Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Hyparco

(Ven, 1954, Hypocrite en Engañosa por Colombo)

Por Juan Macedo

 

Ocupa nuestra atención hoy el excelente corredor nacional Hyparco, castaño hijo del inolvidable Hypocrite que nació el 19 de marzo de 1954 y que fue uno de los pocos hijos de este gran corredor inglés criado por alguien diferente a Don Federico de la Madriz, que fue en este caso Don Manuel Azpúrua Alcántara. Corrió durante toda su campaña para los colores azules con mangas rosadas y gorra amarilla del Stud 9 de Abril.

 

Con el entrenamiento de Santiago Luis Ledwith, debutó en el segundo semestre de 1956, específicamente el 7 de julio, en 800 metros y con la monta de Rogelio Cortez, ocupando un magro séptimo lugar a 9 ¾ cuerpos de Inca. Dos semanas después y en el mismo recorrido mejoró con la monta de Juan Eduardo Cruz al quedar tercero a 6 ¼ cuerpos de Isleño. Después de otro tercer lugar (a 3 ½ cuerpos de Platino) y un segundo puesto (en 900 metros, a ½ cuerpo de Despreciado), el 29 de septiembre logró su primer triunfo donde superó apretadamente por na­riz a El Corroncho en distancia de 1000 me­tros, contando con la monta de Balsamino Morei­ra, e imponiendo la marca de 62”2.

 

 

Subido de lote, defeccionó al quedar sexto a 13 ½ cuerpos de Curandero, pero había confianza en su capacidad como corredor y fue inscrito en los 1200 metros del Clásico Antonio José de Sucre que se escenificó el 11 de noviembre con la monta de Enrique Humberto Bouley donde ocupó el cuarto lugar en la llegada a sólo tres cuerpos de Despreciado. Culminó su campaña como dosañero el 8 de diciembre figurando tercero a 4 ¾ cuerpos de El Corroncho.

 

Reapareció el 13 de enero de 1957 en una carrera de la Serie F para criollos de manera triunfal con Balsamino Morei­ra up, derrotando dramáticamente a Siete Bravo II por nariz, agenciando 91”4 para los siete furlones. Luego de sufrir una rotura de un casco, reapareció con la monta de Jesús Bolívar y cayo dignamente derrotado por ¾ cuerpos ante Inca.

 

Su siguiente salida fue el 6 de abril, en el Clásico Inauguración que se corrió en distancia de dos kilómetros. Hyparco nunca había recorrido esa distancia (lo máximo que había recorrido era 1400 metros) además que enfrentaba a un selecto lote de los mejores criollos del momento contándose excelente corredores como Guacharo, Maraquero, Arrendajo y Guarenera, todos de indiscutibles campañas incluso contra ejemplares importados. En teoría ¡Hyparco no tenía oportunidad!

 

Maraquero, Guarenera, Arrenda­jo y Dakar fueron en ese orden los encar­gados de comandar las acciones desde la sa­lida, mientras más atrás quedaban en orden sucesivo Hyparco, Poder, Girito y Gua­charo. En los 600 metros finales, el ganador ya es­taba definido cuando Hyparco algo retira­do aún, comenzó un avance arrollador que hacia ver claramente su triunfo. Pasó de largo a Dakar y Maraquero y se vino en pos de Guarenera, para pasar a dominar sin mayores dificultades imponiéndo­se con ventaja de dos cuerpos, dejando nueva mar­ca para el recorrido, al totalizar 129” para los 2 kilómetros magistralmente conducido por “El MaestroJuan Araya. Guarenera conservó el segundo con 3 cuerpos sobre Maraquero y este superó por un largo a Poder que cerró la pizarra. Arrendajo, Girito Guacharo y Dakar arribaron a la meta en ese orden muy lejos del ganador. Es la que considero su mejor carrera, quizás por lo sorpresiva.

 

 

Hyparco, con su demostración brindada, dejó sentada la indiscuti­ble categoría de su padre Hypocrite que por algo es considerado por muchos como el mejor purasangre que ha competido en nuestra pista.

 

Un mes después participó en la milla del Clásico Hipódromo Nacional, donde cayó tercero a seis cuerpos de Inca. A la semana corrió en el fuerte lote de la Serie B para criollos nuevamente en milla, figurando segundo a 1 ¼ cuerpos del rendidor Témpano. Al regresar a los dos kilómetros, enfrentando nuevamente al máximo lote para criollos, destacó triunfando con ventaja de dos cuerpos sobre Rico Tipo y dejando registro de 130”4 con la monta de Carlos Cruz. Hyparco estaba dando a entender que se trataba del perfecto "stayer" nativo y que sus más sonoros triunfos serian logrados en distancias largas.

 

Por eso, el 4 de agosto fue inscrito en los nueve furlones del Clásico Fuerzas Armadas de Cooperación, pero El Corroncho corrió como nunca y lo dejó en el segundo lugar a 14 ½ cuerpos. Pero Hyparco tomó revancha con Juan Araya up en el Clásico Ministerio de Agricultura y Cría, derrotando cómodamente por 5 cuerpos a ABC y parando los relojes en 130”1. Dos semanas después logró otra victoria en el lote común, esta vez en 1700 metros derrotando fácilmente a Expreso.

 

 

 

El 10 de noviembre enfrentó por primera vez ante con­tra ejemplares importados montado por Rogelio Cortez y sinceramente que lo hizo en forma extraordinaria al arribar segundo a 4 ¼ cuerpos de Gledhill Star en distancia de 2000 metros que dejó la excelente marca de 127"1 para el recorrido de 2000 metros, o sea, Hyparco registró 128”, superando su record por un segundo, pero sin validez por no ganar la carrera.

 

El 24 de noviembre intervino en los 2400 metros del Clásico República de Venezuela con Juan Araya, imponiéndose en 163”3, derro­tando a su compañera de llave Hyperbole por 1 ¾ cuerpos. La última carrera de su campaña como tresañero fue el 22 de diciembre en la milla y media del Clásico Cría Nacional, donde apenas ocupó el tercer lugar a 6 ¼ cuerpos del veteranísimo Maraquero. Pero lo realizado durante 1957 fue suficiente para nombrarlo como el Mejor Nativo Tresañero.

 

Después de sortear algunos problemas físicos, Hyparco reapareció el 9 de marzo de 1958 en distancia de 1400 metros ante el mejor lote de criollos, figurando cuarto a 3 cuerpos de Flamenca, a la semana participó en milla pero la fenomenal Nick Daughter lo humilló dejándolo en el cuarto lugar a 12 ¼ cuerpos, acción que repite en su siguiente enfrentamiento, esta vez por tres cuerpos. Los dueños de Hyparco enfrentan nuevamente a los importados de la 8º serie, esta vez sin éxito, ocupando en noveno lugar a 12 cuerpos de Machango.

 

Pero el 7 de abril con Pedro J. González hace caso omiso a sus problemas físicos y arremetió con mucha fuerza en los finales para obtener un lúcido segundo lugar apenas a un cuerpo de Nick Daughter (que fue muy exigida en los finales para conservar el triunfo) en los dos kilómetros del Clásico Inauguración. Cuando todo parecía que Hyparco iba a dar colorido en la programación clásica para los criollos, el 11 de mayo, enfrentado al máximo lote, fracasó rotundamente al quedar sexto fuera de carrera ante Témpano, producto de una lesión que lo aleja gran parte de la temporada clásica.

 

Reapareció el 29 de noviembre con Carlos Cruz de manera triunfal, superando por pescuezo a Mister A.L. agenciando 89”3 para los siete furlones. Dos semanas después corrió en 1800 metros figurando en el cuarto lugar a 8 ¼ cuerpos de Témpano. El 28 de diciembre fue inscrito en los 2400 metros del Clásico Cría Nacional pero apenas logró figurar quinto a 29 cuerpos del crack Lavandero. Ya Hyparco no era el mismo.

 

Durante 1959 realizó una serie de carreras para el olvido, producto de sus problemas físicos y el infructuoso empeño de sus propietarios en seguir en campaña. Logró un lauro más ante el máximo lote criollo, el 13 de septiembre, con “El NegroJuan Eduardo Cruz derrotando a Segundo Sombra por 3 ½ cuerpos agenciando 114”2 para los nueve furlones. Terminó su campaña pistera en 1960 con dos intentos fallidos.

 

Su campaña se resumió con un total de 38 actuaciones para 9 laureles, 6 segundos, 5 terceros, 5 cuartos, acumulando en premios la cantidad de Bs. 325.164. Envíado al Haras Orituco, recibió pocas oportunidades en la reproducción, destacando por intermedio de los ganadores Toiko, Magistrada y Pirulera (madre de Te Quiero), pero se le recordará como un gran corredor en las distancias de aliento y el primer campeón del crack Hypocrite.

 

Fuentes: www.anecdotashipicas.com, Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Revista Gaceta Hípica

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 31 de enero de 2008

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