Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta:
Conversando con...
Francisco D’Angelo
Por: César Augusto Rivero
Entrevista cedida por Revista Los Clavos, todos los derechos registrados

 

Conocer a Francisco “Kiko’’ D’Angelo es muy fácil. Es de esas personajes alegres, dicharacheras y con un temple a carta cabal. Es muy fácil hacerse amigo de un personaje con estas características. Proveniente de una familia de abolengo hípico, pues es hijo de Joe D’Angelo, veterano pronosticador de revistas y medios hípicos, especialmente en Hipódromo y El Mundo; y su madre Mary D’Angelo, una hermosa señora que ha sabido congregar en su vida numerosas amistades, entre las cuales nos contamos.

Kiko, por ende, es sobrino del desaparecido Sábato D’Angelo, conceptuado por muchos como el mejor pronosticador hípico en la historia del periodismo venezolano, por lo que en sus genes lleva mucho de hípico. Rodeado de revistas hípicas desde pequeño, no pudo esquivar saltar a la palestra de los caballos.

-¿Fecha de nacimiento?

-El 29 de octubre de 1967. Tengo en la actualidad 36 años.

-¿Hijos?

-Tengo dos. Maribel de Los Angeles y José Francisco. Aunque viene uno en camino.

Francisco D’Angelo, comenzó sus estudios bajo las órdenes de Eduardo Ibarra cuando apenas contaba con 17 años, época en que incursionó en la escuela de Veterinaria de la UCV en Maracay, carrera que no siguió. D’Angelo aparece en el año 1985, inscrito en la escuela de Entrenadores, gracias a las diligencias practicadas por el desaparecido entrenador Domingo Noguera Mora.

Siguió su aprendizaje en la cuadra de Manuel Medina, en la famosa cuadra 21, tras el viaje del “Number One’’ a Estados Unidos, la caballeriza pasó a manos de Carlos Morales Salas, quién le tendió la mano a Kiko D’Angelo.

Durante el mes de marzo de 1.988 el joven D’Angelo obtuvo el grado de entrenador de puros de carreras, al sobresalir en el examen teórico-práctico para completar sus estudios como preparador de caballos, un sueño que vio cristalizado tras mucho empeño y esfuerzo, por lo que su incipiente carrera comenzaba verdaderamente. Atrás quedaban las pasantías, los días de aprendizaje; ahora comenzaba su enseñanza propia, su carrera profesional.

Los primeros ejemplares de Kiko fueron Plenipotente, Stoppa, Babita, Auri Hidden y otros más que le abrieron la fantástica puerta del mundo de los equinos en Valencia.

-¿Primer triunfo?

Con Plenipotente, pues Eduardo Ibarra me firmó la tarjeta, pues yo aún no tenía matrícula.

-¿Primer clásico?

-Tío Catire en Valencia.

En 1992 se marchó a La Rinconada y dejó atrás una fuerte caballada de 72 animales en El Cabriales. En Caracas, con una cuadra de 25 efectivos en su mayoría de la Agropecuaria Maipure del propietario Oscar Martínez, se le brindó la gran oportunidad.

-¿Dedut en Caracas?

-La yegua Micifuza.

-¿Primer éxito?

-Con Negramar con el jinete Germán González.

-¿Primer clásico en La Rinconada?

-Landrea con el jinete Juan Vicente Tovar.

-¿Mejores ejemplares?

He tenido muchos. Puedo recordar a Lady Raquel, Mr.Jorge, Katyna y por Gran Carloto guardo un gran cariño.

De hecho, conocimos a Kiko D’Angelo cuando incursionamos en los juegos de softbol auspiciados por el Círculo de Periodistas Hípicos de Venezuela, hace más de 15 años, y en aquel entonces era una gacela en el jardín central y de bate poderoso.

Posiblemente la clave de su éxito como entrenador sea la honradez y la rectitud, ante lo que manifestó:”Debe existir una constancia absoluta, una dedicación al máximo, y la suerte juega un papel importante, pero lo principal es ser correcto, derecho’’.

Asimismo, aparte de la echadera de broma diaria con el personal de su cuadra; Kiko D’Angelo, todos los sábados conduce un espacio radial denominado: “Desde Las Caballerizas’’, en el cual deleita a los oyentes con sus famosos “Hipicantes’’ e informa sobre la condición de sus presentados en el juego del 5 y 6, programa que goza de alta sintonía.

Posiblemente, sus yerros más costosos han sido en el Simón Bolívar, cuando bajaron a It Comes Well para darle paso a Green Gold y el fracaso de Fast Macau ante Rodes. 

Aunque, tal vez, la única dificultad que se le ha presentado a Kiko D’Angelo semana a semana durante su carrera profesional, es que su tío Francisco D’Angelo (que posee el récord de ver en vivo todos los Clásicos Simón Bolívar disputados), denominado por la gran comarca de la prensa hípica: “Franciscote’’, pase por la caja del INH y cobre los cheques de los premios con su propio nombre.