Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Exceller

Un campeón perseguido por la mala suerte

Por Juan Macedo

 

Exceller, un purasangre de gran linaje y talento, se vio envuelto en una historia llena de contrastes. A pesar de alcanzar la cima de las carreras de caballos, incluyendo una victoria épica sobre dos ganadores de la Triple Corona, nunca recibió el reconocimiento que merecía y su final fue trágico.

 

Nacido en 1973, Exceller era hijo del reconocido Vaguely Noble y Too Bold, dos purasangres con carreras impecables. Desde su nacimiento, se le auguraba un futuro brillante en las pistas.

 

A la edad de un año, Exceller fue vendido por US$27.000 a Nelson Bunker Hunt y enviado a Francia para su desarrollo. Bajo la tutela de François Mathet, mostró destellos de su potencial con algunas victorias en su temporada de dos años. Sin embargo, no fue hasta su tercer año cuando realmente comenzó a destacar, ganando el Prix Royal-Oak y el Gran Premio del Grupo 1 de París. A pesar de estos logros, Exceller no logró el reconocimiento total dentro de su cuadra.

 

Con cuatro años, Exceller viajó a Reino Unido, donde triunfó en la Coronation Cup y obtuvo un tercer puesto en el King George VI y el Queen Elizabeth Stakes. Luego, regresó a Francia para ganar el Gran Premio de Saint-Cloud. Sus éxitos lo llevaron a Canadá, donde conquistó el Internacional de Canadá.

 

En Estados Unidos, Exceller llegó a manos de Charlie Whittingham, quien inicialmente no depositó mucha confianza en él. Sin embargo, Exceller demostró su valía con siete victorias en diez carreras durante su temporada de cinco años, incluyendo un triunfo épico sobre Seattle Slew y Affirmed, ambos ganadores de la Triple Corona. Esta victoria, lograda gracias a una remontada espectacular en los últimos metros, cimentó su lugar en la historia de las carreras, aunque no le valió el título de Caballo del Año.

 

 

A pesar de sus numerosos triunfos y ganancias de más de US$1.6 millones, Exceller nunca recibió el reconocimiento total por parte de sus propietarios. Tras una temporada de seis años con altibajos, se retiró al Gainesway Farm en Kentucky para dedicarse a la cría. Inicialmente, tuvo éxito como semental, llegando a cobrar hasta US$50.000 por monta. Sin embargo, rumores sobre su fertilidad afectaron su reputación y su precio se desplomó a US$2.500.

 

En 1991, Exceller fue comprado por un criador sueco y regresó a Europa. Tras varios intentos fallidos de fecundación in vitro, contrajo una infección que lo dejó fuera de servicio como semental durante varios años. La quiebra de su propietario, Göte Östlund, lo llevó a una pequeña granja donde fue cuidado hasta que, en 1997, se tomó la decisión de enviarlo al matadero.

 

La muerte de Exceller generó un debate sobre el destino de los caballos de carreras tras su retiro. Su historia inspiró la creación de asociaciones dedicadas a brindar un retiro digno a estos animales. A pesar de su final trágico, Exceller sigue siendo recordado como un campeón con un talento excepcional que nunca recibió el reconocimiento que merecía. Su historia sirve como un recordatorio de la complejidad del mundo de las carreras de caballos y la importancia de brindar un trato digno a estos animales que tanto nos entretienen.

 

Cabe destacar que Exceller ocupó el puesto 96 en el ranking de los cien mejores caballos campeones de Estados Unidos del siglo XX realizado por la revista Blood-Horse.

 

La historia de Exceller es un ejemplo de cómo el talento y el éxito no siempre garantizan un final feliz. Es una historia que nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos como sociedad hacia los animales que nos brindan entretenimiento y compañía.

 

Fuentes: www.equibase.com, www.bloodhorse.com, www.pedigreequery.com  

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, domingo 30 de junio de 2024

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