Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Calcáreo

(Ven, 1964, Hylander en La Mitad por Viviani)

Por Juan Macedo

 

Nacido en 1964 en el Haras La Quebrada, producto de la cruza entre el semental inglés Hylander y la yegua criolla La Mitad, el alazán Calcáreo se convirtió en una de las figuras más destacadas de su generación. Su campaña en el Hipódromo La Rinconada fue un derroche de talento y corazón. Lució la chaquetilla del Stud Ejas propiedad del Ing. Fernando Álvarez Alcalá, quien le cedió la doma y entrenamiento al eficiente preparador de purasangres Raúl Salazar.

 

Calcáreo debutó a los dos años el 17 de septiembre de 1966 en la Copa Albert H. Cipriani con la monta de Rafael David Guzmán ocupando el séptimo lugar a 5 cuerpos de Yaguarón. Después fue enviado al lote de perdedores donde coleccionó dos segundos lugares, a 2 ¼ cuerpos de Banderín y a 1 ½ cuerpos de Laurel. A pesar de no haber saboreado las mieles del triunfo, fue inscrito en el Clásico Antonio José de Sucre donde figuró tercero a 7 cuerpos de Díscomo. Esa figuración ratificó su inscripción en la Polla de Criadores con la monta de Walter Carrión donde vendió cara su derrota, quedando tercero apenas a un cuerpo de Díscomo. Regresó al lote de perdedores conducido por Raúl Bustamante donde no rindió lo esperado, al conformarse con el tercer lugar a 8 cuerpos de Farolón. Cerró su campaña el 18 de diciembre conducido por Carlos Pérez y con hándicap de 57 kilos ganó con amplio margen de 9 ½ cuerpos sobre Isodisco dejando marca de 78"3 para los 1300 metros, tiempo muy bueno para este lote.

 

El 6 de enero, oficialmente como tresañero, participó en la milla del Clásico Inauguración Francisco de Miranda sin pena ni gloria. Regresó al lote común jineteado por Rogelio Cortez donde mejoró del cielo a la tierra al vencer con margen de 2 cuerpos sobre Rey Negro parando los relojes en 81”1 para los 1300 metros. Luego de dos actuaciones irregulares, el 25 de febrero con Carlos Pérez arriba en su cabalgadura protagonizó un final dramático quedando apenas a pescuezo de Altanero.

 

Una semana después Calcáreo inició una racha triunfal, con la monta de “El NegroJuan Eduardo Cruz se superó notablemente ganando al galope a solo un quinto del record de Gradisco, agenciando 77"4, por 7 cuerpos aventajó a su más cercano rival que lo fue Pastoreño. El 11 de marzo con Rogelio Cortez volvió a ganar mostrándose superior, al darse la partida surgió claramente adelante pese a la velocidad de Altanero, que inútilmente trató de no dejarlo escapar y finalmente cruzar el disco en ganancia con 6 largos de ventaja y registro de 87” exactos para los 1400 metros. A la siguiente semana consiguió su tercera victoria consecutiva con Carlos Pérez up, de punta a punta, aunque esta vez con menos ventaja, ya que lució muy cansado al final, un cuerpo sobre Piratería agenciando 74”3 para los seis furlones. Se anexó su cuarta victoria consecutiva el 2 de abril cabalgado por Juan Eduardo Cruz, desprendido del lote, cuando asumió la vanguardia a los 100 metros de la partida, logrando ventaja de 5 cuerpos sobre Cuyuni Jr. registrando crono de 78”4 para los 1300 metros.

 

Calcáreo demostró una calidad excepcional. Su físico imponente, su temperamento aguerrido y su velocidad natural lo convirtieron rápidamente en uno de los favoritos del público. Con cada victoria, su popularidad crecía, consolidándose como una de las principales promesas del turf nacional.

 

La racha triunfal se acabó el 9 de abril cuando participó en los 1800 metros del Trofeo XV Aniversario de Acrica ocupando un deslucido sexto lugar a 13 cuerpos de la potra Mighty Cele. Regresó al lote común donde mejoró al figurar tercero a 1 ½ cuerpos de Regañón. Su propietario convencido de la calidad de su pupilo lo inscribió en la milla del Clásico José Antonio Páez y en sensacional actuación, mostrando su característica velocidad, aseguró su triunfo a la entrada de la recta final con ventaja suficiente para anular la atropellada de Anare que ocupó el lugar de escolta a 2 cuerpos, empleando 99”2 para el recorrido, el mejor tiempo que se haya corrido ese magno evento (hasta el momento), los anteriores ganadores no habían sido capaces de bajar los 100” (es importante recordar que en ese entonces la pista de La Rinconada era de 1600 metros y los cuatro codos de la vuelta completa acrecentaba los tiempos comparado con un óvalo de 1800 metros). Esta victoria lo consagró como uno de los mejores caballos de su generación.

 

 

Calcáreo cayó en una baja en su condición, fracasando en sus siguientes cinco salidas (incluyendo las dos carreras preparatorias para el Clásico del Caribe que se escenificó el 25 de julio en el Hipódromo La Rinconada y que justificó que no fuera seleccionado), pero el 2 de septiembre se adjudicó fácilmente el Trofeo VIII Conferencia Interamericana de Contabilidad, surgió en persecución de Marrey al que dominó promediando los 800 metros, luego continuó cómodo al frente del lote y aunque al final venía cediendo terreno ante el empuje de Apache y Ángel terminó ganando por ½ cuerpo en tiempo de 74"1 para los 1200 metros, luciéndose en la conducción Juan Eduardo Cruz.

 

Luego de fallar desde el quinto lugar a 9 cuerpos de Toronado, fue inscrito inesperadamente para participar el 24 de septiembre en la milla y media el Clásico República de Venezuela donde tomó la punta desde el vamos e intentó desprenderse en el comando con Raúl Bustamante arriba, pero Farolón le dio alcance en los 400 metros finales para triunfar con ventaja de 4 ½ cuerpos sobre Calcáreo que conservó el placé, luego de dominar los primeros dos mil metros de la carrera. A pesar de no obtener el triunfo, su desempeño fue de altos kilates.

 

El 12 de octubre ganó fácilmente el Trofeo Día internacional del Odontólogo y la semana de la Salud Dental, al darse la partida asumió el comando, se escapó luego con amplia ventaja y en ningún momento se vio en peligro, cruzando el disco con ventaja de 3 ¾ cuerpos sobre Díscomo, agenciando 86”2 para los siete furlones. Luego de fracasar al quedar octavo a 11 cuerpos de Farolón, se rehabilitó ganando fácilmente el Trofeo Semanario Hípico El Crack, tomó la punta al darse la partida, luchó brevemente con Marrey y a partir de los 900 metros finales comenzó a sacar ventaja, lo que le permitió contener la reacción de Marrey y Díscomo superándolos por 1 ½ cuerpos y registrando crono de 73”2 para los 1200 metros. El 19 de noviembre participó en los 2400 metros del Clásico Cría Nacional (esperando un resultado similar que en el República de Venezuela), pero fracasó ruidosamente. Cerró el año con dos triunfos enfrentando a los importados de las series bajas, haciendo gala de gran velocidad tomando al comando desde la partida con impresionante ventaja.

 

Inició el año 1968 con dos figuraciones discretas, pero el 15 de febrero con la monta de Balsamino Moreira hizo una gran demostración ganando de punta a punta, pasando magníficos parciales anuló la velocidad de los importados Belitre, El Ever y Malambiente, sacando una ventaja que resultó decisiva y mucha para Belitre que intentó acercarse en los últimos 200 metros, quedando a 3 cuerpos, dejando marca de 72”2 para los 1200 metros. Todo parecía indicar que iba a continuar la ruta triunfal ante el lote de importados, pero en su siguiente salida, el 10 de marzo, fracasó estrepitosamente al quedar último a 20 cuerpos de Nogueira.

 

Luego de estar fuera del ruedo hípico por cuatro meses debido a una lesión en una de sus manos, Calcáreo reapareció el 5 de julio con la monta de Adone Bellardi figurando tercero a 2 cuerpos de Clemson. Ocho días después con Rogelio Cortez up quedó cuarto a 3 ¼ cuerpos, siendo Clemson nuevamente su verdugo. Confiando en la calidad de su pupilo, fue anotado para participar con la monta de Ricardo Ferrer en el Clásico Fuerzas Armadas de Cooperación que se escenificó el 3 de agosto, pero lamentablemente hicieron crisis sus lesiones y su desempeño fue decepcionante.

 

Luego de 7 largos meses alejado de las pistas, el 2 de marzo de 1969 (ya como cincoañero) reapareció con la monta de Rogelio Cortez sin pena ni gloria. Corrió ocho veces más durante ese año sin mostrar mejoría alguna.

 

Nuevamente pasaron seis meses fuera de acción para reaparecer el 12 de abril de 1970 con el aprendiz R.J. López ocupando el séptimo lugar a 21 cuerpos de la argentina Bontas. Corrió tres veces innecesariamente durante ese año, hasta que finalmente fue retirado de las pistas.

 

Calcáreo realizó una larga campaña de 52 actuaciones donde saboreó las mieles del triunfo en 13 ocasiones, además de 4 segundos, 6 terceros, un cuarto y 4 quintos, acumulando en metálico la cantidad de Bs. 360.544. Fue enviado al Haras Chamariapa donde fue probado como semental y a pesar de las pocas oportunidades destacó por intermedio de los ganadores Don Teodosio, Calbontas, Herbie (madre de El Merengazo y Gran Comanche) y Calcaría. Fue, sin lugar a dudas, un caballo de gran corazón, capaz de imponer su impresionante velocidad desde los primeros metros y mantener un ritmo sostenido hasta cruzar la meta.

 

Fuentes: Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Revista Gaceta Hípica, Sr. Otto León C., Sr. Juan Luis Orta, Sr. Manuel Corral.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, lunes 30 de septiembre de 2024

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