Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Edgar Aranzazu

Por Juan Macedo

 

Un jinete que dio bastante rendimiento fue Edgar Aranzazu Hernández, nacido en la ciudad de Caracas en el año 1943. Se aficionó desde niño por la hípica y terminando sus estudios de primaria, pidió la autorización de sus padres para entrar a la Escuela de Jinetes del Hipódromo Nacional El Paraíso.

 

Edgar Aranzazu perteneció a la promoción "Perfecto Antonio Chapellín" y se matriculó en 1959, recién abierto el Hipódromo La Rinconada (junto a sus compañeros Hernán Marchena, Francisco “El Pelón” Betancourt, Guillermo “El Tucán” González y Jesús González Palacios) en una sencilla ceremonia presidida por el Dr. Francisco Flamerich. De él recibió los arreos de jinete: montura, botas, fuete y pantalón. De manos del director de la escuela recibió el diploma de aprendiz sobresaliente en equitación. Hizo su debut ese mismo año en el Hipódromo La Rinconada montando a Sabal que llegó en el octavo lugar.

 

Mucho tuvo que batallar “El NarizónAranzazu para conseguir su primera victoria. La temporada del inicio y la siguiente las pasó sin poder desmontar un ganador hasta que, en la temporada de 1961, específicamente el sábado 18 de marzo, en recorrido de 1100 metros, el atropellador Balboa, un preparado de FranciscoPanchoUreña, consiguió salir avante en gran final por cabeza sobre Enfin con Luis Bolívar. Después tuvo una racha victoriosa y durante un tiempo fue el aprendiz de moda, cerrando el año con 28 victorias.

 

Un accidente que le ocasionó fractura de la clavícula lo sumió en un “slump” del cual poco a poco salió con frecuentes triunfos logrados en la caballeriza del campeón Domingo Noguera Mora, deslumbrando a la afición que le veía trillando el camino del estrellato con pasos firmes, dada su gran preocupación profesional y esa habilidad para comportarse en cada carrera.

 

Edgar Aranzazu se doctoró como jinete profesional conduciendo a Sunny (del Stud Bien Pagá de Thelmo Romero) en la segunda carrera del domingo 19 de abril de 1964, logró el sexagésimo triunfo de su trayectoria, cantidad de triunfos que se le exige reglamentariamente a un jinete aprendiz para hacerse jinete profesional. Con tal victoria se convirtió (conforme a lo establecido en el artículo 119 del reglamento de carreras de la época), en jinete profesional, no descargando de ahora en adelante por ningún concepto. Para “El Narizón” ese triunfo le llenó da satisfacción. Además, ese año 1964 representó el primer triunfo selectivo de su carrera, por intermedio de Antar en el Clásico Antonio José de Sucre. No conforme, a final de año se anexó el Clásico Turfipan con Aldeano en dos kilómetros, de punta a punta corriéndolo bien. Cerró el año con 24 victorias.

 

Durante el año 1965 mantuvo su buen rendimiento. Fue el jinete responsable de conducir a Marrey y el potro le brindó grandes satisfacciones. El 1 de agosto Marrey ganó con Edgar Aranzazu en tiempo récord mundial para 800 metros en La Rinconada agenciando 45”. Ejemplar rápido, “El Narizón” consiguió dominar la velocidad de Marrey, graduándola, para imponerse en varias ocasiones, incluyendo el Clásico Antonio José de Sucre, Polla de Criadores y la Copa Albert H. Cipriani.

 

Pero Edgar Aranzazu cayó de pronto, por esas cosas del destino, en una racha adversa. Cuando la suerte se coloca a espaldas de los profesionales, todo viene torcido. “El Narizón” experimentó esta degradable experiencia; aunque tenía el talento para recuperarse no contó con las montas de valía, con las que podía dejar al descubierto su sobresaliente capacidad. Era un jinete con un estilo depurado, comparable al estilo de Milton Barra y luego a otros “estilistas” como José Luis Vargas, Silvio Rovero y más recientemente Rogers Rengifo. Finalmente, problemas con el peso fue “la última gota que rebasó el vaso” y decidió retirarse de la dura profesión en el año 1973, dejando atrás los recuerdos, su primer triunfo con Balboa derrotando a Luis Bolívar y los clásicos obtenidos con Antar, Aldeano y Marrey. Acumuló 131 triunfos durante su vida profesional como jockey en el óvalo de Coche. Luego de su retiro, este buen jinete venezolano no se alejó del hipismo. Se dedicó a traqueador y domador, de los mejores.

 

El 19 de septiembre de 1981 participó en una carrera especial para ex-jinetes, donde también estuvieron Félix Sabino Pérez (que fue el ganador con Huracán David, un hijo de Silbido que entrenaba David Ramírez), Pedro Jesús González, Julio Enrique González, Jesús González Palacios, Fernando Rey Green, Douglas Bracho, Luis Arturo Alvarado, Julián Ríos y Luis E. Key. Después fue Ponyboy (policía de pista) donde igualmente demostró ser muy bueno. Por su don de gente y su intachable comportamiento, Edgar Aranzazu será recordado gratamente por quienes le conocieron.

 

Fuentes: Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Revista Gaceta Hípica, Revista Turf, Sr. Jaime Casas A., Sr. Armando Ipsa, Sr. Mirko Ipsa.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, domingo 30 de junio de 2024

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