Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Carry Back, fabuloso y oscuro

Por Oscar Armao Mendoza

 

Los teorizantes hípicos de todo el mundo debieron sentir un gran alivio cuando Carry Back perdió el Belmont Stakes y quedaba así a salvo la triple corona de Citation.

 

Carry Back perdió el Belmont Stakes en circunstancias dramáticas y justo entonces daba la razón, aunque tardíamente, a quienes le habían llamado intruso, atrevido y ridículo pretendiente a una carrera tan famosa como el Kentucky Derby.

 

Corría el año de 1961, el año de Roger Maris y otro año más del sensacional Kelso cuando de pronto surgió un oscuro caballo al que todos desdeñaban, menos su criador y propietario Jack Price.

 

¿Por qué todos contra Carry Back? Él era un buen pistero. Lo había demostrado en su campaña de dosañero, ganando cinco carreras y US$286.299, pero también perdió muchas veces y al terminar su primera temporada era un potrillo muy corrido.

 

Sin embargo, a los dos años Carry Back tenía un mérito especial. Había ganado el Garden State Stakes, superando entre otros a Ambiopoise y Guadalcanal (uno de los mejores hijos de Citation que ingresó a Venezuela como padrillo, padre del recordado Guadamil). Y como mérito adicional se había anotado el Cowdin Stakes. No obstante, el titulo para dosañeros fue para el linajudo Hail To Reason y quizá para otorgarle el campeonato se tomó en cuenta el hecho que Hail To Reason había ganado más dinero que Carry Back y, además, se anotó dos records de pista en 1300 y 1100 metros en Aqueduct. Se habían salvado de una desgracia los seleccionadores de campeones y, de momento, Carry Back quedaba como una de esas rarezas equinas que surgen de a una entre mil para quebradero de cabeza de quienes creen en la producción de campeones, solo a través de una cuidadosa selección de sangre.

 

No hay mucho para decir o escribir sobre la crianza de Carry Back. La madre, Joppy, era una yegua que pudo ser vendida por su propietario Jack Price en unos US$150, pero no encontró comprador. El padre, Saggy, casi obligatoriamente aparece en los registros como un “stakes winner” de ocho carreras, hijo de Swing and Sway en Chantress por Equipoise.

 

Joppy como pistera fue muy mediocre y no dio nunca nada sobresaliente, apartando a Carry Back, clase aparte. La segunda madre, Miss Fairfax, no dio nada y también fue mala pistera. La tercera madre, Bellicent, dio algunos ganadores, pero tampoco fue nada extraordinario.

 

Carry Back tenía derecho para defenderse como un ganador cualquiera entre tantas carreras y tantos hipódromos de los Estados Unidos, con lo cual Jack Price podía darse por complacido.

 

Cuando se anunció la participación de Carry Back en el 87° Kentucky Derby ya existía bastante preocupación en ciertos sectores de alcurnia en la cría de purasangres, aunque había mucho optimismo por Crozier. En último caso Carry Back venia de la Florida, pero era inocultable el temor porque había ganado dos carreras importantes: el Flamingo Stakes y el Florida Derby. Ahora si definitivamente se habían equivocado, cuando le arrebataron el título de mejor dosañero.

 

Mientras se acercaba la carrera y crecía la natural expectativa, no pudieron evitarse los comentarios adversos hacia Carry Back ¿Podía un caballo con tan oscuro origen ganar el Derby? Los teorizantes famosos se negaban a reconocerle la más mínima posibilidad de chance, dogmatizados por el origen del caballo y se cegaban ante la realidad que Carry Back demostraba en la cancha.

 

Más de 100 mil fanáticos, entonces una concurrencia fabulosa para 1961, colmaron todos los rincones del ya viejo Churchill Downs el día de la carrera y el narrador para la TV casi se desmaya cuando le tocó describir la atropellada de Carry Back y la impotencia de Crozier en los últimos 200 metros.

 

Durante los primeros pasajes de la carrera el narrador de TV, cuando vio que Carry Back iba lejos y parecía no contar para nada, cometió el error de burlarse del caballo de la Florida, suponiendo que Carry Back estaba corriendo el Derby de acuerdo con su pobre linaje.

 

Así corrió siempre Carry Back. Les daba ventajas, corría perdido entre los últimos y al final se lanzaba con fuerza incontenible hacia los primeros lugares. Tal vez por eso perdió algunas carreras, pero no le faltó el Preakness, otra vez contra Crozier y Globemaster, y llegó hasta las puertas de la triple corona.

 

Carry Back fracasó llegando séptimo en el Belmont Stakes y podo después reveló una infección que casi hace terminar sus días pisteros. Pero el caballo regresó para medirse con el gran Kelso, tuteándose con el cinco veces Caballo del Año. Se lo ganó en el Monmouth Handicap y en el Metropolitan Handicap a los cuatro años. Kelso tomaría desquite en el Woodward Stakes, pero Carry Back todavía ganó el Whitney Stakes con el mayor peso de 130 libras.

 

Mientras se preparaba el escenario del Washington Park Handicap de 1963, otra espectacular noticia recorría el territorio de los Estados Unidos. Jack Price hacía el anuncio de que Carry Back regresaría para enfrentarse a Crimson Satan.

 

Carry Back había estado sirviendo como padrillo en la Florida (Dorchester Farm), y de esta forma unía a la leyenda de su vida, con el Kentucky Derby, el Preakness Stakes y su entonces posición de cuarto millonario, el hecho poco común de ser un padrillo prestado a las carreras.

 

Sin embargo, Carry Back se lastimó en los entrenamientos y no pudo correr el Washington Park Handicap, que lo ganó Crimson Satan sin dificultad alguna.

 

Ya Carry Back era más que una leyenda y ahora si tenía fanáticos de su lado y aún los teorizantes indagaban por qué razón era un pistero excepcional.

 

Carry Back realizó la hazaña. Ganó el Trenton Handicap sobre Mongo, entre otros, mientras en el haras sus futuros hijos se engendraban en las yeguas que sirvió en la Florida y algunos estaban por nacer.

 

Carry Back siguió en campaña hasta los cinco años llevando sus ganancias hasta US$1.241.165. Cualquier otro animal con tan sobresaliente actividad pistera en sus dos primeras campañas, habría sido llevado a la reproducción a más temprana edad.

 

La gloria de Carry Back quedó estampada en los libros de records. De 61 carreras ganó 21, con 11 segundos, 11 terceros y estuvo 18 veces fuera de la pizarra. Aunque no fue un gran éxito como semental, produjo 12 ganadores clásicos (entre ellos Back in Paris y Sharp Gary) y fue un destacado abuelo materno. Carry Back fue votado para el Salón de la Fama Estadounidense (National Museum of Racing Hall of Fame) en 1975. En Venezuela llegaron a correr varios de sus descendientes (importados en vientre) destacando los selectivos La Lope, Carrillera (madre de Sultánico, Sulimán y By All Means) y Zelda, además de los ganadores Sandokán, Be Jenny, Normandía, entre otros.

 

Después de que terminó su carrera como padrote, fue pensionado en el Ocala Stud en Florida, al poco tiempo Carry Back se le diagnosticó cáncer y se le practicó la eutanasia el 24 de marzo de 1983. Sus restos se enterraron originalmente en el hipódromo de Ocala, pero luego se trasladaron al Museo del Derby de Kentucky en Churchill Downs en Louisville, hogar de su mayor victoria.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, actualizado por Ing. Juan Macedo

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, domingo 30 de junio de 2024

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