| Anécdotas Hípicas 
      Venezolanas presenta | |
| Verdín, mi primer ídolo 
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| Transcurría el inicio de 1959, ya en 
      democracia. Vivíamos en Jubidana, estado Falcón, 
      mis padres y hermanos. Sabía medio leer y escribir, como quien dice 
      garabateado, más no lo suficiente para elaborar un cuadrito de 5y6, pero 
      con la ayuda de mi padre leí y escogí los ejemplares de las seis válidas y 
      cuando mi vista se fijó en el nombre de un caballo llamado Verdín me llamó tanto la atención 
      que lo hice mi primer gran ídolo quizás por su nombre y a quien ligaba en 
      todas y cada una de sus actuaciones las cuales fueron muchas y pocas sus 
      victorias.  | 
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| Al concluir su campaña en La Rinconada, Verdín fue enviado al Hipódromo de La Limpia donde 
      continuó vida pistera y siendo mí ídolo hasta que un domingo a principios 
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| En esa época en el Hipódromo de Paraguaná las 
      jornadas hípicas estaban constituidas de 3 carreras para caballos 
      sabaneros o cuartos de millas y 2 para purasangres (importados y criollos) y eran 
      tiempos cuando corrían en Paraguaná Predicante II, Fanático, Faubourg, Sheik, El Profeta, Doble Hope, Radar, Juan Griego (aquél que además de ganar la primera 
      carrera en La Rinconada también ganó la primera carrera en el hipódromo de 
      Paraguaná), etc.  | |
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| Una tarde muy soleada y con brisa fuerte 
      acompañada de polvo, propia de la bella tierra peninsular, no me 
      impidieron ver, cuando llegamos al hipódromo, a los 14 ó 15  purasangres que correrían esa 
      tarde, quienes estaban amarrados a los cujíes que servían de improvisado 
      Paddock descubierto 
      mientras llegara el momento de ser ensillados e ir a la pista para las 
      respectivas pruebas donde participarían.  | |
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| Pude así divisar a la vedette, a mi ídolo, a Verdín, a quien vi grande y hermoso sin darme cuenta que tenía de 9 
      para 10 años y estaba cansado y bastante lesionado por su extensa y 
      agotadora campaña. Quisieron las circunstancias que siguiera de cerca las 
      actuaciones de Verdín hasta el final de su campaña cuando abandonó el 
      hipódromo perdiéndole la pista a mi ídolo, pero no mi recuerdo y 
      admiración que se mantienen hasta el día de 
  hoy. | |
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| Fuentes: Trabajo publicado en la 
      Revista Hipódromo. | |
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| Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 07 de diciembre de 2000 | |
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