| Anécdotas 
      Hípicas Venezolanas presenta | ||
| Evocación 
      a Virgilio Cristian Decán | ||
| Por 
      Lic.  | ||
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| Muchas veces nuestra hípica ha sido considerada 
      como una de las mas bellas de Suramérica por sus hermosos Hipódromos y sus 
      grandes protagonistas, bien sea Jinetes o Entrenadores y claro esta los 
      Purasangres Criollos. Pero en muchas oportunidades hípicamente hablando 
      nos han reconocido como los cultores del relato de las carreras de 
      caballos. Si, así se nos a titulado gracias al mejor mentor de esta 
      especialidad en Venezuela y posiblemente en muchísimas zonas del orbe 
      Hípico. Hablo de Virgilio Decán “Aly Khan”, quien una vez fue invitado 
      a narrar en el Hipódromo Viejo 
      Comandante de Puerto Rico y la afición hípica quedó atónita, 
      estupefacta o deslumbrada ante la perfecta dicción y enfática 
      pronunciación del relato de cada competencia en la voz del Guayanés. Al 
      día siguiente un taxista boricua le toco llevar del hotel al aeropuerto al 
      “Tuteque” Requena y al 
      propio Virgilio Decán y sin saber que era “Aly Khan”, el taxista le expresó de 
      manera natural o espontánea al “Tuteque” que los 
      venezolanos tenían al mejor narrador de carreras de caballos del mundo, 
      Virgilio Cristian le da con el codo izquierdo y le hace seña al “Tuteque” 
      para que no le diga absolutamente nada, por ende este trabajador del 
      volante escuchó Narrar un día antes en el Hipódromo de Puerto Rico a “El Príncipe de la narración 
      hípica” sin tener la mas mínima idea de que el pasajero que llevaba en 
      el asiento trasero del vehículo era el propio “Aly 
Khan”. | ||
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| El lunes 5 de diciembre del 
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| Y una de las anécdotas mas jocosas e 
      inolvidables tanto para “El Principe” como para nosotros, los comunicadores 
      sociales que lo entrevistamos, fue la vez que el contando con la edad de 
      10 años, y su mamá  | ||
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| Resulta que el joven repartidor de ropa 
      planchada, no tenia ni siquiera la mas mínima idea de quien era el 
      propietario del elegante Liqui Liqui que lucía de un impecable y asombroso blanco 
      producto del esmerado lavado a mano (para la época no existía ningún tipo 
      de detergentes, ni Ace ni Ariel ni nada por el 
      estilo) y perfecto planchado que hacia  | ||
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| Transcurre un minuto, dos minutos, tres minutos 
      y nada que regresa. Resulta y acontece que el Edecán le entrega en las 
      manos al General Isaías el 
      paquete envuelto y este señor al destaparlo, se impresiona por tanta 
      blancura y perfecto planchado, a lo que exclama diciendo con voz fuerte e 
      imperativa. “¡Dios mío! ¿Quién 
      trajo esto?” “Un muchacho 
      negrito, que esta allá afuera esperando por el pago del servicio a 
      domicilio” Contesta el joven Edecán “¡Pues rápido, deténganlo, no dejen por 
      nada en el mundo que se vaya, háganlo pasar y dígale que me espere sentado 
      en el recibo de  | ||
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| Va el ayudante del Presidente caminando rápido 
      a la puerta principal de  | ||
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| Virgilio Cristian se encontraba en ese momento 
      distraído sentado en el mueble con la cabeza inclinada hacia abajo viendo 
      sus humildes zapatos. “¡Buenos días 
      Joven!, ¿Es Usted quien me trajo empaquetado este Liqui Liqui que tengo puesto 
      en este momento?”. Al levantar la cara, el joven guayanés ve delante 
      de el a un hombre alto, corpulento, calvo, de piel rosada y ojos verdes. 
      Se asusta todo y dice dentro de el “¡Dios Mío, el Presidente de Venezuela, 
      el General Isaías Medina Angarita, no lo puedo 
      creer!” El muchacho al ver la cara tan seria que el militar tenia en 
      ese momento y tenerlo tan cerca ubicado a tan solo  | ||
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| El Presidente Medina se sonríe 
      amablemente y le dice “No hijo, 
      tranquilo, yo no te voy a mandar a Fusilar! Solo 
      quiero que me digas ¿quién lavó y planchó este traje?” ¡Fue mi mamá! Le responde el 
      muchacho. “¡Pues entonces dígale a 
      su mamá que el General Medina Angarita la 
      felicita por que nunca en su vida había visto una ropa lavada tan 
      inmaculada, tan blanca y tan bien planchada como esta que tú gentilmente 
      me has traído, de verdad que la felicito!” | ||
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| Seguidamente el Presidente de  | ||
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| Fuentes: 
      Charlas y conversaciones amistosas entre Virgilio Decán y el Lic.  | ||
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| Anécdotas 
      Hípicas Venezolanas, 
      jueves 28 de junio de 2012 | ||
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