Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Latino Inmenso

(Ven, 2002, General Slew en La Nolana por Rupperto)

Por Ricardo Maldonado

 

A modo particular, comienzo diciendo que una de las generaciones mas parejas, de gran calidad y con un don de producir potenciales cracks, que a la postre hicieron historia en la pista y que depararon en ídolos que llenaban el vacío dejado por campeones como My Own Business en el pasado reciente, por tener una referencia. Entre esos campeones potenciales se encontró un potro que, como estrella fugaz, hizo una campana efímera pero inolvidable, y el cual le hizo honor a su nombre, ya que fue bautizado como Latino Inmenso. Nació el 21 de enero de 2002 en el Haras Vista Hermosa.

 

 

Y si, inmenso en la pista, inmenso de corazón, inmenso en cuanto a su calidad e inmenso a su capacidad corredora. Es así como este potrillo propiedad del Stud Rembrandt (los mismos de Latino Europeo, aquel buen potro de buena perfomance) para a las manos de Gilberto Zerpa quien lo entrena con miras a debutar en la pista caraqueña. Y, como no, era de la misma generación de Polo Grounds, Reinaprado, Dancing Along, Somethingregal, Wild Water, Blazing Free, French Manicure y Water Music entre otros, todos ellos, pertenecientes a una camada excelsa a la larga y cuya historia se escribiría en paginas doradas en los anales del hipismo venezolano.

 

Pues bien, el ansiado debut de Latino Inmenso se produciría en la tarde del Sábado 31 de Julio del 2004 en el lote de potrillos perdedores en distancia de 1100 metros y con la monta de Ángel Alciro Castillo, el campeón del Zulia, con un ajustado triunfo por pescuezo sobre otro buen potrillo, muy rendidor, llamado Lord Enzo ganándole por apenas ½ cuerpo dejando un llamativo 64”2 para los 5 furlones y medio.

 

Un mes después es inscrito en la Copa Cavepro, con motivo de la tarde clásica del Domingo 29 de Agosto (lo que hoy en día es la Gala Hípica) y sobre sus lomos ponen al as Emisael Jaramillo y el jinete del momento no defraudo a sus seguidores, ya que los galoparía contundentemente, con la autoridad de un campeón y demostrando a todos que había un crack naciente, el cual daría mucho de que hablar. Y es que el potro le sacaría 7 cuerpos a su escolta de esa oportunidad Strike Price, o sea, casi nada.

 

Su siguiente salida seria el Domingo 12 de Septiembre con motivo del Clásico Victoreado y en donde se los volvería a ganar de manera categórica al sacar diferencia de 6 cuerpos sobre Seven Sins y dejando un crono (muy bueno) de 71”1 para 1200 metros. Parecía entonces que este excelso potro, Latino Inmenso, no iba a tener rivales, al menos entre los de su generación dada la manera categórica con la que triunfaba, sin atenuantes y sin dejar un halo de duda de su capacidad corredora.

 

 

Y ese liderazgo se afianzaría en la Copa Jesús Pérez en donde conservaría su invicto en 4 salidas al doblegar con diferencia de 4 cuerpos a Guante de Oro, al agenciar un buen 84”3 para 1400 metros. ¿Quién se atrevería a dudar de lo que Latino Inmenso era capaz de hacer? Nadie, ni siquiera el más escéptico, ya que el hijo de General Slew se perdía de vista rumbo al estrellato absoluto, el panorama pintaba bien para este potro cuyo porvenir era tan inmenso como su nombre.

 

Su andar pistero continúo en la tarde del sábado 16 de octubre en el marco del Clásico Albert H. Cipriani en donde seguía imbatible al vencer nuevamente a Lord Enzo, esta vez por 3 cuerpos. Si bien era menor la ventaja, su clase se imponía como los grandes, de esos lideres inobjetables cuyo andar se siente. Un buen 83”2 para 1400 metros fue el tiempo empleado por el consentido del Stud Rembrandt y dejando claro que entre los potros de 2 años no había quien se ganara a este gran ejemplar.

 

 

Pero, como suele suceder en la mayoría de los cracks, las lesiones lo agarraron de manera vehemente, acabando impunemente y de modo abrupto su campaña como dosañero. Una baja sensible para el espectáculo, como una especie de maleficio que persigue a los cracks, a los grandes corredores a través de las diferentes épocas. Más, eso no fue impedimento para que le otorgaran el Casquillo de Oro como Campeón Dosañero 2004, honor a quien honor merece.

 

Trataron de regresarlo a la pista, de hecho se prestaba a reaparecer en el 2005, ya en las manos de Giuseppe Iadisernia, pero de nuevo las lesiones hicieron mella y ello lo retiraría nuevamente. Sorpresivamente, aparece inscrito en el lote de ganadores de 4 y 5 carreras en la tarde del domingo 27 de agosto del 2006, la misma de la Gala Hípica de Caracas, con el cuido de Richard Nixon y la monta de Luis Funes, desafortunadamente, Latino Inmenso tumba a su jinete en la partida en carrera ganada por Match Two.

 

Con esta gris actuación, nada cónsona para el campeón que fue, Latino Inmenso cierra su campaña con 5 primeros lugares en 6 salidas y una producción de Bs. 99.130.000. Para ese noble va un homenaje de parte quien escribe, el cual se pregunta como a los demás, a dónde hubiera llegado de no ser por las lesiones, quizá hubiéramos visto una bonita rivalidad con esos grandes que hicieron campaña como tresañeros en el 2005. Un gran campeón, todo un crack, ese fue Latino Inmenso quien fungirá como reproductor a partir de Enero del 2008 en donde de seguro nos deleitaremos con sus descendientes en la pista.

 

Fuentes: Ing. Juan Macedo, Sr. Adelfo Prieto (foto)

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 7 de junio de 2007

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