Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta:
Conversando con...
Jorge Luis Pérez
Por: Winston Hernández
Anécdotas Hípicas C.A., todos los derechos registrados

 

Gracias a la mediación del buen amigo Ronny Pérez (alumno que conocí en octubre del año pasado en un curso preuniversitario en el que trabajé por esos días), tuve la oportunidad de conversar con el jinete Jorge Luis Pérez Páez. En la populosa parroquia de El Valle fue el encuentro el pasado martes 20 de enero al caer la tarde. Jorge venía de trotar por los alrededores de la urbanización como parte de la actividad física que realiza para mantenerse en forma. Lo que más me impactó de este jovencito de apenas 16 años de edad es la madurez y la determinación que demuestra al expresarse con ideas claras y precisas acerca de sus aspiraciones dentro del medio. Una determinación y una templanza que le evitaron la rodada de Erika en aquella primera carrera sabatina en que Mi Belleza le propinó un fuerte golpe poco antes de incursionar en la curva final. A continuación reproduzco la conversación con Jorge Luis Pérez.

 

WH: Háblanos sobre ti y tu núcleo familiar.

JLP: Nací en el estado Bolívar en 1.987. Hijo de Ciro Alfonso Sanguino Pérez y Griselda del Valle Páez. Soy el segundo de tres hermanos de padre y madre.

WH: ¿Desde cuando te iniciaste en el medio hípico?

JLP: Siempre me han gustado los caballos y desde muy pequeño quería ser jinete. Comencé a frecuentar el Hipódromo Municipal de Ciudad Bolívar a los 13 años y conocí mucha gente ligada a la hípica. El entrenador Norberto Sosa me dio la oportunidad de trabajar en su cuadra como ayudante y fue allí donde empecé mi aprendizaje.

WH: ¿Llegaste a montar en el Hipódromo Municipal de Ciudad Bolívar?

JLP: No, el hipódromo fue cerrado y mi debut se pospuso hasta la inauguración de Rancho Alegre en el 2.002 con un ejemplar presentado por Norberto Sosa llamado Vicor Thunder.

WH: Cuéntanos sobre esa primera experiencia.

JLP: La carrera se disputó en 1.100 metros y salí en punta fajado con otro ejemplar. En la recta final despegué por dos cuerpos, pero cuando faltaba poco para ganar la carrera atropelló una yegua llamada Trixy con la conducción del campeón Alexis Rivas y me fusiló en toda la raya.

WH: ¿Cuándo y con cuál ejemplar obtuviste tu primera victoria?

JLP: Precisamente con el mismo Vicor Thunder dos semanas después.

WH: ¿Cuál fue tu actuación en el Hipódromo de Rancho Alegre?

JLP: De poco más de 60 montas gané en 12 carreras. También participé en competencias de cuartos de milla en la que obtuve nueve triunfos.

WH: ¿Cómo se produjo la decisión de venirte directamente a las “grandes ligas” de La Rinconada?

JLP: Fue gracias al apoyo del Señor Luis González, el gerente de “Rancho Alegre”. A través de él conocí al Dr. Mateo Meo Pollino quien también me ha brindado su respaldo.

WH: ¿No te intimidaba un poco venir a fajarte aquí contra la clase de jinetes que tenemos?

JLP: Para nada. No me he sentido incómodo ni preocupado. Sólo un poco nervioso al comienzo, pero lo normal. Recuerdo que la primera yegua que trabajé fue una pupila de José Gil que se arrancó después del ensayo, pero sin consecuencias.

WH: ¿Cuándo obtuviste tu matrícula para venir a montar en La Rinconada?

JLP: Fue el día de la disputa del “Gran Derby Guayanés”. En esa competencia conduje al ejemplar Guaparo con el que salí a pelear la carrera desde la partida con Ta’Bello. El presidente del INH estuvo presente ese día en el hipódromo al igual que Eibar Coa Monteverde.

WH: ¿Conversaste con Eibar Coa?

JLP: Sí, él estaba de visita recuperándose de una lesión y tuve la oportunidad de hablar con él y mostrarle los vídeos de mis carreras. Eibar me dio muchos consejos y recomendaciones que agradezco sinceramente.

WH: ¿Quién es tu agente?

JLP: José Gregorio Matheus, el popular “Goyo”.

WH: ¿Cuál es tu estilo como jockey?

JLP: Soy un jinete “barandero” porque no me gusta regalar ventaja. Cumplo con las instrucciones que me da el entrenador antes de la carrera, pero sé decidir cuando la estrategia que me proponen no puede cumplirse por cualquier circunstancia propia de la competencia. Eso fue lo que hice por ejemplo con Mr. Ernesto. La instrucción era salir disparado en punta ya que el ejemplar se había mostrado muy veloz en sus entrenamientos. Sencillamente no pude hacerlo, me quedé tranquilo en el cuarto puesto, esperé y cuando me abrieron espacio en la curva me les metí por dentro y me escapé. Sabía que el enemigo era el de Melean (Trescarlos) y de él era de quien me venía cuidando.

WH: El ser un jinete “barandero” como Irwin Rosendo o Fernando Querales te da una gran ventaja en un hipódromo como el de Valencia, ¿No has pensado en ir a montar allá?

JLP: Sí, está previsto que viaje a Valencia a comienzos de febrero para montar con exclusividad a los ejemplares del stud “H.M.”.

WH: ¿Cuál fue el primer ejemplar que condujiste en La Rinconada y cómo te fue ese día?

JLP: Mi primera monta fue Cosa Nostra (Antonio Catanese) en una penúltima carrera sabatina a finales de octubre. Era el único compromiso que tenía ese día, pero pasé toda la tarde en el recinto de jinetes empapándome de la rutina. Esa carrera me recordó mucho mi debut en “Rancho Alegre” porque volví a perder desde el segundo a nariz, fue como la repetición de una película. Cosa Nostra se abrió hasta una novena línea al girar la curva y luego comencé a bajar con el caballo y aproximarme a Insurance (M.A.Melean), pero la llegada nos sorprendió y quedé en el segundo a mínima diferencia. Luego volví a montar a Cosa Nostra y llegué tercero. Ese día lo reclamó el entrenador J.D.Padilla.

WH: Cuéntanos acerca de tu primera victoria en La Rinconada.

JLP: Fue con la yegua Dancing Wings un día sábado, también preparada por Antonio Catanese. Ella venía de fracasar como gran favorita en una sexta válida con Jaramillo llegando sexta, porque le dieron un fuerte golpe a pocos metros de la partida y el jinete perdió un estribo. Emisael habló conmigo antes de la carrera y me explicó que la yegua es muy indócil dentro del aparato. Yo no la conocía porque Dancing Wings había estado en batea y luego había trabajado en la semana con un traqueador. En el recinto, Jaramillo me recomendó que no le colocaran tenaza a la yegua en el aparato porque esto la pone más nerviosa. Dancing Wings fue la última en cuadrar. Me quedé tranquilo al comienzo y cuando llamé a correr a la yegua, ésta me respondió. Fue así como pasé a dos enemigas pegado a la baranda. Primero a una que llevaba José Quintero y luego a Miss Bariloche. La yegua cargó hacia fuera (una tercera o cuarta línea) pero sin perjudicar a Graciela. Me vine a la delantera y me escapé en la recta. Luego se produjo una reclamación, pero no pasó nada y confirmaron la victoria.

WH: Luego volviste a ganar con ella.

JLP: Sí, fue un día lunes por vía reglamentaria ya que Rebambaramba venía cargando hacia fuera en la recta final y molestó a Happy Vedette y luego a mi conducida. Antes de eso estuve a punto de sorprender con ella, pero perdí a cabeza de Power Girl.

WH: Hasta la fecha has ganado en tres oportunidades con pocas montas: Dancing Wings (2) y Mr. Ernesto. ¿A cuáles preparadores les trabajas sus caballos?

JLP: Antonio Catanese, José Gil, Kilo D’Angelo, Julio Ayala y varios más. En la actualidad trabajo en cada mañana de traqueos aproximadamente entre 15 y 17 ejemplares en promedio. Me paro a las 5 de la mañana y me dirijo al hipódromo que como ves está muy cerca de aquí.

WH: ¿A cuál jinete admiras?

JLP: Sin duda que al “Ángel” Castillo. He conversado varias veces con él y se pone a ver la revista conmigo y me aconseja y orienta. Es una gran persona y lo aprecio y admiro muchísimo. Aún no he tenido un final con él. Vamos a ver cómo será eso.

WH: ¿A qué se debe el apodo de “caracol”? (Jorge se ríe y después explica)

JLP: Ese apodo me lo pusieron desde que comencé a visitar el Hipódromo de Ciudad Bolívar. Era muy pequeñito y tenía el cabello largo de manera que se me enroscaba como a Servando (el cantante). Entonces me llamaban “cabeza de caracol” y con el tiempo y la confianza, pues “caracol” a secas.

WH: ¿Cuántas rodadas en La Rinconada?

JLP: Dos hasta la fecha. Una fue en una mañana de traqueos a bordo de Destacada y la otra con Erika que quedó de rodillas en la partida de aquella carrera en la que sorprendió Aguajera.

WH: ¿Cómo andas con el peso?

JLP: Bien, peso 44 kilogramos. No tengo problemas con eso, pero me cuido en la alimentación y hago ejercicio.

WH: ¿Cuál es la meta de Jorge Luis Pérez Páez?

JLP: Las metas que me he propuesto en la vida las he cumplido gracias a Dios. La primera fue convertirme en jinete, la segunda montar en La Rinconada. Ahora me propongo convertirme en el aprendiz del año, voy a trabajar duro para lograrlo. También deseo ganar una estadística. Viajar más adelante al norte es algo que también aspiro, porque deseo dejar en alto el nombre de mi país como ya lo han hecho Ramón Alfredo Domínguez o Eibar Coa, por ejemplo.

 

Así concluyó la conversación con este prometedor joven quien dejó a su familia y su terruño natal: el Estado Bolívar, la cuna de grandes jockeys venezolanos como el internacional Douglas Valiente (+) y el campeón Emisael Jaramillo, para venir a La Rinconada y buscar hacerse un nombre en la difícil y sacrificada profesión de jinete. Quien escribe seguirá sus pasos en la seguridad de que estuvo ante la presencia de un futuro campeón. “Sólo es capaz de realizar los sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto” – León Daudet.