Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

My Own Business

(Ven, 1997, Voyageur en Word Medley por Verbatim)

Por Peter Alzuro B.

 

En contadas oportunidades el aficionado hípico tiene la fortuna de presenciar un purasangre de excepción. Desde los días de Hypocrite, Hylander, Klick y Gradisco, pasando por Gelinotte, Trinycarol, Catire Bello y El Gran Sol, por mencionar algunos, no se veía en las pistas un caballo capaz de estremecer las tribunas. El crack, ese que logra enmudecer y ensordecer al mismo tiempo el óvalo de Coche. Fue a finales del siglo XX cuando en la pista del Hipódromo La Rinconada apareció My Own Business, el "propio negocio" de los señores Hugo Albarrán Acosta y Rocco Sebastiani.

 

Escribir sobre un ejemplar de tal magnitud es un reto. Más aún cuando ese animal, a quien se dedica con admiración, es el máximo exponente de la cría venezolana, el purasangre que despertó tanto fervor como críticas. Hablar de My Own Business es más que un compromiso; es una tarea para quienes vibraron en cada una de sus presentaciones y para aquellos que, sin ser aficionados al hipismo, seguían de cerca sus pasos.

 

Este extraordinario ejemplar nació en el Haras Vista Hermosa un sábado 22 de marzo de 1997, y en septiembre de 1998 realizó su primer viaje a la capital para la subasta pública. La noche en la Quinta Esmeralda ya estaba animada por el whisky y el bullicio cuando los cascos del potro castaño de apenas 17 meses resonaron en el recinto. Con su habitual estilo efusivo, Jorge Luis Escobar presentó al potro, aunque pocos de los asistentes, embriagados por el ambiente festivo, prestaron atención al noble linaje del purasangre criollo. La puja por el fornido castaño comenzó con un precio base de tres millones de bolívares.

 

Gracias a la recomendación de los preparadores Juan Carlos Ávila y Antonio Bellardi, Hugo Albarrán Acosta había decidido pujar hasta el final. La competencia fue reñida hasta que el campeón Julio Ayala, su oponente en la compra, finalmente desistió. "¡Vendido en 26,500,000 bolívares!", se escuchó cuando el martillo cayó, entre risas, brindis y aplausos de los compradores y curiosos, quienes apuraban sus tragos y degustaban pasapalos mientras observaban desfilar a los ejemplares "cero kilómetros" que cruzaban la pasarela uno tras otro.

 

Hugo Albarrán Acosta adquirió finalmente al potro castaño tatuado con el N° Y1281. Junto con él, también compró una yegua hija de Oceanic Dancer en Lively Affair. Por esta compra combinada, el dueño del establecimiento de cría, Julio Pazos, le otorgó una rebaja, estableciendo el precio en 19.750.000 bolívares. Albarrán confesó en una ocasión: “Me gustaba más la yegua -llamada posteriormente It Is Fair- por ser hermana completa de Con Futuro”.

 

Durante las negociaciones, apareció un nuevo socio, casi milagroso: Rocco Sebastiani, tan apasionado por el hipismo como Albarrán. Con Sebastiani en el equipo, el potro regresó al haras, donde pasó por el proceso de doma tradicional hasta que empezó a lucir imponente, con la autoridad natural de un caballo destinado a grandes logros.

 

El ejemplar retornó a La Rinconada y, tras pasar medio día en el establo de Juan Carlos Ávila, Sebastiani sugirió que Antonio Bellardi asumiera su entrenamiento. “Es justo dárselo a Bellardi; debemos apoyarlo en su regreso al oficio”, comentó. Así, el potro fue llevado a la cuadra 30, dejando toda la responsabilidad en manos de Bellardi. Este designó al experimentado caballerizo Noel Urbina como su protector inseparable y asignó a Marcos “Buggy” Urdaneta como domador del caballo. Urdaneta, impresionado desde el primer día, declaró: “Es un manso cordero, pero bueno, buenísimo… será un campeón”, intentando, quizá, animar a su círculo cercano con la promesa de lo que estaba por venir.

 

Con su notable instinto profesional, Bellardi asumió la tarea de la preparación atlética. No pasó mucho tiempo antes de que su agudo “sexto sentido” le confirmara lo que ya sospechaba: tenía en sus manos a un caballo excepcional. Pronto, el tiempo le daría la razón, demostrando que su confianza en el potencial del potro estaba bien fundamentada.

 

Entre la viva esperanza y la ilusión constante de sus dueños, con las palabras alentadoras del domador, la confianza de su criador y la positiva opinión profesional de su preparador, My Own Business fue lanzado al espectáculo. Ya formado atléticamente, el potro apareció inscrito por primera vez como dosañero en la entonces mojada pista de La Rinconada, sin que nadie supiera todavía el tamaño de su corazón. Era el 17 de octubre de 1999, y con Carlos A. Olivero en su lomo, el potro no logró destacarse frente a sus compañeros de generación: High Executive, Príncipe Cielo y Apolo lo superaron ampliamente, cruzando él la meta en el sexto lugar. Su equipo tomó aquella derrota inicial como un tropiezo, atribuyendo el resultado al estado de la pista, que estaba fangosa y resbalosa debido a un fuerte aguacero. “Ya vendrán tiempos mejores; hay caballo”, se dijeron, animándose con la certeza de que Antonio Bellardi, de la escuela de Ziadie, no era de los entrenadores que debutaban con victorias. Vale mencionar que de esta primera carrera no hay registro en video, pues la lluvia torrencial probablemente empañó su desempeño y no permitió una grabación clara de su gesta inicial.

 

Llegó su segunda presentación, donde comenzó a brillar la chispa que pronto encendería al óvalo de La Rinconada. Con Irwin Rosendo como jinete y en una carrera de 1200 metros, el potro rompió el celofán y cruzó la meta con una victoria solvente y fácil. Era su primera fotografía, lograda de manera convincente y en medio de los gritos de emoción del narrador interno que pronunciaba su nombre como “MYGUANBISNI”, y luego en los últimos 100 metros anunciaba con claridad: “El pupilo de Bellardi corre con más fuerza y les gana fácilmente.” Esta victoria apabullante motivó a sus allegados a inscribirlo en una tercera carrera, en la primera válida del 5 y 6 del 6 de noviembre de 1999. En esta ocasión, el turno de narrar fue para Omar Khayyam, quien pronunció su nombre a la perfección. Sin embargo, My Own Business corrió de forma distinta a la solvencia que había mostrado anteriormente. Salió desde el puesto 3, pero al darse la partida tropezó ligeramente, lo que afectó su desempeño en el resultado final. Spotted Again salió a velocidad y marcó el ritmo, pero al girar la curva en los últimos 500 metros, Josil, invicto hasta entonces, se llevó la carrera mientras My Own Business lograba un meritorio segundo lugar.

 

El gran momento llegó en su cuarta carrera, el domingo 28 de noviembre, ahora con la monta del reconocido Ángel Alciro Castillo, apodado “El Ángel de la Fusta”. En el Premio de Criadores Asoharas, con una distancia de 1400 metros y una nutrida participación, la expectativa era altísima, requiriendo incluso un aparato adicional para albergar a los 16 ejemplares que competían en la millonaria cita. Fue en esta carrera donde comenzaron a asomar los primeros vestigios de un campeón en ciernes. Con el característico “¡Arrrrrraaaaaaancan los participantes!” de Omar Khayyam, Spotted Again salió al mando, pero inmediatamente My Own Business lo superó, mostrando su verdadero poder y pasando los primeros 400 metros en un contundente tiempo de 22 segundos exactos. Castillo apenas lo guiaba con los brazos mientras el caballo avanzaba con autoridad, marcando 46'3 en los 800 metros y 72'1 en los 1200 metros.

 

 

Por primera vez, se escuchó la frase del narrador que se repetiría en el futuro: “¡Se escapó, se creció My Own Business y a este, a este no se lo gana nadie!” Al cruzar la meta en un cómodo galopar, el potro aseguró el Pote Multimillonario de Asoharas versión machos, dejando a Certero en segundo lugar, Apolo en tercero, Topo a Todo en cuarto, y en un debut honroso llegó Vuelve Jorge, quien se convertiría en su eterno escolta en muchas carreras futuras.

 

Como cada año, al final del calendario selectivo se escenificó el Clásico Comparación. Fue un soleado 26 de diciembre, testigo del inicio de una racha de triunfos contundentes para My Own Business, el potro del Haras Vista Hermosa. Aunque al salir de la partida el ejemplar no estaba bien posicionado y tuvo un ligero retraso, se mantuvo en carrera con paso firme, pasando los primeros 400 metros en 23'1 y los 800 en 46'3. Al girar la última curva, comenzó a despegarse con absoluta solvencia, galopando hasta el final y tomando revancha sobre Josil, quien lo había derrotado en una carrera previa. King Roby llegó en tercer lugar, seguido de Soy Cacique y Manchester, completando el marcador. Esta victoria le otorgó a My Own Business el mérito suficiente para ser nombrado el mejor potro de dos años del año 1999.

 

 

Al convertirse en tresañero, My Own Business enfrentó las pruebas selectivas con una fuerza aplastante, imponiéndose a su antojo en cinco carreras consecutivas. Su primera victoria del año fue en el Clásico Francisco de Miranda, apenas dos semanas después de su triunfo en el "Clausura" (nombre popular del Clásico Comparación), y de allí pasó a la carrera de “Inauguración”. Con una modesta nómina de solo cuatro competidores, la narración de la carrera estuvo a cargo de Andor Tarkanyi, quien pronunció el nombre del potro como “Myguanbisni”. En cuanto se dio la partida, My Own Business, bajo el mando del consentido de Fantasía Albarrán, tomó el liderazgo seguido por Soy Cacique, Josil y King Roby. A su paso, marcó 22'1 en los primeros 400 metros, 45 clavados en los 800, y enfiló a la recta final con ocho cuerpos de ventaja. Aunque su velocidad endiablada permitió a King Roby acercarse, este apenas logró llegar segundo, a un cuerpo de distancia, seguido por Josil y finalmente Soy Cacique.

 

 

La siguiente carrera fue la Copa Gran Tiro, celebrada el 5 de febrero, con solo tres participantes en una distancia de 1300 metros. Tras la partida, My Own Business quedó detrás de Vuelve Jorge, pero a los 200 metros ya había tomado el dominio, cruzando los primeros 400 metros en 22'4. Sin embargo, en la recta final el crack del Vista Hermosa se abrió ligeramente, permitiendo a Vuelve Jorge, su eterno escolta, acercarse y terminar a solo medio cuerpo, poniendo en peligro momentáneamente la victoria.

 

 

Luego, en la Copa Juan Vicente Tovar, disputada en 1500 metros con cuatro competidores, My Own Business volvió a demostrar su superioridad. Al inicio de la carrera, su jinete Ángel Alciro Castillo permitió que el potro corriera a voluntad, dejando que Tórrido tomara la delantera en los primeros metros y marcara 22'2 en los 400 metros iniciales. Sin embargo, Castillo movió a su campeón en el momento justo, tomando el liderazgo y marcando 45 clavados en los 800 metros. Al pasar los 1200 en 70'1, su trote largo y elegante evidenció su dominio absoluto, finalizando en 90 segundos exactos y dejando a King Roby nuevamente en segundo lugar, esta vez a ocho cuerpos, seguido por Pokemon y Tórrido, este último agotado tras intentar competir con el imparable campeón.

 

 

Finalmente, el 12 de marzo de 2000 llegó el esperado Clásico Hypocrite, una cita especial en La Rinconada. Para ese momento, el legendario El Gran Sol ya se encontraba en el ocaso de su carrera, con 8 años, y el testigo del “nuevo ídolo de Venezuela” ya recaía en My Own Business. La carrera contó con cuatro potros: King Roby, Vuelve Jorge, Armando Ele y, por supuesto, My Own Business. A pesar de un ligero retraso en la partida, My Own Business retomó rápidamente el control en los primeros 200 metros, tomando la delantera con autoridad. Pasó los 400 metros en 22'2 y los 800 en 44'3, marcando un ritmo intenso. Al entrar en la recta final, su ventaja era de no menos de ocho cuerpos, y el narrador Héctor Alonso exclamaba que el campeón se veía muy cómodo en punta. Sin embargo, Vuelve Jorge logró acortar distancias, cruzando la meta apenas a medio cuerpo, pero My Own Business se impuso, estableciendo un récord de pista con un tiempo de 94'3.

 

 

Pasaron tres semanas desde la última presentación de My Own Business, y el nuevo ídolo de La Rinconada ya era la mayor atracción del hipódromo. La antesala al primero de la triple corona, la Copa Torrejón, reunió a solo tres ejemplares. Esta vez, Pasajero cedió su cupo al potro Tórrido, propiedad de Marcos Aponte. En esta carrera, My Own Business mostró su habilidad para adaptarse al ritmo que su jinete le impusiera. Con una ligera desventaja al salir, dejó que Tórrido se fuera al comando, marcando 21'3 en los primeros 400 metros, mientras Vuelve Jorge se quedaba a ocho cuerpos en tercer lugar. Los espectadores observaban asombrados cuando el grupo pasó los 800 metros en un asombroso 43'4, apuntando hacia un cronómetro prohibitivo. La carrera culminó con My Own Business cruzando la meta fácilmente, marcando un récord de pista en la milla con 93'2, superando su propio tiempo establecido tres semanas antes.

 

 

Llegó entonces el tan ansiado momento de la triple corona, y todas las miradas estaban puestas en My Own Business. Para el nuevo milenio, los aficionados esperaban un nuevo triple coronado que siguiera los pasos de Gradisco, El Corsario, Iraquí y Catire Bello. Desde la última coronación de Catire Bello, ocho años habían transcurrido y la expectativa era máxima. En el primer paso de la triple corona, el Clásico José Antonio Páez, las tribunas estaban repletas, y la multitud esperaba ver al campeón triunfar. Con un premio de 22 millones a repartir, de los cuales 14 irían al ganador, los aficionados se preguntaban: ¿por cuánto ganaría esta vez?

 

Sin embargo, al abrirse las puertas, el inesperado infortunio se materializó: My Own Business salió mal de la partida, con el pescuezo ladeado, quedando en última posición. Vuelve Jorge tomó rápidamente la delantera, mientras Castillo, su jinete, hizo un esfuerzo por recuperar el terreno perdido, pasando los primeros 400 metros en 23 segundos exactos. Para alcanzar la punta, My Own Business tuvo que acelerar de forma prematura. Al girar la curva final, Italian Rambo, un potro invicto, lo emparejó, y, en la recta final, Vuelve Jorge logró superar a un agotado My Own Business por apenas una cabeza. La tribuna, en contraste, expresó su decepción hacia la conducción de Castillo. La carrera se tornó tan polémica que el jinete Ángel Alciro Castillo renunció a competir en pistas locales, partiendo a Estados Unidos. Rocco Sebastiani, uno de los dueños, comentó con frustración: "Que lo sepa todo el mundo, no me importa: a ese caballo lo pararon", recordando con amargura cómo su purasangre perdió por apenas una "maldita sea" —el término hípico para una cabeza—.

 

Para la siguiente etapa de la triple corona, el Clásico Cría Nacional (antiguamente conocida como Ministerio de Agricultura y Cría), My Own Business estrenó jinete: el llanero Carlos Andrés Olivero, quien lo había debutado. Esta carrera era la oportunidad de redimir al campeón y demostrar que el error en el Paez fue solo un desliz. Al darse la partida, My Own Business salió decidido y en la delantera desde el inicio. Pasó los primeros 400 metros en 23'1, mientras Olivero intentaba contener su ímpetu, marcando 47'3 en los 800 metros. Vuelve Jorge, esforzándose en recortar distancias, no pudo sostener el ritmo. Al pasar los 1200 metros en 72'1, My Own Business comenzó a extender su ventaja, mientras Apolo asumía el segundo lugar. Con su jinete administrando su energía, el potro cruzó la meta en 121'4, a solo dos quintos del récord de pista y demostrando una vez más su superioridad, dejando a Vuelve Jorge en segundo lugar por cuarta ocasión, seguido de Apolo, Manisero y Hercolubus.

 

 

El año 2000 se quedaba sin un triple coronado, y en su lugar surgía la posibilidad de un nuevo doble coronado. Para los allegados de My Own Business, la derrota en el Clásico José Antonio Páez aún dejaba un amargo sabor. Tras la victoria en el segundo paso de la triple corona, Hugo Albarrán comentó a Héctor Alonso: “Tú muy bien sabes que no debió perder el primero”. Cuando Alonso sugirió que la mala partida había sido la causa, Albarrán respondió, contundente: “Perdió por muchos factores”, y se alejó del micrófono en busca de su campeón.

 

Llegó el momento del Derby Nacional, la carrera final de la triple corona venezolana. Con el apureño Carlos Andrés Oliveros repitiendo en la monta, el equipo estaba listo para intentar la milla y media del Clásico República de Venezuela. Solo cuatro ejemplares participaron en el evento, y la rivalidad entre My Own Business y Vuelve Jorge definiría quién se llevaría el título de doble coronado. Desde la partida, My Own Business asumió el liderazgo con una ventaja impresionante, pasando los primeros 400 metros en 23'1. Al llegar a la meta por primera vez, Oliveros miró de reojo el primer parcial, dejando que el caballo siguiera a su ritmo natural. Marcó 72'3 en los 1200 metros y 97'4 en los 1600, dominando la carrera sin esfuerzo. Aunque Vuelve Jorge y Apolo intentaron alcanzarlo, Oliveros apenas tuvo que mover las bridas, y My Own Business galopó con facilidad hacia su segunda corona, estableciendo un nuevo récord de pista con un tiempo de 147'4.

 

 

Consolidado como el nuevo ídolo del hipismo venezolano, My Own Business enfrentó un nuevo desafío: medirse contra los ejemplares maduros en el Clásico Guardia Nacional de Venezuela, una milla que pondría a prueba su capacidad frente a rivales de mayor experiencia. Era el único tresañero en la competencia y el potro despertaba pasiones en un hipódromo que siempre había tenido un ídolo en cada generación. Sin embargo, muchos dudaban de su capacidad para ganar esta carrera, especialmente debido a la tendencia de dar ventajas en la partida en distancias de una milla.

 

Ocho candidatos se alinearon en sus puestos, y, al dar la señal de largada, se materializó nuevamente el temor de sus seguidores: el potro tuvo una mala salida, quedando rezagado en el último lugar. Con una estrategia similar a la que Ángel Alciro Castillo había intentado en el Páez, Oliveros decidió que My Own Business recuperara rápidamente el terreno perdido. Juan Ramón, uno de los favoritos, pasó los primeros 400 metros en 22'2, pero el potro ya se había puesto a la par, lo que significaba que tuvo que alcanzar esa velocidad en un tiempo de 21 y fracción, un esfuerzo monumental.

 

A mitad de carrera, My Own Business lideraba la competencia, estableciendo su dominio con fuerza. Sin embargo, ese esfuerzo inicial cobró su precio: en los 200 metros finales, claramente agotado, el potro perdió terreno, y Llanoral, junto con Don Alberto, aprovecharon la oportunidad, logrando superar al campeón y relegándolo a un decepcionante tercer lugar. Para el público, que había asistido al hipódromo esperando una victoria, el resultado fue una sorpresa amarga. Aunque My Own Business no se alzó con el triunfo, demostró una vez más su temple y su capacidad de competir al más alto nivel, incluso cuando las circunstancias no le favorecían.

 

Dejando atrás el capítulo de su última carrera, My Own Business se preparaba para una nueva presentación, y el escenario no podía ser más adecuado que el Clásico Propietarios La Rinconada. Esta carrera reunía una serie de elementos que la convertían en un evento singular, digno de la mayor atención. En la pista se enfrentarían dos ídolos del hipódromo: El Gran Sol, un veterano de 8 años cuya longevidad no le había restado ni un ápice de clase y que estaba listo para un nuevo desafío; y My Own Business, el nuevo ídolo de un país con una tradición hípica sólida. A ellos se unía la potra Guaraira, cuya participación añadía un elemento especial: una batalla de campeones y generaciones que, además, enfrentaría a un potro, un veterano y una campeona, generando una combinación de pasión y rivalidad.

 

Con 2000 metros de pista por recorrer, la carrera prometía una exhibición sin precedentes. La Rinconada, como ningún otro hipódromo en el mundo, se llenaba hasta los rincones, y ese 28 de agosto no fue la excepción: la afición estaba al máximo, y nadie quería perderse el espectáculo. Para muchos aficionados, este sería el verdadero desafío para My Own Business, pues, a pesar de sus 8 años, El Gran Sol seguía siendo un campeón indiscutible. Otros apostaban al talento del joven potro, seguros de que esta sería la ocasión para que él demostrara su supremacía en la pista.

 

Un elemento digno de resaltar en la campaña de My Own Business es su notable resistencia y salud. Desde su debut el 17 de octubre de 1999, hasta esta carrera del 28 de agosto de 2000, este extraordinario purasangre había participado en quince presentaciones, manteniéndose en plena forma a lo largo de diez meses de rigurosa competencia. Este detalle solo añadía más valor a la expectativa que rodeaba su enfrentamiento con el legendario El Gran Sol, en un clásico que quedaría en la historia del hipismo venezolano.

 

 

El 8 de octubre del año 2000, My Own Business volvía a enfrentarse a El Gran Sol en una nueva Copa de Oro, esta vez en una distancia de 2400 metros. En una carrera anterior, My Own Business había salido victorioso en un duelo generacional, y ahora el público esperaba ver si el longevo El Gran Sol, con su garra y pundonor, podría imponerse en una distancia que le favorecía. Aunque el joven potro ya poseía el récord en los 2400 metros, las gradas de La Rinconada estaban repletas de aficionados ansiosos por ver un nuevo enfrentamiento entre estos campeones.

 

Con el estruendo de la largada, My Own Business no logró un salto muy efectivo, retrasándose levemente al inicio. Sin embargo, cuando los ejemplares pasaron frente a la meta por primera vez, rápidamente asumió el comando, seguido de cerca por Dorado’s Dream, el pupilo de Julio Ayala. Los aficionados aclamaban con fervor, generando una ovación impresionante mientras los caballos completaban su primer paso frente a la tribuna. La carrera se mantuvo interesante en todo momento: aunque el tresañero dominaba con aparente facilidad, Vuelve Jorge, su eterno escolta, avanzaba al tercer lugar, mientras que El Gran Sol se desplazaba con fuerza en el cuarto, seguido por Súper Show y Don Alberto, que cerraba el grupo.

 

Al entrar en la recta final, My Own Business comenzó a desplegar su supremacía, despegándose del grupo con autoridad. Vuelve Jorge mantenía su persecución, pero era evidente que el campeón tresañero se hacía inalcanzable. Con una contundencia innegable, My Own Business, el orgullo del Fantasía Albarrán, cruzó la meta como ganador absoluto, demostrando, una vez más, su dominio y el sello de un verdadero campeón en las pistas.

 

 

El 29 de octubre de ese año, el esperado Clásico Simón Bolívar, magno evento de la hípica venezolana, se disputaba con tribunas absolutamente abarrotadas. Sin embargo, la insólita regulación que prohibía la participación de ejemplares mayores de cinco años en el clásico impidió que se diera un tercer enfrentamiento generacional entre My Own Business y El Gran Sol. Aun así, la expectativa por la actuación del campeón del Haras Vista Hermosa mantenía al público al borde de sus asientos.

 

En un intento estratégico por complicarle la carrera a My Own Business, el entrenador Miguel Contini inscribió a Kilmarnock para intentar favorecer a su compañero de cuadra Vuelve Jorge. Kilmarnock trató en dos ocasiones de obstaculizar al campeón tresañero, pero la maniobra resultó en una persecución innecesaria y estéril, ya que la superioridad de My Own Business era evidente.

 

Con un paso firme y un galopar indescriptible, My Own Business avanzó sin problemas, dejando atrás al lote de competidores que incluía a Dorado’s Dream, a Vuelve Jorge (quien finalmente ocupó el segundo lugar, una vez más) y a la excepcional campeona y triple coronada de las yeguas, Front Stage. La victoria del campeón del Vista Hermosa reafirmó su estatus como el ídolo indiscutible de la hípica venezolana, en un evento que, a pesar de las maniobras de sus rivales, se convirtió en una de las carreras más memorables de su carrera.

 

 

El 11 de noviembre, My Own Business se preparaba para una carrera que parecía diseñada a su medida en el Hipódromo La Rinconada, el Premio Multimillonario de Criadores Asoharas. Solo tres ejemplares atendieron al llamado: My Own Business, Vuelve Jorge y Caribeño. Conducido por el jinete oriundo de Guárico, Emisael Jaramillo, el campeón del Haras Vista Hermosa salió con una velocidad sorprendente, desplegando un galopar espectacular que dominó de principio a fin sin ninguna dificultad. Fue, en efecto, una demostración de superioridad sin atenuantes, como si el campeón estuviera realizando un simple trabajo o “traqueo” con premio incluido.

 

 

Esta contundente victoria no solo reafirmó la supremacía de My Own Business en las pistas venezolanas, sino que también lo posicionó con fuerza para su próxima gran meta: la gala caribeña a celebrarse en el Hipódromo de Puerto Rico, en la Isla del Encanto. La expectativa crecía entre los aficionados hípicos venezolanos, quienes veían en él a un representante con la capacidad de dominar en el escenario internacional y demostrar la calidad del hipismo venezolano en el Caribe.

 

El campeón del Haras Vista Hermosa, My Own Business, viajó a la Isla del Encanto junto a su eterno escolta, Vuelve Jorge, para competir en el prestigioso Clásico Internacional del Caribe. La expectativa era inmensa, no solo entre los periodistas venezolanos, sino también para todos los representantes de la Cuenca Hípica Caribeña, quienes reconocían que estaban frente a uno de los ejemplares más poderosos de la cría venezolana. Era asombroso ver cómo un caballo tan apacible y calmado fuera de la pista podía transformarse en una auténtica fiera al momento de la competencia, dispuesto a vencer a cualquier adversario.

 

El 3 de diciembre llegó el momento: la gala hípica caribeña estaba en marcha, y con ella, la posibilidad de una victoria para Venezuela en el Clásico del Caribe se mantenía intacta. La confrontación estaba servida entre My Own Business, su eterno rival Vuelve Jorge, y la campeona boricua Bricola, en un emocionante duelo de talentos.

 

Todos los ejemplares se encontraban en el aparato de partida, y al bajar la banderola, se dio la largada. Sin embargo, My Own Business sufrió un retraso, quedando relegado en el último lugar. Con una paciencia y frialdad dignas de su experiencia, el jinete Emisael Jaramillo fue recuperando terreno poco a poco, mientras la campeona quisqueyana Río Camú tomaba el comando. Vuelve Jorge corría en un distante sexto lugar, Bricola en décimo, y My Own Business se recuperaba de forma sorprendente. Al llegar a los 800 metros, pasaron en un parcial de 47.53, y al cruzar los 1200 metros en 72.2, My Own Business ya dominaba con autoridad a la boricua Quimera.

 

Bricola intentó un remate, pero su esfuerzo fue en vano frente a la clara superioridad del campeón venezolano. My Own Business cruzó la meta con un dominio absoluto, dejando a las representantes boricuas en el segundo y tercer lugar, mientras Vuelve Jorge se posicionaba en el cuarto.

 

 

La ovación del público puertorriqueño fue evidente, reconociendo la magnitud del potro venezolano, quien demostró ser uno de los mejores ejemplares jamás nacidos en la Cuenca Hípica del Caribe. Con esta victoria, My Own Business no solo llevó el nombre de Venezuela a la cúspide, sino que reafirmó su estatus como un campeón legendario en el hipismo caribeño.

 

 

El 27 de enero del año 2001, My Own Business estaba de regreso en Venezuela, listo para reaparecer en las pistas locales. El escenario era la Copa Rafael Rodríguez Navarro, en una distancia de 1900 metros, y nuevamente Emisael Jaramillo fue el encargado de llevar las riendas del campeón del Haras Vista Hermosa. Al darse la partida, My Own Business, con su innegable superioridad, tomó el comando de la carrera desde el inicio.

 

El potro dominó cada paso, convirtiendo la competencia en un monólogo de su talento y fuerza. A pesar de enfrentar a distintos adversarios, su superioridad fue clara desde el primer instante, mostrando una vez más la contundencia y calidad que lo caracterizaban. Al final, My Own Business cruzó la meta con una sólida victoria, registrando un tiempo de 115 segundos y un quinto en la distancia de 1900 metros, y siendo escoltado por It Comes Wells, quien ocupó el segundo lugar.

 

 

Cuatro semanas después, My Own Business volvió a las pistas en el escenario de la Copa Ta Fino. La carrera, con una distancia de 2000 metros, presentaba un grupo de competidores similar al de su última actuación. Desde el inicio, el campeón del Haras Vista Hermosa tomó la delantera, seguido de cerca por el ejemplar Hercolubus mientras giraban la primera curva. A medida que avanzaban hacia la recta lejana, la superioridad de My Own Business se hacía evidente, ampliando su ventaja de forma constante y relegando al segundo lugar al ejemplar Fast Macau.

 

Al entrar en la recta final, My Own Business intentó dispararse hacia la meta, pero la presión de Fast Macau generó una breve amenaza que parecía poner en riesgo su victoria. Sin embargo, con su destreza habitual, el campeón logró mantener el control de la carrera y cruzar la meta sin contratiempos. Fue una nueva y contundente victoria para el potro de Hugo Albarrán y Rocco Sebastiani, registrando un excepcional tiempo de 124 segundos y cuatro quintos, reafirmando una vez más su estatus como el indiscutible rey de las pistas venezolanas.

 

 

El 24 de marzo llegó el día del Clásico José María Vargas, una competencia de 2000 metros en la que My Own Business se perfilaba nuevamente como el favorito indiscutible. Solo enfrentaba a dos adversarios, It Comes Well y Fast Macau, quienes ya habían sido sus escoltas en sus dos últimas presentaciones. La carrera se convirtió prácticamente en un trabajo controlado o "traqueo" para el campeón, quien tomó una ventaja abrumadora desde el inicio.

 

Con su destreza característica, My Own Business mantuvo el liderazgo y dejó a sus rivales muy atrás, relegando a Fast Macau al segundo lugar a una distancia de 10 cuerpos. El potro del Haras Vista Hermosa cruzó la meta en un tiempo impresionante de 123 segundos y un quinto, estableciendo un nuevo récord de pista y reafirmando su dominio en las pistas venezolanas.

 

 

El 19 de abril llegó el momento de competir en la carrera más longeva del calendario clásico venezolano: el Clásico Presidente de la República. Para My Own Business, este sería su último compromiso en Venezuela antes de probar suerte en los hipódromos de Estados Unidos. Como campeón del Caribe, el potro asumió el comando de la carrera desde el inicio, imponiéndose sin dificultades a sus rivales.

 

Sus adversarios, que no habían logrado derrotarlo en presentaciones anteriores, intentaron una vez más destronar al campeón. Hercólubus se mantuvo muy cerca en el segundo lugar, seguido de Apolo en tercero y Fast Macau en el cuarto puesto. A falta de 800 metros para el final, parecía que la presión de sus competidores podría complicar el dominio del campeón. Sin embargo, en ese momento, Emisael Jaramillo le pidió un esfuerzo final, y My Own Business respondió con una sorprendente aceleración que lo despejó del grupo, dejando en claro su supremacía.

 

El campeón venezolano cruzó la meta con autoridad, ganando el Clásico Presidente de la República y recibiendo una ovación incesante del público en el Hipódromo La Rinconada.Fue una tarde inolvidable, donde los aficionados despidieron con orgullo a un caballo que había demostrado merecer su próximo desafío en las pistas norteamericanas.

 

 

Luego de una desafortunada travesía por los hipódromos norteamericanos, el campeón del Caribe, My Own Business, regresó a Venezuela. Aunque la experiencia en el extranjero no resultó como esperaban sus seguidores, su retorno ofrecía la oportunidad de reencontrarse con su grandeza. La ocasión para redimirse llegaría en el Clásico José María Vargas del 2002, carrera que había ganado el año anterior en honor al insigne prócer venezolano.

 

Emisael Jaramillo, nuevamente en sus lomos, guiaba al potro cuando se dio la partida. Desde el inicio, My Own Business tomó la delantera con velocidad, seguido de cerca por el ejemplar All of Me. En el tercer lugar se encontraba Gran Hermano, un ejemplar costosísimo y de linaje impecable, que intentaba desafiar al campeón. La carrera despertaba una mezcla de expectativa y angustia entre los aficionados, quienes nuevamente colmaban las tribunas del majestuoso hipódromo de La Rinconada.

 

A pesar de estar quizá al 70% de su mejor condición, el campeón del Caribe demostró su autoridad al entrar en la recta final. En una rematada que recordó sus mejores días, My Own Business se impuso con solvencia y dejó claro que el esplendor de su carrera seguía intacto. All Power ocupó un honroso segundo puesto, relegando a Gran Hermano al tercer lugar. El campeón venezolano estaba de vuelta, reverdeciendo los laureles que le fueron esquivos en tierras norteamericanas y devolviendo la alegría a sus seguidores en Venezuela.

 

 

El 19 de abril de 2002, My Own Business volvía al Clásico Presidente de la República, la misma carrera que, el año anterior, lo había despedido de las pistas venezolanas antes de su incursión en Norteamérica. Ahora, con una condición física mejorada tras su reciente victoria en el José María Vargas, el campeón del Caribe estaba listo para demostrar su supremacía nuevamente en los 2400 metros de la magna prueba.

 

Al darse la partida, My Own Business, criado por Julio Pazos y entrenado por Antonio Bellardi, tomó el comando con su característica autoridad. Su ventaja era tal que dejó a sus rivales a una cómoda distancia de 10 cuerpos. Su escolta en la carrera anterior intentaba seguir su paso, pero el campeón venezolano parecía correr sin esfuerzo, mostrando el temple de un ejemplar en su mejor forma. A medida que avanzaba la competencia, el pupilo de Don Julio Ayala, Paso a Paso, intentaba intimidar al campeón. Sin embargo, la respuesta de My Own Business fue la de un auténtico campeón: al entrar en la recta final, Emisael Jaramillo, su jinete de confianza, impulsó al potro con una aceleración firme y dominante.

 

El campeón se despejó en la punta, dejando a Rodes en un sólido segundo lugar con una rematada sostenida y relegando a Paso a Paso al tercer puesto, exhausto por su esfuerzo.

 

 

Esta victoria ratificó que My Own Business estaba de regreso, mostrando su superioridad y su disposición para enfrentar futuras presentaciones con la misma fuerza que lo había llevado a ser un ídolo del hipismo venezolano.

 

La siguiente carrera de My Own Business fue el 1 de junio en una competencia para ganadores de seis o más carreras, en una distancia de 1800 metros. Como en presentaciones anteriores, el campeón dominó a placer a sus adversarios, cruzando la meta con un tiempo excepcional de 109 segundos y tres quintos. Su escolta fue nuevamente Paso a Paso, quien ocupó el segundo lugar, dejando claro que el campeón del Haras Vista Hermosa seguía en plena forma.

 

El 23 de junio de ese mismo año se celebró el Clásico Día del Ejército, una carrera que marcaría el primer enfrentamiento de My Own Business con uno de sus rivales más acérrimos: Gran Empeño. La competencia también tenía otro aliciente especial, pues contaba con la participación de Al Borak, un doble coronado que intentaría desafiar la supremacía del campeón.

 

Desde el inicio, Gran Empeño acechaba de cerca tanto a My Own Business como a Al Borak, y en un momento logró tomar el comando. Sin embargo, My Own Business, mostrando su temple de campeón, respondió al desafío. En la recta final, el potro del Vista Hermosa comenzó a imponer su ritmo, doblegando a Gran Empeño y tomando la delantera. Mientras el campeón se distanciaba hacia la victoria, Al Borak, relegado, solo pudo observar la superioridad de su adversario, terminando en un distante quinto lugar. La carrera concluyó con My Own Business como indiscutible ganador, seguido de Gran Empeño en el segundo puesto, mientras Al Borak, agotado, quedó relegado.

 

 

El 13 de julio, My Own Business volvió a las pistas, demostrando una vez más su envidiable salud y condición física. Participó en otra competencia para ganadores de seis o más carreras, y con su autoridad característica, dominó la prueba de principio a fin. En los 1800 metros, el campeón del Vista Hermosa cruzó la meta en un tiempo de 110 segundos y cuatro quintos, seguido de Faramallero, quien lo escoltó en el segundo lugar. La actuación del campeón reafirmó su constancia y solidez en cada presentación, mostrando que su dominio en las pistas seguía siendo inigualable.

 

El 28 de julio, My Own Business tuvo la oportunidad de redimirse en el mismo clásico que había marcado su última derrota en la cuenca del caribe: el Clásico Guardia Nacional de Venezuela. Aunque la milla no era su distancia ideal y tendía a retrasarse en la largada, el campeón del Vista Hermosa mostró su temple. Con la frialdad y sapiencia de Emisael Jaramillo en las riendas, fue recuperando terreno poco a poco.

 

Este clásico tenía un aliciente adicional: el regreso a las pistas venezolanas del caballo Strubinger, quien, al igual que My Own Business, había intentado hacer campaña en hipódromos norteamericanos. Pero la carrera rápidamente demostró que el campeón seguía en una liga aparte. En el segundo parcial, My Own Business comenzó a tomar el comando a pesar del exigente paso de su competidor Cochon d'Or, quien había marcado un prohibitivo 22 segundos y dos quintos en los primeros 400 metros, y un aplastante 45 segundos y dos quintos para los 800 metros.

 

Al entrar en la recta final, My Own Business dejó atrás a sus adversarios con una devastadora superioridad, cruzando la meta con autoridad y relegando a King George a un distante segundo lugar. Esta victoria no solo marcó su revancha en el Clásico Guardia Nacional de Venezuela, sino que también reafirmó su estatus como el indiscutible campeón de las pistas venezolanas.

 

 

Llegó el momento del Clásico Propietarios La Rinconada, una carrera que parecía ser la continuación de los desafíos presentados en el Clásico Día del Ejército unos meses antes. My Own Business, el campeón del Haras Vista Hermosa, se encontraba entre rivales conocidos, destacando entre ellos el doble coronado Al Borak, quien tomó el control de la carrera desde el inicio y marcó el ritmo, seguido de cerca por My Own Business, que había tenido un ligero retraso en la partida.

 

La competencia se tornaba cada vez más emocionante, con Al Borak liderando y el campeón presionándolo a medida que avanzaban hacia la recta final. Sin embargo, esta vez, otro competidor surgió en el camino del campeón. Gran Empeño, representante del Stud Los Grandes, no estaba dispuesto a ceder y seguía de cerca el paso de My Own Business con determinación, desafiando la autoridad del campeón.

 

Con una resistencia impresionante, Gran Empeño mantuvo la presión sobre My Own Business hasta los últimos metros, logrando finalmente quebrarlo y dejando al campeón en el segundo lugar después de una larga seguidilla de victorias en los hipódromos venezolanos. Esta derrota marcó el inicio de una nueva y emocionante rivalidad entre Gran Empeño y el consentido del Fantasía Albarrán, prometiendo duelos futuros entre estos dos destacados competidores.

 

La tarde del 29 de septiembre trajo consigo el esperado Copa de Oro, un evento cargado de emoción y expectativa. El público llenó las tribunas del majestuoso Hipódromo La Rinconada, ansioso por presenciar el siguiente capítulo del duelo entre los campeones Gran Empeño y My Own Business. En esta ocasión, la competencia se daría en una distancia diferente, y siete rivales desafiaban al campeón del Haras Vista Hermosa, incluyendo a su reciente verdugo, Gran Empeño.

 

Al darse la partida, My Own Business sorprendió al salir con velocidad, sin conceder ninguna ventaja. Tomó el comando desde el inicio y, con un galopar firme y sostenido, comenzó a ampliar la ventaja, dejando claro que sus rivales no serían más que espectadores de su superioridad. A medida que se acercaban al giro de la última curva, parecía que todos intentaban desafiar su liderazgo, pero ninguno logró poner en riesgo la victoria del campeón.

 

En la recta final, My Own Business mantuvo su paso dominante y cruzó la meta con una victoria magnífica y aplastante, sin dejar dudas sobre su supremacía. Gran Empeño, en esta ocasión, solo pudo alcanzar el segundo lugar, posicionándose como un escolta firme y digno, en una versión mejorada del papel que había desempeñado Vuelve Jorge en el pasado.

 

 

La tarde del 13 de octubre se llevó a cabo la Copa Domingo Noguera Mora y la distancia de una milla, tradicionalmente complicada para My Own Business, marcaba el escenario. A diferencia de otras ocasiones en esta distancia, el campeón del Haras Vista Hermosa no cedió ninguna ventaja. Al abrirse las puertas del aparato, salió al comando de la carrera, marcando un primer parcial de 23 segundos en los 400 metros iniciales.

 

Desde el comienzo, My Own Business protagonizó una intensa lucha con el tordillo Mr. Custodio, dejando atrás al resto del lote con una ventaja de hasta 10 cuerpos. A medida que se acercaban a la recta final, el campeón comenzó a distanciarse de sus rivales, y Mr. Custodio, agotado, quedó relegado al segundo lugar. A falta de 200 metros para la llegada, el narrador interno del hipódromo recalcó el logro inminente: el campeón venezolano se encaminaba hacia su victoria número 26 en la pista. Finalmente, My Own Business cruzó la meta con autoridad, dejando a Facundo en un distante segundo lugar y registrando un tiempo de 93 segundos y tres quintos.

 

 

La Copa Gradisco, celebrada el 28 de octubre, brindaba a My Own Business la oportunidad perfecta para afinar su preparación antes de representar a Venezuela en la Copa Confraternidad del Caribe en la Isla del Encanto. Esta prueba, en una distancia de 1400 metros, era una rareza en su campaña, ya que solo había competido en esa distancia en dos ocasiones anteriores: durante su año como dosañero y en su primera carrera a los tres años.

 

En esta ocasión, My Own Business se enfrentó a antiguos rivales como All of Me y Mr. Custodio. Desde el inicio, su dominio fue evidente, y aunque sus competidores intentaron desafiarlo, el campeón del Haras Vista Hermosa dejó clara su superioridad y clase en cada tramo. La autoridad con la que manejó la carrera reafirmó su estatus indiscutible en las pistas venezolanas.

 

 

Con esta victoria, su número 27, My Own Business demostró estar en plena forma y dejó la mesa servida para su participación en la próxima cita caribeña en Puerto Rico, donde buscaría sumar otro logro a su brillante palmarés.

 

La fiesta de final de año para la Cuenca Hípica del Caribe llegó a su esperado día el sábado 7 de diciembre. En esta ocasión, el "Meteoro del Caribe" My Own Business representaría nuevamente a Venezuela en la Copa Confraternidad del Caribe. La carrera tenía un elemento especial: el campeón venezolano se enfrentaría a Cortisol, ganador de la magna cita caribeña de 1999 en el Hipódromo Presidente Remón de Panamá. Venezuela blindó su participación enviando a sus dos máximos exponentes maduros, Gran Empeño y My Own Business, generando una gran expectativa en la afición.

 

La inquietud estaba en si My Own Business repetiría el retraso en la partida que tuvo en el Clásico del Caribe dos años antes. Al inicio de la carrera, el ejemplar Gaudí tomó el comando, seguido de cerca por My Own Business, Mini Minela, Mi Pradera y Gran Empeño, mientras el representante panameño Cortisol quedaba relegado en los últimos lugares.

 

Al llegar a los 1200 metros, el campeón venezolano marcó un tiempo de 74 segundos, con Gran Empeño acercándose como una amenaza seria. Sin embargo, My Own Business demostró una vez más su calidad y superioridad, logrando mantener el liderazgo y cruzando la meta en primer lugar, ganando por tres cuartos de cuerpo sobre su nuevo rival, Gran Empeño. Con esta victoria, los ejemplares venezolanos ocuparon los dos primeros lugares de la competencia.

 

 

El triunfo de My Own Business en la Copa Confraternidad lo colocó en una categoría histórica, igualando la hazaña de Verset Jet, quien también logró ganar tanto el Clásico del Caribe como la Copa Confraternidad. Sin embargo, a diferencia de Verset Jet quien lo hizo en años consecutivos, My Own Business lo logró con un año de diferencia, consolidando aún más su legado como uno de los grandes campeones de la hípica caribeña.

 

El año 2003 marcó el inicio de la campaña como seisañero de My Own Business, tras su gran victoria en la Copa Confraternidad. Su reaparición estaba programada para el 18 de enero en la Copa El Gran Sol, en honor a uno de los ejemplares más destacados de la cría venezolana. La carrera se escenificó en una distancia de 1400 metros, y una vez más, el fantasma de la mala partida se hizo presente: My Own Business sufrió un retraso al salir del aparato, obligándolo a remontar.

 

De forma astuta, y ahora bajo la conducción de Ángel Alciro Castillo, My Own Business comenzó a recuperar terreno, avanzando sostenidamente hasta tomar el comando. La tensión entre los espectadores era palpable, pues recordaban el desafortunado desenlace en el José Antonio Páez tres años atrás, cuando su retraso en la largada le costó la carrera. Sin embargo, esta vez el campeón mantuvo el ritmo y dominó a sus rivales con autoridad.

 

 

Con una memorable participación de sus competidores, Stormy logró un honroso segundo lugar, escoltando al campeón, quien no volvió a conceder ventaja una vez que tomó el control de la carrera. My Own Business estaba de vuelta en Venezuela, reafirmando su título de "El Meteoro del Caribe" y demostrando una vez más por qué era uno de los mayores exponentes del hipismo venezolano.

 

La segunda carrera del año 2003 para My Own Business fue el Clásico Hylander, nuevamente en una distancia de 1400 metros. Cinco ejemplares atendieron el llamado de esta competencia, en la que el campeón salió perfectamente del aparato de partida. Con su característico galopar calmado pero contundente, My Own Business controló el recorrido a su antojo, dominando a sus rivales sin esfuerzo aparente.

 

 

Stormy, su escolta en la carrera anterior, repitió la hazaña y volvió a ocupar el segundo lugar, convirtiéndose en el quinto ejemplar que lograba secundar al campeón en al menos dos ocasiones. Con esta victoria, My Own Business reafirmó su liderazgo en las pistas venezolanas, manteniéndose imbatible en su retorno a la temporada.

 

En su tercera presentación del año 2003, My Own Business, el supercampeón de Venezuela, se enfrentó al Clásico Socopo, una competencia en honor al primer ejemplar criollo en ganar el Clásico Internacional Simón Bolívar. La carrera se disputó en la milla, una distancia en la que My Own Business solía enfrentar desafíos debido a sus ocasionales retrasos en la partida.

 

Al momento de la largada, el campeón tuvo una salida algo lenta, al igual que Luzbel. Sin embargo, casi de inmediato, My Own Business comenzó a recuperar terreno, tomando el comando de la carrera que, en un inicio, había sido dominada por Soul Provider. La competencia se desarrolló de manera similar a sus presentaciones anteriores: con su galopar calmado pero contundente, My Own Business controló el ritmo y dominó a sus rivales con autoridad.

 

En un tiempo de 94 segundos y un quinto, el campeón cruzó la meta como el indiscutible rey de las pistas venezolanas, dejando claro, una vez más, que su supremacía en el hipismo nacional era total y absoluta.

 

 

El 23 de marzo de 2003, el Hipódromo de Valencia organizó una carrera especial para honrar al mejor ejemplar nacido en tierras venezolanas: el Primer Clásico Valencia Invitacional. Todo el país deseaba ver al campeón, My Own Business, competir en cada uno de los hipódromos nacionales. La distancia, 1700 metros, ponía en peligro el récord establecido en esa pista por Tintoreto en su carrera inaugural, aumentando aún más la expectativa en torno al evento.

 

La emoción era palpable, y el público valenciano colmó las tribunas, ansioso por ver en acción al meteoro del Caribe. Tres destacados ejemplares se alistaron para el desafío, incluidos los mejores representantes del hipismo carabobeño, como el campeón local Gran Relámpago y Circle of Power, quien se atrevió a desafiar al campeón.

 

Desde la partida, My Own Business no concedió ninguna ventaja; bajo la dirección de Ángel Alciro Castillo, tomó el comando con un galopar dominante y controló la carrera con una autoridad abrumadora. Circle of Power intentó un atrevido rebase en un punto de la competencia, logrando por un breve momento ponerse al frente. La tribuna reaccionó con entusiasmo, pero My Own Business, con su calidad indiscutible y el impulso firme de Castillo, recuperó la delantera, mostrando una vez más su supremacía. La victoria fue contundente, y con esta demostración de poder, My Own Business dejó marcada su huella en el Hipódromo de Valencia, sumando una nueva y significativa conquista a su brillante carrera.

 

 

En su quinta carrera del año, My Own Business se enfrentó a un desafío con un toque histórico: el Clásico Presidente de la República, la carrera más longeva del calendario venezolano. El campeón tenía la oportunidad de ganarlo por tercer año consecutivo y convertirse en el primer ejemplar en lograr semejante hazaña. La competencia reunió a seis ejemplares, entre ellos Power Parts, también entrenado por Antonio Bellardi.

 

Aunque el número de competidores era reducido, la calidad de los participantes era incuestionable, y algunos detractores señalaban que My Own Business se enfrentaba a los mismos rivales de siempre. Sin embargo, cuando un caballo tiene la calidad del campeón del Vista Hermosa, es capaz de imponerse ante cualquier adversario. Desde la partida, My Own Business mostró su característico galopar firme y contundente, dominando la carrera a placer.

 

A lo largo del recorrido, sus rivales intentaron amenazar su victoria, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Con una actuación magistral, My Own Business cruzó la meta en primer lugar, estableciendo un nuevo récord de pista y marcando su tercer triunfo consecutivo en el Clásico Presidente de la República, un logro sin precedentes en la historia del hipismo venezolano.

 

R

 

La siguiente carrera para My Own Business fue el Clásico Día del Ejército, disputado en una distancia de 2000 metros. La competencia reunió nuevamente a seis ejemplares, entre ellos su rival Gran Empeño, quien desde la partida demostró que estaba decidido a presentar una seria amenaza al campeón.

 

En la recta lejana, My Own Business tomó el control de la carrera, dominando a sus contrincantes con su característico galopar. Todo parecía indicar que el campeón del Vista Hermosa se llevaría otra victoria, reafirmando su supremacía en las pistas venezolanas. Sin embargo, a mediados de la recta final, My Own Business cargó ligeramente hacia afuera, obstaculizando el accionar de Gran Empeño, lo que dio a los comisarios razones para revisar la maniobra.

 

 

Tras una deliberación, los comisarios decidieron distanciar a My Own Business del primer lugar al segundo, otorgando la victoria a Gran Empeño. Este desenlace, aunque inesperado, ratificó a Gran Empeño como un formidable rival, siendo esta la segunda ocasión en la que lograba imponerse sobre el campeón, esta vez por decisión reglamentaria.

 

El 5 de julio, en una fecha especial para el hipismo venezolano, se celebró la afamada carrera "Matacaballos", Clásico Fuerza Armada, una de las más exigentes del calendario, con un recorrido de 3200 metros. My Own Business era el principal atractivo de la competencia, enfrentando un desafío poco común en la pista: la enorme distancia que podía considerarse un verdadero escollo incluso para el campeón.

 

Seis rivales acompañaban al "Meteoro del Caribe" en la línea de partida. Entre ellos, Without Friends se perfilaba como un desafiante decidido, tomando la delantera al pasar por la recta lejana en el primer tramo de la competencia. Sin embargo, My Own Business no dejó nada al azar; al llegar a la recta final, se colocó en el comando de la carrera, con Gran Empeño siguiéndolo de cerca y Gran Hermano observando desde una posición expectante.

 

El dominio del campeón en la pista era total y cautivador para el público, que admiraba cada paso de su galopar. En la segunda vuelta, al entrar nuevamente en la recta lejana, My Own Business parecía dirigirse hacia una victoria cómoda, cuando Gran Hermano decidió desafiarlo con fuerza, generando una euforia indescriptible entre el público de La Rinconada.

 

Con la paciencia y frialdad que lo caracterizaban, Emisael Jaramillo armó las riendas del campeón y lo exigió en los metros finales. My Own Business respondió con su acostumbrada potencia, reafirmando que también en los 3200 metros de la "Matacaballos" era imbatible, llevándose una nueva victoria que consolidó aún más su leyenda.

 

 

La siguiente carrera para My Own Business fue el Clásico Propietarios La Rinconada, una competencia que atrajo a un público multitudinario que colmó las tribunas del hipódromo, ansioso por ver al campeón defender su título con su acostumbrada maestría. Sin embargo, esta vez el destino tenía otros planes. En una contienda memorable, Gran Empeño se convirtió en el único ejemplar capaz de derrotar al campeón en tres ocasiones: dos en buena lid y una por reglamento.

 

El duelo fue intenso y cautivador, un espectáculo digno de admiración que dejó sin aliento a la afición. Aunque My Own Business cayó ante su rival, la derrota no restó brillo a su carrera ni disminuyó su calidad. Fue una jornada en la que el campeón cedió el triunfo, pero demostró una vez más la grandeza que lo había llevado a la cúspide del hipismo venezolano.

 

Esta derrota escribía otro capítulo en la historia del hipismo en Venezuela, recordándole a todos que, aunque el campeón no siempre podía ganar, seguía siendo el ejemplar que elevó el espectáculo de las pistas a otro nivel.

 

La siguiente competencia fue el Copa de Oro, un evento especial para My Own Business, quien, como en el Clásico Presidente de la República, tenía la posibilidad de ganar este prestigioso evento por tercera vez consecutiva. Sin embargo, lo que el público aún no sabía era que esta carrera marcaría la última aparición del campeón en las pistas venezolanas.

 

Conocido como el "Meteoro del Caribe", My Own Business enfrentaba esta vez al campeón del Caribe del año anterior, Gran Abuelo. Pero el veterano ejemplar quería dejar claro que seguía siendo el indiscutible rey de las pistas. Desde el inicio, My Own Business mostró su determinación, dominando la carrera con su acostumbrada autoridad.

 

En una demostración de su grandeza y contundencia, My Own Business cruzó la meta en primer lugar, dejando en el segundo puesto a Don Chonchón, seguido de Chiquillo Héctor en el tercero y relegando a Gran Abuelo a un distante cuarto lugar. Esta victoria no solo consolidó su legado como el mejor ejemplar de su generación, sino que cerró con broche de oro su carrera en Venezuela, dejando a los aficionados con un inolvidable recuerdo de su poder y supremacía.

 

 

La cita volvió a ser en Borinquen, donde el "Meteoro del Caribe" generaba una gran expectación. Aficionados de toda la Cuenca Caribeña querían ver a My Own Business en acción, deseosos de verlo ratificar su supremacía regional. Esta carrera era su oportunidad definitiva para consolidarse como el mejor ejemplar de la cuenca: el único en haber ganado el Clásico del Caribe a los tres años y en obtener dos victorias en la Copa Confraternidad.

 

Desde la partida, My Own Business tomó el comando, imponiendo su autoridad con un paso firme y controlado. Aunque Gran Abuelo, con una notable mejoría en su condición física, intentó desafiarlo, el campeón de seis años dejó claro quién era el verdadero rey de las pistas caribeñas. Con una actuación imponente, My Own Business cruzó la meta primero, derrotando nuevamente a un ganador del Clásico del Caribe y consolidando su estatus como el indiscutible "Rey del Caribe".

 

 

Esta victoria histórica reafirmó su leyenda, siendo capaz de vencer a otros campeones de la cuenca, como Gran Abuelo y anteriormente Cortisol, demostrando que su supremacía en el Caribe era absoluta.

 

Así concluye una de las campañas más memorables en la historia del hipismo venezolano, protagonizada por My Own Business, un ejemplar que dejó una huella imborrable en el corazón de cada aficionado que abarrotó las tribunas en cada una de sus presentaciones. Quizás muchos lo despedían con nostalgia, conscientes de que, a sus seis años, aún conservaba el espíritu y estampa de un potro. Pero también sabían que habían presenciado la campaña de un campeón excepcional, un caballo que fue capaz de detener el país, de convertirse en referente y en leyenda.

 

Su legado queda reflejado en la multitud de apodos que reflejaban la admiración hacia él: Lester Rivas lo llamaba "La Máquina Corredora", Joe Bruno lo inmortalizó como "El Meteoro del Caribe", y para el público fue el Rey de las Pistas Venezolanas o simplemente MOB.

 

Gracias, My Own Business, por haber sido el ídolo que el hipismo venezolano siempre deseó, por cada carrera llena de pasión, por cada victoria que unió a una afición y por ser el campeón que llenó de orgullo a todo un país.

 

 

Campaña en Venezuela

 

Fecha

Carrera

Pos.

Ganador

Jinete

Dist.

Tiempo Gan.

17/10/1999

Potros 2 Años

High Executive

C. A. Olivero

1200

74"4

30/10/1999

Potros 2 Años

2°De Luis

I. Rosendo

1200

72"4

06/11/1999

Potros 2 Años

Josil

I. Rosendo

1300

78"0

28/11/1999

Premio de Criadores Asoharas

2°Certero

A. A. Castillo

1400

82"4

26/12/1999

Clásico Comparación

2°Josil

A. A. Castillo

1600

97"1

08/01/2000

Clásico Francisco De Miranda

2°King Roby

A. A. Castillo

1400

98"1

05/02/2000

Copa Gran Tiro

2°Vuelve Jorge

A. A. Castillo

1300

78"2

20/02/2000

Copa Juan Vicente Tovar

2°King Roby

A. A. Castillo

1500

90"0

12/03/2000

Clásico Hypocrite

2°Vuelve Jorge

A. A. Castillo

1600

94"3

01/04/2000

Copa Torrejón

2°Vuelve Jorge

A. A. Castillo

1600

93"2

14/05/2000

Clásico José Antonio Páez

Vuelve Jorge

A. A. Castillo

1600

95"1

04/06/2000

Clásico Cría Nacional

2°Vuelve Jorge

C. A. Olivero

2000

121"4

25/06/2000

Clásico República de Venezuela

2°Vuelve Jorge

C. A. Olivero

2400

147"4

29/07/2000

Clásico Guardia Nac. de Venezuela

Llanoral

C. A. Olivero

1600

96"4

28/08/2000

Clásico Propietarios La Rinconada

2°Vuelve Jorge

E. Jaramillo

2000

121"2

08/10/2000

Copa de Oro de Venezuela

2°Vuelve Jorge

E. Jaramillo

2400

150"3

29/10/2000

Gran Premio Simón Bolívar

2°Vuelve Jorge

E. Jaramillo

2400

149"2

11/11/2000

Premio de Criadores Asoharas

2°Vuelve Jorge

E. Jaramillo

2000

123"1

27/01/2001

Copa Rafael Rodríguez Navarro

2°It Comes Well

E. Jaramillo

1900

115"1

24/02/2001

Copa Ta' Fino

2°Fast Macau

C. A. Olivero

2000

124"4

24/03/2001

Clásico José María Vargas

2°Fast Macau

E. Jaramillo

2000

123"1

19/04/2001

Clásico Presidente de la República

2°Fast Macau

E. Jaramillo

2400

149"4

24/03/2002

Clásico José María Vargas

2°All Power

E. Jaramillo

2000

125"0

19/04/2002

Clásico Presidente de la República

2°Rodes

E. Jaramillo

2400

150"2

01/06/2002

Ganadores de 6 ó más

2°Paso a Paso

E. Jaramillo

1800

109"3

23/06/2002

Clásico Día del Ejército

2°Gran Empeño

E. Jaramillo

2000

122"4

13/07/2002

Ganadores de 6 ó más

2°Faramallero

E. Jaramillo

1800

110"4

28/07/2002

Clásico Guardia Nac. de Venezuela

2°King George

E. Jaramillo

1600

94"1

25/08/2002

Clásico Propietarios La Rinconada

Gran Empeño

E. Jaramillo

2000

122"0

29/09/2002

Copa de Oro de Venezuela

2°Gran Empeño

E. Jaramillo

2400

148"2

13/10/2002

Copa Domingo Noguera Mora

2°Facundo

E. Jaramillo

1600

93"3

03/11/2002

Clásico Gradisco

2°Trapío

E. Jaramillo

1400

82"4

18/01/2003

Copa El Gran Sol

2°Stormy

A. A. Castillo

1400

83"2

08/02/2003

Clásico Hylander

2°Stormy

A. A. Castillo

1400

82"1

01/03/2003

Clásico Socopó

2°Soul Provider

A. A. Castillo

1600

94"1

23/03/2003

Clásico Valencia Invitacional

Circle Of Power

A. A. Castillo

1700

102"1

19/04/2003

Clásico Presidente de la República

2°Gran Hermano

A. A. Castillo

2400

146"4

22/06/2003

Clásico Día del Ejército

Gran Empeño

E. Jaramillo

2000

123"4

05/07/2003

Clásico Fuerza Armada

2°Gran Hermano

E. Jaramillo

3200

202"1

24/08/2003

Clásico Propietarios La Rinconada

Gran Empeño

E. Jaramillo

2000

121"4

28/09/2003

Copa de Oro de Venezuela

2°Don Chonchón

A. A. Castillo

2400

147"3

 

 

 

 

 

 

 

Campaña en Puerto Rico

 

03/12/2000

Clásico Internacional del Caribe

2°Brícola

E. Jaramillo

1800

111"0

07/12/2002

Clásico Confraternidad del Caribe

2°Gran Empeño

E. Jaramillo

1900

119"2

01/12/2003

Clásico Confraternidad del Caribe

2°Gran Abuelo

A. A. Castillo

1900

121"0

 

 

 

 

 

 

 

Campaña en USA

 

01/08/2001

Allowance (Saratoga)

Top Official

J. Velásquez

1800

110"0

22/08/2001

Allowance (Saratoga)

Open Sesame

J. Velásquez

1800

110"2

19/09/2001

Allowance (Belmont)

Honorífico

J. Velásquez

1600

95"3

29/10/2001

Daniel's Boy H. (Calder)

Sea Of Tranquility

C. Hernández

1400

84"3

24/12/2001

Allowance Optional Claiming (Calder)

On The Game

C. Hernández

1600

99"1

07/01/2002

Allowance (Gulfstream)

Rize

J. Santos

1800

110"2

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, sábado 30 de noviembre de 2024

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