sería su última salida en tiros de aliento, el resto de su campaña vendría en los tiros intermedios donde conseguiría mejores resultados.

 

Tras brindársele un tiempo prudencial para “olvidarse” de sus derrotas anteriores, Ocean Bay volvió a la acción el 5 de agosto disputando el Clásico Guardia Nacional Bolivariana con la monta de Franklin González junior enfrentando a nueve rivales clasificados que en el papel lucían muy parejos, aunque destacaba como el principal favorito Príncipe Miguel. Allí hace una buena actuación arribando segundo a pesar de finalizar a 9 ¼ cuerpos detrás del vencedor Jorge Zeta que agenció 95”1 para la milla, ya que anduvo último hasta la entrada de la recta final y avanzó con fuerzas para superar al resto del lote con su placé. El 2 de septiembre en el marco de la Gala Hípica de Caracas fue inscrito en el Clásico Invitacional del Caribe con la monta de Jaime Lugo (“El Pocho” lo montaría el resto de su campaña) donde nuevamente finaliza segundo del veterano Jorge Zeta, aunque esta vez le llegó a 8 cuerpos, en tiempo de 95”4 para 1600 metros.

 

Luego de evidenciar su recuperación logrando par de segundos en eventos clásicos fue bajado al lote de G-4,5ó6 el 22 de septiembre donde fue cotizado como favorito unánime y respondió con un fácil triunfo por 5 ¼ cuerpos sobre Migui en tiempo de 76”4, a pesar de abrirse al giro de la última curva. El 14 de octubre fue inscrito en el Clásico Federico Carmona Perera enfrentando a cuatro rivales que no le brindaron mayor oposición (nuevamente ofrecía 1/9 en taquilla) pues logró ganar por 6 ½ cuerpos sobre Turcotte agenciando 82”3 para 1400 metros, en lo que fue su primer triunfo clásico en más de dos años (desde el Cría Nacional 2016).

 

 

El 4 de noviembre participó en el Clásico Gradisco enfrentando a solo cuatro rivales y luciendo tan grande en el papel que las autoridades del INH decidieron invalidarlo para las apuestas, respondiendo con un contundente triunfo por 3 ¾ cuerpos sobre Swich Hitter dejando crono de 97” para la milla y ratificando que estaba de vuelta como corredor de élite en La Rinconada, siendo esa su última actuación de 2018 despidiéndose con par de triunfos clásicos, tal como le tocó hacerlo en 2016.

 

 

Lo que sería su última temporada como corredor activo comenzó para él casi a mediados de año, pues reapareció el 9 de junio de 2019 disputando la Copa Polo Grounds donde arribó segundo a dos cuerpos de su hermano paterno Ilustrado que aprovechando una pista rápida logró imponerse de punta a punta en tiempo de 89” para 1500 metros. Un mes después fue inscrito en el máximo lote común, pero cayó desde el tercero a tres cuerpos del rendidor King Champ que se repuso de tropiezos en la partida para superar a Así es el Maní con facilidad.

 

El 3 de agosto participó en el Clásico Guardia Nacional Bolivariana (llegó 2do en 2018) pero cayó desde el tercero detrás del sorpresivo Switch Hitter que desarrollando una atropellada fulminante logró desplazar al puntero Ilustrado y detrás llegarían Ocean Bay y Jorge Zeta en tiempo de 98”4 para la milla. Tres semanas después lo bajan al máximo lote común enfrentando a solo cuatro rivales inferiores en el papel y respondió superando por solo ¾ de cuerpo a Sensational Money que al final se le acercó bastante, agenciando 91”1 para 1500 metros en lo que fue su última victoria.

 

 

A pesar de retomar la senda del triunfo en esa carrera quizás el hecho de que para ganar debió ser exigido en la recta final contra caballos a los que en teoría debió superar con comodidad aunado al hecho de que en las últimas selectivas solo pudo obtener figuraciones llevó a sus allegados a tomar la decisión de retirarlo definitivamente de las pistas y darle una oportunidad en la cría, aprovechando que seguía gozando de salud y previniendo cualquier eventual lesión, tomando en cuenta su historial en este sentido.

 

Su campaña se resume en 9 triunfos de 19 salidas (de ellos cuatro clásicos) completando con 4 segundos, 2 terceros y 2 cuartos, acumulando Bs 11.951.520 en premios y un campeonato de su generación entre sus logros.

 

Para cumplir con su nuevo rol como semental regresó a su natal Haras Alegría, pero lamentablemente en junio de 2020 se dio a conocer la noticia de su muerte en condiciones que no queremos detallar acá, solo mencionar que terminó siendo otra víctima inocente de la descomposición social y económica de nuestro país. Dejó dos descendientes, destacando por intermedio del ganador clásico Vino Tinto y los ganadores Gran Morey, Bienmesabe y Loca te Pones. En la mente de los hípicos quedará el recuerdo de sus conquistas y la ilusión de lo que pudo ser si no se interponía aquella lesión en medio de su probable triple corona, ¡descansa en paz guerrero!

 

Fuentes: Ing. Juan Macedo, Prof. Winston Hernández, www.pedigreequery.com.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, martes 31 de agosto de 2021

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